¿Desde dónde partimos? Encuadre y antecedentes
Nuestra referencia institucional es el proyecto CREES Construyendo Redes Emprendedoras en Economía Social y Solidaria formalizado en el año 2006 en la Universidad Nacional de Quilmes e integrado por docentes, estudiantes, graduades y miembres de organizaciones. Desde este espacio se desarrolla una tarea de fortalecimiento de las organizaciones territoriales del campo de la Economía Social y Solidaria (ESS) a través de diversas líneas de trabajo como: la formación en extensión, grado y posgrado; la investigación y sistematización de prácticas para la producción de conocimientos y reflexiones desde las mismas; el desarrollo de proyectos de extensión, incubación y voluntariado universitario y la Unidad Académica Observatorio del Sur de la Economía Social y Solidaria CREES que hace de paraguas a este conjunto de iniciativas.
A partir de la compleja sinergia entre extensión universitaria, formación, investigación y desarrollo en diversos niveles, nos proponemos crear condiciones y oportunidades de democratización y ampliación de derechos económicos, sociales y culturales en clave de ESS. Para esto, se articula con políticas públicas, redes universitarias y de organizaciones sociales y económicas con la convicción de que es indispensable aportar, a partir de esta diversidad, a la construcción de un sujeto social, económico y político fortaleciendo, a su vez, el campo de la ESS.
Desde el inicio del CREES se incluyó una línea de trabajo con organizaciones que denominamos empresas sociales conformando un área de empresa social integrada por el Proyecto de Extensión Universitaria Cooperación Social y Salud (PEU CSS) que surge en el 2011, la Incubadora de Empresa Social (InES) que se inicia en el 2014 y diferentes líneas de investigación que abordan esta temática que en la actualidad se plasma en el proyecto de investigación Emprendimientos Sociales y Salud Comunitaria. Desde el área se desarrollan cursos, talleres, seminarios y acompañamiento técnico a dichas experiencias en función de su fortalecimiento económico y social.
Una de las temáticas de trabajo y de interés en el marco de esta construcción es la de Empresa Social (EmS). En este sentido, se viene trabajando desde 2008 en diferentes proyectos, con organizaciones, emprendimientos socio-productivos, para el fortalecimiento de la empresa social como estrategia de acceso a derechos. Es en estos espacios donde se apunta el trabajo interdisciplinario, al armado de equipos en pos de pensarnos como un área de EmS donde se abordan y sentipiensan acciones vinculadas al desarrollo de la EmS en Argentina.
En el marco de esta construcción colectiva, en 2014, a partir de la realización de un curso de extensión universitaria sobre la EmSl como herramienta y dispositivo de acceso a derechos, surge la necesidad de crear un espacio que se denominó Obrador buscando contribuir al armado de una red de emprendimientos sociales orientados a la integración social de personas con dificultades de inclusión socio-laboral. Este espacio se fue construyendo con los propios emprendimientos socio-productivos, docentes y estudiantes de la Universidad de Quilmes. Actualmente participan del Obrador diez emprendimientos socio-productivos con los cuales se trabaja a partir del intercambio las problemáticas cotidianas de dichos espacios de trabajo (Copello, 2018). La mayoría de los emprendimientos que participan de este espacio son considerados empresas sociales en formación, en cuanto están en un proceso de fortalecimiento de sus estructuras. Esas iniciativas están siendo crecientemente apoyadas por organizaciones y movimientos con objeto de ganar en asociatividad, capacidad de relacionamiento, acceso a recursos y tecnología, etc. En este sentido, la EmS se plantea como un dispositivo de cuidado colectivo donde se favorecen los lazos comunitarios. En ella se plantea la organización del trabajo desde el cuidado adoptando posturas en las que a sus integrantes se les devuelva una imagen propia y de comunidad valiosa. Planteamos que se constituye así en un mecanismo de cuidado colectivo para las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad social. (Figura, 1, 2 y 3)
Durante el año 2015-2016, desde el área de empresa social se desarrolló el proyecto de investigación aplicada: Investigación aplicada al desarrollo y promoción de empresas sociales y empresa Red en Economía Social y Solidaria. El proyecto tuvo como principales objetivos: a) Investigar diferentes trayectorias de cooperación social en diferentes países a fin de colaborar con la implementación de legislaciones adecuadas en Argentina b) Relevar diversidad y desarrollo en la experiencia argentina de EmS (inclusión/servicio a la persona) en perspectiva de acceso a Derechos c) Fortalecer los vínculos sociales, e institucionales en pos de favorecer la constitución del actor social.
