Introducción
En todas las culturas a lo largo de la historia, los individuos se han esforzado por aprender más sobre su entorno y cómo encajan en el mundo social y físico más amplio. Esto es el resultado de la motivación intrínseca del ser humano para buscar una interpretación o comprensión del mundo que lo rodea. Sin embargo, en las formas modernas de organización social ha adquirido un significado y una importancia que trasciende su propósito original (Arenas, 2017). El conocimiento se ha vuelto mucho más valioso para las instituciones en los últimos años, gracias al auge de la llamada sociedad de la información y la nueva economía basada en el conocimiento (Martínez, 2019).
El propósito de las distintas estrategias de organización de la información (orgainformación), como el resumen, el epígrafe, el subrayado, los mapas conceptuales, el esquema y los cuadros sinópticos, es ayudar al usuario a incorporar más fácilmente los datos a su marco cognitivo actual (Manrique, 2020). Dado que el fin del acceso a la información no es tanto encontrar la forma más eficiente de clasificar y archivar la información, sino averiguar cómo conseguir exactamente lo que se necesita con el menor esfuerzo posible, se supone que los datos relevantes ya han sido procesados, ya sea por comprensión humana o por un sistema de procesamiento automatizado (Gallegos et al., 2017).
La gestión de la información, según la definición de Manso (2008), es el proceso a través del cual una organización recoge, organiza, almacena y posteriormente recupera los datos que genera o recibe de forma que facilite su crecimiento y expansión. Es posible imaginar un número infinito de estrategias de enseñanza-aprendizaje que pueden ayudar tanto a los instructores como a los estudiantes a obtener mejores resultados en el aula, al permitirles probar varios enfoques y decantarse por el que mejor facilite la retención y la aplicación de un determinado conjunto de conocimientos (Barzaga et al., 2019).
Por otra parte, la comunicación oral que se realiza mediante el uso del lenguaje hablado, como las anécdotas, es un fenómeno que se produce de forma natural, para transmitir sentimientos, esperanzas, estados de ánimo, cuestiones personales y puntos de vista sobre una extensa gama de temáticas (Mounkoro y Herrera, 2021). La conversación es, por definición, la forma de expresión oral más común entre los seres humanos y desempeña un papel crucial en muchas formas de interacción humana y en la vida cotidiana (Marcos y Garrán, 2017).
El término competencia oral se refiere a un conjunto más amplio de habilidades que solo las relativas al lenguaje. La competencia oral es la habilidad lingüística asociada a la creación del discurso oral e incluye la fluidez en la pronunciación, el léxico, la gramática de la lengua meta y la familiaridad con las convenciones socioculturales y pragmáticas (Níkleva y López-García, 2019). Asimismo, se destaca la necesidad de centrarse en las habilidades orales de los alumnos cuando estudian una segunda lengua. Esto se debe a la dependencia que tienen los estudiantes de la comunicación oral cuando sortean los obstáculos de la sociedad del conocimiento (Níkleva y López-García, 2019; Oxford, 1990).
Los traductores e intérpretes deben tener un excelente dominio no solo de su propio idioma, sino también de los idiomas a los que traducen e interpretan. Además, que se domine un idioma en determinado momento no significa que se lo seguirá dominando a lo largo de la vida profesional (Tolentino, 2021). Las lenguas evolucionan con el tiempo, por ello es importante considerar el aprendizaje de idiomas como un proceso continuo, incluso después de haber alcanzado un alto nivel de competencia (Bárcena, 2020).
Gracias a la amplitud y profundidad de las habilidades e información que adquieren, los estudiantes que se especializan en traducción e interpretación son capaces de mantener un alto nivel de competencia lingüística a lo largo de sus estudios (Ortiz, 2020). Pero esto no siempre es evidente para los traductores e intérpretes en activo, que a veces acaban especializándose en un solo tema o idioma y empiezan a sentir que sus conocimientos se reducen por no haberlos utilizado en un tiempo. Si se toman en serio su carrera profesional, los traductores e intérpretes deben seguir ampliando sus horizontes lingüísticos y geográficos para poder aprovechar todas las oportunidades que ofrece el mercado laboral (Argandoña et al., 2017).
