Introducción
El inglés, es el idioma oficial a nivel mundial, en este punto radica su importancia económica y funcional. El hablarlo, o en el mejor de los casos lograr su dominio, puede ayudar a obtener los beneficios profesionales que brinda su aprendizaje. Sin embargo, se evidencia un inminente fracaso en la enseñanza de este idioma, basado en el modelo tradicional y memorístico de estructuras gramaticales que impiden el dominio de este.
Para Barbón et al. (2019), el idioma inglés es usado mundialmente en diferentes áreas; y esto se debe en gran parte al progreso científico y tecnológico que mueve el avance económico de las naciones del mundo, se ha impuesto como el idioma extranjero más común, donde todos los habitantes de nuestro planeta deben aprenderlo para poder comunicarse con personas de países de todo el mundo, conocer nuevas culturas, acceder a mejores puestos laborales, postular a becas de estudio en el extranjero, trabajar en multinacionales o simplemente para hacer turismo, convirtiéndose en una necesidad imperante de nuestra sociedad mundial.
En el contexto internacional, una de las organizaciones encargada de generar políticas públicas en el campo educativo es la UNESCO, por ejemplo, en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, se sitúa la educación como preocupación central en la que la calidad está estrechamente vinculada a brindar oportunidades de instrucción a todas las personas, en condiciones de equidad, calidad e igualdad (UNESCO, 2021). Dado lo anterior, existe una gran problemática orientada a la calidad de enseñanza del idioma inglés que impide la interacción comunicativa en esta lengua.
Desde la óptica de EF (Education First, 2020), institución internacional con presencia en nuestro país, se vislumbra a través de sus estadísticas que el aprendizaje de este idioma se ha ido incrementando; de un total de 100 países evaluados, el Perú se ubica en el puesto 59 con un nivel bajo, aunque el resultado no es óptimo, se destaca el incremento en su aprendizaje.
Tanto a nivel internacional y nacional, existen varios estudios relacionados con lo abordado en esta investigación; en Venezuela, Moreira y Venegas (2020) realizaron una investigación, de la cual concluyen que el dominio de este idioma resulta ser preponderante, ya que incrementa las oportunidades de conseguir un puesto laboral rentable, asegurando el éxito laboral y social de los egresados y futuros profesionales del país.
González (2018) en España y Cambridge University Press & Assessment (2022) concluyen que los profesionales con nivel C1 y C2, según lo establecido por el Marco Común Europeo de Referencia (MCER) son aquellos que dominan el inglés de manera excepcional, por ende, los más requeridos en cualquier sector. Asimismo Cuartas (2020) precisa que el dominio de este idioma juega un papel determinante en la movilidad académica y desarrollo científico, así que es de carácter imperativo una intervención pedagógica que permita a los estudiantes fortalecer su preparación para la comunicación profesional.
Entre tanto, Texidor et al. (2021) en Cuba, realizaron una investigación sobre el uso de casos clínicos en inglés, en ella se manifiesta que no todos los egresados cumplen las exigencias para convertirse en un profesional competente desde el punto de vista comunicativo del idioma inglés. Ante ello, en los cursos de posgrado se busca otras formas de profundizar en el aprendizaje del inglés, vinculándolo específicamente a cada especialidad, con el objetivo de perfeccionar la competencia comunicativa profesional en el ejercicio de su carrera.
Según Ávila y Hernández (2021) en el Enfoque Comunicativo (Communicative Language Teaching), los estudiantes aprenden nociones, conceptos y temas que les servirán de base y emplearán para comunicarse en diferentes situaciones. En tal sentido se interesa primordialmente en que los aprendices de una lengua se expresen abiertamente y sin ninguna dificultad en situaciones comunicativas específicas, solo así se hablaría del dominio de un idioma.
Mayedo et al. (2021) abordan la evolución que ha tenido a lo largo de estos años el proceso de enseñanza-aprendizaje del idioma inglés en la carrera de Estomatología, destacando la evolución de sus métodos y técnicas utilizadas para la implementación de su enseñanza.
Para Da Rocha et al. (2018) las actividades lingüísticas que activan la competencia comunicativa son la interpretación y la traducción, entendiéndose esta competencia como la capacidad crítica de realizar juicios propios según el contexto comunicativo, emitidos a través de mensajes y expresiones orales que permiten interactuar con un interlocutor de manera eficaz y efectiva.