A partir de las actividades realizadas, y en particular del diseño e implementación de una encuesta y posterior realización de entrevistas en profundidad se logró un primer diagnóstico para la identificación y visibilización de distintas experiencias de empresas sociales como herramienta de inclusión social, económica y educativa. Según los resultados de esta primera aproximación al campo de las empresas sociales, podemos afirmar que se trata de un sector muy diferente que incluye experiencias con niveles de desarrollo muy diversos. En este sentido, en cuanto a la personería jurídica hay una situación muy variada ya que nos encontramos con cooperativas de trabajo, asociaciones civiles, fundaciones pero también con un elevado número de emprendimientos que funcionan de hecho. Otros hallazgos interesantes para entender el campo de las empresas sociales fueron que el 89,4% de las EmS encuestadas son de tipo de inclusión /producción, el 11,6% se encuentran como organización prestadora de servicios, el 2/3 de las EmS se conforman con 7 a 20 personas, el 50% se define con alto grado de autonomía en sus decisiones el 70% considera que acepta tomar riesgo económico propio, el 68% tiene formas estables de comercialización, el 65% nace como impulso de la sociedad civil, el 95% se manejan con principios democráticos (asambleas participación decisional) y el 82% reconoce una fuerte vinculación con el estado (capacitación espacio físico, monetario).
Particularmente, en este artículo abordaremos el trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación Emprendimientos sociales y salud comunitaria integrante del programa de investigación Alcances y dimensiones del desarrollo territorial de la Universidad Nacional de Quilmes. El proyecto se propone estudiar en profundidad las transformaciones subjetivas que ocurren en el marco de las experiencias de cooperación social, con el fin de identificar y comprender los elementos que condicionan su expansión así como aquellos tendientes al fortalecimiento del campo de la ESS. Entendemos que la cooperación social, a través de experiencias socio-económicas, favorece el acceso a los derechos - trabajo, educación y salud- de las personas en situación de vulnerabilidad.
Metodología
El problema central de investigación que dio génesis al proceso de indagación acerca del tema planteado fue; ¿cuáles son las transformaciones subjetivas que se producen a partir de prácticas en economía social y solidaria que favorecen la salud comunitaria, promoviendo el desarrollo y el fortalecimiento de la identidad colectiva plasmada en empresas sociales?, y su objetivo general: indagar las transformaciones subjetivas que se dan a partir de prácticas en economía social y solidaria que favorecen la salud comunitaria, promoviendo el desarrollo y el fortalecimiento de la identidad colectiva plasmada en empresas sociales.
Los objetivos específicos propuestos en una primera instancia fueron;
a) Describir y analizar los procesos autogestivos en emprendimientos productivos en salud comunitaria. b) Analizar el proceso realizado por las empresas sociales participantes, teniendo en cuenta los puntos de partida y sus situaciones actuales (pasaje de la subjetividad individual a la colectiva). c) Identificar las modalidades de funcionamiento y sus dinámicas, las problemáticas trabajadas y las iniciativas implementadas colectivamente y analizar su incidencia en las transformaciones operadas en lo público (como empresa social, como dinámica particular). d) Reconocer instancias de encuentro, intercambio, formación y definición de estrategias conjuntas con y entre empresas sociales en espacios institucionales y en articulación con “Red de Cooperativas Sociales” y con la “Red de Emprendimientos Sociales en Salud Mental”. e) Identificar el aporte de la interdisciplina Terapia Ocupacional, Economía Social y Solidaria en los emprendimientos productivos en salud comunitaria, y f) Establecer relaciones entre salud comunitaria y economía social solidaria.