El traductor que trabaja en lenguas como el español y el francés en campos con un alto nivel de cambio terminológico tendrá que saber cuándo debe utilizar una traducción literal, cuándo debe conservar el término en la lengua de destino y cuándo debe desempeñar el papel de terminólogo creando un término completamente nuevo (Cervantes y Landa, 2019; Hostein, 2019). Como aspecto fundamental del trabajo del traductor o del intérprete, la competencia lingüística se destaca con frecuencia en los distintos modelos de competencia traductora que se han desarrollado hasta ahora. Por lo tanto, es importante destacar el significado de la competencia traductora como la capacidad de traducir eficazmente, que incluye la información, las habilidades y las actitudes (Ortiz, 2020). La competencia tanto lingüística como comunicativa se valora en el estudio de la lingüística aplicada.
En ese orden de ideas, la competencia oral, por lo que sabemos, es la posesión de todos los recursos lingüísticos y comunicativos precisos para llevar a cabo con éxito un trabajo que requiera el uso de la lengua oral (Urrego, 2020). Para ello, es necesario dominar una amplia gama de habilidades lingüísticas y no lingüísticas, que incluyen, entre otras, las siguientes: vocabulario, sintaxis, coherencia, pronunciación, interacción y cohesión (Cruz, 2020; Saras, 2020). Para ser gramaticalmente competente, hay que conocer y respetar las reglas de una lengua determinada.
De acuerdo con los datos, la temática se ha planteado como un problema que merece la pena investigar. El objetivo de este artículo es inspeccionar los hallazgos de varias investigaciones para analizar teóricamente las estrategias de organización de la información (orgainformación) a fin de desarrollar la expresión oral en estudiantes del curso de francés para la traducción en una universidad privada.
Metodología
Según Codina (2020), esta revisión bibliográfica revela la importancia de un tema específico y los artículos subyacentes publicados anteriormente, acumulando todos los datos que satisfacen los parámetros de elegibilidad establecidos para orientar el tema de estudio científico (Sobrido y Rumbo-Prieto, 2018). Este estudio utiliza el análisis de contenido (Berelson, 1952), una metodología para presentar un relato sistemático de los enunciados de un sujeto, analizando teóricamente la organización de la información para desarrollar la expresión oral en estudiantes del curso de francés para la traducción en una universidad.
Se utilizaron palabras clave para acotar el conjunto de datos disponible con el fin de recuperar los artículos más pertinentes de las bases de datos (Granda et al., 2003), como: a) Scopus, b) Web of Science - WoS, c) Scielo y d) Google Académico, lo cual permitió identificar un total de trescientos cinco artículos (n = 305). Fue importante reducir las bases de datos a solo aquellas que cumplieran con los criterios especificados (Flick, 2012; Herbas y Rocha, 2018): a) artículos científicos originales o de revisión, b) publicados en español o inglés, c) delimitación temporal en los últimos nueve años (2014-2022), d) documentos citables. Los trabajos excluidos fueron: a) disertaciones de grado, b) en un idioma que no fuese español o inglés y c) fuera del rango de tiempo establecido. Todo ello condujo a la selección de veinticinco (n = 25) publicaciones.
Procesamiento de la información
Asimismo, a través de la metodología de registro bibliográfico se recolectó y estandarizó el contenido textual, según Casasola (2014). A continuación, se examinaron los registros en busca de información relevante para la definición de unidades de análisis. Después de la identificación, se aplicó el enfoque de categorización señalado por Chávez y Martínez (2021), que se basó en la elaboración de unidades de significado y categorías analíticas. Por último, los datos se integraron y presentaron utilizando el enfoque de triangulación de Okuda y Gómez-Restrepo (2005) para comparar el estudio del autor, la literatura y las investigaciones adicionales que amplían el punto de vista analítico.
Resultados
La siguiente tabla muestra los trabajos que fueron objeto de estudio para esta revisión bibliográfica y detalla los 25 artículos que fueron elegidos o considerados para esta evaluación.