Sha’Ar y Boonsuk (2021) en su artículo sobre los obstáculos de habla inglesa en estudiantes tailandeses, dio a conocer que todo estudiante a nivel mundial que se encuentre aprendiendo el idioma inglés como lengua extranjera, inevitablemente debe enfrentarse con algunos factores desafiantes. La habilidad de hablar puede verse como mucho más difícil para algunos estudiantes que otras habilidades porque hay muchos factores que influyen en su desarrollo, por ejemplo: edad, motivación y entorno; que afectan el crecimiento de sus habilidades para hablar.
Asimismo, Romero y Pérez (2021) también consideran que los desafíos a los que deben hacer frente los estudiantes para aprender un idioma extranjero son: maestros no calificados, estudiantes poco motivados, estudiantes de habilidades mixtas en aulas numerosas, falta de implementación de un laboratorio de idiomas, estrategias didácticas poco eficaces, falta de auxiliar didáctico en las asesorías temáticas, etc.; que afectan la evolución de las habilidades de habla de los estudiantes.
En ese aspecto, Akramy et al. (2022) coinciden al señalar la falta de docentes capacitados, pues en su investigación realizada en Afganistán, a los instructores de inglés no se les exige un certificado internacional TEFL/TESL, que acredite el dominio de dicho idioma, muy por el contrario cualquier persona que esté aprendiendo inglés durante un año, más o menos, puede empezar a enseñarlo en un centro de idiomas, por tanto no cuentan con la formación sobre cómo enseñar inglés, lo que hace que adopten métodos tradicionales en la enseñanza, especialmente el vocabulario. Ante esta problemática propusieron una amplia gama de estrategias orientadas a la adquisición e incremento de vocabulario, con la finalidad de alcanzar el dominio del idioma.
Por otro lado, Román et al. (2018) sostienen que gran parte de los jóvenes no se encuentran atraídos por aprender inglés, lo estudian por compromiso, solo para aprobar los exámenes y los cursos que demanda la universidad. Sin embargo, existe otro grupo de estudiantes que tienen automotivación y se desarrollan leyendo y haciendo actividades extracurriculares para mejorar su inglés, como viendo películas y canales educativos de YouTube, leyendo libros en inglés, tomando cursos masivos abiertos en línea o interactuando en alguna plataforma virtual que les ayuda a potenciar su nivel del idioma. Por lo tanto, proponen crear grupos especiales en las redes sociales tutelados por los profesores, donde se expongan a los estudiantes al idioma y les permitan practicarlo libremente.
Asimismo, Patak et al. (2021), en su investigación en Indonesia, precisa que a pesar de que el inglés es una asignatura obligatoria, muchas universidades aún no muestran interés a los problemas de su aprendizaje, se requiere la responsabilidad de las partes interesadas, como profesores, estudiantes, el gobierno y la comunidad académica.
Por otro lado, Youjun y Xiaomei (2022) en su estudio experimental realizado en China, determinaron la desconexión existente entre los conocimientos gramaticales y la competencia comunicativa, visualizada en los numerosos errores en la redacción de ensayos, ante ello plantearon el desarrollo del pensamiento computacional, logrando demostrar que su aplicación en la gramática de la redacción de ensayos del grupo experimental mejoró significativamente desplegándose una mayor agencia de aprendizaje gramatical y desarrollo del pensamiento.
Boonteerarak (2021) sostiene que las percepciones sobre la competencia lingüística comunicativa han cambiado debido al papel actual del inglés como lengua franca, motivo por el cual el Council of Europe (2001) propuso un Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) para medir la competencia comunicativa. A partir de ello todo estudiante de idioma inglés que necesite acreditar el dominio de esta lengua, debe realizar exámenes internacionales y cumplir los estándares para ser ubicado en los niveles del idioma propuesto por el MCER.
