Junto con este número ustedes reciben un suplemento con material del Congreso Uruguayo y Latinoamericano realizado en Punta del Este en octubre de 2017.

Ha sido trabajoso lograr un volumen de material que permitiera completar este número. Las causas sin duda son muchas (la carga laboral de los colegas, el uso de medios electrónicos para mantenerse al día, etc.).

Entre el material acá publicado hay dos manuales para manejar y prevenir situaciones críticas: uno referido al block quirúrgico en general y el otro a emergencias obstétricas. Cada vez más la seguridad y la vigilancia continuas deben ser una prioridad en la labor anestesiológica y sólo con entrenamiento previo es posible enfrentar situaciones críticas. En ese sentido las listas de chequeo cobran cada vez más importancia.

Hay también dos trabajos originales remitidos por la Dra. Carolina Cabrera de Chile que solicitó su publicación. Desde ya le agradecemos su colaboración y reiteramos que las páginas de la revista siempre estarán abiertas para todos los colegas uruguayos o no.

Un trabajo realizado por la Unidad Docente Asistencial (UDA) de anestesia obstétrica analiza con rigor una casuística importante de un viejo problema aún no resuelto como es el de la punción accidental de la duramadre en la raquianestesia.

La verificación de la buena posición de los tubos de doble luz en la cirugía torácica sigue siendo muy importante por sus repercusiones y es abordado en un trabajo realizado en la Cátedra de Anestesiología junto con el Servicio de Cirugía de Tórax. Los autores plantean un aporte novedoso al respecto.

Éste ha de ser el último número publicado bajo la responsabilidad de este Comité Editorial. Otros han de tomar la posta para asegurar la continuidad de la publicación. Quiero agradecer muy especialmente a Víctor Bouchacourt incansable con las traducciones al portugués, a Mercedes Surroca por su apoyo y asesoramiento bibliográfico, a las autoridades de la Sociedad, a los autores, a los árbitros y a todos los que de un modo u otro han colaborado para que la Revista siga siendo una realidad.

Fraternalmente