1. Introducción1
Los marcadores del discurso, como categoría pragmática, “instruyen sobre la actividad argumentativa y la interpretación de los enunciados, ayudan a formular y reformular los enunciados, ordenan otras veces la materia discursiva y, en fin, controlan con frecuencia el contacto” (Briz y Grupo Val. Es. Co, 2008: 218). En este sentido, son incuestionables los estudios realizados sobre la definición y la taxonomía de estos elementos (Fuentes, 1987; Briz, 1993, 1994; Martín Zorraquino y Portolés, 1999; Portolés, 1998, etc.), la realización de diccionarios (Briz et al., 2008; Fuentes, 2018) o, últimamente, los distintos trabajos sobre su distribución social en el discurso oral (San Martín, 2017; Santana y Borzi, 2020; Ruiz-González, 2021; Santana, 2021, etc.). En cuanto a su funcionalidad en el contexto discursivo, se ha afirmado también que algunos marcadores pueden introducir citas en estilo directo (Gallucci y Vargas, 2015; Borreguero, 2017; de la Mora, 2018). Es el caso de como en el español hablado en Chile (Panussis y San Martin, 2017; Mondaca, 2021), de así y o sea en el español de México (de la Mora, 2018), de en plan en el español peninsular (Rodríguez, 2017; Repede, 2020; de la Torre y Siebold, 2020) e insular (Camargo y Grimalt, 2022)2. Sin embargo, estos marcadores no actúan como introductores de discurso propiamente dichos, sino que conservan sus funciones básicas adquiridas en el contexto, complementándolas con las marcas textuales de cita directa (Repede, en prensa a).
En un estudio llevado a cabo sobre 72 entrevistas semidirigidas que constituyen el corpus oral PRESEEA en la ciudad de Sevilla, se ha podido comprobar que las funciones primarias (consecución, conclusión, aproximación, retardataria del decir, etc.) de marcadores como entonces, pues, como (que), etc. pueden vincularse en segundo nivel con la marcación citativa. Asimismo, se ha notado un predominio de marcadores introductores de cita directa en el discurso de las mujeres, de nivel de instrucción alta, de la primera generación. En cambio, apenas se han localizado casos en los parlamentos de los informantes varones de la muestra (ídem).
En sintonía con lo anterior, nos proponemos en esta ocasión conocer el comportamiento pragmático y la distribución social de los marcadores introductores de cita directa que aparecen en el discurso de los hablantes peruanos residentes en la comunidad urbana de Sevilla. Con este fin, utilizaremos el corpus PERUSEV, constituido por 22 entrevistas semidirigidas, distribuidas según los factores sexo, edad, nivel de instrucción y tiempo de residencia en la ciudad. Como objetivos, en nuestro análisis buscaremos, por un lado, describir las funciones básicas de los marcadores del discurso vinculadas con la introducción de discurso directo en las entrevistas realizadas; y, en segundo lugar, corroborar el empleo de estos marcadores correlacionados con los criterios pragmáticos y sociales tomados en consideración para nuestro trabajo.
En los siguientes apartados, nos limitaremos a presentar brevemente algunos aspectos teóricos sobre los marcadores del discurso y el discurso directo. A continuación, explicaremos el corpus y la metodología empleada para este estudio y, finalmente, indicaremos los resultados generales y las principales conclusiones de nuestro análisis.
2. Marco conceptual
2.1. Marcadores del discurso
Los marcadores del discurso3 (MD a partir de ahora) son unidades lingüísticas dependientes e invariables, que no se colocan, salvo algunas excepciones, de una manera determinada en el enunciado, sino que pueden aparecer en posición inicial, intermedia o final (Mondaca et al. 2015: 3, Mondaca 2017: 12)4. No desempeñan funciones sintácticas “en el marco de la predicación oracional y poseen un cometido coincidente en el discurso: el de guiar de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas las inferencias que se realizan en la comunicación” (Portolés, 1998: 25-26; Martín Zorraquino y Portolés, 1999: 4057). En otras palabras, actúan como puntos de apoyo en la comunicación para que los interlocutores puedan “identificar cuál es la orientación argumentativa de un discurso, cuánta información cabe inferir de un enunciado, cuál es la actitud del hablante hacia dicho enunciado o cómo se produce en la interacción” (Salameh, 2019: 54). Constituyen, por lo general, “uno de los mecanismos de cohesión que contribuyen en la creación de la coherencia interna del texto y la construcción del sentido” (El Messaoudi Rifi, 2018: 138; Pons y Samaniego, 1998; Lahuerta y Pelayo, 2003).
