Introducción
En la actualidad, aproximadamente el 3 % de la población mundial habla el 96 % de las casi 6,700lenguas que hay en el mundo. Se estima que en el 2100 el 95 % de ellas podrían extinguirse o verse gravemente amenazadas, resultado de políticas de asimilación, del despojo de tierras y medidas discriminatorias. Situación que se ve agravada por la globalización y por el aumento de un reducido número de lenguas culturalmente dominantes. Lo que ocasiona que los padres están dejando de transmitir cada vez más sus lenguas a sus hijos1.
Países como México no es la excepción, debido a que concentra una gran cantidad de parlantes. Se considera que existen 7 millones 364 mil 645 personas de 3 años y más que hablan alguna lengua indígena; de las cuales son reconocidas 72 y las más habladas son el Náhuatl, Maya y Tzeltal. Específicamente, al interior de la república mexicana, el estado de Puebla alberga entre un 10 % y 27.8 % de hablantes a nivel nacional, en su mayoría del náhuatl. Lo que los vuelve una población vulnerable al existir discriminación y abusos por el hecho de no hablar español2)(3.
Esta situación conlleva a tener grandes diferencias con la demás población del país, debido a que las regiones que tienen lenguas indígenas generalmente tienen usos y costumbres propias que los hacen diferentes, poseen formas particulares de comprender el mundo y de interactuar con él. Asimismo, visten, comen, celebran sus festividades, conviven, nombran a sus propias autoridades y ven a la salud de acuerdo a su concepción2)(3.
Más aún, la condición de vida en la que se encuentra está población como: la exposición a microorganismos patógenos en el agua y el suelo, exposición al humo de leña en interiores, así como por quema de basura, el uso de insecticidas, alcoholismo, embarazos a temprana edad, falta de planificación familiar, entre otros, son factores determinantes para su salud3)(4.
Por lo cual, para las ciencias de la salud basadas en el cuidado de la población como lo es Enfermería, que se basa en la atención autónoma y en colaboración dispensada a personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas circunstancias5; consideran que para llegar a dar cuidado a la salud, el aspecto fisiológico no es un determinante, sino también se debe considerar el psicológico, social y cultural lo cual lo vuelve un cuidado integral. De esta manera, la enfermera debe comprender que este grupo en particular tiene una forma de concebir la salud, donde el ser humano, no puede separarse de su trascendencia cultural ni de su estructura social y concepción de mundo6, la cual debe ser tomada en cuenta, para actuar con absoluto respeto a sus creencias y costumbres; situación que es conocida a través de su lenguaje7. Por esta razón, investigaciones del área de la salud mencionan la importancia de aprender o saber el lenguaje de la comunidad indígena para poder realizar intervenciones sustanciales y factibles desde la perspectiva de la persona cuidada y no solo del cuidador8)(9.
Una de las maneras de demostrar la importancia del lenguaje en el área de la salud es relatando las experiencias de enfermeras (os) que desde la práctica clínica hacen evidente la mejora de la atención y calidad de cuidado. De carácter formal, la técnica de la narrativa en enfermería resulta la ideal, debido a que es una herramienta que facilita la locución de las experiencias de enfermería que se tienen en ámbitos clínicos, debido a que la experiencia no solo es narrada de forma literaria con un orden cronológico; sino, que el escrito se analiza con componentes teóricos de la disciplina para dar sentido a lo vivido10)(11. Asimismo, la narrativa vincula las acciones, procedimientos, procesos, rutina y conocimientos teóricos con el análisis reflexivo de su hacer12.
Si bien, por un lado, una de las poblaciones más vulnerables son las comunidades indígenas por su lengua y cosmovisión que requieren una atención de salud particular; y, por otro lado, la narrativa de enfermería es una de las herramientas que en la actualidad está siendo utilizada para mejorar la práctica de enfermería. Es entonces, que cobra relevancia la documentación de narrativas provenientes de experiencias significativas de estudiantes que hablan alguna lengua indígena para demostrar su valor. Debido a que la narrativa, busca dar sentido a la práctica en el campo clínico, no solo porque se tengan que desarrollar destrezas en procedimientos, sino porque se deben de desarrollar experiencias de vida que nutran el actuar profesional. De esta manera, al mostrar la importancia de su uso en contextos reales, se espera que se motive; por una parte, a los estudiantes de enfermería que la hablan, reconociendo su rol en las instituciones de salud y la necesidad de recursos humanos con estas características; y, por otra parte, sirva como guía para la creación de narrativas de otros profesionales interesados en mejorar su práctica profesional. Razón por la que se describe la siguiente experiencia significativa como parte de las prácticas profesionales que llevan estudiantes que hablan una segunda lengua en hospitales de la ciudad de Puebla, México.
