Introducción
Las lesiones orales que se presentan como un crecimiento de tejido blando son poco comunes en infantes, en este grupo de lesiones podemos encontrar procesos reactivos o proliferativos no neoplásicos, así como neoplasias benignas y malignas1. Entre estos, el fibroma osificante periférico (FOP) es una lesión reactiva no neoplásica, exclusiva de la encía, que se origina cuando las células del ligamento periodontal son estimuladas por irritación o traumatismo, con un pico de incidencia en la segunda y tercera década de vida, predilección por el género femenino y por la encía maxilar anterior1-9. En población pediátrica, representa la lesión más común entre las hiperplasias reactivas de la encía, sin predilección por género10,11, o ligeramente más frecuentemente en mujeres12 y de localización más frecuente en encía maxilar anterior10,12, y con una tasa de recurrencia del 8%12. Además, en recién nacidos, el FOP es frecuentemente asociado a dientes natales/neonatales1-3,13 y/o dientes con morfología alterada3; es extremadamente raro, con solo cinco casos reportados a la fecha1-3,13,14.
Los dientes natales son aquellos que están presentes en el nacimiento, y los dientes neonatales se desarrollan en el primer mes de vida del infante. Estos dientes de erupción prematura representan anomalías del desarrollo infrecuentes, se sugiere una base hereditaria, y son atribuidas a una posición superficial del germen dental en desarrollo en el alveolo dental, lo cual predispone al diente a erupcionar de manera temprana, más frecuentemente en la región de incisivos inferiores de manera bilateral. Además, la mayoría son dientes que forman parte de la dentición normal y muy pocos son dientes supernumerarios, por lo tanto es importante su clasificación correcta y el plan de tratamiento procurando no dificultar una futura oclusión dental normal15-18. Se han reportado varias complicaciones asociadas con la presencia15,16 o extracción(15,19-23) de estos dientes. El objetivo de este reporte es presentar un caso adicional de FOP en un recién nacido mexicano, esta es una lesión conocida pero de muy escasa frecuencia en infantes. En el caso aquí presentado, el FOP se originó después de la extracción de dientes natales, por lo que también se discuten las complicaciones clínicas principales asociadas a estos dientes de erupción precoz.
Caso Clínico
Un infante de cuatro meses de edad presentó un crecimiento de tejido blando en la encía sobre el reborde alveolar inferior anterior. El infante fue pretérmino, nació a las 36 semanas de edad gestacional. Los padres informaron que el paciente tuvo dientes natales (dientes 71 y 81), los cuales causaron malestar y fueron extraídos a los 15 días de nacimiento.
El sobrecrecimiento gingival en el recién nacido desarrolló seguido de las extracciones dentales, mostró un crecimiento paulatino con un agrandamiento significativo en el último mes. La lesión se mostró como un aumento de volumen de base pediculada, con una superficie irregular e intacta, de color similar a la mucosa adyacente y de consistencia firme (Figura 1A). La radiografía periapical mostró la ausencia de los gérmenes dentales 71 y 81 en los alveolos dentales y, además, se observaron dos imágenes radiopacas irregulares cerca de estos alveolos (Figura 1B).
Considerando el diagnóstico clínico de una lesión reactiva, se realizó una biopsia excisional con bisturí eléctrico, bajo anestesia general. Dos semanas después de la excisión quirúrgica, la cicatrización estaba en curso satisfactoriamente y el diente 72 estaba erupcionando prematuramente (Figura 1C). Tres semanas después, permaneció un tejido granulomatoso residual (Figura 1D).
En la examinación macroscópica, la lesión midió 2.0 x 1.3 x 0.7 cm, de color café claro y ofreció resistencia al corte (Figura 2A). La examinación microscópica reveló una proliferación de células mesenquimales redondeadas consistentes con fibroblastos, asociados con un gran depósito central de material mineralizado similar a hueso (Figura 2B y C). Se observó un infiltrado inflamatorio linfocítico leve (Figura 2D), y el epitelio de superficie presentó discreta hiperparaqueratosis y acantosis. Se emitió un diagnóstico de fibroma osificante periférico.
Discusión
En recién nacidos, el FOP ha sido asociado a dientes natales/neonatales1 - 3,13. Los dientes natales y neonatales pueden estar relacionados con algunas complicaciones, como hiperplasias fibrosas rodeando al diente24, la ulceración de la superficie ventral de la lengua, dificultad durante la alimentación y la deglución, la aspiración de los dientes por su falta de soporte periodontal, absceso apical, incluso dando como resultado absceso orbital subperiosteal, también se han reportado heridas en el pecho materno, y un impacto psicológico en el infante y en los padres. Por lo tanto, la extracción dental es el tratamiento más común y debe preferirse si los dientes son supernumerarios o si están extremadamente móviles15,16,25. Sin embargo, si los dientes tienen buen soporte periodontal y son componentes de la dentición normal decidua, debería considerarse no extraerlos. Por lo tanto, es importante el seguimiento clínico periódico por un odontopediatra para asegurar una atención preventiva de la salud oral17.
Ahora bien, también se han reportado algunas complicaciones asociadas con la extracción de dientes natales y neonatales, por ejemplo, si estos dientes pertenecen a la dentición decidua normal, es decir, no son supernumerarios, surge una consecuente preocupación estética ya que después de la extracción dental el infante permanece sin dientes en esa zona. Otras complicaciones reportadas con la extracción de estos dientes que erupcionan fuera del periodo de tiempo normal son: la pérdida de espacio y el desplazamiento mesial de los dientes permanentes15, erupción de un diente natal residual19, desplazamiento accidental de dientes primarios(20), osteomielitis neonatal21 y desarrollo de crecimientos gingivales20,22. Aunado a lo anterior, interesantemente, se han reportado crecimientos de tejido blando con tejido duro tipo dentina o una estructura tipo diente, como resultado de un crecimiento continuo anormal de una papila dental residual, que incluye células madres mesenquimales22,23.
En este sentido, el FOP en recién nacidos podría ser originado por una irritación de bajo grado causada por la presencia1 o eliminación3 de dientes natales/neonatales. No obstante, Yip et al14 reportaron un caso de un FOP congénito sin la presencia de un diente natal.
El FOP en recién nacidos se ha reportado como un crecimiento de tejido blando, que mide entre 0.8 a 2.5 cm, con una superficie mucosa intacta o ulcerada, más frecuentemente asociado con dientes natales o neonatales, y la encía del reborde alveolar inferior es el sitio más afectado1-3,13,14. Esta lesión puede ser tratada quirúrgicamente con bisturí convencional3,13,14 o con láser diodo de alta potencia1,2, y no se espera recurrencia. Es importante enfatizar que este tipo de lesión preocupa a los padres, por su presentación clínica, afectando la alimentación, la respiración, el crecimiento y el desarrollo cognitivo de los pacientes, haciéndolos irritables1.
Conclusiones
Aunque el FOP es una lesión de naturaleza reactiva no neoplásica, requiere un tratamiento oportuno debido a sus importantes repercusiones clínicas en infantes. Los profesionales de la salud pediátrica deben considerar esta lesión como diagnóstico diferencial de sobrecrecimientos gingivales y como una potencial complicación por la presencia o extracción de dientes natales o neonatales.