Aparte de tratarse, tal y como subraya Blakemore (2006), de partículas que cumplen funciones en el nivel discursivo, con distintos valores pragmáticos, cabe señalar también su carácter polifuncional (Jørgensen y Martínez, 2007: 2), es decir, que “un mismo marcador puede tener varias funciones en el lenguaje”, de modo que, por ejemplo, luego puede aparecer bien como estructurador de la información en el discurso oral, bien como conector temporal; ocurre lo mismo con en plan, que puede ser reformulador, atenuador o intensificador (Repede, 2020), aunque, en la mayoría de los casos, “los límites entre una y otra función no siempre están claros” (Jørgensen y Martínez, 2007: 2). En la misma línea, Luscher (1989: 112) considera que muchos marcadores presentan una serie de funciones o instrucciones obligatorias, “qui ne sont pas de même nature” (ídem), denominadas de base o de primer nivel. Otros, en cambio, adquieren funciones opcionales, denominadas subinstrucciones o instrucciones de segundo nivel, y que “ne sont réalisées que si l'application de l'ensemble des instructions de premier niveau ne suffit pas à produire une interprétation complète de l'énoncé” (ídem).
Es el caso, entre otros, del marcador como, cuya función básica atenuadora se complementa, en ocasiones, con la de ejemplificación, retardación, o incluso introductora del discurso (Mondaca, 2017) o de pues como conclusivo o retardatario del decir que se relaciona con la función citativa (Repede, en prensa a).
2.2. Discurso directo
Si nos fijamos en la definición que nos ofrecen RAE y ASALE (2010: 833), observamos que el discurso directo (DD de aquí en adelante) se describe como aquel “que reproduce de forma literal palabras o pensamientos”5. No obstante, diversos estudios sobre este mecanismo citativo (Camargo, 2007-2008; López, 2014; Gallucci, 2016) aducen que el DD no siempre es literal, sino que se presenta como “un procedimiento mediante el cual quien habla (o escribe) incorpora a su discurso una secuencia textual, de procedencia propia o ajena, que es presentada como si supuestamente fuera reproducida de modo literal” (San Martín y Guerrero, 2013: 260). En la misma línea, Camargo (2007-2008: 56) subraya que “prácticamente todas las citas que surgen en la interacción conversacional son representaciones o tipificaciones meramente aproximativas e icónicas”6.
En cuanto a su estructura, se ha indicado que el DD está formado por “una expresión introductora (EI) que contiene un verbo de „decir‟ flexionado y una „cita directa‟ (CD), marcada tipográficamente por guiones o comillas” (Maldonado, 1999: 3554), que reproduce el contenido de un enunciado expresado anteriormente7. La EI y la CD aparecen “separadas por una pausa, marcada tipográficamente por los dos puntos” (ídem), especialmente en la escritura, si bien “en el caso de la oralidad esta relación entre la EI y la CD es de carácter prosódico y contextual” (Grajales Alzate, 2017: 224).
Sin embargo, los diversos estudios sobre este fenómeno en la oralidad han demostrado que existen, aparte de verbos introductores de DD, diferentes tipos de marco citativo (Cameron, 1998; San Martín y Guerrero, 2013; Gallucci, 2016 y 2018a; Repede, 2019a y 2019b), como, por ejemplo, DD sin verbo introductor, la construcción (y) + sintagma nominal, la conjunción y, diferentes estructuras nominales seguidas de la preposición de o marcadores discursivos (pues, en plan, bueno, entonces, etc.).
Con respecto a este último tipo de marco introductor de cita, se ha observado en un estudio previo (Repede, en prensa a) que los marcadores complementan sus funciones básicas y obligatorias con la de marcación de discurso reproducido, dando lugar, así, a una completa interpretación del enunciado.
Una vez expuestos los conceptos generales sobre los MD y su vinculación con el DD, nos proponemos, a continuación, explicar el corpus que hemos manejado para el presente trabajo y la metodología aplicada.
3. Marco metodológico
Para llevar a cabo nuestro estudio, hemos manejado el corpus PERUSEV (Repede, en prensa b), esto es, un corpus oral de hablantes peruanos residentes en la ciudad de Sevilla, constituido por 22 grabaciones realizadas entre junio y octubre de 2020. En este caso, ello supone una representatividad de 1/38 para la comunidad de 840 peruanos residentes en la capital hispalense8.