Objetivo
Analizar una experiencia significativa desde la lengua indígena mediante la narrativa de enfermería a través de los Patrones del conocimiento de Barbara Carpe15 y las visiones filosóficas de Newman13 y Fawcett14.
Desarrollo
La experiencia significativa en este trabajo hace uso del enfoque narrativo biográfico, considerando que la narrativa de enfermería se define como un análisis de investigación personal que aporta conocimiento profundo del “momento-cuidado-persona-situación” dando estructura y sentido con el otro16. Para su análisis, se emplearon dos perspectivas teóricas:
La primera, en base a los patrones del conocimiento de Bárbara Carper15 la cual, definió que el cuerpo de conocimientos que da soporte a enfermería se manifiesta por medio de formas de expresión externa e interna que dejan ver la manera como se piensa sobre un fenómeno. Los patrones no aumentan el conocimiento, más bien ponen su atención en el significado de conocer y sobre las clases de conocimiento que son de mayor ayuda para la disciplina de enfermería.
Se dividen en cinco:
1. El empírico o ciencia de enfermería: conocimiento sistemáticamente organizado en leyes, teorías y últimos avances científicos sobre los fenómenos de la disciplina, se basa en el conocimiento que tiene la enfermera(o) para su aplicación en contextos reales;
2. El ético o componente moral: guía la conducta ética de la enfermera(o); por un lado, desde la perspectiva de las normativas y códigos legales en pro del respeto a la vida y salud de la persona; y por otro lado, incluye todas aquellas acciones voluntarias que son deliberadas y sujetas al juicio de lo bueno o malo para ser ejecutadas;
3. El estético o arte de enfermería: envuelve habilidades adquiridas de organización, diseño y aplicación de índole mecánica y técnica adecuadas para la práctica, involucrando a los actores que la constituyen;
4. El conocimiento personal: se basa en entender el significado de salud en términos de bienestar donde la enfermera (o) se concibe como un ser dinámico en relación al cuidado que se da al valorar al otro como un todo17; y
5. Emancipatorio: Busca la crítica como medio de reflexión, para obtener un punto de vista del sistema sociopolítico en el contexto en el que se encuentra la persona. Los aspectos que la favorecen o la influencia política que genera situaciones de inequidad y justicia limitada, con el objetivo de proponer cambios, para generar mejoría y bienestar. Para la enfermera el permanecer críticamente reflexiva y abierta a lo empírico, ético, personal y estético es fundamental para el conocimiento Emancipatorio18.
Silva, Sorrell y Sorrell19 sugirieron además que los patrones van más allá del "conocer", y proponen ir hacia la comprensión de las formas de "ser" de estos patrones, es decir, adentrarnos en su significado ontológico, razón por la cual resultan ser un método adecuado para el análisis de la narrativa de enfermería. Más aun, los patrones del conocimiento de enfermería respecto a su análisis el modelo propuesto por Chinn y Kramer18 permite conocer si están presentes de forma práctica, si los elementos y características que los componen se están evaluando de una manera adecuada20 (Tabla1).
La segunda forma de análisis se desarrolló de acuerdo a los tipos de visones de enfermería propuestos por Newman13 y Fawcett14:
1. Reacción13 / Particular determinista14, se basa en el positivismo, concibe a la ciencia como la descripción pura de los hechos y se identifica con la verdad demostrada empíricamente verificable en el cuidado del cliente;
2. Reciprocidad13/ Interactiva Integrativa14, se basa en el Postpositivismo que da relevancia al contexto e historicidad; asimismo, incluye los valores, las creencias, intereses y experiencias de la persona en su cuidado;
3. Simultanea13 / Unitaria trasformativa14, se fundamenta en corrientes postpositivistas, como la fenomenología, hermenéutica, humanismo, idealismo, y existencialismo. En este último tipo de visión, se espera que la enfermera y la persona se sincronicen para tener encuentros trascendentales donde la enfermera puede ser cuidada. Para una mejor aproximación al análisis por medio de las visiones en enfermería se desglosa la siguiente tabla basada en el metaparadigma de enfermería: persona, ambiente, salud y enfermería (Tabla 2).