En cambio, Inan y Karaca (2021) en su artículo, proponen que, los maestros tengan una preparación psicológica adecuada, una alta competencia cognitiva y lingüística, a fin de beneficiar mejor la introducción temprana del inglés para una enseñanza efectiva del idioma. A su vez, Soler-Mc-Cook y Ruano-Fernández (2023) incide en el mismo punto, sobre la vital importancia que juega el proceso de enseñanza de una determinada materia, pues no se limita a la transmisión de conocimientos, sino que es mucho más complejo, donde se debe enseñar a pensar, crear, aprender y ser; mientras que el proceso de aprendizaje se basa en la adquisición de conocimientos informativos y formativos de suma utilidad en todas las etapas de la vida, pues cada día es un constante aprendizaje.
Por otro lado, Heggernes (2021) sostiene que los estudios de neurociencia y psicología experimental demuestran que las áreas del cerebro relacionadas con la empatía se estimulan al leer, destacando el valioso recurso de apoyo pedagógico que constituyen los textos multimodales, que son aquellos que combinan textos verbales, audios e imágenes; asegurando el éxito escolar a través del aprendizaje interactivo entre sus lectores y constituyen una herramienta fundamental en el aprendizaje de un idioma.
A nivel nacional, la Ley Universitaria peruana Nro. 30220 (MINEDU, 2014) establece la malla curricular del curso de inglés, capacitación docente e incremento de las horas lectivas según la carrera profesional. A partir de dicha ley se ha realizado una serie de actividades orientadas a desarrollar la competencia comunicativa que se enfoca en la interacción y en la relación con el contexto social (Rico, 2018).
Según Pérez et al. (2020) este desafío no se cumple ya que se observan deficiencias en los jóvenes universitarios, evidenciadas en la dificultad para expresarse en este idioma y comprender el mensaje comunicativo de un hablante nativo, lo que le impide realizar una conversación fluida con su interlocutor, ocasionándole frustración y desmotivación en cuanto al aprendizaje de este. Es por esta razón que los bachilleres, luego de haber cursado inglés, al término de la carrera profesional, demuestran no haber adquirido los conocimientos y destrezas lingüísticas para comprender y expresarse en este idioma, debido a la deficiente gestión curricular de recursos y enfoques pedagógicos (Gómez et al., 2021).
Desde esta óptica, la problemática anteriormente descrita se puede abordar desde dos categorías de análisis: una relacionada al dominio de términos básicos sobre el tema de estudio; y la otra referida, al dominio de las habilidades orales del idioma inglés en los bachilleres. El presente estudio aborda el estudio bibliográfico de estas dos perspectivas respondiendo las siguientes interrogantes: ¿Cuál ha sido la evolución de los métodos de enseñanza aprendizaje en el desarrollo de la competencia comunicativa del idioma inglés?, y ¿cuáles son los de mayor eficacia para el desarrollo de dicha competencia?
A fin de dar respuesta a estas interrogantes, se plantea como objetivo analizar la evidencia existente sobre la importancia del desarrollo de la competencia comunicativa del idioma inglés en los estudiantes de educación superior e identificar aquellos métodos o estrategias que resultan ser más eficaces para el desarrollo de esta, para ello incorpora los métodos inductivo y deductivo (Hernández y Mendoza, 2018).
La investigación se justifica porque el aprendizaje del idioma inglés, constituye una necesidad, por el alto nivel de demanda y acceso a mejores oportunidades laborales a nivel mundial, por ello el dominio absoluto de este radica en la competencia comunicativa y es de vital importancia considerando el encargo social que tiene la universidad de preparar personas para la vida (Dulin, 2021).
La contribución de esta investigación será un análisis comparativo de investigaciones anteriores teniendo en cuenta los aportes de las TIC, estrategias, técnicas, métodos, etc., que le permita al estudiante el dominio del idioma inglés. Así como manifiesta Palomo (2019) nuestro contexto educativo sugiere implementar actividades de enfoque comunicativo en la enseñanza de este idioma, junto con las tecnologías y el aprendizaje cooperativo para lograr el conocimiento y uso apropiado de esta lengua en distintas circunstancias y contextos.
Metodología
El proceso metodológico que sirvió de guía para la revisión de diferentes artículos científicos tiene relación con el tipo de investigación cuantitativa de carácter exploratoria, y el diseño trabajado es el descriptivo.
