La salud mental supone, necesariamente, un balance entre las emociones positivas y las negativas. Como no se puede prescindir de las emociones negativas, se trata de promover el predominio de las emociones positivas y regular las negativas para procurar una tendencia ascendente hacia el bienestar mental (Zollars et al., 2019).
En psicología, el bienestar se ha estudiado principalmente desde dos corrientes. Por un lado, una corriente se enfoca en el bienestar subjetivo, referido a la evaluación de los aspectos emocionales, afectivos y cognitivos, el afecto positivo, el negativo y la satisfacción. Por el otro, se evalúa el funcionamiento óptimo de las personas, conocido como bienestar psicológico, el cual ha sido definido como el desarrollo de las capacidades y el crecimiento personal. Se han propuesto dos tradiciones psicológicas para explicar el funcionamiento positivo y, en consecuencia, el bienestar del sujeto (Zollars et al., 2019).
El bienestar psicológico (mental o psychological well-being, en inglés) se define como el grado en que una persona juzga globalmente su vida en términos positivos. Está relacionado con ser y estar feliz, la posibilidad de desarrollarse individual y socialmente y estar a gusto consigo mismo (Rong et al., 2021; Ryff, 1989). En este sentido, se refiere al grado en el que una persona evalúa positivamente su calidad de vida parcial o coyunturalmente, en un momento determinado, y global y estructuralmente en toda su vida. Es decir, hace alusión a cuánto le gusta a una persona la vida que lleva (Rong et al., 2021; Ryff, 1989).
Considerando los puntos de convergencia entre las propuestas de las corrientes referidas, Ryff (1989) propuso el modelo multidimensional de bienestar psicológico Modelo Integrado de Desarrollo Personal (Integrated Model of Personal Development). El análisis del bienestar psicológico desde esta perspectiva contempla seis dimensiones: autoaceptación, relaciones positivas con otras personas, autonomía, dominio del entorno, propósito de vida y crecimiento personal (Ryff, 1989).
La investigación sobre el bienestar psicológico se ha enfocado predominantemente hacia el desarrollo personal, la forma de afrontar los retos vitales y el esfuerzo en lograr objetivos, adquirir y desarrollar valores que les permiten sentirse vivos y promueven el crecimiento personal, más que en la realización de actividades que les generan placer y los apartan del dolor (Alvarado-García et al., 2019; Henderson, 2021). Se ha encontrado que las personas con mayor satisfacción percibida en los aspectos considerados en el modelo multidimensional de Ryff, que establecen metas coherentes con sus intereses, valores y necesidades, tienen mayores niveles de bienestar psicológico (Alvarado-García et al., 2019; Henderson, 2021).
Se sabe que estudiar ciencias de la salud es altamente demandante y estresante (Abu Bakar et al., 2021). Estos estudiantes enfrentan muchas situaciones demandantes durante su formación universitaria y profesional (Abu Bakar et al., 2021; Henderson, 2021). Estudios previos han observado que los estudiantes del área de salud experimentan estrés y ansiedad (Henderson, 2021), debido a que se ven envueltos en factores estresantes, como un entorno de aprendizaje inadecuado, miedo al fracaso, sobrecarga de trabajo, dificultad para tratar con pacientes, realización de procedimientos complejos en espacios confinados, dificultad para lidiar con las transiciones teoría-práctica, preclínica-clínica en los planes de estudio y relaciones difíciles y problemáticas con el personal académico y asistencial (Abu Bakar et al., 2021; Henderson, 2021).