La selección de los informantes se ha llevado a cabo siguiendo el muestreo no probabilístico accidental y la técnica bola de nieve. Así, en la localización de hablantes peruanos se ha recurrido en primer lugar a la página web del consulado de Perú en Sevilla y a las diferentes asociaciones peruanas en la ciudad.
Una vez localizados y entrevistados los primeros sujetos, se ha apelado a sus contactos (familiares, amigos, conocidos) para encontrar otros informantes que estuviesen dispuestos a participar en la realización del corpus.
De acuerdo con los datos que refleja el Cuadro 1, la muestra se ha distribuido según sexo (hombres y mujeres), grupos de edad (menores de 44 años/mayores de 45 años) y nivel de instrucción9 (estudios primarios/estudios secundarios/ estudios superiores10) mediante cuotas de afijación no homogénea.
Edad | Hombre | Mujer | Total | |
Total | 1ª gen. (< 44) | 3 | 5 | 8 |
2ª gen. (≥ 45) | 6 | 8 | 14 | |
9 | 13 | 22 | ||
Nivel de instrucción | Hombre | Mujer | Total | |
Total | Estudios prirnarios | 3 | 3 | 6 |
Estudios secundarios | 2 | 6 | 8 | |
Estudios superiores | 4 | 4 | 8 | |
9 | 13 | 22 | ||
Tiempo de residencia | Hombre | Mujer | Total | |
Total | ≤ 4 años | 2 | 3 | 5 |
5-15 años | 5 | 6 | 11 | |
≥ 16 años | 2 | 4 | 6 | |
9 | 13 | 22 |
Finalmente, se ha tenido en consideración también el factor tiempo de residencia en la ciudad de Sevilla (menos de 4 años, entre 5 y 15 años y más de 16 años).
Las encuestas se han realizado sobre un guion preestablecido de preguntas organizadas según unos módulos temáticos específicos: 1. Las costumbres y fiestas de Perú, 2. Diferencias y semejanzas entre Perú y España, 3. Fecha y motivos de llegada a España y, particularmente, a Sevilla. 4. Trabajo, 5. Familia, 6. Situaciones agradables y/o desagradables vividas en Sevilla 7. Expectativas de futuro. Además, en todo momento, se ha interactuado con el informante de la manera más espontánea posible y se han priorizado los temas con los que este último se ha sentido más cómodo.
Los 22 audios tienen una duración que oscila entre 35 y 50 minutos, de modo que hemos decidido analizar del minuto 5 hasta el 35 y nos centramos únicamente en el discurso de los entrevistados. Luego de un rastreo detallado en los 30 minutos de cada entrevista y su correspondiente transcripción, hemos extraído manualmente aquellos contextos donde aparecen MD que introducen DD. En esta ocasión, se ha recogido un total de 54 ocurrencias correspondientes a 17 MD diferentes. Para reconocer la función analizada nos hemos basado en el empleo de la etiqueta <cita>, el uso de los MD junto al verbo decir, y especialmente, la entonación.
3.1. Criterios de análisis
En cuanto a los parámetros de análisis de los MD como introductores de DD, aparte de los factores sociales explicados en el apartado anterior, hemos considerado también los siguientes criterios pragmáticos:
a) el tipo de cita introducida, esto es, cita propia, cita ajena y cita impersonal. Si nos fijamos en este último tipo, “el discurso que se refiere no remite directamente al propio hablante o a un referente ajeno, sino que presenta un uso impersonal” (Repede, 2019b: 202). Así, los hablantes intentan “ocultar su identidad, en busca de acuerdo o aceptación social, o convencer al receptor de la validez de lo expresado” (ídem):
1. I: <risas = “I”/> y si no hay fiesta / lo inventamos / igual que los sevillanos ¿sabes? <risas = “todos”/> / pero<alargamiento/> llevar nosotros el veintiocho sí bueno porque <ruido = “chasquido_boca”/> hombre a ver es fiesta / porque<alargamiento/> es <vacilación/> porque se puede decir que lo festejamos porque es festivo / la gente que<alargamiento/> / es festivo / son dos días que es festivo / y por eso <vacilación/> por eso que lo festeja también la gente / pero<alargamiento/> en plan mmm <ruido = “chasquido_boca”/> eh<alargamiento/> <cita> sí / soy peruano </cita> / o sea soy peruano / y<alargamiento/> y soy <vacilación/> he nacido libre en tal fecha / ya está // (H22-005)12.
b) el tipo de reproducción. Si atendemos a este criterio, podemos hablar de13:
i) palabras, cuando se reproducen las palabras propias o ajenas, literales o no, “emitidas en un contexto real, específico y puntual, del pasado” (Mondaca 2021: 411).
ii) pensamientos, cuando se intenta reproducir los pensamientos de los propios hablantes o de otros.