La Tabla 1 detalla el análisis reflexivo de 41 artículos de mayor impacto indexados en Scopus, Scielo y Google scholar. Dichos artículos fueron seleccionados minuciosamente, considerando ciertas pautas como el año de publicación, el cual comprende a partir del año 2018 hasta el 2023; área, idioma; entre otros. Teniendo como resultado final la revisión de 27 estudios de investigación en Scopus, 9 artículos en la base de datos Scielo y por último 5 investigaciones obtenidas de Google Scholar.
La información presentada en la Tabla 2 da a conocer la cantidad de artículos encontrados al inicio de la investigación, seleccionando los más pertinentes y filtrando palabras vinculadas al estudio, tales como competencia comunicativa, communication skills, enseñanza del idioma inglés, comunicación oral, inglés en educación superior y communicative competence in English. A fin de disminuir la proporción inicial de los estudios seleccionados, se priorizaron las investigaciones publicadas en Scopus, Scielo y Google scholar, por ser las bases de datos de mayor rigor científico; además se tuvo en cuenta el año de publicación (desde el 2018) y las áreas de investigación.
Finalmente, los métodos teóricos empleados fueron: el histórico - lógico pues tiene como base la secuencialidad y progresión de investigaciones comprendidas entre los años 2018 y 2023; asimismo permite el análisis y síntesis que posibilita hacer relaciones y comparaciones de los principales aspectos de la información registrada.
Resultados
La Tabla 3 muestra la data obtenida en la presente investigación, la cual fue priorizada manteniendo una secuencia lógica que comprende publicaciones desde el 2018 al 2023; revistas educativas y científicas de alto impacto, autores reconocidos con una vasta experiencia en investigación y publicación de artículos; además de la estructura de los títulos relacionada con competencia comunicativa, competencia comunicativa intercultural y enseñanza del idioma inglés.
La mayoría de estas experiencias investigativas provienen diferentes escenarios geográficos, así tenemos universidades de Colombia (4) Cuba (3), España (2) y en mínima proporción Tailandia, Indonesia, China, India, Afganistán, Ucrania, Noruega, Turquía, México, Ecuador, y Venezuela; y el campo de acción de dichas publicaciones han sido instituciones de formación superior y escuelas de posgrado.
El análisis de los hallazgos es un proceso de separación de datos para integrarlos de nuevo en formas más significativas (Creswell & Poth, 2018); con su correspondiente interpretación, a fin de sistematizar la información encontrada, seleccionando lo más relevante o significativo de cada uno de estos trabajos se clasificó en tres grupos.
Asimismo, la Tabla 4 muestra las tres categorías en la que fueron agrupados los artículos consultados con sus respectivos autores, los cuales se encuentran publicados en revistas que están vinculadas al campo educativo, ciencias médicas e investigación, siendo accesibles en Google Scholar, Scielo, y Scopus. Cada categoría se detalla a continuación:
Competencia comunicativa
Esta categoría comprende aquellos estudios sobre la competencia comunicativa del idioma inglés, incluye definiciones, estrategias, actividades y teorías que contribuyan con la adquisición de un nuevo idioma, en todo contexto y la metodología adecuada que se debe poner en práctica para su desarrollo.
Para entender mejor la competencia comunicativa se puede descomponer las dos palabras, así la palabra competencia se refiere al conocimiento, habilidad o capacidad, mientras que la palabra comunicativo significa conversación o interacción. Entonces se puede decir que es la habilidad de las personas para intercambiar ideas o pensamientos, logrando un contacto cercano con otra persona a la que puede entender y sentirse comprendido (Palomo, 2019).
Hymes (1970, citado en Romero & Pérez, 2021) llamó a la habilidad para expresar enunciados con la adecuación de cuándo usarlos, según el contexto, competencia comunicativa. Para él, además del conocimiento de estructuras que permiten a alguien expresar ideas, sentimientos, y opiniones, el lenguaje es un medio para comunicarse. Así mismo Hymes (1972, citado en Cruz & Herrera, 2022) acuñó el término competencia comunicativa relacionándola con la importancia del aprendizaje no solo lo que es gramaticalmente correcto, sino también lo que es adecuado.
Castillo et al. (2021) sostiene que el perfeccionamiento de la comunicación e interacción oral de los profesionales en el ámbito educativo constituye un aspecto esencial para transmitir conocimientos, educar en valores, garantizar una interacción dinámica entre estudiantes y profesores, favoreciendo la formación integral de estos profesionales.
