Introducción
La adolescencia es una etapa del ciclo vital comprendida entre los 10 a 19 años, considerada como una de las más complejas debido a los cambios biológicos, psicológicos y sociales que conlleva. 1 Está caracterizada por la impulsividad, la inestabilidad emocional y/o conductual y la falta de autocuidado, lo que hace a los adolescentes más propensos a consumar conductas sexuales de riesgo. 2 Estas últimas se definen como las prácticas sexuales de índole vaginal, anal u oral en las que no se ha hecho uso de métodos anticonceptivos ni de barrera, acompañadas también por promiscuidad, uso de drogas intravenosas durante el coito e inicio prematuro de la vida sexual. 3
Las conductas sexuales de riesgo significan un problema de salud pública mundial por las consecuencias que produce, tales como el aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) 4 y los embarazos no deseados (END), que representan 40 millones de abortos y fallecimientos de aproximadamente 800 mujeres al día producto de las complicaciones. 5 Un estudio realizado en la Región de Los Lagos, Chile, indica que los adolescentes iniciados sexualmente son un 65 %, cuyo uso de métodos anticonceptivos es infrecuente. Por otra parte, 21 % afirmó haber vivido un embarazo no planificado, porcentaje similar al observado en el país (22 %). 6 Estos problemas sanitarios prevalentes en Chile se asocian a necesidades o requisitos de autocuidado propios del desarrollo y otros de desviación de la salud no resueltos. 7 Este déficit de autocuidado puede generar consecuencias negativas a largo plazo en la edad adulta y consecuentemente enfermedad y muerte.
La UNESCO señaló que un 87 % de jóvenes habita en países en desarrollo, por lo que el acceso a oportunidades, derechos, educación de calidad y a servicios de salud es inapropiada o deficiente. 8 La falta de educación sexual es uno de los problemas con más impacto en la población infantil y una de las barreras para impartirles educación sexual integral (ESI) es la resistencia impuesta por las comunidades. 9 La ESI provee conocimientos y valores a niños y adolescentes para que establezcan relaciones sexuales respetuosas y conscientes que no atenten contra su salud y dignidad. Está comprobado que retrasa la edad de inicio de las relaciones sexuales y su frecuencia, y reduce la presencia de conductas de riesgo, al aumentar el uso de métodos anticonceptivos y preservativos. 10 La educación sexual en la escuela se constituye en un derecho para niños y niñas. 11 En países europeos se garantiza la existencia de programas de educación sexual en los colegios debido a que se ha comprobado que las tasas de ITS y END en adolescentes se han mantenido en bajas sostenibles a causa de la existencia de educación sexual en las escuelas. 12
En Chile, durante el año 2010, se promulgó la Ley de Salud n.º 20418, que obliga a los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado a implementar un Programa de Educación Sexual en el nivel de enseñanza media, lo que se ha materializado en el Programa de Sexualidad, Afectividad y Género. 13 Esta educación debe basarse en un aprendizaje significativo que requiere de un enfoque pedagógico activo, interactivo e integrador, para permitir que el adolescente afronte de buena manera esta etapa de cambios.14 Un estudio realizado en Costa Rica con adolescentes demostró que las estrategias educativas grupales generan mayor interés, participación e interacción para la realización de actividades. 15 Conjuntamente, la Ley General de Educación chilena establece que esta es una tarea que le corresponde a la familia, ya que es ella quien entrega valores acordes a su contexto cultural. 16 Sin embargo, no hay modelos de educación dirigida a padres para capacitarlos en este tipo de educación, lo que crea desconocimiento e inseguridad al momento de abordar estos temas con sus hijos, y es necesaria la ayuda de los servicios de salud y educación para que dicha labor educacional sea llevada a cabo. 10
En este contexto, la gestión del cuidado de Enfermería, conferida por el Código Sanitario en sus ámbitos de promoción y prevención de la salud, tiene como una de las premisas básicas de la profesión la educación en salud, siendo por tanto corresponsable de la mejora de la calidad de vida del adolescente. 12) La enfermería debe estar inmersa en las escuelas con los educadores, la familia y diversos profesionales de la salud, para guiar al joven en su transición a la vida adulta. 17 Está comprobado que las enfermeras escolares poseen las competencias necesarias para brindar cuidados a lo largo de la vida, fortaleciendo conductas de autocuidado y hábitos saludables a través de la educación orientada a la promoción y prevención. 18
Dorothea Orem plantea que el autocuidado corresponde a todas las acciones que el ser humano realiza para mantener su propia salud y bienestar, las cuales son aprendidas en el transcurso de la vida. 7 Su principal propósito es promover la salud empoderando a la persona y haciéndola responsable de las decisiones sobre su estado de salud. Afirma que las enfermeras pueden intervenir compensando el déficit de autocuidado. 19 El apoyo de enfermería es fundamental para guiar a los adolescentes en la toma de decisiones, ya que es capaz de educarlos conforme a sus necesidades, fomentando una sexualidad saludable. 20
Los antecedentes presentados llevan a plantearse la siguiente pregunta de investigación: ¿Qué intervenciones de enfermería han resultado exitosas en la educación sexual en la población escolar adolescente? El objetivo general de este trabajo es analizar las evidencias científicas que existen sobre intervenciones de enfermería exitosas en el marco de la educación sexual orientada a la población escolar adolescente.
