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Lingüística
versión On-line ISSN 2079-312X
Lingüística vol.27 no.1 Montevideo jun. 2012
Lingüística
Vol. 27, junio 2012: 6-17
ISSN 2079-312X en línea
ISSN 1132-0214 impresa
CON LAS MANOS EN
CON LAS MANOS EN
Mabel Giammatteo
Universidad de Buenos Aires
Hilda Albano
Universidad de Buenos Aires
Universidad de Buenos Aires
ISP "Dr. Joaquín V. González"
Dentro de una investigación más amplia sobre las características sintácticas, semánticas y discursivas de las construcciones de con + cláusula absoluta (Giammatteo et al. 2006 y 2010), en este artículo nos ocupamos de un subgrupo particular de estas: las que refieren a una parte del cuerpo (con la boca abierta, con las manos atadas, con los pies sobre la tierra, con el rabo entre las piernas). Se trata de estructuras con distintos grados de lexicalización, cuyos dos constituyentes, unitariamente, presentan valor adjetivo y cuyo análisis interno muestra que uno de estos refiere a alguna parte del cuerpo, mientras que el otro adopta valores modales o locativo-orientacionales. Desde el punto de vista semántico, todas estas construcciones se interpretan habitualmente en sentido metafórico, lo que corrobora los planteos que sostienen que los significados más abstractos derivan de experiencias cognitivas elementales: la percepción del propio cuerpo y la relación con el entorno inmediato.
Palabras clave: construcciones de con + cláusula absoluta, aspectos cognitivos, interpretación metafórica, lexicalización.
Key words: con + absolute clause constructions, cognitive aspects, metaphorical interpretation, lexicalization.
Within a wider research on syntactic, semantic and discursive features of con + absolute clause constructions (Giammatteo et al. 2006 and 2010), in this article we study a particular subset of these: those that refer to a part of the body (con la boca abierta, con las manos atadas, con los pies sobre la tierra, con el rabo entre las piernas). These are structures with varying degrees of lexicalization, whose two constituents, unitarily, display adjective value, and whose internal analysis shows that one of these refers to a body part, while the other adopts modal values or locative-orientational. From a semantic point of view, all these constructions are usually interpreted in a metaphorical sense, which corroborates the postures that hold more abstract meanings derived from basic cognitive experiences: the perception of the body and the relationship with the immediate environment.
(Recibido: 25/01/12; Aceptado: 13/03/12)
1. Introducción
En dos trabajos anteriores (Giammatteo et al. 2006 y 2010), nos hemos ocupado de las construcciones de con + cláusula absoluta. Nuestro interés por el tema se debe a que se trata de estructuras particulares para el español en las que, a diferencia de otras absolutas, los dos constituyentes de la predicación –un sujeto explícito determinado y un predicado no verbal– no alteran el orden canónico y van introducidos por una preposición (1), que resulta a veces omisible (2).
1. Devolvió el auto con el tanque vacío.
2. De chiquilín te miraba de afuera […] la ñata contra el vidrio […] (letra del tango “Cafetín de Buenos Aires”, de Enrique Santos Discépolo).
En el presente trabajo, en primer lugar haremos una breve revisión de los aspectos sintácticos ya considerados en los trabajos previos. En segundo lugar, retomaremos algunos de los planteos semántico-discursivos esbozados, pero esta vez centrándonos en un subgrupo particular, el cual incluye estructuras que presentan distintos grados de lexicalización y lectura adjetiva: Me dejó con la boca abierta (= ‘asombrado’), Estoy con las manos atadas (= ‘impedido de actuar’), Lo encontré con los pies sobre la tierra (= ‘juicioso’), Volvió con el rabo entre las piernas (= ‘asustado’). La interpretación habitual para estas construcciones es metafórica: con el agua al cuello > ‘en problemas’; con las manos en la masa > ‘in fraganti’. En este sentido, el análisis interno muestra que uno de sus constituyentes, por lo general el sujeto, hace siempre referencia a alguna parte del cuerpo, mientras que el predicado suele adoptar valores modales (abierta, atadas) o bien locativo-orientacionales (sobre la tierra, entre las piernas). Por lo tanto, según intentaremos demostrar, el proceso de lexicalización, más o menos acabado, que estas formaciones experimentan corrobora los planteos que sostienen que los significados más abstractos, en este caso el valor adjetivo, referido a la descripción de situaciones o individuos, derivan de nuestra experiencia cognitiva más elemental: la percepción del propio cuerpo y su relación con el entorno inmediato.
2. Aspectos sintácticos
Como acabamos de señalar en
2.1. Perspectiva estructural
En este sentido hemos considerado tres cuestiones: a) la naturaleza categorial del sintagma y el estatus de con; b) la posición entre sujeto y predicado dentro de la cláusula absoluta; y c) la posición oracional de toda la construcción.
a) En primer lugar, el encabezador con de las construcciones aquí analizadas (3) no presenta ninguno de sus valores habituales, es decir, ni comitativo (4) ni instrumental (5).
3. Salió con los cabellos mojados.
4. Salió con su hermana menor.
5. Abrió la puerta con una barreta.
Desde el enfoque estructuralista, Kovacci (1990) las analizó como un subordinante (omisible) seguido de un término oracional con el que forma una construcción exocéntrica[2]. Para Hernanz et al. (1999), siguiendo el modelo generativo, se trata de una construcción endocéntrica, en la que con es el núcleo de un sintagma preposicional (SP) que toma como complemento una oración reducida.