Rivero et al. (2020) determina que la competencia comunicativa tiene tres elementos: la competencia lingüística, la competencia estratégica y los mecanismos psicolingüísticos del aprendizaje.
Comunicarse en una segunda lengua, constituye una necesidad de este mundo globalizado. Años atrás, su aprendizaje y dominio se consideraba el privilegio de algunos, actualmente se ha convertido en una necesidad aprenderlo para destacar y poder acceder a mejores oportunidades laborales, pues brinda un sinnúmero de beneficios a quien logra su absoluto dominio (Chan, 2021). Es completamente esencial su desarrollo, pues no basta no conocer o dominar la lengua extranjera, sino también; poseer las destrezas básicas para poder comunicarse en inglés en diferentes contextos globales (Permatasari & Andriyanti, 2021).
Ahora bien, siendo la competencia comunicativa tan fundamental para poder interactuar oralmente con otras personas de lengua extranjera, no se desarrolla adecuadamente o existen carencias que impiden su desarrollo total o dominio absoluto de este idioma; por ello es importante estudiar la efectividad de los métodos modernos determinando su efectividad en la formación de competencias lingüísticas (Atabekova et al., 2021).
Steyners et al. (2018) manifiesta que la competencia lingüística se refiere a la precisión gramatical y al control del vocabulario, la fonología y el sistema de escritura, sin embargo la competencia sociolingüística está orientada a la habilidad del empleo de una lengua con diferentes grupos de personas y en diferentes contextos, con aspectos como la cortesía, las normas y la cultura; y la competencia pragmática, se centra en las capacidades de los alumnos para utilizar una segunda lengua en diferentes circunstancias, como la flexibilidad, la cohesión, la coherencia y la fluidez. La suma de todo ello constituye o dan origen a la competencia comunicativa, pues refleja los conocimientos y habilidades específicos de una lengua, centrándose en una habilidad lingüística concreta y en actividades lingüísticas como la interacción y la conversación oral en general.
Otro aspecto importante es que la enseñanza de un idioma no consiste en una simple transferencia de habilidades de lectura, expresión oral, escritura y comprensión auditiva, sino que implica ampliar la visión del mundo, brindando oportunidades de experiencias de la vida real para empatizar con otras culturas, es decir, existe la necesidad de conocer la cultura del país de la lengua que se está aprendiendo, pues son culturalmente diferentes a los hablantes de inglés de todo el mundo que no son nativos (Duisembekova, 2021).
El lenguaje se adquiere a través del contexto social, donde el propósito de aprender un idioma es comunicar las necesidades, ideas y opiniones propias de manera efectiva en el mundo real. Por lo tanto, el aprendizaje de un idioma debe centrarse en las capacidades comunicativas de los alumnos más que en el dominio de la gramática, para ello se debe analizar las necesidades de las formas de aprendizaje preferidas por los alumnos y materiales de enseñanza y aprendizaje como: el diálogo en parejas, los juegos de rol y las simulaciones in situ, estas se deben utilizar para orientar el desarrollo de las actividades dentro de las aulas de clase para motivar a los estudiantes en su aprendizaje (Alemán, 2020).
Competencia comunicativa intercultural
Un punto de partida muy importante para entender la competencia comunicativa intercultural es tener una concepción básica, así Ávila y Hernández (2021) la definen como un conjunto de habilidades cognitivas y afectivas que ponen de manifiesto comportamientos dentro de un contexto determinado, proporcionando una comunicación altamente eficaz. Mientras que para Rico (2018) la situación de encuentro intercultural se traduce como el intercambio de valores, significados y prácticas compartidas, por tanto, no es suficiente enseñar el idioma, sino que también es imperativo reflexionar sobre la cultura que está embebida en esa lengua.