2. entonces cuando el otro niño ya tenía un año / nos venimos para aquí // eh<alargamiento/> así que<alargamiento/> esta es la historia por la que yo estoy aquí / porque en realidad no tuve yo proyecto migratorio / claro / personalizado / o sea <cita> me voy a ir fuera </cita> / siempre he tenido la idea de <vacilación/> de tener un poco de conocimiento del mundo / de viajar / de conocer países / siempre he tenido ese deseo / pero no era mi deseo de <vacilación/> de dejar el Perú <silencio/> por los proyectos de vida cívicos /(H22-008).
iii) discurso estereotipado, cuando se reproduce “un discurso generalizado o ejemplificado, propio o ajeno, pasado o presente, que ocurría o que ocurre con mayor o menor frecuencia en situaciones estereotipadas” (Mondaca, 2021: 414). Suele aparecer “en contextos que se relacionan, por ejemplo, con la familia, el trabajo, los estudios, los amigos” (ídem), pero también con las fiestas y costumbres, las situaciones cotidianas:
3. I: hay que vender lo que <vacilación/> hombre ten en cuenta que el sevillano sí le gusta ese arte / pero nosotros tenemos ya la vocación de servicio / de casa
E: ajá
I: entonces <cita> hola / mi amor ¿cómo estás? / ¿qué te pasa corazón? </cita> <risas = “E”/> / y eso les encanta / lógicamente / entonces nosotros tenemos ese arte para vender / ¿sabes? / entonces claro en esa <vacilación/> en esa parte / nosotros ya de por sí lo tenemos ya ganado / (H22-005).
iv) citas no lingüísticas14. Se han incluido las interjecciones, esto es, “reproducción de exclamaciones vinculadas con la aproximación a actitudes, sensaciones y sentimientos en relación con la situación que se describe” (Mondaca, 2021: 410).
4. I: pero claro yo<alargamiento/> vine muy chica a Lima y<alargamiento/> y<alargamiento/> muy poco iba a las provincias // a raíz de eso cuando yo bajaba del escenario / pues todos los artistas tras mío para darme los CD / para traer / para pasarlos <ruido = “palmada”/> en el programa / que<alargamiento/> me hice famosa // <risas = “E”/> eso fue algo<alargamiento/> mmm una cosa como que <cita> ¡uff! </cita> (M22-020).
c) la tipología textual. Si bien es cierto que en el corpus empleado predominan diferentes tipos de secuencias (narrativa, argumentativa, ejemplificativa, descriptiva, etc.), hemos decidido partir de los ejemplos localizados para tener en cuenta dos tipos de secuencias generales, a saber: a) narrativa, cuando el informante relata anécdotas y/o habla de experiencias propias o ajenas; y b) argumentativa, cuando el hablante muestra sus pensamientos u opiniones con o sin el deseo de convencer a su interlocutor, o modificar su comportamiento.
A continuación, presentaremos los resultados del análisis cualitativo y cualitativo llevado a cabo en el que exponemos, en términos descriptivos, las frecuencias de empleo de los MD introductores de DD y sus funciones básicas, así como la correlación entre estos elementos y los criterios pragmáticos y sociales anteriormente explicados.
4. Análisis y resultados
Tal y como hemos adelantado en el apartado de la metodología, las 17 partículas15 localizadas en las 22 entrevistas que conforman el corpus oral PERUSEV se reparten entre un total de 54 ocurrencias16 (Cuadro 2):
MD introductores de DD | N | % |
---|---|---|
este | 19 | 35 |
entonces | 8 | 15 |
o sea | 4 | 7 |
porque | 4 | 7 |
como (que) | 3 | 6 |
después | 2 | 4 |
ahora | 2 | 4 |
pues | 2 | 4 |
bueno | 2 | 4 |
luego | 1 | 2 |
antes | 1 | 2 |
pero | 1 | 2 |
en carnbio | 1 | 2 |
además | 1 | 2 |
eh | 1 | 2 |
total | 1 | 2 |
ya | 1 | 2 |
Total | 54 |
De acuerdo con los datos proporcionados en el Cuadro 2, el MD más empleado es este (35%), seguido de entonces (15%), o sea y porque (7% cada uno) y como (que) (6%). Los marcadores después, ahora, pues y bueno aparecen menos en el corpus empleado (4% cada uno). Y, por último, le siguen en orden decreciente, con la misma frecuencia (2%), los demás marcadores restantes.
