Introducción
La práctica basada en la evidencia es el instrumento de calidad que da soporte a la práctica clínica. Por ello, es necesario investigar y revisar literatura que permita actualizar conceptos e identificar estrategias que mejoren la calidad del cuidado del paciente. 1
Este aspecto se vincula directamente con el rol asistencial de enfermería, en cual es fundamental un proceso lógico y estandarizado de la toma de muestras sanguíneas en diferentes contextos de atención de salud. 2
La medicina del laboratorio se define como una ciencia que genera información clínica analizando la concentración, composición y/o estructura de variados analitos en fluidos biológicos, los que gracias a los avances tecnológicos y de gestión, han entregado un aporte fundamental al cuidado de la salud con una importante contribución en la medicina clínica, vigilancia epidemiológica e investigaciones científicas. 3
El proceso analítico total de pruebas de laboratorio fue definido hace 50 años por George Lundberg como el ciclo “cerebro a cerebro”, y se ha dividido en tres fases: preanalítica, analítica y postanalítica. 4
La norma ISO 15189:2012 definió la fase preanalítica como los pasos que consideran la solicitud de parte del personal sanitario, la preparación del paciente, recolección de la muestra, transporte hacia y dentro del laboratorio, esta fase finaliza con el inicio del proceso de análisis. 5)
La Organización Internacional de Normalización (ISO), bajo el estándar ISO 15189:2012, incluyó la definición de umbrales y criterios de mejora en la gestión de la calidad preanalítica. 5 En su actualización, ISO 15189:2022 estableció como requisito para la acreditación la necesidad de que los laboratorios clínicos implementen estos indicadores para monitorear y evaluar sus desempeños, con el fin de garantizar un servicio de salud confiable. 6
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la seguridad del paciente como “la reducción del riesgo de daños innecesarios relacionados con la atención sanitaria hasta un mínimo aceptable”. 7 La Organización Internacional de Normalización (ISO) define el error de laboratorio como una operación fallida durante las fases preanalítica, analítica y postanalítica del trabajo del laboratorio, que fue planificada pero no se cumple o se realiza incorrectamente. 8
Por otro lado, es relevante mencionar que los indicadores de calidad, estrechamente relacionados con la seguridad del paciente, son herramientas objetivas que proporcionan evidencia sólida de la calidad en todas las etapas del proceso de análisis, garantizando la seguridad del paciente al reducir las tasas de error y asegurando que los resultados entregados sean confiables y verídicos. 9
Un error preanalítico ocurre cuando no se cumplen con los criterios de aceptabilidad del laboratorio, como por ejemplo cuando no se realiza o no se proporcionan los resultados de una prueba analítica, lo que puede llevar al rechazo de la muestra al no tener la capacidad de generar resultados fidedignos en los exámenes solicitados. 10
Por otro lado, la literatura describe que errores en el laboratorio son comunes y transversales, afectando la seguridad del paciente, causando estrés y ansiedad innecesarios. También contribuyen a diagnósticos erróneos o tardíos, costos injustificados para el paciente y la red de salud, terapias inadecuadas, repetición de muestras, investigaciones de seguimientos innecesarias, además de afectar la efectividad clínica, generar insatisfacción en el paciente y desacreditar el laboratorio clínico. 11
El problema de investigación planteado fue: ¿Cuál es la evidencia disponible sobre los errores que se presentan en la fase preanalítica en los exámenes de laboratorio clínico? El objetivo fue identificar en la literatura disponible los errores preanalíticos en los laboratorios clínicos.