Asimismo, se ha encontrado que la ansiedad y el estrés elevan los niveles de corticosteroides (hormonas liberadas durante momentos de angustia), lo que puede afectar la memoria, la concentración y el aprendizaje. Por lo tanto, los altos niveles de estrés y ansiedad pueden dificultar la concentración y la comprensión de la información por parte de los estudiantes. En consecuencia, los estudiantes pueden tener un bajo rendimiento cognitivo en situaciones académicas debido a que interfieren en su concentración y capacidad para procesar la información producida por el estrés y la ansiedad (Alhawatmeh et al., 2022). Bramlett (2014) analizó los factores asociados al rendimiento académico en la carrera de Odontología y observó que, en situaciones estresantes los estudiantes no cumplían satisfactoriamente con sus actividades académicas y, en consecuencia, disminuían su rendimiento. Por su parte, Chattu et al. (2020) hallaron una asociación significativa entre el bienestar psicológico subjetivo y el rendimiento académico de estudiantes de ciencias de la salud.
Las emociones negativas, los problemas y los sentimientos que estas suelen desencadenar pueden prevenirse identificando las situaciones que generan preocupación en su etapa inicial o ante la presencia de algún factor desencadenante para gestionarlos apropiadamente. En casos extremos, suele ser necesario buscar ayuda profesional para ser tratado con diferentes terapias tradicionales (psicofármacos, psicoterapias, como terapia cognitiva, desensibilización sistemática y terapia de exposición gradual al elemento fóbico, técnicas de relajación y respiración) o mediante la medicina alternativa y complementaria (musicoterapia, acupuntura, entre otras). Sin embargo, si no se cambia los estilos de vida, se eliminan los hábitos nocivos, se aprende a regular las emociones y si no se trata oportuna y apropiadamente, la ansiedad puede inducir a prácticas destructivas (consumo de alcohol, tabaco, drogas), obstaculizar la productividad, disminuir la calidad de vida de un individuo significativamente, producir sentimientos negativos y trastornos mentales graves, como la depresión (Black & Grant, 2013).
Entre las técnicas psicológicas más efectivas para gestionar las emociones destaca la meditación (Gál et al., 2021; Malheiros et al., 2023; van der Riet et al., 2018). La meditación se ha practicado desde hace más de 3000 años y se deriva de la antigua filosofía budista (Wolkin, 2015). La meditación es un término amplio que abarca una variedad de técnicas y ejercicios mentales de concentración, contemplación y abstracción, conducentes a una mayor autoconciencia, iluminación espiritual y salud física y mental (Henderson, 2021). Se define como el estado de conciencia en el que el individuo suprime de su pensamiento los estímulos ambientales para que la mente pueda concentrarse en una sola cosa, lo que produce un estado de relajación y alivio del estrés (Wolkin, 2015).
Hay diferentes técnicas de meditación. En cualquier caso, se requiere de ciertas condiciones mínimas: un lugar tranquilo con la menor cantidad de distracciones posible, una postura cómoda específica (sentado, acostado, caminando, etc.), un foco de atención (una palabra elegida específicamente, o conjunto de palabras, un objeto, o la sensación de respirar), y una actitud abierta (dejar que las distracciones vayan y vengan naturalmente sin juzgarlas) (Henderson, 2021).
Similarmente, García Campayo (2022) hace algunas recomendaciones para los instructores de mindfulness, con énfasis en la necesidad de desarrollar actitudes adecuadas en su práctica. Entre estas se encuentran la autenticidad de los instructores, quienes deben ser sinceros y mostrar vulnerabilidad; la compasión, que es esencial para establecer un ambiente de confianza; y la formación continua, que implica el compromiso de seguir aprendiendo sobre técnicas de mindfulness y gestión emocional. Además, se destaca la importancia de mantener una práctica personal regular para transmitir efectivamente las enseñanzas, ser adaptable a las necesidades de los participantes, seguir principios éticos para garantizar un entorno seguro y respetuoso, así como fomentar la autorreflexión y la autoevaluación de su desempeño en las intervenciones.
Por su parte, Kabat-Zinn (1990) propone siete actitudes que son fundamentales para la práctica la atención plena: no juzgar, tener paciencia, asumir una mentalidad de principiante, tener y proyectar confianza, no forzar prácticas ni actitudes, procurar la aceptación y ceder. Estas actitudes son igualmente valiosas para desarrollar la atención plena en el ámbito profesional y en contextos académicos.