Es imperante comentar antes de describir la narrativa de enfermería que actualmente no existe una estructura definida de redacción, debido a que el objetivo de la misma no recae sobre un método escrito sino sobre su reflexión. De tal forma, que para estos autores se puede dividir en tres aspectos fundamentales:
1. La descripción del contexto donde se desarrolló la narrativa;
2. La narración de la experiencia significativa y
3. El análisis de la misma con el método elegido.
Asimismo, se recomienda que sea la persona que vive la experiencia que la describa y cuando se analice sea por medio de un facilitador experto en los patrones del conocimiento de Carper y las visiones de Newman y Fawcett.
Descripción del contexto donde se desarrolló la narrativa
“Una esperanza de cuidado de enfermería para Carmen en Náhuatl”
Las primeras prácticas de enfermería siendo estudiantes de pregrado, nos motivan y nos llenan de entusiasmo, algunas veces acompañadas de miedo frente a lo nuevo y lo insospechado. Nos hace sabedores de que hemos pasado de un nivel teórico a un nivel aplicativo, donde los conocimientos adquiridos previamente se deben llevar a contextos reales para desarrollar habilidades específicas para la atención de la persona, familia y/o comunidad.
Al principio de las prácticas profesionales de enfermería, parece que lo que más nos debe de preocupar es aprender la rutina, contestar a las preguntas que nos hace en los servicios, hacer bien los procedimientos y acreditar los criterios que nos piden en la asignatura, sin embargo, hay más allá de lo que esperamos aprender y vivir.
La experiencia de cuidado a continuación inicia en mi 6to semestre de la licenciatura, durante mis prácticas de enfermería clínica correspondientes a cuidados de enfermería del adulto y de gestión y administración, en el hospital regional del ISSSTE que atiende a los trabajadores al servicio del Estado, pensionados, jubilados y sus familiares derechohabientes. El objetivo en ese momento para mí era aprender diversas técnicas y procedimientos asimilados durante las asignaturas precedentes; no obstante, no esperaba que cambiara mi forma de ver la enfermería durante el trato que tuve con una persona hablante de lengua indígena. El servicio de recuperación al que me asignó mi supervisor como mi tutor en aquel entonces, lo describo como un lugar de limitadas dimensiones, piso carcomido y con paredes de color blanco, para mí carentes de expresión pero llenas de energía, ordenes médicas y sonido de equipo biomédico en distintas direcciones.
Narración de la experiencia significativa
Todo comienza en un día aparentemente común de práctica en el hospital, en el servicio o de quirófano, específicamente el área de recuperación, al comienzo de la jornada en el turno matutino no tenía pacientes, por lo que preparé mi lugar de trabajo como me lo habían enseñado las compañeras enfermeras. Se acomodaron las camillas que se encontraban en la sala y en el área de recuperación, se prepararon los barboteadores con agua inyectable colocándolos en las tomas de oxígeno que se encuentran en la parte superior de cada camilla; posteriormente, al compás del tiempo, empezamos a pedir a los pacientes programados de piso para las primeras cirugías y se empezaron a desarrollar de forma normal.
Como de costumbre en ese día a las 9:00 am pedí permiso al jefe del servicio para asistir a la sesión de enfermería que se llevaba a cabo los martes de cada semana en el área de enseñanza.
Al término de dicha actividad regresé a mi servicio y cuando llegué me encontré con una situación peculiar, una adulta mayor de recién ingreso a la que llamaré doña Carmen, la cual se encontraba siendo interrogada por las enfermeras del servicio quienes reunidas a su alrededor le hacían ademanes, le hablan fuerte entre otras cosas. Me acerqué para ver lo que ocurría y me percaté que se trataba de una mujer de complexión delgada, baja estatura, con el cabello pintado de blanco por la edad, tez morena, ojos llorosos, piel con cicatrices y marcada por el paso de los años, sin duda una mujer que se miraba muy delicada. En ese momento, escuche decir una enfermera que no sabían qué hacer, y pregunté: ¿por qué jefa?, ¿por qué no sabe qué hacer?, ella me respondió -es que la paciente no habla y ya intenté de todo- yo me imaginé que era “muda” o alguna patología asociada, me dio curiosidad e intente también hablarle y le dije -hola, señora, buenos días, ¿le pasa algo? - ella me respondió de forma rápida y para mi sorpresa no en español sino en “náhuatl” y lo sé porque es mi lengua materna. Fue ahí donde entendí que las compañeras no entendían y no entenderían lo que decía la señora Carmen, la cual no era sorda o muda. Acto seguido, me dispuse a platicar con ella, al entablar conversación de forma innata me escucharon las enfermeras y sorprendidas me preguntaron que qué era lo que estaba haciendo y les respondí -es que ella habla la lengua náhuatl y yo también, así que le estaba preguntando cómo se siente-.