Material y método
Se realizó una revisión integrativa con el fin de recopilar y sintetizar información que permitiera obtener una comprensión amplia y profunda de este fenómeno. 12,13) Con el fin de asegurar la calidad y transparencia del presente reporte se usaron los criterios incluidos en Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses (PRISMA). 14
El enfoque metodológico que guía esta revisión integrativa sigue los lineamientos propuestos por Broome (2019), quien enfatiza la importancia de integrar diversos tipos de evidencia para desarrollar conceptos robustos en el campo de la enfermería. Este método permite la inclusión de estudios con diseños heterogéneos y favorece una comprensión más amplia y profunda de fenómenos complejos, como los errores preanalíticos en los laboratorios clínicos. 15
En primer lugar, se formuló la pregunta de investigación: ¿Cuál es la evidencia disponible sobre los errores que se presentan en la fase preanalítica en los exámenes de laboratorio clínico? Se establecieron criterios de inclusión rigurosos para seleccionar los estudios relevantes. Los artículos debían estar relacionados con el tema, publicados en inglés, español o portugués, disponibles en texto completo, de acceso libre y revisados por pares. Dentro de las limitaciones del estudio se encuentran:
- Criterio de inclusión restringido a artículos de acceso libre: esta decisión limita el acceso a publicaciones de revistas con alto factor de impacto que podrían ofrecer estudios más relevantes o con una mejor calidad metodológica.
- Limitación temporal de la búsqueda (2019-2024): aunque esta restricción temporal garantiza que solo se utilicen estudios recientes, también podría excluir investigaciones previas relevantes que hayan proporcionado datos fundamentales sobre los errores preanalíticos.
- Uso limitado de bases de datos: si bien se emplearon bases de datos importantes como PubMed o Scopus, la exclusión de otras fuentes clave podría haber restringido la búsqueda a una visión parcial de la literatura disponible. Además, no se encontraron artículos en Scielo, lo cual puede ser relevante para estudios en regiones específicas como América Latina.
- Potencial sesgo de publicación: al incluir solo estudios revisados por pares y de acceso libre, es posible que se excluyan estudios relevantes que no cumplan con estos criterios.
La búsqueda de la literatura se realizó en bases de datos reconocidas por su relevancia en el ámbito de la salud y las ciencias biomédicas. Estas bases de datos incluyeron Scielo, PubMed y Scopus. Además, se revisaron listas de referencias de artículos relevantes y se consultaron organizaciones especializadas en el tema.
Para asegurar una estrategia de búsqueda exhaustiva, se utilizaron términos específicos como “blood chemical analysis”, “quality of health care”, “pre-analytical phase” y “laboratory test”, aplicados en el título, resumen o texto completo de los artículos. Se documentaron las estrategias de búsqueda completas para cada base de datos, incluyendo los filtros y límites aplicados para restringir los resultados a estudios revisados por pares publicados en el periodo especificado. Se incluyó el booleano AND. La última búsqueda en cada una de estas fuentes se llevó a cabo en junio de 2024.
El proceso de selección de estudios implicó una revisión meticulosa para determinar si los artículos cumplían con los criterios de inclusión. Dos revisores evaluaron de manera independiente cada registro y cada informe recuperado. Se emplearon herramientas de automatización, como software de gestión bibliográfica, para la eliminación de duplicados y la selección inicial de estudios. En caso de discrepancias, se discutieron hasta llegar a un consenso. La evaluación de los datos por nivel de evidencia se realizó utilizando el enfoque GRADE. Este proceso incluyó la valoración de la calidad metodológica de cada estudio según criterios previamente establecidos, tales como el diseño del estudio, la consistencia de los resultados y la aplicabilidad clínica. 16
La recolección de datos de los informes seleccionados fue realizada por dos revisores de manera independiente, siguiendo un protocolo estandarizado. Se incluyeron procesos para obtener o confirmar datos directamente de los investigadores de los estudios cuando fue necesario, y se utilizaron herramientas de automatización para facilitar esta tarea. Los datos fueron evaluados críticamente para asegurar su validez y relevancia. Se utilizó una herramienta estandarizada para la evaluación de la calidad de los estudios, y cada estudio fue evaluado por al menos dos revisores de manera independiente. El análisis de los datos incluyó la reducción, visualización, comparación y síntesis de los resultados. Los métodos utilizados para tabular y mostrar visualmente los resultados de los estudios individuales y las síntesis se describieron detalladamente. Para cada resultado, se especificaron las medidas del efecto utilizadas, como la razón de riesgo o la diferencia de medias.