En el Cuadro 3 se ilustran los MD con sus funciones básicas que se relacionan con la subfunción introducción de DD:
MD | Instrucción | Subinstrucción | N | % |
---|---|---|---|---|
este, eh, bueno | Metadiscursivo conversacional | Introducción de cita | 22 | 41 |
o sea | Reforrnulativo | 3 | 6 | |
pues, entonces | Consecutivo | 7 | 13 | |
pues, entonces, ya, total | Conclusivo | 4 | 7 | |
luego, después, antes, ahora | Estructuradores de la inforrnación | 6 | 11 | |
en cambio, pero, entonces, o sea | Contrastivo | 4 | 7 | |
ademâs | Aditivo | 1 | 2 | |
como (que) | Aproximativo | 2 | 4 | |
como (que) | Atenuador | 1 | 2 | |
porque | Causativo-justificativo | 4 | 7 | |
Total | 54 |
Se puede observar, según los datos reflejados en el Cuadro 3, que los MD adquieren en el contexto discursivo diferentes funciones básicas que se complementan en segundo nivel con la de marcación citativa. La función más empleada de los MD documentados en el corpus empleado es la de metadiscursivo conversacional que se realiza a través de los marcadores este, bueno y eh, en un 41%. Pues y entonces aparecen con la función consecutiva en un 13%, pero también con valor conclusivo junto a los marcadores ya y total en un 7%. Los estructuradores de la información luego, después, antes y ahora introducen cita en estilo directo en un 11%.
La función contraargumentativa o contrastiva se materializa mediante los marcadores entonces, o sea, pero, en cambio que posibilitan la introducción de DD en un 7%. También o sea con el valor reformulador puede aparecer introduciendo cita directa en un 6%. Como (que) se reparte entre la función aproximadora (4%) y la atenuadora (2%) para reproducir el DD. Porque causativo-justificativo funciona como marco citativo un 7% y, por último, el marcador aditivo además introduce el DD en un 2% de las ocasiones.
Veamos, a continuación, algunos ejemplos extraídos de los materiales empleados para este estudio. En (5) la informante le comenta a su entrevistadora que su forma de hablar ha cambiado por el tiempo que lleva en Sevilla.
5. cuando yo he ido a Perú este<alargamiento/> <cita> ay señora usted habla raro </cita> <risas = “E”/> dice <cita> usted habla raro este<alargamiento/> ¿usted de dónde es? </cita> / digo <cita> perdona / pero no me ve la cara </cita> le digo / <cita> sí pero habla usted un poco raro </cita> / claro ya tantos años (M22-021).
En este caso, se puede apreciar el empleo del marcador este, con alargamiento de la vocal final, incluido dentro de la categoría metadiscursivo conversacional (Martín Zorraquino y Portolés, 1999), como introductor de cita directa. En su deseo de mantener el tema de la conversación, la hablante busca transmitir información más precisa, de modo que recurre a la partícula este para ganar tiempo y, de esta manera, expresar las palabras adecuadas.
En el fragmento (6) la conversación gira en torno a la mala imagen que tienen los extranjeros en España. En su discurso, la informante indica que se les acusan de quitarles el trabajo a los españoles, cuando, en palabras de la propia informante, son ellos mismos los que no quieren trabajar.
6. I: ¿hum? / y yo digo <cita> ¿qué trabajo le vamos a quitar? / si nosotros hacemos el trabajo que ellos no quieren hacer / ¿ah? / por ejemplo como dicen eh<alargamiento/> hemos venido empleada de hogar / a cuidar a las personas mayores / los hijos no tienen paciencia / ni quieren atender a los padres / entonces ¿qué? / nosotros hacemos ese trabajo ¿ah? / ¿ah? / nosotros hacemos el trabajo
E: <simultáneo> todo lo contrario </simultáneo>
I: <simultáneo> cuidamos a los abuelos </simultáneo>
E: facilitar las cosas
I: claro / facilitar / es igual / en el campo hay trabajo / y no quieren ir los españoles a trabajar / entonces <cita> nos están quitando el trabajo </cita> / (M21-016).
