Introducción
En el año 2010, a través de la dirección de la Prof.a Dra. Jacqueline Maisonnave se conforma el grupo de investigación multidisciplinario llamado Medicina Regenerativa Veterinaria (MRV), grupo de investigación autoidentificado CSIC-Udelar n.o 881142, con miembros de diversos servicios a nivel nacional y extranjero. Dicho grupo se ha centrado en trabajar en la MRV en especies domésticas y exóticas con la descripción de diversos casos clínicos ya hace más de una década (Algorta et al., 2021, 2022; Mondino et al., 2016; Semiglia et al., 2014; Yaneselli et al., 2013). El fin de este grupo de trabajo es el desarrollo de diferentes alternativas terapéuticas al tratamiento de patologías de difícil resolución para devolver la funcionalidad y estructura lo más cercanas a la original de los tejidos afectados. Ante la necesidad de los profesionales de libre ejercicio de tener alcance a estas novedosas herramientas terapéuticas, este grupo desarrolló el servicio de MRV en la Facultad de Veterinaria (FVet), así como diversos cursos dirigidos a profesionales para la capacitación sobre esta novedosa temática.
En este caso profundizaremos en el uso de hemoderivados, como es el plasma rico en plaquetas (PRP), con fines terapéuticos en medicina veterinaria. Este es uno de los principales productos derivado de plaquetas (PDP) utilizado en animales domésticos y humanos (Tambella et al., 2018). El uso terapéutico del PRP y la fibrina rica en plaquetas (PRF) se describe en patologías ortopédicas y cutáneas principalmente, aunque también en otras, como patologías oftalmológicas y odontológicas (Feigin y Shope, 2019; Soares et al., 2021). La razón de su gran espectro de aplicación en diversas especies de relevancia veterinaria también se debe a que estos PDP son de elaboración económica y de aplicación segura, sobre todo cuando es de origen autólogo (Soares et al., 2021; Tambella et al., 2018). Las propiedades atractivas que poseen los PDP son el potencial de estimular la regeneración tisular y acelerar la cicatrización, lo que ha provocado su amplia utilización terapéutica. Esto se debe a que se pueden concentrar gran cantidad de factores de crecimiento, como el factor de crecimiento transformante beta (TGF-β), el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), el factor de crecimiento epidérmico (EGF), entre otros. Además de los factores de crecimiento concentrados, los PDP pueden gelificarse y dar una estructura de andamio para rellenar el faltante de tejido en la lesión (Camargo Garbin et al., 2021; Soares et al., 2021). Sin embargo, las descripciones en la literatura nacional del uso de PDP en medicina veterinaria, tanto en la casuística como en el seguimiento de casos clínicos, son incipientes. Por ello, el objetivo del presente trabajo fue describir la casuística de solicitud de PDP al servicio de MRV por parte de profesionales en el período de 2018 a 2022.
Materiales y métodos
Para el relevamiento se recopiló la información de la base de datos perteneciente al servicio de MRV, Unidad de Inmunología e Inmunoterapia de la FVet, Universidad de la República (Udelar). Allí se clasificaron aquellas solicitudes que involucraran el uso de PDP en el período de 2018 a 2022. Se realizó un análisis descriptivo de la base de datos clasificada utilizando el software estadístico GraphPad 8.
Resultados
La casuística presentada en el período comprendido de 2018 a 2022 fue de 55 solicitudes de servicio con PDP. Estas fueron, principalmente, para el tratamiento de patologías ortopédicas (73 %), por ejemplo, para aplicarse en tendinopatías, desmopatías y osteoartritis. Mientras que patologías dermatológicas y odontológicas fueron <10 % (figura 1 A). Asimismo, el PDP autólogo más solicitado fue el PRP (93 %) y tanto el PRF como ambos tratamientos (PRP+PRF) fueron <5 % (figura 1 B). La especie predominante en las solicitudes fue la canina (56 %), seguida de la equina (38 %) y luego la felina (solo un 2 %), otras especies representaron el 4 %, que en este período en particular fueron especímenes de tortuga verde (Chelonia myda) (figura 1 C). Por otra parte, el rango etario con mayor frecuencia se ubicó entre 5 a 10 años de los animales (44 %), seguido por ≤5 años (38 %) (figura 1 D). Sin embargo, cuando se estudió cada especie encontramos que en caninos coincide con el rango etario general de 5 a 10 años donde existieron más solicitudes (43 %), en cambio en el rango etario para equinos fue más frecuente los ≤5 años (47 %).
