Introducción
A nivel mundial, aumenta la preocupación por las condiciones en que se encuentran, viven o son tratados los animales en los sistemas productivos, en ese contexto, procurar el bienestar animal (BA) cobra importancia tanto en la producción primaria como en la comercialización y por parte de los consumidores. Los sistemas lecheros no escapan a estas exigencias, por lo que es menester que conozcan y trabajen en pos del BA. La evaluación del BA es una tarea compleja por ser un concepto multidimensional que demanda una evaluación multicriterio en la que se utilizan numerosos indicadores; además, las opiniones sobre el concepto de BA pueden diferir o no coincidir entre los expertos y con la sociedad (de Graaf et al., 2017; Mason y Mendi, 1993). En ese sentido, y tratando de brindar herramientas sistematizadas, se han desarrollado protocolos para abordar la temática, el Protocolo de Welfare Quality® (Welfare Quality Consortium, 2009) es el referente mundial. Este propone fundamentalmente la medición de indicadores basados en los animales (IA) y cuando eso no es posible recurre a indicadores basados en el ambiente o en el manejo, es necesario un entrenamiento para la correcta evaluación de todos ellos. Las BP apuntan a mejorar la productividad y la rentabilidad de manera sustentable y tienen como uno de sus objetivos lograr el BA, por lo tanto, su cumplimiento representa una alternativa para conocer las condiciones en las que se encuentran los animales en los sistemas lecheros. Si bien las BP no abordan la evaluación de IA, sí lo hacen sobre aspectos del ambiente y del manejo relacionados a este y representan una posibilidad de menor complejidad para conocer y comenzar a trabajar respecto al BA. En un trabajo interinstitucional público-privado entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Empresa Bit S. A., se desarrolló CheqTambo (Negri y Aimar, 2021), una aplicación en línea para Android y web, de libre acceso, de autogestión, cuyo objetivo es facilitar el relevamiento y la implementación de un grupo de 121 BP (consideradas mínimas), referidas a distintas áreas del proceso de producción de leche, con la finalidad de la mejora continua del establecimiento. Una de las áreas es específica para BA. CheqTambo se basó en la Guía de BP para establecimientos lecheros (BPEL) (Negri y Aimar, 2016), reconocida como documento referente de la Red de Buenas Prácticas Agropecuarias de Argentina (Negri y Aimar, 2019), que también se encuentra disponible en la web. El valor agregado de la Guía BPEL es que su contenido y desarrollo fue consensuado interinstitucionalmente entre más de 20 instituciones públicas, privadas, empresas y cooperativas lácteas. No hay dudas de que, para lograr mejoras en el BA, hay que conocer el estado de situación con respecto a este en cada tambo y a partir de ahí establecer estrategias de mejoras. En ese sentido, el uso de herramientas o metodologías sistematizadas que reflejen el funcionamiento de los procesos y el bienestar de los animales facilita el trabajo. Actualmente, CheqTambo es utilizada de manera voluntaria y por autogestión en numerosos tambos de Argentina y si bien no es una herramienta específica del bienestar animal, aborda la temática como una de sus áreas con 13 BP relativas al BA. El objetivo de este trabajo fue conocer el estado de situación o del cumplimiento de las BP relativas al BA contenidas en la aplicación CheqTambo para un grupo de tambos de Argentina.
Metodología
La aplicación CheqTambo fue utilizada por productores o bien por sus asesores técnicos para relevar 13 BP del área de BA en 322 tambos de Argentina durante el período de mayo de 2021 a setiembre de 2022.
CheqTambo es de autogestión y de libre acceso, está disponible en línea para Android en Google Store y en la web (http://s1.dekagb.com/CheqTambo/CheqTambo/Index). No requiere identificación alguna del establecimiento ni datos fiscales del propietario, su objetivo es facilitar la implementación de BP para trabajar en un ciclo de mejora continua. Abarca las siguientes áreas del proceso: BA, ordeño e higiene, sanidad animal, alimentación, ambiente, condiciones del trabajo y a los trabajadores. El relevamiento de las BP lleva aproximadamente medio día de trabajo y una vez realizado permite visualizar gráficamente el cumplimiento (C) global del establecimiento, es decir, el porcentaje de cumplimiento de las BP con relación a las BP totales. También da el valor de cumplimiento por cada una de las áreas, y de esta manera permite identificar las posibles causas de problemas en el sistema de producción, una mejor visualización de los cumplimientos (C) y no cumplimientos (NC), y priorizar, en función de ello, las acciones para trabajar en un ciclo de mejora continua.