Además, se evaluó el riesgo de sesgo en los estudios incluidos, describiendo las herramientas empleadas, el número de revisores y su independencia en el proceso. Se detallaron los métodos utilizados para evaluar la certeza o confianza en el cuerpo de evidencia para cada resultado.
Finalmente, los resultados se presentaron de manera estructurada, en cinco categorías: 1) Preparación del paciente, 2) Solicitud de examen, 3) Extracción de la muestra, 4) Almacenamiento y traslado de la muestra y 5) Error preanalítico, destacando las principales conclusiones y recomendaciones para la práctica clínica y futuras investigaciones. Se utilizó un diagrama de flujo PRISMA para documentar el proceso de selección de estudios, mostrando el número de estudios identificados, incluidos y excluidos, y las razones de exclusión.
Resultados
De la revisión de los artículos se identificaron inicialmente 80 registros en bases de datos, con 14 provenientes de Scopus y 66 de PubMed. En Scielo no se encontraron artículos con la temática en estudio. De estos registros, 20 fueron eliminados antes de la revisión: 7 por ser duplicados y 13 por el idioma. Posteriormente, se revisaron 60 registros, de los cuales 26 fueron excluidos por no estar relacionados con la temática del estudio. Finalmente, 34 estudios fueron incluidos en la revisión final (Figura 1).
Con el propósito de organizar los datos para el análisis, se creó una tabla que incluye la información general de cada artículo (Tabla 1 T2). En esta se detalla el objetivo de cada estudio, con el fin de llevar a cabo una categorización inductiva basada en los ejes temáticos en la fase siguiente.
Luego del análisis de contenido se identificaron cinco ejes temáticos en los cuales se evidencian las características de la fase preanalítica. Las categorías que emergieron son las siguientes:
1.. Preparación del paciente: Consiste en la entrega de los requisitos previos para la toma de exámenes, los cuales dependerán del analito a estudiar.
2.. Solicitud de exámenes: Corresponde a la emisión de la solicitud del examen por el médico.
3.. Extracción de muestra: En un procedimiento controlado y estandarizado que consiste en la recolección de sangre u otros fluidos corporales para análisis clínico, diagnostico o tratamiento. de una vena.
4.. Almacenamiento y traslado de muestra: El almacenamiento de muestras implica condiciones adecuadas para preservar la estabilidad de las muestras recolectadas hasta la realización del análisis. El traslado de muestra es el transporte desde el lugar de recolección hasta el laboratorio para su análisis.
5.. Error preanalítico: Esta categoría corresponde a la operación fallida durante la fase preanalítica del trabajo de laboratorio, que fue planificada pero no llega a cumplirse o se realiza incorrectamente. Esta situación puede llevar al rechazo de la muestra al no poder entregar uno o varios de los resultados solicitados.
En la Tabla 2 T4 se observan los artículos agrupados según categorías o ejes temáticos.
Discusión
El manejo del examen de laboratorio es fundamental para un cuidado seguro y de calidad. Por esta razón, enfermeras y enfermeros deben conocer cuál es la evidencia que sustenta la praxis de la disciplina en esta área. A continuación, se presentan los ejes temáticos organizados en cinco categorías.