Año | Autor(es) | Título |
2019 | Cervantes y Landa | Percepciones de estudiantes sobre estrategias de enseñanza-aprendizaje para desarrollar la producción oral en francés, nivel A2 del MCER |
2015 | Suárez et al. | La gestión de la información: herramienta esencial para el desarrollo de habilidades en la comunidad estudiantil universitaria |
2019 | Moré et al. | El desarrollo de las habilidades de la expresión oral desde el currículo integrado |
2020 | Urrego | Fortalecimiento de competencias comunicativas en expresión oral en el contexto universitario |
2020 | Ortiz | Factores que intervienen en la adquisición de la competencia traductora: el caso de la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana |
2022 | López et al. | Ejercicios para fortalecer la expresión oral en estudiantes de la universidad médica de Granma |
2021 | Mounkoro y Herrera | Diagnóstico de las dificultades de la expresión oral de los estudiantes de nivel B1 de la Alianza Francesa de San Luis Potosí, México |
2015 | Troitiño y Hernández | Propuesta de actividades para el desarrollo de la expresión oral en inglés en la Escuela de Energía y Minas |
2016 | Montañés | El desarrollo de la expresión oral en programas de auxiliares de conversación en Martinica: una propuesta didáctica |
2021 | Asensio | Desarrollo de la expresión oral en FLE: la francofonía y las TIC |
2020 | Cruz | Expresión oral: una problemática por abordar |
2014 | Kuok-Wa | Estrategias didácticas mediadas con TIC en curso de expresión oral francesa |
2017 | Araujo | Oral activities with AN information Gap to Developing Speaking Skills in a Foreign Language |
2020 | Mamani | La comunicación oral en el idioma inglés: la construcción de una revisión teórica |
2017 | Ferro et al. | Programa “Oral Expression en the classroom” para el desarrollo de la expresión y comprensión oral del idioma inglés |
2020 | Pramuniati | Development of Web-Based French Language Learning Media on Réception Écrite Courses |
2016 | Casanova y Roldán | Alcances sobre la didáctica de la expresión oral y escrita en el aula de enseñanza media |
2017 | Marcos y Garrán | La comunicación oral. Actividades para el desarrollo de la expresión oral |
2019 | Hostein | La didáctica de la enseñanza del idioma francés como lengua extranjera |
2017 | Trofimovich et al. | Development of Second Language French Oral Skills in an Instructed Setting: A Focus on Speech Ratings |
2019 | Barzaga et al. | Gestión de la información y toma de decisiones en organizaciones educativas |
2020 | Saras | Estrategias pedagógicas para desarrollar la capacidad de expresión oral |
2018 | Rodríguez y Pinto | Modelo de uso de información para la toma de decisiones estratégicas en organizaciones de información |
2020 | Akanbi y Kezie-Osuagwu | Improving Learners’ Oral Proficiency in French Through the Communicative Approach: Colleges of Education in Oyo in Focus |
2021 | Aguilera et al. | El aprendizaje basado en tareas en la expresión oral del idioma inglés al nivel intermedio equivalente a un B1 |
El análisis de los documentos permite ahora confirmar que las investigaciones avanzan de forma constante desde 2014. En consecuencia, se puede deducir que se trata de un tema de investigación actual y de interés para el Estado. Según estas evaluaciones, los años 2017 y 2020 muestran el mayor potencial de expansión en estos análisis. En tal virtud, se procede a establecer la discriminación teórica de los condensados conglomerados en la tabla anterior.
Discusión
La organización de la información para desarrollar la expresión oral se ha transformado en una temática relevante para diferentes investigadores. Al respecto, las investigaciones se fundamentan en las últimas tendencias de los procesos de expresión oral en estudiantes para la traducción. Marcos y Garrán (2017) manifiestan que como parte de la estructura de gestión de los centros, el personal docente debe proveer a los estudiantes de los conocimientos, las destrezas, las habilidades y la información que necesitan para desarrollar estrategias que promuevan la expresión oral. Barzaga et al. (2019) afirman que la intención principal de la gestión de la información es ayudar a las instituciones de enseñanza superior a funcionar sin problemas, adquirir nuevos conocimientos y adaptarse a las circunstancias cambiantes mediante la estructuración sistemática y la aplicación eficaz de sus numerosos recursos de información.