Metodología
La revisión bibliográfica se realizó en las bases de datos Dialnet, LILACS y Pubmed. Se utilizaron los descriptores: adolescent, sex education, nursing, sexual behavior, health education, educación sexual, adolescente, enfermería. Los operadores booleanos utilizados fueron AND y OR. Los criterios de inclusión consideraron documentos sobre intervenciones de enfermería escolar en educación sexual con distintos tipos de diseño de estudio con fines exploratorios, estudios sobre la población adolescente, publicados en los últimos 6 años, tanto a nivel nacional como internacional y que cumplieran los aspectos éticos en investigación tales como consentimiento y asentimiento informado y aprobación de Comité de Ética, normados además por la revista en que fueron publicados. Respecto a la selección por calidad metodológica, se recurrió a lectura crítica mediante listas de comprobación de lectura crítica muy utilizadas en ciencias de la salud como CASPe. 21 Se excluyeron estudios con otro tipo de poblaciones, con intervenciones por profesionales que no corresponden a la disciplina y estudios que no cumplieron con las exigencias de calidad metodológica según CASPe. 21 Para el análisis de los documentos, se emplearon técnicas de análisis de contenido, realizando un proceso de codificación para cada documento mediante la selección de citas de los artículos y la asignación de un código referente a cada aspecto objetivo del estudio. Finalmente, los resultados se presentaron en tablas.
Resultados
Once estudios cumplieron con los criterios de inclusión y de calidad metodológica para la revisión. Fueron en su mayoría extraídos de Pubmed, base de datos especializada en ciencias de la salud. 22 El diseño de estudio que predominó en los trabajos realizados fue el descriptivo. Los resultados obtenidos son presentados en la Tabla 1. T2 T3 T4
La Tabla 2 presenta una síntesis con los resultados más importantes de la Tabla 1. Destacan los temas del rol parental y necesidades de los adolescentes en educación sexual; intervenciones de enfermería en educación sexual en adolescentes, y estrategias pedagógicas exitosas en educación sexual en adolescentes.
Discusión
Las conductas sexuales de riesgo son frecuentes en la población adolescente y tienen impacto negativo sobre su salud. 33 La educación sexual es considerada un derecho en varios países. 11 Sin embargo, la revisión de la literatura evidencia el déficit de conocimientos en sexualidad de la población adolescente, 15,24,27 con la consecuente carga de enfermedad en la adultez y deterioro de la calidad de vida.
En Chile, tradicionalmente la educación sexual ha sido impartida en los propios establecimientos educacionales, teniendo como relatores a los profesores que trabajan ahí, que no cuentan con formación en salud o esta es insuficiente. Esto ha sido reconocido por los propios funcionarios, quienes verbalizan la importancia de una enfermera en jornada permanente en la escuela para atender estas necesidades educativas, puesto que los profesionales de enfermería cuentan con una formación idónea para desempeñar esta función. 34
El éxito de las intervenciones educativas de enfermería en población escolar adolescente quedó documentado en esta revisión bibliográfica a nivel internacional, demostrando sus beneficios sobre la salud sexual del adolescente. En Corea se demostró la importancia y el impacto que tiene contar con una enfermera escolar en los establecimientos de educación al intervenir educativamente a los adolescentes y disminuir significativamente la probabilidad de que cometieran conductas de riesgo. 29 En España, resultados de la investigación mostraron que las enfermeras cuentan con todas las herramientas necesarias para impartir la educación, resolviendo las dudas de los adolescentes con un lenguaje claro y comprensible, lo que además los llevó a mostrar interés por la educación sexual y hacerse nuevos cuestionamientos. 23 Sumado a esto, dos estudios realizados en el año 2021 y 2023 en Eslovaquia y Singapur, respectivamente, demostraron la aceptación que tienen las enfermeras por parte de los estudiantes en relación con la educación sexual que proporcionan. 28,32 En México, las intervenciones educativas de los profesionales de enfermería mejoraron los conocimientos sobre las ITS y la identificación del condón como el método de barrera más efectivo. 27
Por otra parte, en el ámbito de las intervenciones educativas, el aprendizaje significativo va aparejado de estrategias pedagógicas activas, integradoras y participativas.14 En la presente revisión bibliográfica, la estrategia que generó mayor interés y participación en la población adolescente fue la grupal. 15,27 Esto coincide con la literatura que plantea también que cuando estas actividades son creativas, lúdicas y anónimas, son capaces de crear un ambiente de confianza para el adolescente, quien puede preguntar y aclarar sus dudas sin miedo a ser juzgado. 13,24,27,32 Asimismo, un estudio del 2023 plantea la aplicación de una tecnología educativa sobre sexualidad destinada a adolescentes y evidencia los beneficios en términos de facilitar mayor conocimiento, participación y autonomía de los implicados. 30 Otros autores también coinciden en valorar esta tecnología como otra forma para un aprendizaje significativo y colaborativo. 35
Paralelamente la familia es determinante para que los adolescentes eviten conductas sexuales de riesgo que conduzcan a un embarazo, la adquisición de ITS u otros desenlaces negativos para su salud. 36 En Chile, según la Ley General de Educación, la educación sexual es un área que le corresponde a la familia, ya que es esta quien decide la forma y los contenidos a enseñar acorde a su contexto cultural. 8 En la presente revisión bibliográfica un estudio mostró los beneficios de la educación a las familias sobre temas de salud sexual y reproductiva, ya que los hijos manifestaron interés en que los padres hablen más con ellos sobre estos temas. 27 Contrariamente, un estudio reciente muestra que los padres trasladan a otros la responsabilidad de hablar de temas de sexualidad, ya sea porque piensan que no es su papel o por falta de conocimientos. 31 Esta postura dificulta la educación sexual de sus hijos y la promoción de una sexualidad saludable para ellos.