En general, la meditación se utiliza para aumentar la calma y la relajación física, mejorar el equilibrio psicológico (Henderson, 2021), gestionar las emociones para mejorar la salud y el bienestar psicológico y general, y tratar problemas de salud física, como la diabetes, la hipertensión y reducción de síntomas de dolor crónico y mental, como trastornos de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y adicciones (Wolkin, 2015).
En el ámbito académico, la meditación es una herramienta útil y eficaz para desarrollar el aprendizaje (Shirahatti et al., 2014), mejorar el rendimiento académico (Waters et al., 2015), manejar el estrés, la angustia, la ansiedad y tratar algunos trastornos psicológicos asociados a situaciones académicas y clínicas y asistenciales altamente demandantes (Da Silva et al., 2023; Henderson, 2021; McConville et al., 2017), desarrollar la concentración, tomar conciencia de las emociones y producir relajación, calma y bienestar psicológico y físico (Da Silva et al., 2023; Wolkin, 2015). Además, algunos estudios han hallado que la meditación disminuye el nivel de estrés percibido de los estudiantes (Alvarado-García et al., 2019; Da Silva et al., 2023; Henderson, 2021), la ansiedad estado y la ansiedad rasgo (Alvarado-García et al., 2019). Por su parte, Waters et al. (2015) hallaron que la meditación tiene efectos pequeños en el bienestar psicológico, la competencia social y el rendimiento académico de los estudiantes en cerca del 60 % de las intervenciones. En cambio, en otros estudios no se ha encontrado un efecto estadísticamente significativo de la meditación sobre el bienestar psicológico y el rendimiento académico de los estudiantes (Henderson, 2021), la depresión, la ansiedad y el estrés percibido (Ko et al., 2018).
En los últimos años, se han publicado numerosos estudios que evalúan el efecto de intervenciones basadas en la meditación de forma exclusiva o en combinación con otras técnicas terapéuticas para mejorar el bienestar psicológico de estudiantes. El creciente número de estudios de intervención ha generado la necesidad de realizar revisiones sistemáticas, principalmente en inglés, para sintetizar la efectividad de intervenciones virtuales (Alrashdi et al., 2023; Yogeswaran & El Morr, 2021) y presenciales sobre la depresión, la ansiedad, el estrés y el bienestar psicológico de estudiantes de Medicina (Da Silva et al., 2023; Hathaisaard et al., 2022; Yogeswaran & El Morr, 2021), Odontología (Abu Bakar et al., 2021; Alzahem et al., 2014), Enfermería (van der Riet et al., 2018), ciencias de la salud en general (Balasooriya Lekamge et al., 2022; Escobar-Domingo et al., 2021; McConville et al., 2017; O’Driscoll et al., 2017) y estudiantes universitarios de otras especialidades (Alrashdi et al., 2023; Chiodelli et al., 2022; Dawson et al., 2020; Delgado et al., 2023; Gál et al., 2021; González-Valero et al., 2019; López et al., 2021; Worsley et al., 2022; Yosep et al., 2023).
Estos estudios hallaron que las diferentes técnicas basadas en la meditación pueden disminuir, en el corto y largo plazo, el estrés, la ansiedad y la depresión y mejorar el bienestar psicológico, la atención plena, el estado de ánimo, la autoeficacia y la empatía en estudiantes de ciencias de la salud. Además, sus efectos pueden permanecer en el largo plazo (Chattu et al., 2020; Hathaisaard et al., 2022; Repo et al., 2022; Shirahatti et al., 2014; Waters et al., 2015).
Predominan las revisiones que involucran estudiantes universitarios sin discriminar la carrera que cursan. Además, la mayoría de estas revisiones incluyó estudios clínicos no controlados ni aleatorizados, preexperimentales y cuasiexperimentales, y literatura gris, lo cual tiene implicaciones en la calidad de la evidencia seleccionada y, en consecuencias, en sus hallazgos.