A su vez Cuartas (2020) concibe que la cultura está estrechamente relacionada con el idioma y forma parte de nuestras vidas, de modo que, desarrollar la competencia comunicativa intercultural no radica simplemente en centrarse en la capacidad lingüística del idioma de destino, sino también la transmisión de valores culturales, creencias, percepciones y los patrones de relación social que juegan un papel preponderante en la interacción entre personas dentro de un contexto cultural. En consecuencia, como lo afirma Heggernes (2021) esta competencia permite interactuar y comunicarse de manera adecuada, efectiva y respetuosa, estableciendo relaciones positivas y constructivas con esas personas. Su investigación se centra en el rol que juegan los textos y las actividades en el aula, donde plantea que el uso correcto de los textos puede ayudar a los maestros a mediar en el aprendizaje intercultural de los estudiantes.
Herrera-Torres y Pérez-Guerrero (2021) proponen el enfoque por tareas como una alternativa para lograr el dominio de un nuevo idioma, pues ofrece una posibilidad de lograr la adquisición de una lengua mediante el uso de tareas, que son actividades que “involucran procesos cognitivos como seleccionar, razonar, clasificar y transformar información orientadas a objetivos que fomenten la comunicación significativa y, por lo tanto, apoyar el proceso de aprendizaje de idiomas”. Así mismo Nunan (1989, citado en Herrera-Torres & Pérez-Guerrero, 2021) plantea dos tipos de tareas: Real-world tareas diseñadas para practicar o ensayar aquellas tareas en situaciones cotidianas y tareas pedagógicas, que se basan en la teoría y están dirigidas a facilitar la adquisición del lenguaje.
Enseñanza del idioma inglés
Hutchinson y Waters (1987, citados en Borsatti & Blanco, 2021) sostienen que la forma más efectiva para aprender inglés es el English for Specific Purposes o ESP, su origen comenzó en la década de 1960, cuando la economía de los Estados Unidos pasó a ser dominante en el mundo occidental y el inglés se convirtió en una lengua internacionalmente aceptada en el comercio, los negocios y en el contexto académico. En consecuencia, el aprendizaje de idiomas comenzó a tener un papel importante para el diseño de los cursos de idiomas, por tanto, definieron el ESP como un curso en el que todas las decisiones sobre el contenido y el método se basan en el motivo del alumno para aprender.
De igual manera, Robinson (1991, citado en Borsatti & Blanco, 2021) explica que ESP se basa en tres grandes áreas de conocimiento: la lengua, la pedagogía y el área de interés de los participantes. El autor cita algunos criterios para que un curso sea considerado como ESP, como por ejemplo "dirigido a un objetivo lo que significa que el alumno necesita la lengua para trabajar o para estudiar; la relevancia de la precisión y priorización de las necesidades, para cubrir las carencias de los aprendices; el establecimiento de la duración del curso y el perfil del estudiante, normalmente adultos o jóvenes que suelen tener algún conocimiento previo de la lengua. Otro aspecto relevante sobre los cursos de ESP es que deben diseñarse en función del área de estudios de los alumnos.
Los aspectos metodológicos de la ESP fueron descritos por Dudley Evans y St. John, quienes señalan que estos cursos normalmente tienen lugar el contexto laboral o en la universidad y las opciones metodológicas pueden diferir de los cursos de inglés general, ya que los cursos pueden estar diseñados teniendo en cuenta una disciplina específica (Borsatti & Blanco, 2021).
Al-Malki et al. (2022) sostienen que es un acercamiento a la enseñanza del inglés dirigida a áreas específicas (científicos, tecnológicos, económicos y académicos) respondiendo a las necesidades académicas que, van más allá de adquirir un idioma para comunicarse, sino que requieren el idioma vinculado a su carrera profesional, ya que los cursos de inglés general están destinados a enseñar fundamentos del inglés, mientras que los cursos de ESP se desarrollan en función del análisis de la situación objetivo y apunta a suplir las carencias particulares de los estudiantes, respetando sus ritmos y estilos de aprendizaje.
Reyna et al. (2022) plantean que el conectivismo es el aprendizaje para la era digital, el cual busca acoplarse a las nuevas formas de comunicación, almacenamiento y aprendizaje del mundo actual que se encuentra en constante transformación, donde la tecnología y las redes sociales han invadido nuestras vidas, para facilitarnos el trabajo, darnos comodidad y ahorrarnos tiempo, sin embargo; si no es utilizado correctamente los resultados podrían ser más negativos que beneficiosos.