El tipo de investigación que se implementó fue exploratoria - descriptiva, retrospectiva y de corte transversal. Se trabajó con datos cualitativos.
El universo estaba compuesto por nueve empresas sociales: SuperArte Eco-Regalería, Asociación de Padres de Hijos Especiales (APHE), Coordinación en Rehabilitación, Educación y Actividades Recreativas (CREAR), Vital - arte en pape -l, Quenuir Empresa Social, El Caldero Empresa Social, Emilianas y Buffet Entrevero y Bellísimas. A su vez, incluimos al Obrador, que es un dispositivo de salud de la ESS, un espacio promotor de la construcción de redes de emprendimientos sociales que funciona en el predio de la Universidad Nacional de Quilmes, y forma parte del universo de estudio, ya que es un espacio de intercambio de experiencias entre las empresas sociales que ha generado documentación relevante para la investigación realizada.
Las fuentes de datos son primarias, siendo las unidades de análisis los relatos seleccionados para su estudio y que corresponden a las integrantes de las empresas sociales antes mencionadas. Las categorías indagadas son las previstas en los objetivos específicos a las que se suman otras variables emergentes del relato de les integrantes de las organizaciones que aportaron sus narrativas.
Para el tratamiento y análisis de los datos se tomó como referencia la Teoría Fundamentada de Strauss y Corbin (Strauss & Corbin, 2002), que consiste en la formulación de teoría a partir de los datos. El tema de investigación se selecciona como categoría central de análisis, que en el presente estudio nos remite a las transformaciones subjetivas de les emprendedores a partir de las prácticas de ESS. Una vez que emerge la teoría a partir de los datos, la misma se compara con el estado del arte sobre el tema que da origen a la investigación - método de comparación constante. La implementación metodológica de la teoría del campo nos presenta una serie de etapas para construir teoría a partir de los datos recogidos: la codificación abierta, la codificación axial y finalmente, la codificación teórica.
Las primeras categorías de análisis se construyen con fragmentos de discurso con un sentido común. Se llama a este momento metodológico codificación abierta. Luego se agrupan las subcategorías en ejes que sirven a manera de ordenadores de la información recogida de cada emprendimiento socio productivo. A esta parte del proceso se le denomina codificación axial. El proceso de codificación finaliza con la codificación teórica que define hipótesis a partir de vincular los códigos sustantivos y sus propiedades para luego integrarlas en una teoría (Cuñat Giménez, 2007).
Estos resultados reflejan la teoría que emerge de los datos, surgidos de la acción de recabar información empírica (perteneciente a relatos), seleccionada a través de procesos de codificación. Lo que queda ahora es comparar estos datos transformados en resultados (codificación teórica) con la teoría existente (Método de comparación constante). Este diálogo representa las conclusiones del proceso investigativo.
Resultados
Nos parece interesante compartir alguno de los avances surgidos a partir del proceso de la investigación para profundizarlos luego en el próximo apartado.
Se identificaron a partir del relato en las entrevistas a les integrantes de los emprendimientos sociales en claves de ESS, dos subcategorías vinculadas a diferentes conceptos: organización y praxis de ESS.
La primera subcategoría organización aparece vinculada a algunos conceptos como necesidad, actividad, colectivo, producto, objeto de identificación, identidad, límite, apertura, participación, comunicación, gestión. En el apartado siguiente, profundizaremos el concepto de identidad desde la construcción colectiva.
La segunda subcategoría es la de praxis de ESS y los conceptos que aparecieron fueron espacio, tiempo, participación, tiempo, construcción colectiva, redes, relaciones institucionales, lazos, entre otros.