Solo se encontraron cuatro estudios que evalúan intervenciones dirigidas a estudiantes de ciencias de la salud: una analiza intervenciones virtuales para estudiantes de medicina (Yogeswaran & El Morr, 2021), otra se enfoca en el yoga y utiliza algunas técnicas de meditación (Escobar-Domingo et al., 2021), y las otras dos no están suficientemente actualizadas, pues incluyeron estudios publicados hasta el 2016 (McConville et al., 2017; O’Driscoll et al., 2017) y una revisión incluyó, además, intervenciones para estudiantes de Trabajo Social y Psicología (O’Driscoll et al., 2017).
Asimismo, las revisiones sobre el efecto de la meditación en el bienestar psicológico de los estudiantes publicadas en español (Delgado et al., 2023; Escobar-Domingo et al., 2021; López et al., 2021) adolecen de fallas metodológicas importantes, relacionadas con la búsqueda, la selección y la evaluación de los estudios, que comprometen la calidad de la evidencia reportada; una revisión fue realizada en contextos laborales (Carmona-Rincón et al., 2023) y otra, con estudiantes de educación secundaria (Langer et al., 2015).
Las revisiones publicadas han observado un alto riesgo de sesgo, variabilidad, vacíos, heterogeneidad en el tamaño del efecto y controversias en las intervenciones evaluadas. En consecuencia, sugieren realizar más investigaciones que consideren las diferencias socioculturales y demográficas de los estudiantes y las particularidades de las carreras universitarias, con medidas fisiológicas, evaluaciones de seguimiento más largas y muestras más grandes para aportar resultados concluyentes sobre el impacto de la meditación en el bienestar psicológico de los estudiantes de la salud.
Por lo tanto, en vista del impacto positivo de la meditación en la salud mental de estudiantes universitarios y las limitaciones de las revisiones previas publicadas en español, esta revisión sistemática sintetiza la evidencia científica disponible y actualizada sobre la efectividad de las intervenciones basadas en la meditación en el bienestar psicológico de estudiantes de ciencias de la salud.
Métodos
Protocolo y registro
Se realizó una búsqueda sistemática para identificar, evaluar, analizar y sintetizar los hallazgos de estudios clínicos controlados y aleatorizados sobre el impacto de la meditación en el bienestar psicológico de estudiantes universitarios. Con tal fin, el desarrollo de la investigación se guio por el protocolo Prisma (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) (Moher et al., 2015) y el Manual de la Biblioteca Cochrane (Higgins et al., 2008). Por su parte, la estructuración del artículo se basó en la lista de verificación Prisma (Moher et al., 2009). Asimismo, el protocolo de esta revisión sistemática está registrado en la base de datos PROSPERO (código: CRD42023438917).
Formulación de la pregunta de investigación PICO
Inicialmente, se formuló una pregunta de investigación considerando la estrategia PICO (pacientes, intervención, comparación, desenlace) (Stone, 2002): ¿Cuál es el efecto de las intervenciones basadas en la meditación sobre el bienestar psicológico en estudiantes universitarios de ciencias de la salud según la literatura publicada en los últimos cinco años? (ver criterios y descripción en la Tabla 1).
Proceso de recopilación de datos
Estrategias de búsqueda: fuentes de información. La búsqueda de artículos científicos se realizó en las siguientes fuentes de información electrónica: Biblioteca virtual de Salud (BVS), Biblioteca Cochrane, Trip Database, Sage Pub, Springer Link, Wiley Online Library, Medline (vía PubMed), Europe PMC, Science Direct, APA PsycInfo y ERIC, a las cuales se puede acceder independientemente de la adscripción académica y profesional de los usuarios sin la necesidad de tener suscripción institucional. Adicionalmente, se examinaron manualmente la lista de referencias de revisiones sistemáticas previas y los artículos incluidos para buscar estudios relevantes que pudieran haberse omitido en la búsqueda inicial.