A fin de facilitar la priorización para la mejora, cada BP fue asignada a una de las siguientes clases según su impacto en el proceso (IP) y grado de inversión (GI): la clase 1 es de alto IP y bajo GI, la clase 2, de IP y GI medios y la clase 3, de bajo IP y alto GI.
Con los resultados de los relevamientos realizados en los 322 tambos se conformó una base de datos que contuvo 4186 respuestas. Estos fueron el resultado de autoevaluaciones que implicaron observación, entrevistas y verificación de registros. Con la finalidad de facilitar el trabajo de autoevaluación con la aplicación, se puso a disposición un curso de e-learning de BP en establecimientos lecheros (https://www.anprocampus.com/ttpages/info/42.), de libre disponibilidad (Negri et al., 2018).
Las BP incluidas en el área de BA de CheqTambo y sus correspondientes clases son:
12.a. Corral de espera con una superficie mínima de 1,60 m2 por vaca (holando argentino). Clase 1.
12.b. Sombra a una altura mínima de 3,5 m (considerar 0,5 m más si el techo es de chapa) que cubra la totalidad de la superficie del corral de espera. Clase 1.
12.c. Sistema de ventilación y sistema de aspersión. Clase 3.
12.d. Corral con accesos en buenas condiciones (sin erosión ni acumulación de barro). Clase 1.
12.e. En la instalación, asegurar la ausencia de elementos cortantes u otros materiales que puedan impedir la circulación segura de los animales. Clase 2.
12.f. El lugar de suministro de los alimentos debe garantizar un frente de 70 cm por vaca para asegurar el acceso de todos los animales a su ración diaria. Clase 2.
12.g. Deben existir bebederos dimensionados de modo tal que posean un frente de 10 a 15 cm por animal, con un caudal de llenado de 10 a 20 l/min o que ofrezca a cada animal entre 100 a 150 l/día. Clase 2.
12.h. Los animales deben tener acceso al agua de bebida a la salida de las instalaciones de ordeño y a disposición, siempre, en patios de comidas y potreros (minimizar largas caminatas). Clase 1.
12.i. Arreo tranquilo, sin gritos, sin la presencia de perros y sin uso de picanas, los animales deben poder avanzar a su paso. Se recomienda el uso de banderines. Clase 1.
12.j. El tiempo de permanencia de las vacas en el corral de encierro no debe superar los 90 minutos. Clase 1.
12.k. El trato de los animales durante el ordeño debe implicar mínimas acciones (o ninguna), que no deben ser agresivas ni traumáticas, para que las vacas ingresen, se ubiquen y salgan de los bretes de ordeño. Clase 1.
12.l. Las vacas deben ser manejadas en grupo (son animales de manada) y en lo posible evitar mezclar diferentes categorías o lotes de animales para evitar el estrés ocasionado por el rompimiento del orden de jerarquía ya establecido. Clase 2.
12.m. Se debe utilizar medicación analgésica para acompañar a los tratamientos de enfermedades agudas dolorosas (cojeras, mastitis, entre otras) o anestésica en casos de intervenciones quirúrgicas. Clase 2.
Resultados
El nivel de cumplimiento total para las BP del área de BA de los 322 tambos que conformaron la base de datos fue de un 83 %, con un 8,5 % de no cumplimiento y un 8,5 % de BP no relevadas.
Del total de los 322 tambos de la base de datos, 24 no relevaron ninguna de las BP de BA, pero si evaluaron las otras áreas. Si se descontaran esos casos, el porcentaje de cumplimiento se elevaría 90 %, mientras que los no cumplimientos y los no relevados pasarían a valores de 9 y 1 %, respectivamente.