Lo colectivo como estructurante de la organización, es nosotres, horizontalidad y confianza que surge como saludable, da marco a lo que se construye y oficia como espacio simbólico para procesos identificatorios de les emprendedores con la organización.
El proceso identificatorio que genera esta nueva mirada, posición y práctica de las organizaciones de la ESS torna visible e inteligible la dialéctica particular que caracteriza el vínculo de les emprendedores con su producción. Es construcción del propio poder, es transformación subjetiva, es ofrecerse como imagen de otre solidarie con una nueva alternativa subjetivadora.
El tránsito de la subjetividad individual a la subjetividad colectiva pone en tensión lo instituido y lo instituyente, generando proyectos con una nueva identidad, la colectiva, que contemple la heterogeneidad de origen social y la interculturalidad.
Discusión
Como parte del proceso de investigación nos encontramos elaborando un libro, el cuál se fue escribiendo en etapas, con la participación de diferentes integrantes del equipo y guiades por un compañero de amplia experiencia en la metodología implementada. En ese proceso de trabajo colaborativo, se desarrollaron con mayor análisis el diálogo de saberes entre los relatos de les protagonistas de los emprendimientos sociales y los conceptos que tomamos y con los que construimos nuestro marco teórico.
Como decíamos anteriormente, ese nosotres inclusivo y diverso, que es acto participativo, se considera saludable ya que da marco a lo que se construye y a su vez oficia como un espacio simbólico productor de procesos identificatorios de les emprendedores con la organización.
La ESS está constituida por diversas experiencias y resulta necesario que estas se conozcan entre sí, en palabras de Razeto (2010, p. 6) “que se encuentren y reconozcan como similares, orientadas por objetivos compartidos, por valores comunes: los valores de la justicia, la libertad, la solidaridad, el trabajo, la participación”. De manera que el reconocimiento recíproco le permita al movimiento de la ESS, configurarse como una red de vínculos que se constituya desde múltiples centros de iniciativa y de coordinación. La construcción identitaria en los movimientos sociales es imprescindible para la concreción de acciones colectivas (Touraine, 1977, 1987 en Garza Toledo y Neffa, 2010).
El nosotres como expresión comunitaria, es también nos-otres como encuentro de los que son otres. Se trata de una experiencia compartida y diferencial al mismo tiempo, que expresa la construcción subjetiva mediante la diferencia y la identidad, que no debe confundirse con la idea de fusión (Salazar Villalva, 2011). “En el campo de las identidades colectivas, se trata siempre de la creación de un ‘nosotros’ que sólo puede existir por la demarcación de un ‘ellos’” (Mouffe, 2007 en Salazar Villalva, 2011, p. 22).
Esto puede observarse cuando les coordinadores de los emprendimientos cuentan que es junto a les usuaries que van definiendo todo: qué producir, dónde laburar, qué horarios y cómo este accionar conjunto les cambia la vida literalmente. Las distinciones y límites entre nosotres y elles, están vinculadas al trabajo realizado al interior del movimiento por parte de sus integrantes, de modo que, a mayor trabajo, crecerá la fuerza de la identidad colectiva.
La identidad colectiva implica un conjunto de creencias compartidas, la construcción de una “comunidad de los creyentes” (Cabrera, 2004, p. 2) con una visión del mundo, una energía y unas imágenes en común.
Desde el área de empresa social, encontramos como un aporte teórico al momento de reflexionar sobre las experiencias vinculadas a este tipo de organización, el concepto de EmS, como estrategia en la cual se vinculan lo social y lo económico, donde se transforma lo social en productivo. En general, cuando se habla de empresa social se denomina como tal a emprendimientos sociales, emprendimientos socio-productivos, cooperativas o emprendimientos asociativos, entre otros, no existiendo en nuestro país la figura jurídica que legisle sobre las EmS. Recientemente se aprobó la Resolución 1366/2022 (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social -INAES- Boletín Oficial 30/03/2022), la cual hace referencia a “las cooperativas sociales como aquellas integradas por personas con discapacidad psicosocial (salud mental), que están o han estado en un contexto de encierro y de personas con consumos problemáticos (sustancias psicoactivas) en situación de vulnerabilidad social”.