Eje temático 1: Preparación de paciente
Stonys y Vitkus mencionan que solo una minoría de los pacientes tiende a llegar bien preparados para la recolección de muestras de sangre, lo que es un problema en Lituania. Las causas de la falta de preparación adecuada incluyen la desinformación y la variabilidad en las recomendaciones proporcionadas por los laboratorios, lo que afecta la calidad de los resultados. 17 Arredondo evaluó la importancia del ayuno en las pruebas de hematología y coagulación. Se tomaron muestras en ayunas después del consumo de un desayuno estandarizado de carbohidratos, proteínas y lípidos, y posteriormente a la primera hora, segunda y cuarta postconsumo. Como resultados se comprobó que no hay recuperación a los valores basales en las siguientes 4 horas post ingesta de alimentos, por lo que consideran que, para los analitos incluidos en el estudio, el tiempo de ayuno debe ser considerado importante. 18
Esto es corroborado por Lippi et al. quienes, en su publicación sobre la importancia de la fase preanalítica en estudios clínicos, otorgan especial relevancia a la preparación del paciente, de tal forma de que la muestra de sangre refleje efectivamente las condiciones reales del sujeto. Por ello, se indica que se debe recoger información precisa del uso de medicamentos y suplementos, así como las patologías que afectan al paciente, reforzando la importancia del tiempo de ayuno, la hora de la recolección de la muestra, la abstinencia del tabaco, no consumir café, así como evitar actividad física extenuante 48 horas y asegurarse de que el paciente esté sentado al menos 10 minutos antes de la extracción. 19
Continuando con Lippi et al., también recomiendan, entre los pasos importantes, la confirmación de la identidad del paciente con al menos dos indicadores, definir el matriz de la muestra, especificar el volumen de muestra, aplicar el torniquete por menos de un minuto, definir el sitio de venopunción, realizar la venopunción por flebotomistas, seguir el orden de extracción recomendado y estandarizar la mezcla de muestras. 19
Stonys y Vitkus, en su estudio sobre la actitud y la falta de comprensión de los profesionales de la salud no laboratoristas sobre la importancia de la preparación del paciente, aplicaron un cuestionario anónimo que reveló que estos profesionales consideran significativa la preparación del paciente en las pruebas de laboratorio, como el ayuno, el consumo de alcohol, tabaco o medicamentos, (enfermeras más que médicos). Sin embargo, la actitud frente al impacto de la actividad física, el día de ciclo menstrual y el ritmo circadiano mostró diferencias significativas según los años de experiencia laboral (más o menos de 20 años) y si han recibido capacitación al respecto. 20
Eje temático 2: Solicitud de exámenes
Kopcinovic y col., en su estudio sobre el análisis de fluidos corporales, realizaron una recomendación a los profesionales involucrados en la recolección y procesamiento de estas muestras con el fin de estandarizar el procedimiento a nivel nacional. Para ello aplicaron una encuesta y revisaron evidencia a través de la literatura, reforzando la importancia del formulario de solicitud de prueba y orden de análisis, el cual debe contener: nombre y apellido del paciente, sexo, fecha de nacimiento, identificador único, fecha y hora de recolección, unidad hospitalaria, identificación del médico y sus datos de contacto, identificación de quien toma la muestra, procedimiento y sitio de recolección, y origen anatómico de la muestra. 21
En un estudio realizado por Fenta y Ali para evaluar errores preanalíticos, observaron que el 87.5 % de las solicitudes de exámenes estaban incompletas en cuanto al diagnóstico clínico, 12.5 % no incluían el género y al 15 % les faltaba la edad. 22 De acuerdo con Kadic et al., los errores en identificación del paciente se asociaron a mayor ocurrencia de errores de laboratorio. Además, el 85 % de las solicitudes no tenían la hora de recolección de la muestra. 23)
