El núcleo corporalidad y movimiento, instaurado en las Bases Curriculares de Educación Parvularia desde el año 2018 (Ministerio de Educación (Mineduc), 2018) son las que entregan y permiten generar un análisis profundo de las conductas o habilidades motrices durante la primera infancia en Chile, teniendo en consideración que los niños/niñas son sujetos de derechos instaurados y que con base en esto, entre estos derechos tienen acceso a la educación y a desarrollar plenamente su personalidad, habilidades y talentos, en un ambiente seguro, donde estén presente los afectos, como felicidad, amor y comprensión.
Estos son factores considerados fundamentales para que el niño/niña se pueda desenvolver y demostrar sus intereses, permitiendo la maduración neurológica, fisiológicas, sociales y de su psiquis, generando una psicomotricidad acorde a sus vivencias y experiencias, adquiriendo conciencia de su espacio proximal y con ello generando una personalización del yo y del no yo (Mendiaras, 2008). De lo cual, entender este cambio de paradigma sobre las diferenciaciones entre lo motriz y psicomotriz, pero como cada una de ellas impacta en gran medida en el desarrollo integral de niños y niñas, reconociendo que el movimiento va más allá de lo meramente motor, es también afectivo, psíquico y relacional (Villar & Faúndez, 2022).
Cabe resaltar que dichas habilidades psicomotrices, se deben dar bajo un ambiente de aprendizaje respetado y seguro, donde los niños y niñas logren transitar libres, explorar, ensayar, descubrir, crear, calmarse y relajarse, para lograr desarrollar y conocer su corporalidad, movimiento, lenguaje, pensamiento con base en su autonomía y creatividad (Serrabona, 2016 & Schojed-Ortiz, 2021).
Mientras que la motricidad puede ser definida como los dominios que el ser humano es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo, de lo cual es algo integral, ya que puede constatarse que intervienen muchos de los sistemas que nuestro cuerpo presenta (Serrana, 2012). Como lo describe Fernández (2007), “toda acción voluntaria, no hace ni dentro del organismo, ni en la influencia directa de la experiencia pasada; sino en la historia social del hombre (p.1)”, al visualizar esta descripciones en relación con las bases curriculares y el área de salud es que la motricidad debe potenciar los aspectos cognitivo, motriz y socio-emocional y siempre en directa relación con ese adulto potenciador y mediador, el cual debe tener en consideración estos elementos tan importantes.
Como señala Arufe (2020), la interacción que se hace entre estos tres entes que son cuerpo, mente y el movimiento debe ser el principal objeto de estudio y trabajo para la educación física, y en etapa infantil las experiencias de aprendizaje deben abordar un enfoque integrador y globalizador y basado en las experiencias propias de los niños (as), a través del juego y la expresividad corporal. Dando a entender que la importancia en primeros años de vida es fundamental no solo para desarrollar la inteligencia kinésico-corporal, sino que además para desarrollar e integrar fuertemente aspectos psicológicos y psicosociales que entrega la realización de clases basadas en experiencias motrices (Anasi, 2022).
En el año 2018, se realiza investigaciones al primer currículum nacional para la Educación Parvularia, presentado en el año 2001, lo que da como resultado la necesidad de responder a nuevos requerimientos en la formación de la primera infancia, tales como: la educación inclusiva, la diversidad, la interculturalidad, entre otros, es por esta razón que las nuevas bases curriculares conservan las definiciones, conceptos curriculares y principios estructurales del primer currículum entregado el año 2001, pero incorpora un nuevo Núcleo en el Ámbito: Desarrollo Personal y Social, denominado como Núcleo de Corporalidad y Movimiento que pretende dar un enfoque psicomotriz en el desarrollo de ese aspecto kinestésico, que necesita del movimiento, juego y creatividad motora.