Cuando replantea esta última idea, emplea el marcador entonces, que adquiere en el contexto un valor contraargumentativo fuerte, para introducir una cita ajena en estilo directo. Además, se aprecia que el contraste se establece entre los españoles no quieren trabajar y los extranjeros les quitan el trabajo, y a través de ello se cancela toda conclusión que podía haber resultado del enunciado precedente17.
También el marcador o sea puede aparecer con este mismo valor vinculado con la función de discurso reproducido, como en (7):
7. como yo me había encargado con los niños / <cita> M / que te van a tirar una pata en el trasero / que te estás encariñando </cita> / porque cuando a los niños / yo cualquier cosita yo<alargamiento/> los sacaba / yo les compraba / cualquier cosita les compraba / este / hacía bizcocho / les hacía su cumpleaños a los niños / entonces era <vacilación/> era muy maternal / <tiempo = “18:02”/> o sea <cita> pero M / tú estás trabajando / este no es negocio / <risas = “E”/> tú vas a estar poniendo allí que esto que lo otro / tú a tu hora / tú / porque tienes que salir a tu hora </cita> (M22-018).
Podemos observar que la informante le cuenta a la entrevistadora que, en uno de sus trabajos, se había encariñado mucho con los niños que cuidaba, ya que “les compraba cositas, les hacía bizcocho o les celebraba el cumpleaños”. Mediante el marcador o sea, la hablante introduce una cita ajena en estilo directo a modo de contraargumento, para dar cuenta de las palabras de su hermana, quien desaprobaba la actitud que tenía la informante en su trabajo18.
En el siguiente fragmento el marcador después actúa como estructurador de la información, “cuyo cometido es orientar al hablante sobre lo que sigue en el discurso” (González Marfud y Perdomo Carmona, 2021: 103), posibilitando también la introducción de las palabras de otros hablantes en estilo directo. La informante le comenta a su entrevistadora las situaciones desagradables que vive en la tienda que regenta, debido a que, según ella, muchos clientes no saben cómo pedir los productos que necesitan.
8. yo no tengo <vacilación/> yo no tengo <vacilación/> yo no tengo culpa / más bien yo / que ellos más bien le falta un poco de hervor / ¿qué les cuesta decir? <cita> mira / quiero harina de trigo / quiero harina de maíz / o quiero harina para freír pescado / o quiero harina para empanizar el pollo </cita> / ¡qué les cuesta! / yo no tengo culpa de ello / y después <cita> ay qué ver / que no sé qué </cita> / que para pedir dicen de todo / y hay veces que quiero contestar / pero a veces contesto / y a veces me lo trago // y<alargamiento/> <silencio/> me adapto / nunca me voy a acostumbrar / como en todo sitio / hay de todo / así es // (M11-010).
Se puede observar que el estructurador después adquiere también un matiz contrastivo19 y la cita que introduce no está en la misma escala argumentativa que el enunciado previo. En otras palabras, entendemos que a pesar de que la informante no tiene la culpa del descontento de sus clientes, ellos siguen protestando y ella se tiene que acostumbrar.
Finalmente, en (9) mediante como que la informante atenúa el discurso reproducido en estilo directo que remite al pensamiento de su marido:
9. era un poquito más complicado / entonces yo tuve que<alargamiento/> traer a mis <vacilación/> eh ir a traer a mi esposo / verle la <vacilación/> la habitación / la comida / él no conseguía trabajo / pero después consiguió<alargamiento/> como pintor / me dijo <vacilación/> pero mi esposo me decía <cita> C / yo como pintor yo no lo veo esto </cita> / me decía / porque no <risas = “E”/> / bueno entonces / yo en este aspecto tuve muy buen<palabra_cortada/> muy buena <vacilación/> buen<palabra_cortada/> o sea <ruido = “chasquido_boca”/> me refiero a que mi esposo eh<alargamiento/> a pesar de que él vino / no es como que <cita> mi esposa me da de comer / y yo voy a vivir la vida pipa </cita> / no no <risas = “E”/> / él vino y <vacilación/> y <vacilación/> entonces él empezó / él no sé / de día / no sé qué hizo / (M23-022).
Observamos que la información proporcionada por la hablante podría considerarse negativa para la imagen de su esposo, ya que se le puede llegar a tildar de vago. En este caso, el objetivo principal de como que atenuador consiste en relativizar o desactivar la fuerza ilocutiva de lo dicho (Landone, 2009), con el fin de proteger y salvaguardar la imagen ajena.