Un estudio realizado por Šálek y col., que consistió en una encuesta para investigar los formularios de solicitud y los informes de resultados en el servicio de monitorización terapéutica de medicamentos en laboratorios, encontró que solo el 12 % implementaba todos los elementos necesarios para un óptimo monitoreo terapéutico de medicamentos. Estos elementos incluían: edad, peso corporal, momento de la muestra, fecha de la primera administración, hora de la última dosis administrada, dosis, intervalo de dosificación, vía de administración, objetivo de la prueba y otros medicamentos coadministrados. 24
Eje temático 3: Extracción de muestra
Compton y col., en el caso de tejidos para exámenes moleculares, estiman que el grosor de la muestra ideal es de hasta 5 mm debido a la velocidad de penetración de la formalina. Para muestras de sangre, se enfatiza en factores como el tipo de tubo de recolección (tubo EDTA o tubos especializados para estabilización celular), el nivel de llenado del tubo según la recomendación del fabricante, y orden de extracción de los tubos en una extracción múltiple, para evitar contaminación cruzada. El orden recomendado es: tubo sin aditivo, tubo de coagulación con citrato de sodio, tubo con activador de coágulo, tubo con activador de coágulo y separador de suero, tubo de heparina que anticoagulante de heparina sódica o heparina de litio, tubo EDTA y tubos con otros aditivos como citrato, dextrosa-acido; oxalato/fluoruro y agente anti-glucolítico. Además, se deben realizar un número adecuado de inversiones para la mezcla adecuada del analito con el aditivo del tubo.25)
Por otro lado, García del Pino y col., en su estudio sobre condiciones preanalíticas en exámenes de glucosa, enviaron una encuesta a distintos laboratorios y observaron que las condiciones en las que se realizan las pruebas no son ideales. El mayor porcentaje de muestras fue realizado en tubos de suero, seguido por tubos de plasma con heparina de litio y tubos de plasma con inhibidor de glicolisis como fluoruro de sodio en menor escala (19 %). La importancia del tubo de suero seleccionado no cumple con las condiciones del criterio diagnóstico de glucosa en plasma en ayunas. 26
De Laat-Kremers y col. observaron una diversidad significativa entre los laboratorios en la fase preanalítica para la medición de generación de trombina. Realizaron un estudio a través de un cuestionario a los laboratorios en distintas localizaciones del mundo para conocer estas diferencias. El 68 % de los laboratorios utiliza solo plasma pobre en plaquetas, el 4 % solo plasma rico en plaquetas, el 24 % combina ambos tipos, el 1 % sangre completa y el 3 % combina los tres tipos. El 40 % extrae sangre con aguja mariposa y el 39 % con aguja recta. El 73 % usa tubos de extracción de plástico y el 14 % de vidrio. El anticoagulante preferido es el citrato de trisodio (83 %) y el 71% descarta el primer tubo de sangre. 27)
Simundic y col. observaron que las causas más importantes en la hemólisis durante la flebotomía fueron el uso de equipo no adecuado, como jeringas en lugar de tubos evacuados, el diámetro de aguja que favorece el flujo turbulento, el traspaso de sangre desde la jeringa al tubo de recolección, y los tubos de sangre con menor cantidad de sangre que la recomendada. Se recomienda la flebotomía desde la fosa antecubital y la mezcla suave de los tubos. 28
La importancia de documentar el tiempo de recolección lo enfatiza Grankvist y col. en su estudio, debido a que varios factores pueden influir en la integridad de biomarcadores en muestras de suero y plasma. En el laboratorio de bioquímica clínica, las muestras usualmente se mantienen en sus tubos de recolección hasta el análisis en espera del transporte hacia el laboratorio. Muchos analitos son estables durante varias horas sin necesidad de centrifugación; sin embargo, aquellos inestables requieren ser centrifugados y transportados refrigerados o, en algunos casos, congelados antes del análisis. Esto es importante a considerar en aquellos centros periféricos de toma de muestra, los cuales deben tener disponibles insumos para realizar estos procedimientos previos al transporte. La estabilidad del analito debe ser asegurada por el laboratorio. Los laboratorios que requieren almacenamientos a largo plazo deben redoblar sus esfuerzos para manejar las variaciones preanalíticas como el ayuno, instrucciones sobre medicamentos, restricciones de tiempo de recolección, volumen de muestra, tiempo máximo de centrifugación y congelación. 29