El objetivo de este artículo es reflexionar desde una perspectiva analítica sobre la orientación conceptual entregada desde los objetivos de aprendizaje de este núcleo, desde miradas tanto motrices como psicomotrices, la cual aborda contenidos pedagógicos que son necesarias para ofrecer un ambiente de aprendizaje oportuno y significativo para cada niño y niña. Frente a ello, es totalmente necesario para el docente o profesional que trabaja en este nivel educativo, pueda de forma puntual entender hacia qué apunta cada objetivo de aprendizaje, desde estas miradas, para otorgar las mejores experiencias educativas a cada niño y niña, en un ambiente y preparación del aprendizaje el cual se hace entendiendo realmente lo puntos a trabajar en el nivel educativo sin perder la individualidad de cada niño(a), respetando cada desarrollo bio-psico-social y presentando herramientas pedagógicas que ayuden a seguir fortaleciendo su crecimiento y desarrollo.
Metodología
El estudio presente se enmarca en la investigación de tipo cualitativa, pero con enfoque de investigación educativa. La idea principal es poder comprender al contexto de estudio y así poder transformarla, ofreciendo algunos cambios en ayuda a lo investigado (Bartolomé, 1992). Siguiendo con estas ideas, la importancia de generar investigación educativa desde este enfoque, apunta a comprender de la práctica distintas dimensiones sobre procesos sociales, de significados de textos, procesos cognitivos y otros, atendiendo a verificar estos fenómenos para producir cambios y transformación social (Bisquerra, 2004).
La investigación desde esta mirada, se enfocará en el análisis documental, ya que nuestro foco de trabajo son los documentos ministeriales insertos en primera infancia, más aquellos documentos teóricos propios en la que se puede fundamentar las reflexiones (Del Rincón 0., 1995). De lo cual son de carácter oficial, entendiéndose como material interno, ya que son materiales generados por estamentos ministeriales y material de tipo externo, que son los producidos para generar comunicaciones como revistas, artículos, entre otros.
La naturaleza de la recolección de datos se desarrolla a través de técnicas indirectas, ya que se trabajará con la lectura y análisis de documentos escritos, donde se pueda recoger la información acerca de la evolución, funcionamiento y comportamientos de la teoría, a través de una clasificación de los documentos identificados, de una lectura en profundidad, para luego poder hacer una comparación y cruce de los documentos y construir así una síntesis de todo el material.
Resultados y discusión
Mirada actual al Núcleo Corporalidad y Movimiento
Para las Bases Curriculares de Educación Parvularia, el núcleo de corporalidad y movimiento (el cual se enfoca este artículo), tiene como objetivo general, permitir el desarrollo armónico de dichos conceptos. Justificando que es a través del movimiento que los niños y niñas adquieren conciencia de su propio cuerpo, logran autonomía, se fortalece la identidad, descubren y exploran su entorno, favorecen los procesos de pensamiento y establecen relaciones de orientación espacio-temporal y potencian su expresión (Ministerio de Educación, 2018).
De acuerdo a lo entregado en estas nuevas bases curriculares, este núcleo que intenta desarrollar aspectos corporales y de movimientos, presenta como característica principal la utilización del juego como base para nutrir cada acción pedagógica para el desarrollo y aprendizaje. Lo que conlleva a tener nuevas miradas en el uso del juego como actor pedagógico ya que al entender la importancia de este núcleo y su relación con todo el plan curricular en educación parvularia, se da a conocer que debe ser transversal, es decir, el núcleo corporalidad y movimiento se encuentra inserto en cada desarrollo de estrategias pedagógicas desarrolladas por cualquier profesional a cargo de los niños y niñas en sus distintos contenidos trabajados en la planificación (Mineduc, 2019). Y el juego es utilizado en su máxima expresión, no únicamente como actividad recreativa o lúdica sino desde lo más profundo de su etimología (Mineduc, 2017).