Estrategias de búsqueda: descriptores. La búsqueda se llevó a cabo combinando los siguientes descriptores mediante el uso de los operadores lógicos booleanos AND, OR, NOT en español: estudiante de ciencias de la salud OR Odontología OR Medicina OR Enfermería OR Nutrición OR Psicología OR Farmacia AND meditación OR meditación basada en atención plena AND estrés OR ansiedad OR bienestar psicológico OR salud mental; o en inglés, health occupations OR medical OR dental OR nursing OR psychology OR farmacy students AND meditation OR mindfulness-based intervention AND stress OR anxiety OR psychological well-being OR mental health.
Estrategias de búsqueda: períodos de búsqueda. La búsqueda de los artículos científicos se realizó entre junio y agosto del 2023. Se incluyeron artículos publicados en español o inglés en los últimos cinco años (desde el año 2019), independientemente de la fecha de cuándo fue realizado el estudio.
Estrategias de selección: criterios de elegibilidad
Se realizó una lectura sistemática del texto completo de los artículos para examinar si las intervenciones se ajustaban a los siguientes criterios de elegibilidad: realizadas en ciencias de la salud, intervenciones basadas en la meditación, estudios clínicos controlados y aleatorizados, con muestras de ≥ 30 participantes, evaluadas con escalas estandarizadas y publicadas entre el año 2019 y el 2023.
Asimismo, fueron excluidos de esta revisión sistemática estudios realizados en áreas distintas a las ciencias de la salud, con diseños observacionales, documentales, de enfoque mixto o cualitativo, literatura gris, con estudiantes diagnosticados o tratados con trastornos psiquiátricos.
Evaluación del riesgo de sesgo de los estudios
Los autores del presente artículo evaluaron, de forma independiente, el riesgo de sesgo de los artículos incluidos con base en la herramienta de evaluación de estudios clínicos experimentales de la Biblioteca Cochrane que incluye: generación de la secuencia aleatoria, ocultamiento de la asignación, cegamiento de los participantes y del personal, cegamiento de los evaluadores de los resultados, presentación incompleta de los resultados, presentación selectiva de datos, otras fuentes de sesgos: tamaño de muestra, dosis, población, aspectos bioéticos, financiación, medición basal (Higgins et al., 2008).
Resultados
Descripción del proceso de búsqueda y selección de estudios
En esta revisión se identificaron 651 estudios en 10 fuentes de información electrónica. Luego de revisar títulos, resúmenes y palabras clave de estos documentos, se descargaron 135 artículos para examinarlos con mayor profundidad mediante la lectura del texto completo. Tras eliminar repeticiones y analizar la pertinencia y relevancia de estos estudios, se seleccionaron 48 documentos. Finalmente, se analizó la elegibilidad de esta selección; como consecuencia, se incluyeron 13 artículos que cumplieron con los criterios de inclusión. En el diagrama de flujo de la Figura 1, se describe el proceso de búsqueda y selección de los artículos en este estudio, basado en los criterios establecidos en Prisma (Moher et al., 2009).
Riesgo de sesgo de los estudios incluidos
La Tabla 2 muestra los resultados de la evaluación del sesgo de los 13 ensayos clínicos incluidos. Se puede observar que todos fueron valorados con un nivel de riesgo de sesgo bajo.
Síntesis de los resultados de los ensayos clínicos incluidos
Como se observa en la Tabla 3, en el presente estudio se incluyeron 13 ensayos clínicos realizados en 10 países de Asia, Oceanía, América y Europa entre el año 2019 y el 2023. En estos estudios clínicos participaron 1330 estudiantes de diferentes especialidades de ciencias de la salud: Medicina, Psicología, Enfermería, Farmacia, Fisioterapia. La muestra osciló entre 30 y 362 estudiantes por estudio, siendo el promedio 102 participantes. Todos los estudios evaluaron intervenciones dirigidas a estudiantes mayores de 18 años que no tenían trastornos psicológicos o médicos.