A su vez, Grisales (2018) sostiene que el uso de las diversas herramientas tecnológicas en el campo educativo, especialmente en el aprendizaje de idiomas ayuda significativamente debido a la importancia que tiene en la actualidad, el uso de video, cámaras fijas, fotografía y grabación de sonido; son recursos muy útiles en la interacción diaria, posibilita el intercambio y la conexión con personas angloparlantes nativas, estableciendo no solo un canal para la adquisición y dominio del idioma, sino también un vínculo cultural entre los involucrados.
Asimismo, Mitra y Banerjee (2023) determinan que el rápido crecimiento de internet ha supuesto una revolución tecnológica y las herramientas TIC son una prueba de ello, pues tienen un impacto exitoso en el proceso de aprendizaje de lenguas extranjeras, resaltando la adquisición de contenidos dinámicos, interactivos e interesantes, así como la posibilidad real de una educación personalizada que conlleve al dominio del idioma estudiado.
Por otro lado, Qian (2023) sostiene que en el contexto del desarrollo actual de la tecnología informática, una de las tendencias futuras es evaluar la enseñanza del inglés y su calidad con la tecnología de datos, es decir, no basta con utilizar las diferentes herramientas tecnológicas con los estudiantes, sino también se debe evaluar cuan efectiva es en el desarrollo de las competencias que los jóvenes deben lograr. Por lo tanto, es muy importante establecer un sistema de evaluación de los efectos de la enseñanza que sea objetivo e imparcial.
Wood-Borque (2022) manifiesta que hacer uso de medios audiovisuales en el aula de inglés puede presentar muchos beneficios mientras se aprende el segundo idioma, ya que el significado se comunica a través de imágenes en movimiento con más facilidad que las impresas, debido a su inmediatez.
En México, Cruz (2020) propuso el modelo RASE, el cual se basa en recursos, actividades, soporte y evaluación, que deben ser ejecutados e integrados de manera holística por el docente, quien es el diseñador y artífice del aprendizaje. Este modelo es constructivista pues se centra primordialmente en la construcción del conocimiento por parte de los aprendices, manteniendo una participación activa en todo el proceso. Abarca la perspectiva instruccional, pues contribuye con la labor pedagógica en la inserción de herramientas digitales en el aula, destaca el papel protagónico del estudiante y el plano del aprendizaje, ya que apoya en la adquisición de nuevos contenidos, generando nuevos conocimientos que ayuden a lograr el dominio del idioma.
Por otro lado, los hallazgos en países europeos, son variados; Saienko y Nazarenko (2021) en Ucrania, sostienen que los estudiantes deben conocer el proceso de aprendizaje y el desarrollo de sus habilidades metacognitivas, de esta manera los resultados de su aprendizaje serán influenciados positivamente; para demostrarlo desarrollaron un estudio donde usaron marcos como andamios generalizados, asignando significados a objetos, imágenes y representaciones, para manipular funciones cognitivas, como recordar, percibir y concentrarse, que, a su vez, podrían influir positivamente en la producción del habla.
En Turquía, Inan y Karaca (2021) mediante su trabajo de investigación de enfoque mixto lograron abordar otro punto muy importante y que en los últimos años se ha descuidado mucho, que es la calidad de la enseñanza de un idioma, precisando que esta se debe lograr principalmente bajo dos enfoques como el interno y externo, es decir; crear una fuerte coherencia y sinergia entre los mecanismos internos y externos, donde la calidad interna se pueda monitorear a través de autoevaluaciones, auto acreditación, evaluación del personal, comentarios de los estudiantes/personal y evaluaciones de los estudiantes en el aula, mientras que la garantía de calidad externa comprende evaluaciones escolares nacionales o locales, evaluaciones de estudiantes a gran escala, acreditación de programas y revisión por pares.
Otros casos de estudio se encuentran en el continente asiático, donde Boonteerarak (2021) señala que la enseñanza de un idioma debe apuntar a desarrollar la comunicación oral, reforzando la interdependencia de las habilidades lingüísticas y los usos comunicativos, centrándose en actividades y materiales de aprendizaje, donde las tareas pedagógicas reflejen las funciones comunicativas del mundo real de los alumnos. Por lo tanto, ya no es únicamente la lengua usada por los hablantes nativos, sino también viene a ser el idioma utilizado en los contextos de la vida real de los aprendices a nivel mundial, constituyéndose en una herramienta para la comunicación internacional.