Eje temático 4: Almacenamiento y traslado de muestra
Niedrist y col. evaluaron el impacto de las condiciones de tiempo y temperatura de almacenamiento de rutina en los anticuerpos anti-nucleocapside (NC) y encontraron que sus niveles después de aproximadamente 3 meses a menos de 70 ºC o durante 14 días a temperaturas entre 2-10 ºC no disminuyen de manera significativa estadísticamente. Sin embargo, en plazos mayores a 1.5 años de almacenamiento se observaron desviaciones relevantes, pudiendo aumentar las tasas de positividad en pacientes convalecientes de COVID-19. 30
Codish y col. refieren que el tiempo prolongado entre extracción de sangre y la separación de la masa celular puede disminuir los niveles de glucosa, influyendo en los diagnósticos de hiperglicemia e hipoglicemias. A través de la evaluación de pruebas de glucosa en ayunas en una población adulta antes, después de una intervención educativa, del establecimiento de cinco centros de centrifugación en ubicaciones claves de la ciudad y cambios en la ruta de transportes. Las muestras se mantenían en contenedores refrigerantes aislados con poliestireno a 20 ºC por un máximo de 2 horas hasta a centrifugación, con la temperatura de traslado monitoreada con un sistema de seguimiento con código de barras. Posterior a la implementación de estos cambios, los resultados de glucosa con valores sobre 100 mg/dl aumentaron significativamente de 9.83 % a 25.91 %, y las hipoglicemias (menor a 50 mg/dl) disminuyeron. 31
Otro estudio de variación de glicemia lo realizaron Potter y col. en mujeres embarazadas. En un protocolo de centrifugación tardía versus centrifugación temprana (dentro de los 10 minutos de tomada la muestra), se obtuvieron de glucosa más elevadas en la centrifugación temprana, demostrando variación en la tasa de diagnóstico de diabetes mellitus gestacional dependiendo del tiempo de centrifugación. 32)
Ottestad y col. realizaron un estudio para evaluar el manejo preanalítico del HMGB1 (mediador de la inflamación sistémica en la sepsis y el trauma) tomando muestras arteriales y venosas, con tiempos de centrifugación demorada de 15 minutos, 3, 6, 12 y 24 horas almacenadas a temperatura ambiente. Encontraron que las muestras fueron estables hasta las 6 horas y las muestras arteriales presentaban una concentración 40 % más bajas que las venosas. 33
Un estudio de Grzych y col. también evaluaron este tipo de transporte, sugiriendo que los valores de potasio en plasma pueden ser influenciados, lo que podría llevar a diagnósticos erróneos. 34 Cool y col. exploraron si la calidad preanalítica se ve afectada en las tomas de muestras sanguíneas realizadas a domicilio del paciente con cáncer en tratamiento, debido a la centrifugación y transporte retrasados. Concluyeron que estas intervenciones no afectan la toma de decisiones clínicas en este caso. 35)
Otro estudio realizado por Chang y col., través de un cuestionario, evaluó el funcionamiento en clínicas de atención primaria en relación con el manejo de la fase preanalítica. Dado que la mayoría de las clínicas no cuentan con laboratorio propio y envían las muestras a laboratorios de referencias, encontraron un funcionamiento inadecuado: el 29.1 % de los encuestados refirió carencia de centrifuga en la clínica, casi la mitad tenía instrucciones sobre el almacenamiento de muestras, y estas eran transportadas una vez al día durante los días laborales. 36)
Eje temático 5: Errores preanalíticos
Nordin y col. (37 observaron que el 82.6 % de los errores preanalíticos son causados por error humano, mientras que los errores técnicos alcanzan el 4.3 %, lo que también concuerda con Van Moll y col., 38) en que los factores humanos fueron más frecuentes (58.7 %) mientras las causas técnicas correspondieron al 12,5%. Además, concuerdan con la literatura en que los errores preanalíticos son más frecuentes que los analíticos y postanalíticos con 77.1 %, 13.5 % y 8 % respectivamente.