En la figura 1 se muestran los porcentajes de cumplimiento de las BP de cada una de las áreas de CheqTambo para los 322 establecimientos lecheros.
De los resultados obtenidos para cada una de las áreas, surge que el área de BA fue la de mayor porcentaje de cumplimiento (83 %), sanidad sigue en orden de cumplimiento (82 %) y luego alimentación (80 %).
De las 13 BP comprendidas en el área de BA, 11 de ellas tuvieron un cumplimiento entre el 84 y el 91 %, mientras que las 2 BP restantes tuvieron porcentajes de cumplimiento por debajo de 70 %El porcentaje de no cumplimiento se mantuvo en un rango entre 1 y 40 % y los porcentajes de no respondidos entre el 7 y el 10 %.
Como se observa en la figura 2, los menores porcentajes de cumplimiento corresponden a las BP referidas a “sistema de ventilación y aspersión” y “sombra en el corral de espera” con valores de 50 y 69 % C, respectivamente, la BP sobre “condiciones del arreo” fue la de mayor C con un 91 % de tambos.
Discusión
Los resultados obtenidos concuerdan con los resultados de trabajos publicados por Aimar et al. (2020) y Tentor et al. (2020), donde, mediante auditorías externas, se relevaron BP, para el período 2016-2020, en 13 tambos de la provincia de Córdoba, Argentina, que se encontraban en un proceso de implementación de las BP por solicitud de la industria a la que entregan la leche. Para ese relevamiento se utilizó la Guía BPEL (Negri y Aimar, 2016) y la aplicación CheqTambo en formato Excel para procesar los datos (Negri y Aimar, 2017). Los resultados son comparables dado que se relevaron las mismas BP. En los trabajos mencionados el nivel de cumplimiento de las BP de BA para el año 2016 fue del 89 % y, al igual que en este caso, resultó ser el área de mejor cumplimiento con respecto a las otras, en el 2020 llegó, con un trabajo de mejora continua, a un 99 % de cumplimiento. Es de destacar que ya sea por auditorías externas o por autogestión se obtuvieron resultados similares, lo que evidencia el trabajo a conciencia de los productores o profesionales involucrados en pos de la mejora continua.
El porcentaje de tambos que cumplieron con la BP 12.e. “sombra en el corral de espera” (64 %) es coherente con el reportado en la Encuesta Nacional Lechera 2020-2021 (Engler et al., 2022), donde del relevamiento de 204 tambos de las cuencas lecheras más importantes del país surgió que el 55 % de los tambos relevados contaban con sombra en el corral de espera. En cuanto a “disponer de ventiladores y aspersores”, lo reportado en este trabajo (47 %) duplica lo reportado en dicha encuesta (25 % con ventiladores y el 22 % con aspersores), en ambos casos los valores son menores a los reportados por Tentor et al. (2020). Los menores porcentajes de cumplimientos encontrados en estas BP son difíciles de explicar, dada la probada evidencia del beneficio de estas para el bienestar de las vacas lecheras y las condiciones climáticas con períodos fuera de la zona de confort térmico de las vacas en las cuencas lecheras argentinas durante las épocas estivales (Garcia et al., 2010; Ghiano et al., 2016). Sería importante complementar en acciones futuras la información de cumplimiento de las 13 BP contenidas en CheqTambo con la evaluación de indicadores de bienestar animal basados en los animales para así tener información más completa sobre el bienestar en los tambos.
Conclusiones
El área de BA fue la que obtuvo el mayor nivel de cumplimiento, lo cual, de alguna manera, evidencia la labor en este aspecto que se viene realizando en Argentina, aun así, todas las BP de esta área son factibles de mejora, ya que la mayoría pertenece a la clase 1, especialmente las de “sombra en el corral de espera” y de “ventilación y aspersión”. Estas dos últimas plantean la necesidad de establecer una estrategia para ahondar en sus porcentajes de no cumplimiento y en su mejora. Finalmente, CheqTambo se considera una herramienta útil para comenzar a trabajar respecto al BA en los tambos, para luego profundizar el trabajo con otras herramientas más específicas y que incluyan la evaluación de indicadores basados en los animales.