Discusión
El uso de PRP con fines terapéuticos es uno de los PDP más reportados a nivel de la literatura, tanto en medicina humana como veterinaria (Everts et al., 2020; Tambella et al., 2018). Por ello, era de esperar que coincidiera con los resultados obtenidos, donde se observa que lo más solicitado al servicio fue PRP. La popularidad del PRP se debe a su fácil obtención y seguridad terapéutica (Camargo Garbin et al., 2021; Soares et al., 2021). Asimismo, en el ámbito internacional, en medicina equina -por ejemplo, en EE.UU.- se describe que la mayoría de los veterinarios (más del 80 %) utilizaron kits comerciales para obtener PRP y tan solo un 4 % de los veterinarios enviaron sus muestras de sangre a un laboratorio externo o centro de referencia (Velloso Alvarez et al., 2020). Si bien no existe esta información para los veterinarios equinos en el Uruguay y las condiciones podrían ser diferentes en cuanto a la disponibilidad de kits comerciales, se podría esperar un comportamiento similar, por lo menos en cuanto a que los PDP sean elaborados en lugares de cercanía a los pacientes. Por ello, parece importante remarcar la importancia sobre la capacitación de profesionales tanto en la elaboración de PDP en condiciones de esterilidad como en aspectos relacionados a la aplicación segura de estos.
Asimismo, en la literatura existe una amplia cantidad de trabajos que exploran el uso de PRP en medicina ortopédica equina, especialmente en lesiones de tendón y ligamentos (Camargo Garbin et al., 2021; Velloso Alvarez et al., 2020). Esto coincide con los resultados observados en este trabajo, sobre todo solicitudes para tendinopatías de la especie equina. Por lo tanto, esta coincidencia con la literatura era esperable, debido a que el uso de PRP para tendinopatías en equinos es uno de los tratamientos más estudiados para este hemoderivado. Esto se debe a que se ha descrito en condiciones experimentales que el PRP mejora la organización de las fibras colágenas y también las características biomecánicas en comparación a los controles (Bosch et al., 2010). Por ello, los resultados clínicos son alentadores tanto desde el punto de vista de recuperación clínica como también para disminuir recidivas en los animales tratados (Bosch et al., 2010; Camargo Garbin et al., 2021). Por otra parte, particularmente en nuestros resultados, se observó alta frecuencia de solicitud de PRP para el tratamiento de osteoartritis. Esto se debe a que se describe el uso de PRP para el tratamiento de patologías articulares, como la osteoartritis, por su potencial antioxidante y por promover moléculas inmunomoduladores en el microambiente articular, lo que potencialmente puede disminuir el daño causado por la inflamación en casos moderados y severos de osteoartritis (Camargo Garbin et al., 2021; Mirza et al., 2016). Asimismo, con una mínima frecuencia, se encontraron solicitudes de PDP para la aplicación terapéutica en patologías dermatológicas y odontológicas. Para estas patologías existen antecedentes en la literatura de su uso con resultados positivos en cuanto a la cicatrización (Verma et al., 2023; Xu et al., 2020).
En cuanto a la franja etaria, en el caso de los caninos fue predominante la de 5 a 10 años, a diferencia de los casos de equinos donde la predominante fue la de ≤5 años. Esta diferencia en la franja etaria entre especies podría deberse a que el uso de PDP principalmente para equinos está asociado a medicina deportiva, debido a que estos animales tienen alta exigencia atlética y los predispone a sufrir patologías ortopédicas, sumado a la necesidad de su pronta recuperación clínica (Camargo Garbin et al., 2021; Velloso Alvarez et al., 2020); a diferencia de los caninos, que en su mayoría son mascotas y no presentan la exigencia física ni la necesidad de acelerar los tiempos de recuperación en comparación a los equinos. De todas maneras, en ambas especies la franja etaria de 5 a 10 años tuvo una alta frecuencia: 43 % en caninos y 40 % en equinos. Por último, se debe continuar con estudios que analicen la casuística de animales tratados con PDP y un seguimiento de la evolución clínica para tener mayor información sobre la eficacia terapéutica, ya que existen trabajos contradictorios en cuanto a si los PDP mejoran o no la recuperación de los pacientes en diversas patologías (Camargo Garbin et al., 2021; Velloso Alvarez et al., 2020; Verma et al., 2023).
Conclusiones
Los profesionales veterinarios del Uruguay solicitaron el servicio de MRV -principalmente el PRP autólogo- para la obtención de herramientas complementarias al tratamiento tradicional. La aplicación de PRP en patologías ortopédicas fue lo más solicitado en el período estudiado tanto en caninos como en equinos.