La empresa social vincula lo económico con lo social, y transforma a este último factor -tradicionalmente improductivo- en rentable. En tal sentido, en cuanto emprendimiento de la economía solidaria, la empresa social es una estrategia organizativa para contribuir al desarrollo de espacios de inclusión social y de potenciación de capacidades humanas que, si bien resulta aún incipiente, se ha expandido como alternativa a la crisis del estado de bienestar y a la creciente exclusión social. (Sena, 2017, p. 13)
Con esta última definición incorporamos las experiencias de empresas sociales como parte del campo de la ESS, lo cual marca un posicionamiento de este proyecto de investigación, siendo que gran parte del desarrollo de emprendimientos socio-productivos se impulsó desde el campo de la salud mental. Abrir la perspectiva a la trayectoria, el crecimiento y las estrategias de la ESS es parte de los desafíos que entendemos potencian el fortalecimiento de las empresas sociales en nuestro territorio.
Las empresas sociales proponen un espacio de producción de subjetividad “potente” que incluye la toma de decisiones en forma colectiva, la asunción de riesgos, la autonomía de la vida, de la organización y la comunidad que a través de los distintos sectores y actores sociales contiene el padecimiento de sus integrantes. A pesar de ser una estrategia utilizada por la ESS en la Argentina, no existe como forma jurídica en la normativa nacional. (Sena, 2017, p. 14)
En función a lo descrito anteriormente, como integrantes del presente proyecto de investigación definimos a las EmS de salud mental como experiencias en las que pueden identificarse una dimensión económica vinculada a una actividad continua que produce bienes y/o vende servicios, la asunción de un nivel significativo de riesgo económico y una mínima cantidad de trabajo remunerado (las empresas pueden combinar distintos recursos monetarios o no monetarios). Asimismo, se considera una dimensión social que incluye el objetivo explícito de beneficiar y servir a la comunidad, ser una iniciativa lanzada por un grupo de ciudadanos u organizaciones de la sociedad civil como resultado de dinámicas colectivas que implican a personas pertenecientes a una comunidad que comparte una necesidad o fin bien definido. Otro aspecto importante a considerar es el grado de autonomía ya que las empresas sociales son creadas por un grupo de personas sobre la base de un proyecto autónomo y gestionado participativamente.
Conclusiones
Como equipo de investigación, valoramos y trabajamos en base al diálogo entre los saberes que identificamos en la voz de sus protagonistas y los que encontramos en la voz de les autores con quienes elaboramos nuestro marco teórico inicial y que nos permitió construir una nueva conceptualización.
En nuestro país no contamos con una legislación específica sobre las EmS por lo cual se vuelve necesario compartir las estrategias implementadas, los caminos recorridos, reflexionar y escribir lo que se va haciendo en clave de aportar a la formación de nueve profesionales y seguir fortaleciendo el espacio de las experiencias que van consolidándose tanto desde lo económico, como también desde la construcción social de las EmS como espacios de trabajo.
Entendiendo que las identidades colectivas no son dadas de por sí, sino que son el producto de un trabajo y una producción de vínculos en el tiempo, creemos que luego de varios años de actividades sostenidas en el dispositivo “Obrador” (como estrategia de fortalecimiento de las EmS) y en los emprendimientos de diversos territorios en base a los cuales trabajamos, fue un buen momento y una oportunidad para observar, sistematizar y reflexionar sobre dichas experiencias como espacio de articulación de disciplinas, prácticas y saberes.
Consideramos que la EmS, comprendida como una estrategia de ampliación de derechos desde el campo de la ESS, facilita el diálogo con otras experiencias, posibilitando la co-construcción de identidades colectivas.