Por otra parte, Rodríguez y Pinto (2018) señalan la importancia de destacar que la primera etapa de la gestión del conocimiento y de la información, que tiene lugar en el ámbito de las organizaciones educativas, tiene como resultado la generación de conocimiento. Asimismo, las actividades que componen el ciclo de vida de la información son las siguientes: determinar las necesidades que hay que satisfacer, localizar y adquirir los recursos pertinentes, organizar y almacenar los datos pertinentes, desarrollar, distribuir y utilizar los servicios.
Suárez et al. (2015) señalan que la organización de la información es una herramienta eficaz e indispensable de la administración educativa que puede utilizarse para facilitar la gestión de la comprensión para la toma de decisiones y el desarrollo de estrategias dentro de la entidad educativa. En ese sentido, se ponen de manifiesto la importancia crítica de cultivar responsables educativos altamente competentes en la toma de decisiones y que, independientemente de la profundidad de sus conocimientos, dominen los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para la prevención, la planificación, la integración, el liderazgo, la organización y el control.
Por otra parte, Moré et al. (2019) manifiestan que existen cuatro áreas distintas que deben desarrollarse para dominar una nueva lengua: dos habilidades de producción (oral y escrita) y dos habilidades lingüísticas (escucha y comprensión). Asimismo, el manejo de la capacidad de la expresión oral con eficacia es crucial para el desarrollo integral de los estudiantes por tres razones principales: en primer lugar, es a través de la expresión oral que se transmiten, evalúan y difunden los conocimientos; en segundo lugar, sirve de puente entre las personas, y, en tercer lugar, es un medio de educación (Saras, 2020).
En ese orden de ideas, Montañés (2016) señala que, bajo la dirección de un profesor, la expresión oral de un estudiante se desarrolla a medida que aplica diversas técnicas de grupo a una variedad de contextos de comunicación. Estos contextos incluyen el aprendizaje del uso de registros lingüísticos apropiados, reglas de etiqueta e interacción, comunicación con propósito, emisión oral y organización relacionada del mensaje. Asimismo, según Cruz (2020), para promover la espontaneidad y el pensamiento crítico en cualquier contexto de grupo, los alumnos deben superar primero las actitudes negativas que ahogan su desarrollo natural como comunicadores y contar con espacios de reflexión sobre la interacción social, la autoevaluación frecuente de su papel socializador, la adaptabilidad en las estrategias de interacción, etc.
Cervantes y Landa (2019) coinciden en que, como ocurre con cualquier otra lengua, la base de la enseñanza del francés como lengua extranjera es la creencia de que los alumnos necesitan desarrollar un conjunto de habilidades antes de poder utilizar la lengua de forma competente en situaciones sociales. Consecuentemente, los alumnos adquieren la lengua mediante la participación en actividades lingüísticas (receptivas y productivas) que facilitan la realización de tareas de expresión oral.
Según Urrego (2020), puede ser difícil para un profesor conseguir que sus alumnos se abran, por lo que es inteligente utilizar métodos y ejercicios específicos para hacerlos hablar. Sin embargo, existen métodos que animan a los alumnos a interesarse por determinados temas, despiertan su motivación y proporcionan un espacio determinado para que se expresen (Araujo, 2017). También hay que tener en cuenta que los alumnos de hoy pueden opinar sobre una extensa gama de temas gracias a la amplia disponibilidad de información a través de los medios electrónicos (Aguilera et al., 2021).
Por otra parte, López et al. (2022) señalan que existen diversos métodos (discusión, debate, modelado de frases, exposición oral y preguntas) para mejorar la producción oral en los distintos niveles de la adquisición de una segunda lengua. Además, Troitiño y Hernández (2015) afirman que no se puede elegir la mejor opción sin tener en cuenta un amplio abanico de circunstancias, como los métodos de enseñanza favoritos de los alumnos, el tamaño de la clase, la edad de los estudiantes, la disponibilidad de las tecnologías pertinentes, etc.