En cuanto a la modalidad, predominan las intervenciones en forma de taller presencial. Solo tres estudios evaluaron modalidades virtuales de meditación (Moore et al., 2020; Repo et al., 2022; Zollars et al., 2019). Todos los estudios incluidos compararon la meditación con un grupo control sin intervención, a excepción de Repo et al. (2022), que compraron la efectividad de la meditación presencial y la meditación virtual con el control sin intervención.
La duración de los programas y de las sesiones de las intervenciones mostró variabilidad. Como se muestra en la Tabla 3, T4, T5se registraron sesiones de entre 10 min y 240 min. Los programas, por su parte, tuvieron entre 3 y 12 semanas de duración.
En relación con la técnica de meditación empleada, predominaron las intervenciones basadas en la atención plena (mindfulness). Solo un estudio (Lavadera et al., 2020) evaluó el uso combinado de la meditación y la actividad física.
También se halló variabilidad en los aspectos evaluados asociados al bienestar psicológico de los estudiantes. Se evaluó atención plena, el bienestar mental, el estrés percibido, la ansiedad, los síntomas depresivos, las emociones negativas y positivas, la calidad de vida, la autocompasión, la fatiga crónica, la autoeficacia, el agotamiento, la empatía, el cortisol sérico y las proteínas C reactivas séricas. Con tal fin, todos los estudios emplearon diferentes escalas psicológicas estandarizadas. Adicionalmente, se analizó la presencia de cortisol sérico y proteína C reactiva sérica (Alhawatmeh et al., 2022; Repo et al., 2022). En general, todas las intervenciones evaluadas mejoraron significativamente los indicadores del bienestar mental de los estudiantes, a excepción de tres estudios (Alhawatmeh et al., 2022; Neto et al., 2020; Oblitas et al., 2019), que no hallaron diferencias estadísticamente significativas en los niveles de estrés, bienestar psicológico, salud mental y calidad de vida.
Discusión
Se sabe que los estudiantes de ciencias de la salud enfrentan muchas situaciones estresantes durante su formación universitaria y profesional, debido a que los programas universitarios incluyen atención clínica altamente demandante y estresante (Abu Bakar et al., 2021; Henderson, 2021). Por tanto, esta revisión sistemática tuvo como objetivo evaluar la efectividad de las intervenciones basadas en la meditación sobre el bienestar psicológico y los factores asociados en estudiantes de ciencias de la salud.
Se encontró que todos los estudios incluidos en esta revisión hallaron efectos positivos de las intervenciones basadas en la meditación sobre el bienestar psicológico de los estudiantes de ciencias de la salud, aunque tres estudios no encontraron efectos estadísticamente significativos (Alhawatmeh et al., 2022; Neto et al., 2020; Oblitas et al., 2019). En este sentido, estos hallazgos coinciden con algunas revisiones, cuyos resultados indicaron que hubo un impacto no significativo de la meditación de atención plena en la depresión, la ansiedad (rasgo), la regulación emocional, la atención plena, el afecto, la presión arterial y el bienestar de estudiantes universitarios (Alrashdi et al., 2023; Dawson et al., 2020).
El cultivo de la atención plena y otras prácticas de meditación parecen contribuir a mejorar la regulación emocional y el funcionamiento psicológico y social, fomentando una perspectiva más positiva de la vida y un mayor bienestar psicológico (Fazia et al., 2023). Esto podría repercutir positivamente en el rendimiento académico de los estudiantes en el corto y mediano plazo, y en el desempeño profesional en el mediano y largo plazo (Chattu et al., 2020; Shirahatti et al., 2014; Waters et al., 2015).