Si se hiciera una retrospección de como el término juego ha hecho su recorrido a lo largo de la historia educativa a nivel preescolar o educación parvularia se puede entregar las siguientes referencias de acuerdo a distintos autores que han entregado conocimiento de este término, en la Tabla 1 se encuentra un resumen de algunos de ellos:
Al establecer una relación con lo descrito anteriormente en la tabla, se puede observar que la terminología de juego siempre ha estado presente en muchas pedagogías en las que el respeto hacia el desarrollo integral, ambientes acordes a la evolución de cada niño o niña, y objetos pertinentes que apoyen ese trayecto, ha sido tema de aprendizaje desde siempre; el cual, hoy en esta nueva mirada que entrega el núcleo corporalidad se basa y determina a través de recursos pedagógicos potenciados por el juego y su evolución. Como se describe a continuación:
se hace necesario que la educadora genere un ambiente de aprendizaje que ofrezca variadas oportunidades de exploración libre, confiada e intuitiva de los niños y niñas, que respete sus necesidades de confortabilidad y que acoja el goce que le produce el movimiento… Incluye la reorganización del mobiliario y espacio… implementación de variados y atractivos lugares de juego que dan la posibilidad de realizar prácticas lúdicas variadas que involucran probar, reiterar, enfrentar y resolver nuevas formas de movimiento, contribuyendo no tan solo a los componentes motrices, sino conjuntamente a otras capacidades relacionadas con la autonomía, el lenguaje lógico matemático y la creatividad. (Mineduc, 2018, p. 62)
Al analizar el párrafo anterior, establecido por las Bases curriculares de Educación Parvularia, en su propio núcleo de corporalidad, se puede observar que se fundamenta y existe coherencia con todos los postulados de los distintos autores que buscan desde el juego el trabajo de la autonomía y mejor desarrollo evolutivo en etapas iniciales, con ello se explica la importancia de mejorar estos ámbitos en la utilización de estrategias pedagógicas fundamentadas en el juego y las actividades lúdicas.
Es importante entender que la enseñanza aprendizaje dentro de la infancia debe diferir de los modelos educativos tradicionales, por lo tanto, reconocer una educación psicomotriz en donde los niños sean protagonistas activos de sus propios aprendizajes necesitará de diversas formas y estrategias pedagógicas de tipo transversal (Mérida et al., 2018). La inserción del movimiento y juego en el aprendizaje escolar en etapas de infancia cada vez presenta notoria relevancia para el mayor desarrollo personal de cada niño (a). Como lo entrega el siguiente párrafo:
La psicomotricidad es una disciplina que se apoya del juego libre y espontáneo, muy relevante en la formación integral del niño y en sus tres ámbitos: cognitivo, afectivo y motor. A nivel cognitivo presentan un desarrollo en la memoria, en la inteligencia y en la concentración; a nivel afectivo permite al niño conocerse, asimismo, identificando sus habilidades, debilidades y miedos, además de conocer al resto como agente social; y por último, a nivel motor logra dominar sus movimientos corporales y fortalecer su esquema corporal. (Villar & Faúndez, 2020, p. 77)
Ahora bien, para ser desarrolladas por los profesionales docentes se necesita desarrollar nuevas miradas acerca de la infancia y su desarrollo en sí, como por ejemplo atender a los niños y niñas de acuerdo a sus momentos madurativos, permitir y confiar en las potencialidades de los niños y niñas, entregar contextos de aprendizajes en lo que puedan intentar plasmar sus propias capacidades y formas de exploración, no solo educar en aspectos cognitivos o motrices, sino entender que también debemos desarrollar la dimensión socio-afectiva y relacional, cuando se enfrentan todos aquellos desafíos descritos anteriormente, recién ahí se puede entregar verdaderos contenidos de aprendizajes, los cuales serán significativos y perdurables en el tiempo, priorizando cada desarrollo integral de niños y niñas y no la escolarización temprana.