Por lo tanto, en el contexto actual, cada vez más globalizado y especializado, en el que la educación de la próxima generación debe cumplir unos estándares de calidad más estrictos para poder competir en un mercado laboral ajustado, la importancia del desarrollo de habilidades comunicativas orales eficaces ha crecido como una cuestión educativa apremiante, que requiere investigación, análisis y el desarrollo de un enfoque pedagógico rentable que pueda aplicarse en una variedad de entornos académicos (Asensio, 2021; Casanova y Roldán, 2016).
Asimismo, Hostein (2019) se ha adentrado en el ámbito de la expresión oral en su afán por mejorar la eficacia del proceso de enseñanza y aprendizaje de idiomas, y ha realizado aportaciones teóricas y prácticas únicas al debate sobre la competencia oral y su relación con otras facetas del repertorio lingüístico francés.
En lo que respecta a la formación de los traductores, es importante salvar las distancias entre la instrucción en el aula, la investigación académica y la práctica profesional; debemos ser capaces de poner en práctica el concepto de que los traductores se beneficiarán y recibirán una formación profesional adecuada si, y solo si, esa formación salva con éxito la distancia entre las esferas académica y empresarial/laboral, tomando en consideración el uso de los datos del mercado para reformar los enfoques pedagógicos y actualizar el corpus de textos utilizados para aplicarlos (Ferro et al., 2017; Ortiz, 2020).
Consecuentemente, el aprendizaje de un segundo idioma es cada vez más importante no solo en los campos en los que los conocimientos lingüísticos son esenciales, como el que nos ocupa, sino también en muchos otros (Akanbi y Kezie-Osuagwu, 2020). Esto se debe a que ahora vivimos en un mundo cada vez más globalizado en el que la capacidad de comunicarse en un idioma extranjero se está convirtiendo más en una necesidad que en una ventaja en el mercado laboral (Trofimovich et al., 2017).
Para que los estudiantes se sientan más cómodos hablando en francés, las actividades que se ofrecen deben exponerlos a entornos de comunicación auténticos y relevantes para sus propios intereses y experiencias (Mounkoro y Herrera, 2021). El propósito es hacer que las conversaciones en lengua extranjera sean lo más realistas posible para ayudarlos a captar las estrategias lingüísticas y los matices de la lengua meta (Kuok-Wa, 2014).
En síntesis, estos ejercicios permiten a los estudiantes obtener confianza y entusiasmo en el uso de la lengua, reproduciendo patrones de comunicación del mundo real en un entorno de clase mediante la promoción de actividades participativas y realistas (Pramuniati, 2020). Además, reciben temas actualizados y relevantes relacionados con su perfil, tomando en consideración sus necesidades de estudio, para ayudarlos a perfeccionar sus habilidades de expresión oral utilizando métodos de organización de la información, como exposiciones, debates y escenarios de diálogo, entre otros (Mamani, 2020).
Conclusiones
Las estrategias de organización de información, tal como se evidencia en la presente revisión bibliográfica, contribuyen al desarrollo del proceso de expresión oral en estudiantes del curso de francés. Si bien es cierto que, para que los datos se transformen en información y luego en conocimiento que pueda ser utilizado, debe tener lugar un proceso cognitivo de apropiación que transforme los datos brutos en información utilizable que puede emplearse de forma innovadora junto con el razonamiento abstracto para proporcionar conocimientos organizativos útiles para su aplicación en el espacio académico. El principal medio de contacto humano es la expresión oral porque requiere el dominio de una amplia gama de habilidades, como la gramática, el léxico, la pragmática, la pronunciación y el contenido sociocultural; esta es crucial en el ámbito educativo porque sirve de base para la planificación, la ejecución y la evaluación de todas las actividades pedagógicas. Aunado a ello, los ejercicios de expresión oral deben diferenciarse en función del nivel de competencia y experiencia de cada uno de los alumnos y, al mismo tiempo, conectan con lo que están aprendiendo en clase. Además, con la preparación adecuada, los docentes pueden ser un modelo de comunicación eficaz para los alumnos y fomentar el crecimiento del vocabulario de francés. Por otra parte, se recomienda a las instituciones universitarias idear sistemas para identificar a los alumnos que necesitan ayuda complementaria para la articulación y el desarrollo de la expresión oral del curso.