De inmediato una de las enfermeras me dijo que les ayudara con la paciente y que le diera los cuidados preoperatorios, ya que era una urgencia por laparoscopia. Me sentí nervioso por la gran responsabilidad de la salud de doña Carmen y mi estatus de estudiante. Así que comencé a tomarle sus datos como me han enseñado, le solicité su nombre completo, si tenía diabetes, hipertensión, si era alérgica algún medicamento, uso de prótesis dentales. En breve, la enfermera me dijo que por favor le explicara que se le iba a canalizar para que pudiera pasar a la sala de cirugía, en la cual posteriormente ayudaría a traducir para la enfermera quirúrgica y circulante cuando le hizo preguntas para garantizar la cirugía segura; al mismo tiempo, no solo ayude en el proceso del preoperatorio sino también a los médicos, los cuales no podían comunicarse con ella por la misma razón. De tal forma, que también estuve presente en la valoración de anestesiología traduciendo todo lo que se le quería dar a conocer, por ejemplo: en qué consistía su procedimiento, las posibles complicaciones, el tipo de anestesia y la importancia de que cooperará doña Carmen.
Cuando los médicos terminaron su valoración, Doña Carmen con ojos llorosos me llamó y me dijo, que si podía decirle a su familiar que pasara a verla, pero le respondí -su familiar no puede pasar aquí ya que en ésta área solo puede estar personal autorizado y con equipo necesario para cuidar la salud de las personas para cirugía- ella con voz entrecortada me manifestó sentirse sola y sobre todo con miedo; así que, para fomentar la seguridad y reducir el temor de doña Carmen, me puse a platicar con ella, le mencioné el profesionalismo de los médicos, de su expertés en el procedimiento que le iban a realizar, del amor que le tiene su familia y que seguramente terminando la estarían esperando; por lo cual, me adelante a decirle que si quería mandarle a decir algo a su familiar, me dijera y yo con mucho gusto le daría el mensaje, ella asintió, y prosiguió con voz temblorosa que si salía algo mal, que le dijera a su hija que no se reprochara el resultado y que la quería mucho.
Posteriormente, se ingresó a Doña Carmen a sala, anestesiología entonces me pidió de favor junto con mi enfermera encargada que le ayudara y explicara la posición que debía adoptar. Le di las instrucciones detalladamente y al final me limite a ver cómo iba cerrando sus ojos hasta quedar inconsciente; en ese momento me sentí aliviado y me dispuse a retirarme ya que había llegado la hora de mi salida. Antes de salir, pase a buscar a su familiar y darle el mensaje de doña Carmen, me sentí ansioso de poder comunicarle a su familiar lo que en su momento nadie habría sabido de no ser porque también hablo náhuatl. Al encuentro de su familiar, respiré profundo y me calmé, mirando a su hija a los ojos, le dije que su mamá estaba en buenas manos, que le mandaba a decir que la quería mucho y que la esperaba, me sonrió y me dio las gracias. Al día siguiente, llegue a mi servicio nuevamente, les pregunte a las compañeras enfermeras sobre doña Carmen y me dijeron que había salido bien de su procedimiento y que había pasado a piso para su recuperación y futura alta.
Al escuchar todo eso, me sentí orgulloso de la colaboración que había tenido, porque, comprendí que nuestras prácticas diarias no solo se basan en la administración de medicamentos y cuidados generales de enfermería, sino que, el brindar cuidado profesional significa realizar cuidado integro de la persona y dar más de uno, en el caso de Doña Carmen comprendí el papel tan importante que deben de tener los profesionales de salud en México, al haber muchas personas que hablan una lengua indígena como yo, y que a pesar de que he vivido situaciones de discriminación por parte de algunas personas por hablar náhuatl, me siento orgulloso de mi raíces al saber que puedo mejorar la situación de salud de las personas con la profesión que elegí.