En línea con estudios previos (Alrashdi et al., 2023; Dawson et al., 2020; Ungar et al., 2022), el enfoque didáctico utilizado es variable e incluyó cursos, lecciones guiadas, talleres con ejercicios de práctica presenciales y en línea, empleando herramientas interactivas y comunicación en línea a través de plataformas de comunicación y redes sociales. También coincidiendo con revisiones anteriores (Alrashdi et al., 2023; Dawson et al., 2020), los estudios incluidos no encontraron asociación entre la duración de las sesiones y la modalidad de las intervenciones y las subpoblaciones de estudiantes y su efectividad. La efectividad de la meditación parece ser independiente de la modalidad y la duración de la intervención (Alrashdi et al., 2023; Dawson et al., 2020; Ungar et al., 2022).
Los resultados de esta revisión sistemática están en línea con investigaciones previas sobre intervenciones basadas en la meditación y sus beneficios para estudiantes sanos de Medicina (Da Silva et al., 2023; Hathaisaard et al., 2022; Yogeswaran & El Morr, 2021), Odontología (Abu Bakar et al., 2021; Alzahem et al., 2014), Enfermería (van der Riet et al., 2018) y estudiantes de ciencias de la salud en general (Balasooriya Lekamge et al., 2022; Escobar-Domingo et al., 2021; McConville et al., 2017; O’Driscoll et al., 2017).
Los hallazgos también coinciden con los resultados de estudios previos que evaluaron intervenciones dirigidas a estudiantes universitarios sanos de otras carreras (Alrashdi et al., 2023; Chiodelli et al., 2022; Dawson et al., 2020; Delgado et al., 2023; Gál et al., 2021; González-Valero et al., 2019; López et al., 2021; Worsley et al., 2022; Yosep et al., 2023).
Los hallazgos sugieren que las intervenciones basadas en la meditación, especialmente empleando la técnica de atención plena, que implica tomar conciencia del momento presente sin juzgar, tienen suficiente apoyo empírico para usarse como una estrategia preventiva para el manejo de una variedad de emociones negativas y trastornos mentales, pues la evidencia proviene de contextos no clínicos (Alvarado-García et al., 2019; Da Silva et al., 2023; Henderson, 2021; McConville et al., 2017; Querstret et al., 2020). Su alta efectividad puede deberse a que la toma de conciencia plena aumenta la capacidad para reducir los niveles de estrés y los síntomas de depresión y la ansiedad. También, se ha sugerido que la meditación de atención plena, predominante en la presente revisión, aumenta la empatía de los estudiantes (Gál et al., 2021; Malheiros et al., 2023; van der Riet et al., 2018). Asimismo, mejora la autopercepción de los indicadores de bienestar psicológico, tales como estrés percibido, autoaceptación, relaciones positivas, autorregulación, dominio del entorno, propósito en la vida y crecimiento personal de los estudiantes (Ryff, 1989).
También, se observó que la meditación mejora la resiliencia entre los estudiantes de ciencias de la salud (Fazia et al., 2023). Las intervenciones parecieron mejorar la autoconciencia, la autoaceptación y las habilidades de afrontamiento de los estudiantes (De Araujo et al., 2020; Moore et al., 2020; Rong et al., 2021), lo que llevó a mejorar la capacidad para superar los desafíos que comúnmente se encuentran los estudiantes de las carreras de ciencias de la salud en sus vidas académicas y personales.
Sin embargo, la estabilidad de los resultados a largo plazo va a depender de que los estudiantes continúen practicando la meditación de forma autónoma al menos dos veces por semana (Hathaisaard et al., 2022; Repo et al., 2022). Además, se requiere tiempo y práctica para lograr percibir mejoras en el bienestar psicológico (Da Silva et al., 2023). Por lo tanto, las intervenciones deberían incluir, como parte de sus objetivos, que los estudiantes desarrollen el hábito de meditar como estrategia preventiva de problemas psicológicos, socioemocionales, promotora del bienestar psicológico de los estudiantes.