4.1. Criterios pragmáticos
Las 54 ocurrencias de MD introductores de cita directa se reparten de la siguiente manera para cada uno de los factores discursivos tomados en consideración:
MD introductores de DD | N | % | |
---|---|---|---|
Tipo de cita | cita propia | 24 | 44 |
cita ajena | 24 | 44 | |
cita impersonal | 6 | 11 | |
Tipo de reproducción | palabras | 37 | 68 |
pensarnientos | 3 | 6 | |
discurso estereotipado | 13 | 24 | |
interjecciones | 1 | 2 | |
Tipología textual | secuencia narrativa | 25 | 46 |
secuencia argumentativa | 29 | 54 |
Observamos, así, una distribución homogénea de estos marcadores entre las citas propias y las ajenas, con 44% en cada una, y un uso mucho menor en las citas impersonales (11%). En cambio, los resultados del análisis del factor tipo de reproducción nos indican que los MD como introductores de DD son empleados por los informantes entrevistados para reproducir, principalmente, las palabras propias o ajenas (68%).
También sirven para introducir el discurso estereotipado (24%) y, en menor medida, los pensamientos (6%) o las interjecciones (2%). Por último, si nos fijamos en el tipo de secuencias discursivas se aprecia un mayor predominio de los MD en las secuencias argumentativas (54%) en detrimento de las narrativas (46%).
Hemos considerado relevante finalizar este apartado incluyendo datos de carácter cuantitativo con respecto a la distribución de los MD en los casos más llamativos según los factores pragmáticos tenidos en cuenta en este análisis. Cabe mencionar también que, evidentemente, nuestros datos son de alcance descriptivo, ya que, como se puede notar en los gráficos presentados, en algunos casos contamos con pocas ocurrencias.
Es posible observar en el Gráfico 1 la preferencia de algunos marcadores de la muestra por la reproducción de palabras ajenas, como es el caso del marcador este, con un 24%, seguido muy de lejos por después y ahora, con un 4% cada marcador. En cambio, entonces y o sea parecen mostrar una tendencia a la introducción de las palabras propias (13% y 6% respectivamente), y, en menor medida, como (que), pues y bueno (4%). Por otro lado, porque se emplea más en la cita impersonal (4%).
Si nos fijamos en el Gráfico 2, se aprecia que los hablantes entrevistados prefieren utilizar los MD para introducir las palabras propias o ajenas mediante marcadores de tipo o sea (6%), entonces (11%), y especialmente este (31%). En cambio, porque, después o bueno aparecen en los materiales empleados introduciendo el discurso estereotipado (4% cada uno).
Como (que) e incluso o sea y porque se utilizan también para reproducir pensamientos en estilo directo, si bien, como hemos indicado, se han documentado muy pocos ejemplos en el corpus.
Finalmente, si nos centramos en la distribución de los MD según la tipología textual (Gráfico 3), observamos que el marcador este predomina ampliamente en los dos tipos de secuencias discursivas, con una ligera diferencia en los segmentos narrativas (20% vs 15%). Entonces, en cambio, se reparte por igual entre los segmentos narrativos y los argumentativos (7%). Lo mismo ocurre con los marcadores después, ahora o bueno con una frecuencia de 2% en cada secuencia discursiva. Por el contrario, o sea (6%) y pues (4%) tienden a aparecer cuando los informantes relatan experiencias vividas, propias o ajenas; porque y como (que) cuando se argumenta para interferir en el pensamiento y/o actitud del interlocutor (6% y 4% respectivamente).
4.2. Criterios sociales
Mostraremos, a continuación, la correlación de la frecuencia de empleo de los MD introductores de cita con las variables sociodemográficas sexo, edad, nivel de instrucción y tiempo de residencia de los 22 hablantes peruanos que conforman el corpus PERUSEV. Dado que disponemos de un número de ocurrencias limitado (N=54), ilustramos, a continuación, únicamente datos descriptivos que muestran diferencias de frecuencias de empleo (Cuadro 5) en los materiales analizados.
MD introductores de DD | N | % | |
---|---|---|---|
Sexo | hombre | 18 | 33 |
mujer | 36 | 67 | |
Edad | < 44 años | 23 | 43 |
≥ 45 años | 31 | 57 | |
Nivel de instructión | Estudios primarios | 9 | 16,7 |
Estudios secundarios | 29 | 53,7 | |
Estudios universitarios | 16 | 29,6 | |
Tiempo de residencia en Sevilla | < 4 años | 12 | 22 |
5 - 15 años | 37 | 69 | |
> 16 anos | 5 | 9 |
A pesar del número limitado de casos, se observa a primera vista una amplia diferencia de empleo en cuanto al sexo de los informantes: del total de casos (N=54) se utiliza un 67% en las mujeres y un 33% en los hombres.