Mukhopadhyay y col. realizaron un estudio comparando los errores preanalíticos antes y después de la pandemia de COVID-19, encontrando que la tasa de rechazo de muestras de sangre fue significativamente mayor durante la pandemia (3 % vs. 1.1 %). Las muestras coaguladas fueron el mayor indicador de error preanalítico en ambas etapas, además de un aumento significativo en la tasa de muestras mal etiquetadas. La hemolisis fue el segundo error más común antes de la pandemia y el cuarto durante la pandemia. 39
Un estudio similar realizado por Eren y col. mostró que las muestras no recibidas fueron significativamente más comunes durante la pandemia, concluyendo que la fase preanalítica fue la más afectada durante la pandemia. 40)
Tashkandi y col., en su estudio sobre un modelo piloto de organización de cuidado avanzado, mencionan que las muestras rechazadas corresponden a 68.3 % por solicitud sin muestra, 6.95 % por uso de tubo incorrecto y 2.85 % por hemólisis. 41
En el estudio de Alshaghdali y col., del total de muestras analizadas, un 9.3 % presentaron errores preanalíticos, siendo los más comunes las muestras coaguladas (3.6 %) y las muestras no recibidas (3.5 %). 42 Lo primero se repite en el estudio realizado por Kadić y col., donde el porcentaje de error fue de 1.7 % de las muestras y destacando las causas como muestras coaguladas (39.87 %) y hemólisis (48.5%). 43
El indicador de hemólisis es un error transversal a nivel mundial, como se encontró en el estudio realizado por Zorbozan y Zorbozan, con una tasa de error preanalítico del 0.22 %, destacando muestras con tiempo excesivo de transporte y muestras recolectadas en contenedor incorrecto. 44 Mesganaw y col. también observaron hemólisis como un error principal en su rechazo preanalítico, junto con volumen insuficiente. 45
Otros estudios han demostrado que los errores pueden ocurrir en distintas etapas de la fase preanalítica. Keppens y col. en la información faltante o incorrecta en el formulario de solicitud 46 y Troiano y col. estudiaron las muestras no recibidas (3.7 %), las que se produjeron principalmente en la sección de emergencia, realizando un seguimiento con entrevistas al personal involucrado para evaluar su causa. 47
Estudios también han mencionado el problema del ayuno en los exámenes de laboratorios. Kadić y col. encontraron que solo el 37.5 % de los pacientes llegaron preparados adecuadamente al laboratorio. (48
Los errores de laboratorio no son exclusivos de las muestras de sangre. También hay problemas en la fase preanalítica en la toma de muestras con torulas para cultivos, donde se han evidenciado etiquetados incorrectos en un estudio de Leonard y col. 49 y en muestras de tejidos, como en el estudio de Shinde y Dhanve. 50
Según Reddy y col., la fase preanalítica es la principal responsable del 97.4 % de los rechazos de muestras serológicas de VIH, siendo la necesidad de una muestra separada la causa más común (57.44 %). Estos errores se atribuyen a deficiencias en la recolección y manejo de muestras, lo genera un aumento de costos y representa el 82.6 % del total de rechazos. Además, se destaca la necesidad de mejorar el entrenamiento del personal de salud para minimizar estos errores, mejorar la eficiencia del laboratorio, reducir costos y asegurar resultados diagnósticos precisos y oportunos. 51
Šálek et al. observan que solo el 67 % de los laboratorios especificaron el tipo de tubo de muestreo en sus formularios de solicitud, lo que es fundamental para evitar errores preanalíticos, como la absorción de fármacos por los geles de separación del suero. Además, se observa que la entrada manual de datos desde formularios en papel a sistemas electrónicos es propensa a errores de transcripción, lo que puede comprometer la calidad de los resultados. Estas deficiencias en la fase preanalítica subrayan la necesidad de mejorar la armonización y las prácticas de monitoreo terapéutico de fármacos en los laboratorios. 24
Conclusiones
Los errores preanalíticos de laboratorio son un problema transversal a nivel mundial, en el cual varias organizaciones internacionales han estudiado directrices para realizar un buen proceso en sus diversas etapas. Dentro de las distintas etapas del ciclo del examen la etapa preanalítica es la que tiene el mayor porcentaje de error, esto se asocia a la gran cantidad de participantes en esta etapa y a los errores humanos que podrían provocar.
Es importante destacar que la mayoría de los errores de la etapa preanalítica son evitables con la adecuada capacitación del personal de salud involucrado. La mejora de estos errores preanalíticos sería fundamental en el ciclo del examen, ya que esto involucraría beneficios para el personal, para los pacientes y también para los establecimientos de salud.