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Revista Uruguaya de Cardiología

versión impresa ISSN 0797-0048versión On-line ISSN 1688-0420

Rev.Urug.Cardiol. vol.33 no.3 Montevideo dic. 2018

https://doi.org/10.29277/cardio.33.3.3 

Editorial

Escritura académica en revistas médicas

Academic writing in medical journals

María del Pilar Aguilar, Editora-Jefe de la Revista Uruguaya de Cardiología


“Escritura académica es la producida por estudiantes y profesores, principiantes y expertos… para crear y difundir saber especializado”. (Russell, 2009)

La escritura académica constituye una herramienta muy importante en los ámbitos del conocimiento, ya que a través de ella es posible difundir el saber de una determinada disciplina.

Comparte características con otros tipos de escritura, como reglas gramaticales y ortografía, pero posee un estilo propio: es precisa y con una tendencia a la neutralidad, sobre todo al comunicar resultados y conclusiones.

También se vale del uso de citas bibliográficas, que constituyen un elemento de enlace entre el conocimiento de quien escribe y el de los que estudiaron el tema con anterioridad. Son, asimismo, manifestación de honestidad intelectual al brindar reconocimiento a las fuentes utilizadas1.

La escritura académica tiene una función epistémica, siendo esta una de las razones más relevantes para escribir mientras se estudia e investiga2. A través de la escritura se modifica y mejora la comprensión del asunto sobre el que se escribe y tanto la traducción (de lo pensado a lo escrito), como la revisión (de lo escrito a lo pensado), explican su efecto epistémico y su utilidad en los procesos de aprendizaje2.

Durante el proceso de revisión, en que se confronta lo redactado con lo que se pretendía transmitir, el autor adquiere el rol de lector, aspecto ineludible en toda escritura, lo que le permite percibir imprecisiones, redundancias, errores o contradicciones que durante la traducción habían pasado desapercibidos2.

Por otra parte, tiene una función pedagógica: la mejor manera de aprender a escribir es escribiendo.

Al tomar la decisión de publicar y dar difusión al conocimiento creado o revisado, los autores envían el texto a la revista que consideren más apropiada, debiendo atender a las normas de publicación. Comienza así el proceso editorial.

En el caso de nuestra revista, los editores entran en contacto con el artículo, analizan el texto como primeros lectores, e intercambian correcciones y sugerencias con los autores, generalmente durante todo el proceso. Así como los autores aprenden escribiendo, los editores aprendemos leyendo.

Luego de la primera revisión por editores, los artículos originales pasan a arbitraje en forma doble ciega: no se identifican autores ni árbitros. Se trata de una etapa muy importante que contribuye al enriquecimiento y mejora de los trabajos3. Asimismo, tanto editores como autores acrecientan su aprendizaje con este intercambio.

En nuestra revista existe una instancia final, que hemos denominado corrección de estilo científico, durante la cual se analiza nuevamente el artículo con minuciosidad, realizando sugerencias a los autores sobre errores u omisiones que hubieran pasado desapercibidos.

Todos los participantes del proceso editorial debemos valorar su importancia para obtener un resultado de calidad creciente. Por su parte, los autores deben estar informados de que la revisión se efectúa gradualmente, analizando aspectos gramaticales, estadísticos, bibliografía, etcétera, en etapas diferentes. Es por ello que el proceso suele ser prolongado y no debe sorprenderlos el frecuente intercambio de archivos a través del correo electrónico.

Las decisiones sobre la publicación del manuscrito son de responsabilidad de los editores y se toman considerando su aporte al conocimiento e información de los lectores, sin mediar factores ajenos, como los de índole comercial, política o personal.

Por otra parte, es compromiso del Consejo Editorial manejar el proceso de revisión con la debida confidencialidad. Por respeto a los autores y al material de su propiedad, no deben darse a conocer decisiones ni información alguna en forma prematura, ni difundir el material antes de ser publicado3.

Se encuentran disponibles en la literatura innumerables artículos que nos ayudan a desarrollar esta herramienta y el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas asesora a autores, editores y revisores sobre los principales aspectos a considerar para producir un material de calidad y jerarquizar la escritura en las revistas médicas3.

María del Pilar Aguilar
Editora-Jefe de la Revista Uruguaya de Cardiología

Bibliografía:

1. Marcial NA. La cita en la escritura académica. Innov. edu (Méx. DF). 2013;13(63). Consulta: 17 Oct 2018. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-26732013000300007Links ]

2. Cañedo Argüelles Iglesias M, Castrechini Trotta AA, Estrada Bonell F, Gracia Ramos M, Navarro Brión M, Pérez-Moneo M. Cuadernos de Docencia Universitaria. Barcelona: Universitat de Barcelona: Institut de Ciències de l'Educació; 2014. Consulta: 16 Oct 2018. Disponible en: http://www.ub.edu/ice/sites/default/files/docs/qdu/1-16529_cdu-29.pdfLinks ]

3. International Committee of Medical Journals Editors. Consulta: 17 Oct 2018. Disponible en: http://www.icmje.org/recommendations/browse/roles-and-responsibilities/responsibilities-in-the-submission-and-peer-peview-process.htmlLinks ]

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