También hemos notado contrastes respecto de la edad y el nivel de instrucción de los sujetos entrevistados: los MD introductores de cita se emplean en los informantes del tramo de edad mayor de 45 años, con un 57% del total de casos computados y un 43% en los informantes menores de 44 años. Si atendemos al nivel de instrucción, se aprecia su empleo en los sujetos con estudios medios (53,9%), seguidos de los informantes con nivel de instrucción alto (29,6%) y primario (17%). Por último, los hablantes peruanos que llevan casi 15 años viviendo en Sevilla son los que más recurren en sus discursos a los MD para introducir las citas en estilo directo, esto es, un 69%. Los informantes entrevistados que llevan menos de cinco años en la capital hispalense utilizan estas partículas un 22% y los que viven desde hace más de 16 años en Sevilla, lo hacen tan solo un 9%.
5. Conclusiones
El estudio llevado a cabo en las 22 entrevistas que constituyen el corpus oral PERUSEV nos ha permitido observar el empleo de 17 partículas diferentes como introductores de DD, con un total de 54 ocurrencias, siendo el marcador este con el valor metadiscursivo conversacional el que predomina en los materiales empleados, seguido de entonces. También se ha observado la ausencia de en plan como MD introductor de cita directa en el corpus PERUSEV, ampliamente documentado con esa función en el corpus PRESEEA-Sevilla (Repede, 2020). Además, nuestros datos son compatibles con los obtenidos en otros estudios sobre distintas variedades de habla hispana donde se ha observado la presencia de MD introduciendo cita directa, como el español de Caracas (Gallucci, 2018b, 2021), el español de México (de la Mora, 2018) o el español de Chile (Mondaca, 2021).
Por factores pragmáticos, hemos notado una distribución homogénea de citas propias y citas ajenas, con predominio de unos marcadores en detrimento de otros, por ejemplo, entonces cuando se trata de citas propias y este para las citas ajenas. Las citas de carácter impersonal tienen una presencia menor en los materiales manejados y suelen aparecer introducidas por porque. En cuanto al contenido que refieren, hemos encontrado casos de reproducción de habla directa, pensamientos, discurso estereotipado, propios y ajenos, e incluso, interjecciones. Hemos visto también que hay marcadores que se emplean mayoritariamente para referir palabras (el caso de este); otros tienden a aparecer cuando se reproducen pensamientos (el marcador como (que), o sea o porque) o el discurso estereotipado (los marcadores después o bueno). Por último, se ha observado un predominio ligeramente mayor de marcadores introductores de DD en los segmentos argumentativos (entonces, porque, como (que) que en los narrativos (este, o sea, pues).
En cuanto a la variación social, ya se ha señalado (Cameron, 1998; Palacios, 2013, etc.) que “el uso de las citas directas está estratificado socialmente, con efectos considerables de la edad” (de la Mora, 2018: 153).
Por tanto, si atendemos al factor sexo, hemos notado que el empleo de los MD introductores de cita directa es claramente mayoritario en las mujeres entrevistadas.
Estos resultados coinciden, como se ha apuntado previamente, con los hallados en el corpus PRESEEA-Sevilla, donde se ha encontrado una mayor frecuencia de MD introductores de DD en el discurso del grupo femenino que en el de los varones (Repede, en prensa a). Por factor edad, se ha apreciado en los materiales empleados un uso mayor en los informantes de nivel de instrucción medio y mayores de 45 años. Sin embargo, nuestros hallazgos difieren de los documentados en el corpus PRESEEA-Sevilla donde son los informantes de nivel alto de la primera generación (20-34 años) quienes más uso hacen de esta estrategia citativa (ídem). Con respecto al factor tiempo de residencia, los sujetos que llevan casi 15 años viviendo en Sevilla son los que más recurren a estos elementos para introducir una cita en estilo directo.
Finalmente, si bien es cierto que los datos que acabamos de presentar indican que “el sistema de citas directas es un sistema dinámico y en el que se observa constante innovación” (de la Mora, 2018: 167), se hace necesario, con vistas a trabajos futuros, ampliar el número de informantes considerado en esta ocasión con el fin de afinar los criterios pragmáticos de análisis propuestos, así como ver si se mantiene la tendencia manifestada en nuestro estudio en cuanto a la variación social.