No fue posible determinar qué técnica de meditación fue más efectiva porque no hubo consistencia en cuanto a muestras, programas, técnicas de meditación, desenlaces y escalas de medición empleadas en las intervenciones evaluadas. Además, las comparaciones sistemáticas entre los diferentes tipos de prácticas de meditación son muy limitadas. Solo un estudio (Repo et al., 2022) comparó la modalidad de taller de meditación virtual vs. presencial. Por consiguiente, se necesitan futuros estudios contrastivos que controlen las mismas variables para obtener resultados conclusivos (Waters et al., 2015).
Aunque se logró el objetivo propuesto, la presente revisión tuvo algunas limitaciones. En primer lugar, se hallaron pocos estudios experimentales aleatorizados y controlados. Esto se debe a que gran parte de las intervenciones para mejorar el bienestar psicológico publicadas hasta la fecha emplea diseños preexperimentales pretest-postest sin grupo control, debido a la imposibilidad ética de dejar a un grupo de estudiantes sin la intervención en evaluación, que potencialmente tendría un impacto positivo. Asimismo, en el ámbito de la Enfermería, se suelen realizar estudios cualitativos y mixtos. Por lo tanto, es probable que los estudios incluidos no representen integralmente el uso de la meditación con estudiantes de las ciencias de la salud. En segundo lugar, hay variabilidad en las características de las muestras, los tamaños muestrales, las características de la intervención, los desenlaces evaluados y los instrumentos empleados para evaluar el bienestar psicológico. Estas variaciones pudieron haber generado resultados heterogéneos, que impiden la posibilidad de generalización. Finalmente, el tamaño muestral de la mayoría de los estudios era relativamente pequeño, lo que puede limitar realizar generalización a partir de los hallazgos.
Conclusiones
En general, esta revisión sistemática proporciona evidencia sólida de que las intervenciones de meditación, predominantemente en la atención plena (mindfulness), realizadas en contextos académicos no clínicos, tienen un impacto positivo en el bienestar psicológico y los factores asociados, percibidos y objetivos, de los estudiantes de ciencias de la salud. Sin embargo, los resultados deben interpretarse y generalizarse con cautela debido al pequeño número de estudios incluidos en la revisión, la variabilidad y las limitaciones de las intervenciones evaluadas.
A diferencia de la meditación convencional, definida como el estado de conciencia en el que el individuo suprime de su pensamiento los estímulos ambientales para que la mente se concentre y produzca un estado de relajación (Wolkin, 2015), la técnica de atención plena implica tomar conciencia del momento presente para aceptarlo sin juzgar (Alvarado-García et al., 2019; Da Silva et al., 2023). Ambas modalidades sirven para manejar una variedad de emociones negativas y trastornos mentales (Alvarado-García et al., 2019; Da Silva et al., 2023; Henderson, 2021; McConville et al., 2017; Querstret et al., 2020). Sin embargo, la atención plena resulta más efectiva debido a su capacidad para reducir los niveles del estrés, los síntomas de depresión y la ansiedad, aumentando la habilidad de la empatía de los estudiantes (Gál et al., 2021; Malheiros et al., 2023; van der Riet et al., 2018).
Coincidiendo con revisiones previas, este trabajo tiene implicaciones importantes para la investigación y la educación universitaria en las carreras de ciencias de la salud (Balasooriya Lekamge et al., 2022; Chiodelli et al., 2022; Da Silva et al., 2023; O’Driscoll et al., 2017; Yogeswaran & El Morr, 2021). Por un lado, es necesario realizar más ensayos clínicos controlados y estandarizados que superen las limitaciones de esta revisión y las publicadas previamente para aportar evidencia robusta sobre la efectividad de las intervenciones basadas en la meditación. Por otro lado, sería conveniente incorporar prácticas de meditación a las actividades universitarias rutinarias, curriculares y extracurriculares. La práctica frecuente de la med para itación, en cualquiera de sus modalidades, puede servir como una herramienta preventiva valiosa para mejorar el bienestar psicológico y general de los estudiantes de ciencias de la salud.