De acuerdo a lo anterior, es que este nuevo núcleo siendo declarado durante el año 2018, desarrolla objetivos de aprendizajes para ser trabajados en los tres niveles de edades de educación parvularia, entregando un contexto general la idea es potenciar desde una mirada integral, es decir, habilidades, actitudes y conocimientos, a través de lo corporal, con el descubrimiento, con la progresión motriz y que contribuya a sus procesos de pensamiento, exploración, identidad y expresión de la creatividad. A continuación, en las Tablas 2, 3 y 4, se detalla los objetivos de aprendizaje solicitados para trabajar en cada nivel educativo:
Fundamentación teórica: reflexión y análisis de cada objetivo de aprendizaje del núcleo corporalidad y movimiento
El propósito del núcleo de corporalidad movimiento de Educación Parvularia, es reconocer el movimiento y la corporalidad como un todo, que además puede ser de ayuda para todos los contextos de aprendizaje. A continuación, se expresa de forma exacta uno de las ideas de este núcleo:
…espera potenciar en las niñas y los niños, habilidades, actitudes y conocimientos que les permitan reconocer y apreciar sus atributos corporales, descubrir sus posibilidades motrices, adquirir una progresiva autonomía para desplazarse y moverse, y que contribuyan a expandir sus procesos de pensamiento, satisfacer sus intereses de exploración, fortalecer su identidad, resolver problemas prácticos y expresar su creatividad. (Mineduc, 2018, p. 61)
De acuerdo con lo anterior, es que cada objetivo de aprendizaje desarrollado en las Bases curriculares de Educación Parvularia, presenta miradas tanto motrices como psicomotrices, que pueden ser analizadas para poder relacionarlas y estudiar de forma concluyente la importancia de cada una de ellas, para que así el trabajo desde el movimiento y la corporalidad tengan un buen rumbo de ejecución con aristas que repercuten también en el aprendizaje como tal de cada niño y niña (Da Fonseca, 1998).
En las Tablas 5, 6 y 7 se puede observar cada nivel de Educación Parvularia, con sus objetivos de aprendizajes para cada uno, y analizados desde una mirada motriz y psicomotriz, reconociendo así su importancia en la consecución de cada uno de ellos.
De acuerdo a lo descrito en cada cuadro expresado con anterioridad, se puede observar la importancia de trabajar desde los fundamentos técnicos que conlleva a cada objetivo de aprendizaje de este núcleo de corporalidad y movimiento, reconocer los términos y significados de cada uno de ellos, el grado de desarrollo que quiere intentar cada aprendizaje, para que así, la lectura sea siempre en post de un mejor desarrollo de estrategias didácticas en la planificación curricular. Es menester señalar la importancia que presentan estos objetivos de aprendizaje con lo que conlleva la expresividad motriz en todos sus niveles educativos, donde la corporalidad y el movimiento son potenciadores para aprendizajes significativos y en relación con cada desarrollo personal. Como se señala en el siguiente enunciado:
Es a partir del propio movimiento, de sus gestos y en el marco de la interacción social, cuando niños y niñas aprenden a conocer su cuerpo y a utilizarlo como medio de expresión y de intervención en el medio. (Villar, 2019, p. 9)
Mientras que algunas limitaciones que considera el estudio son contrastar que si en la práctica como tal, estos distintos objetivos de aprendizajes, insertos en cada nivel, cumplen o no con el desarrollo real desde miradas motrices y psicomotrices por parte de las educadoras; para así contrastar la teoría con los ambientes de aprendizajes educativos.
Conclusiones
Es a través del juego y el movimiento, que niños y niñas se desarrollan desde miradas integrales, donde las estrategias pedagógicas desarrolladas por los adultos cumplen una función regularizadora de los contenidos a trabajar en los distintos niveles, siendo la infancia un tramo importante en donde los contenidos pedagógicos a trabajar pueden hacer la diferencia en el desarrollo a largo plazo.
Por lo cual, reflexionar desde una mirada analítica sobre la orientación conceptual que entrega cada objetivo de aprendizaje en el núcleo corporalidad y movimiento ayudará a abordar pedagógicamente de forma oportuna y significativa en cada experiencia de aprendizaje pensada desde el movimiento, para cada nivel que incorpora la educación inicial en infancia (primer nivel: sala cuna; segundo nivel: medio; tercer nivel: transición). Otorgando así, experiencias educativas propicias y fundamentadas desde la teoría, respetando cada desarrollo bio-psico-social de los niños y niñas insertos en las aulas chilenas.