Llama la atención que en Chile no se evidencien estudios que indaguen sobre el impacto de intervenciones educativas de enfermeras en los adolescentes, a pesar de que el país cuenta con una política de educación sexual. 4 También, el Código Sanitario establece que el quehacer de enfermería comprende el desarrollo de las personas desde que nacen hasta su muerte, cuidando de su salud y mejorando la calidad de vida, 37 con énfasis en población de riesgo tal como los adolescentes. Por otra parte, en Chile la enfermería escolar es definida como “las profesionales de la salud con formación universitaria que lideran y realizan el nexo entre el sistema de salud y de educación (…). Su formación posee las competencias necesarias para brindar cuidados a lo largo de todo el curso de vida, permitiéndoles resolver la mayor parte de los problemas de salud que presenten los estudiantes en el colegio, desde la etapa preescolar, escolar y adolescente”. 18 Consecuentemente, el profesional de enfermería es el agente de salud idóneo para intervenir la salud de los escolares, educando sanitariamente y fomentando conductas de autocuidado, previniendo la instalación de conductas sexuales de riesgo en los adolescentes. 38 La enfermería debería estar presente de forma más integrada en los establecimientos educacionales junto a los profesores, la familia y otros profesionales de la salud, para fortalecer los factores protectores de salud y disminuir riesgos para los estudiantes en el ámbito de la sexualidad. 17
Un tema ausente es la implicación efectiva de la familia en la salud sexual de los adolescentes. Es necesario que el Estado apoye y fortalezca a las familias y comunidades mediante la creación de políticas que favorezcan la educación sexual impartida por personal de enfermería en los establecimientos educacionales con el propósito de mejorar las condiciones sociales, culturales y económicas de tal forma que disminuyan los factores de riesgo en adolescentes como la violencia en las relaciones sentimentales, el END, abortos, ITS, etc. 39) Es urgente entonces que el estado fortalezca la educación sexual y aminore las deficiencias existentes en el conocimiento, 11,17 y que cree puestos de trabajos para las enfermeras dentro de los establecimientos educacionales.
Esta revisión constituye un aporte para enfermería. Sin embargo, se reconoce la limitación de que carece de un número considerable de estudios para asegurar una robusta revisión bibliográfica y generalización de los resultados. Asimismo, tanto esta como la mayoría de las revisiones bibliográficas en el área tienden a analizar estudios descriptivos. Una mejora a futuro sería complementar las evidencias con estudios de otros tipos de diseño, para una mayor y más compleja investigación.
Conclusión
La presente revisión bibliográfica deja en evidencia que los 11 documentos recuperados de la búsqueda muestran intervenciones con resultados positivos en los adolescentes en el aumento del conocimiento sobre su salud sexual y reproductiva. Esto le podría atribuir a enfermería una posición con mirada crítica sobre la toma de decisiones, y orientar la gestión del autocuidado en los adolescentes. Las demandas de los hijos por una mejor comunicación con sus padres en temas de sexualidad es un punto para atender. De igual manera, las críticas a la educación sexual impartida en las escuelas podrían sugerir mayor habilitación comunicacional y relacional, así como consideración de las necesidades sentidas de los adolescentes en la planificación de educación sexual en las instituciones.
Los profesionales de enfermería cumplen un rol fundamental en la educación sexual, ya que son quienes pueden intervenir durante todo el ciclo vital e incorporar a la familia en este proceso, y cuentan con todas las herramientas para guiar al adolescente al pleno desarrollo de su sexualidad. La pesquisa precoz del comienzo de las relaciones sexuales, junto con un acompañamiento adecuado y educación por parte del profesional de enfermería a la familia, puede aumentar significativamente la salud integral de los adolescentes.
Es importante seguir realizando investigaciones de enfermería en el ámbito de salud sexual y reproductiva de los adolescentes, para aportar evidencia y demostrar la necesidad de implementar la enfermería escolar. Los profesionales de enfermería, además de pesquisar, guiar, acompañar y apoyar a las instituciones de educación escolar, a los adolescentes y a los padres, orientarían a empoderar a estos últimos como responsables del autocuidado de sus hijos, promover un desarrollo sexual saludable y mejorar su calidad de vida.