En India, Dandu et al. (2021) sostienen que el idioma inglés juega un papel vital para todos y cada uno de los estudiantes para la comunicación en sus entrevistas y lugares de trabajo, sobre todo si se trata de una multinacional. En cuanto a eso, aprender el idioma inglés con fines comunicativos no es fácil para los aprendices, pues deben adquirir algunos conceptos básicos como gramática, vocabulario, pronunciación, precisión, etcétera, para dominar cualquier segundo idioma. Si los alumnos no adquieren todos los conceptos básicos mencionados de habilidades para hablar, no pueden comunicarse de manera efectiva en ninguna situación. Hablar y escribir son habilidades productivas porque producen información a través del idioma. En tal sentido, los profesores de inglés tienen una enorme responsabilidad, deben centrarse en desarrollar en las habilidades comunicativas en inglés de sus estudiantes implementando metodologías y enfoques de enseñanza efectivos para resolver las dificultades que enfrentan los estudiantes del idioma inglés. Los métodos deben ser creados por la curiosidad hacia el proceso de aprendizaje en cualquier momento y en cualquier lugar. La curiosidad surgirá al involucrarse en diversas actividades de aprendizaje en el aula, logrando la interacción entre pares y sean miembros activos de su propio aprendizaje. Además, todas estas actividades efectivas, crean interés hacia el proceso de aprendizaje de manera más efectiva, haciendo que los estudiantes pierdan el miedo al escenario, logrando la fluidez, precisión y confianza en sí mismos al hablar.
Discusión
El artículo de esta investigación se centró en la revisión válida y confiable de diferentes artículos que abordan el tema de estudio, en ese sentido se realizó un análisis descriptivo y sistemático de los aportes presentados en los artículos consultados, permitiendo precisar varios puntos. En primera instancia la gran importancia del dominio del idioma inglés, que tiene un papel protagónico en el ámbito económico, académico, científico, entre otros. En resumen, el dominio del inglés constituye una ventaja para tener mejores oportunidades laborales y esencial para los negocios en un entorno globalizado, como también es fundamental para realizar publicaciones científicas. Por ello, es imperante se potencie el aprendizaje del idioma inglés a través del desarrollo de habilidades orales bajo el enfoque comunicativo.
Otro aspecto es la metodología ineficiente o inapropiada que se viene impartiendo en las aulas de aprendizaje del idioma inglés, causantes del estancamiento o falta del desarrollo de la competencia comunicativa en los aprendices de este idioma, lo que les genera desmotivación, frustración y rechazo al momento de su aprendizaje.
Por último, es necesario un mayor conocimiento intercultural, donde los docentes no sean simplemente facilitadores del conocimiento, sino que puedan convertirse en mentores culturales y figuras de orientación y apoyo en la exploración cultural de sus alumnos, desarrollando en ellos el respeto, la valoración y la sensibilidad a las diferencias transculturales.
Conclusiones
Después de un análisis de los artículos revisados, se determina que el desarrollo de la competencia comunicativa juega un papel protagónico en la sociedad actual, en el que se sugiere utilizar el enfoque de la enseñanza comunicativa de la lengua, junto con las nuevas tecnologías y el aprendizaje cooperativo como formas de lograr un nivel de calidad de la competencia comunicativa en inglés como segunda lengua.
Es esencial que los estudiantes tengan conocimiento de los aspectos culturales del idioma que están aprendiendo, que le permita comprender las perspectivas de su interlocutor extranjero, desarrollando habilidades comunicativas basadas en el respeto y valoración del acervo cultural.
Los docentes deben crear un ambiente de clase atractivo, con estrategias didácticas que promuevan actividades dinámicas de aprendizaje de la lengua inglesa, apoyados de las TIC, softwares, redes sociales y plataformas virtuales donde los estudiantes pueden interactuar y aprender de forma divertida.
Los profesores de inglés, deben hacer uso de métodos y enfoques centrados en el estudiante, donde el profesor se involucre más en el proceso de enseñanza. De este modo, los jóvenes que aprenden inglés como lengua extranjera mostrarán más interés, estarán más atentos y, finalmente, se sentirán motivados para mejorar su capacidad de hablar inglés.