Introducción
Las combinaciones de dosis fijas (CDF) son medicamentos compuestos por la combinación de dos o más fármacos o productos biológicos. Son formulaciones únicas, que pueden comercializarse en diferentes formas farmacéuticas (cápsulas, comprimidos, gotas, cremas, etc.) cuyos principios activos se encuentran en el medicamento a una dosis fija1,2.
Según la Food and Drugs Administration (FDA): «Las combinaciones en proporciones fijas solo son aceptables si han demostrado que de esta manera aportan mayores beneficios clínicos en relación a los obtenidos individualmente».
Estas combinaciones deberían estar respaldadas por trabajos científicos que demuestren compatibilidad farmacéutica y farmacocinética de sus principios activos, así como estudios clínicos que evalúen las ventajas de las asociaciones frente a las de cada uno de sus componentes por separado1.
Algunas combinaciones específicas pueden tener ventajas terapéuticas en determinadas indicaciones, como tratamientos prolongados de algunas enfermedades infecciosas (tuberculosis, infección por el virus de la inmunodeficiencia humana), al favorecer la conveniencia y la adherencia al tratamiento2.
Los criterios racionales de una CDF son:
- los fármacos asociados deben actuar por diferentes mecanismos,
- deben presentar un efecto sinérgico,
- contar con un perfil farmacocinético similar,
- la combinación no debe tener toxicidad aditiva,
- no presentar interacciones entre sí.
Las infecciones respiratorias son un motivo de consulta frecuente en pediatría, y una de las consultas habituales al pediatra es qué medicamento usar para tratar la tos y los síntomas asociados como congestión nasal y rinorrea. Las combinaciones de antigripales, antitusígenos y mucolíticos son medicamentos frecuentemente dispensados sin receta, ampliamente promocionados al inicio de la temporada invernal y automedicados. Sin embargo, existe poca evidencia científica a favor de su uso3-5.
Eficacia y seguridad del uso de fármacos en CDF para el tratamiento de las infecciones respiratorias
En esta oportunidad haremos referencia a las combinaciones de antigripales y antitusígenos para el tratamiento de la tos aguda secundaria a infecciones respiratorias en niños y adolescentes.
Los antigripales presentan varias combinaciones entre las que se encuentran fármacos simpaticomiméticos (efedrina, pseudoefedrina, fenilpropanolamina), antihistamínicos (loratadina, clorfeniramina) y analgésicos/ antipiréticos (paracetamol, ibuprofeno, dipirona)5,6.
Si bien en adultos existe información de beneficio en mejoría de síntomas nasales con el uso de combinaciones que contienen pseudoefedrina y fenilpropanolamina, en niños no se evidenció eficacia que recomiende su uso, ni por vía oral ni tópica. Las combinaciones de antitusivos en niños y adolescentes tampoco mostraron diferencias respecto al uso de placebo3,5,7.
Los riesgos del uso de estos medicamentos en niños son elevados, y superiores en menores de 5 años. Las combinaciones tienen la desventaja de presentar sumatoria de efectos adversos e incluso tóxicos, riesgo de interacciones entre sí y con otros medicamentos de uso concomitante. También son frecuentes la automedicación y los errores en la administración4,5.
En 2007 la FDA recomendó no administrar estos medicamentos en el tratamiento del resfrío y la tos en menores de 2 años debido a los potenciales y graves eventos adversos. El mismo organismo emitió dos alertas para antitusivos que contienen codeína o hidrocodona. Los riesgos de estos medicamentos superan sus beneficios en menores de 18 años. La Academia Americana de Pediatría y el Ministerio de Salud en Canadá recomienda no utilizar antitusivos ni antigripales en menores de 6 años4,5,8-10.
En Uruguay, según el Decreto 21/2012 del 27 de enero de 2012 del Ministerio de Salud Pública, todas las especialidades farmacéuticas que contengan efedrina o pseudoefedrina deberán prescribirse en recetas de psicofármacos, independientemente de la concentración presente en la formulación farmacéutica11.
Descongestivos simpaticomiméticos (efedrina, pseudoefedrina, fenilpropanolamina y fenilefrina)
Estos medicamentos producen vasoconstricción a través del agonismo alfa 1 adrenérgico, lo que causa vasoconstricción local y generalizada con aumento de la presión arterial5. Otros eventos adversos (EA) son náuseas, vómitos, cefaleas, convulsiones, inquietud, irritabilidad, taquicardia, disminución del apetito, distonía y arritmias. Fenilpropanolamina fue retirado del mercado por el riesgo de accidente cerebrovascular5.
Antitusígenos derivados opioides
Pueden producir náuseas, vómitos, estreñimiento, sedación, mareos y depresión respiratoria a altas dosis.
Antihistamínicos
Se describen como reacciones adversas a medicamentos (RAM) la sedación, sequedad de boca, visión borrosa y síntomas gastrointestinales6,8.
Otros
Además de los grupos mencionados, en los medicamentos antigripales y antitusígenos combinados pueden encontrarse antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y corticoides, ambos grupos terapéuticos con un perfil de riesgo conocido.
Comentarios finales
El uso de CDF de antigripales y antitusígenos en el tratamiento sintomático de las infecciones respiratorias en pediatría presenta una evidencia escasa y contradictoria; las dosis utilizadas pueden ser inapropiadas, habitualmente infraterapéuticas, presentan un riesgo elevado de eventos adversos e interacciones farmacológicas. Se suma a estos problemas el riesgo de intoxicación, principalmente en los menores de 5 años. Por tales motivos el uso de estos medicamentos debería evitarse en niños.