Resultados
Los resultados de la presente narrativa de enfermería se presentan en tablas para su análisis (Tabla 1 y Tabla 2). Las tablas, a su vez se presentan como una propuesta de estructura y organización de datos para el análisis de narrativas de estudiantes y profesionales que deseen hacer uso de ellas. Cabe resaltar, desde la propuesta de estos autores que pueden ser contemplados más patrones del conocimiento, por ejemplo, el sociopolítico21 entre otros que pueden mejorar el análisis metaparadigmático de cada experiencia significativa. Sumado a lo anterior, se pueden considerar teorías, modelos o filosofías en enfermería; empero, es recomendable que se analice el contexto dónde sucedió la experiencia significativa a la hora de su elección. Sin embargo, se recomienda que independientemente del modo de análisis elegido, se usen los patrones del conocimiento de enfermería de Carper15 conforme a las Dimensiones del Modelo de Conocimiento de Enfermería de Chinn y Kramer18) y el metaparadigma de enfermería, respecto a las visiones de enfermería propuestas por Newman13 y Fawcett14, para tener un referente general de la vivencia del estudiante o profesional que coadyuve a entender lo puntos de mejora y aprendizaje obtenido (Tabla 3) y (Tabla 4).
Fuente: Análisis realizado de acuerdo a los patrones del conocimiento de Carper15 desde el Modelo de Conocimiento de Enfermería de Jacobs y Chinn22.
Fuente: Análisis realizado de acuerdo al metaparadigma de enfermería a través de las visiones de enfermería propuestas por Newman13 y Fawcett14
La visión de enfermería en la cual se ubicó la narrativa es de Reciprocidad13 / Interactiva Integrativa14, que se basa en el Postpositivismo que da relevancia al contexto e historicidad; asimismo, incluye los valores, las creencias, intereses y experiencias de la persona en su cuidado. Debido a que se visualizó a la persona de forma integral en la cual el vínculo principal fue el náhuatl, respetando los valores y creencias de doña Carmen durante el preoperatorio.
Asimismo, el vínculo pudo y puede evolucionar a una visión Simultanea13 / Unitaria trasformativa14 en el cual se espera que la enfermera y la persona se sincronicen para tener encuentros trascendentales donde la enfermera puede ser cuidada. Debido a que al final de la narrativa se hace consiente la importancia que fue hablar náhuatl. Es decir, al hablar de cuidado unitario, se refiere a que las dos partes hicieron sinergia y resultaron cuidadas puesto que se afirma lo siguiente:
(…) en el caso de Doña Carmen comprendí el papel tan importante que deben de tener los profesionales de salud en México, al haber muchas personas que hablan una lengua indígena como yo, y que a pesar de que he vivido situaciones de discriminación por parte de algunas personas por hablar náhuatl, me siento orgulloso de mis raíce al saber que puedo mejorar la situación de salud de las personas con la profesión que elegí (…)
Conclusión
Se concluye que la narrativa de enfermería, por un lado, funciona como un instrumento de reflexión de la práctica de enfermería para mejorar el cuidado que se le otorga a la persona en ambientes hospitalarios; y por otro lado, resalta el tipo de atención que necesitan los grupos vulnerables desde su lengua indígena; más aún, comprender como profesionales de salud que vivimos y damos atención a otras personas que tiene diferentes formas de percibir al mundo y dirigirse; y por lo tanto, debemos contemplar la adquisición de conocimientos sobre este tipo de población y en mayor medida formar o formarnos como profesionales hablantes de una lengua indígena. En otro orden de ideas, la estructura y organización de la narrativa presentada en este documento, propone ser una herramienta de análisis crítico de la práctica de enfermería que debería tener mayor aplicación en los centros de trabajo y académicos de manera rutinaria para darle mayor sentido al cuidado que se ejerce como profesionales de la salud. Finalmente, se sugiere realizar una tabla comparativa que ayude a visualizar los datos narrados en cada una de las visiones. Acto seguido, la columna de las visiones con más acciones descritas, será la seleccionada. No obstante, es importante mencionar, que si se encuentran indicios de otras visiones, es importante documentarlas para generar aprendizaje y así mejorar su práctica. Situación que permitirá representar una progresión lineal de conocimientos y experiencias que conducen a la adquisición de habilidades23). En este sentido de ideas, la propuesta puede ser mejorada, debido a que la metodología utilizada puede tener variantes por el contexto de otros