En contraste con ambos planteos, nuestra propuesta sigue la línea de Hernanz (1999) respecto de las cláusulas adverbiales de infinitivo en las que asigna a la preposición un estatuto subordinante[3]; de los análisis mencionados en Rafel (2000), en los que se sugiere que en algunas circunstancias la preposición puede analizarse como recategorización del complementante; y de Demonte et al. (2005), que consideran a la preposición de de las variedades dequeístas del castellano “una especie de complementante preposicional que selecciona un SC como complemento” y le asignan un rasgo de evidencialidad[4]. En nuestro planteo con es analizada como el núcleo de un sintagma de complementante (SC), que toma a la cláusula absoluta (una oración reducida) como complemento. Desde esta perspectiva, con, como manifestación de complementante, no solo refuerza, según veremos, el valor oracional de la construcción, sino que también pone de manifiesto la relación de simultaneidad temporal entre la oración principal y la incluida (6)[5].
6. La encontraron con las manos atadas = La encontraron y en ese momento tenía las manos atadas.
b) Tomando como referencia la caracterización general de las absolutas de Hernanz et al. (1999: 2.541), inmediatamente se advierte que, a diferencia del resto de tales construcciones, en las encabezadas por con, los dos constituyentes de la predicación conservan el orden canónico sujeto-predicado. La anteposición del predicado convierte a la estructura en marcada (enfática) y solo es posible con la preposición omitida acompañada, necesariamente, por una pauta entonacional propia, que delimita la construcción dentro de la oración (7).
7. Llorosos los ojos, entró al salón, pero *Con llorosos los ojos, entró al salón.
c) De lo anterior se desprende que la omisión de la preposición no resulta igualmente posible en todos los casos. Creemos que se puede relacionar la alternancia preposicional con el lugar que la construcción ocupa dentro de la oración: la posición inicial, temática, exige la presencia de la preposición (8) o bien la inversión del orden canónico (9).
8. Con los dientes apretados, entró a dar el examen (Cf.*Los dientes apretados, entró a dar el examen).
9. Perdida la mirada, se abalanzó sobre su oponente.
Ambos recursos, más coloquial el primero y más retórico el segundo, son los que hacen posible identificar a la cláusula como absoluta. Por el contrario, la posición remática, reforzada por la pauta entonacional, habilitaría la omisión (10).
10. Entró en el salón con la mirada perdida y los ojos llorosos = Entró en el salón, la mirada perdida y los ojos llorosos.
Según vemos, entonces, solo cuando está presente el complementante con, reforzando el carácter absoluto de la cláusula, el desplazamiento es posible. Asimismo, la posibilidad de omitir la preposición, cuando se da la pauta entonacional, constituye un argumento a favor de considerar a con una manifestación de complementante, alrededor del cual se articula la cláusula absoluta, puesto que, como sucede con algunos complementantes típicos, en ciertos registros es posible su elisión sin que se pierda el valor oracional de la estructura subordinada.
2.2. Perspectiva funcional
A diferencia de Kovacci (1990), quien entiende que las construcciones de con + cláusula absoluta funcionan siempre dentro del predicado verbal como circunstanciales, sea de modo (11) sea de instrumento (12), Hernanz et al. (1999) llaman la atención sobre su polivalencia funcional. Para estas autoras, además de modificadoras adverbiales de la principal, también pueden ser atributo de verbos copulativos o pseudocopulativos (13), predicativo del sujeto (14) o del objeto (15), e incluso complemento de un nombre (16).
11. Entró silbando bajito y con las manos en los bolsillos.
12. Me llamó con un grito lleno de dolor y acongojado.
13. {Está / Se quedó} con los ojos bien abiertos.
14. Llegó con el diario bajo el brazo.
15. Entregó el libro con la tapa rota.
16. Un hombre con el bigote recortado me esperaba en la entrada.
En la línea de trabajo propuesta en este último enfoque, hemos correlacionado el comportamiento sintáctico de estas construcciones con los valores semánticos que manifiestan, lo cual nos permitió establecer dos grupos:
a) Cláusulas periféricas. Funcionan como modificadoras de toda la oración, expresan valores adverbiales, básicamente témporo-causales y condicionales (17-18), y son las únicas que, como plantean Hernanz et al. (1999: 2.541), constituyen verdaderas “secuencias independientes de las exigencias argumentales del predicado principal”.
17. Con Clara de cocinera, el éxito está asegurado.
18. Con Eslabón en casa, puedo hacer todo lo que me gusta (publicidad de una marca de electrodomésticos).
b) Cláusulas internas o nucleares. Si bien no son argumentales en sentido estricto, se encuentran más integradas en la estructura oracional, ya que afectan a elementos nominales o actúan dentro del sintagma verbal (SV) y manifiestan valores de tipo atributivo-modal.
19. Esa mujer con el escote ajustado y con la minifalda levantada atrajo la atención de todos (complemento nominal).
20. Los docentes están acá con la cara descubierta, enfrentando la represión de Sobisch (informe televisivo en TN Noticias, Buenos Aires, 05/04/07) (predicativo).
21. Volver... con la frente marchita (letra del tango “Volver”, de Gardel y Le Pera) (circunstancial).
Los dos subtipos identificados también difieren en sus posibilidades de omisión de la preposición: las periféricas no la admiten nunca (22); las internas, en cambio, la aceptan solo en posición remática (23).
22. *Eslabón en casa, puedo hacer todo lo que me gusta. *Puedo hacer todo lo que me gusta, Eslabón en casa.
23. Entró en el salón, el pelo al viento y sin saludar.
Nuevamente la diferencia puede correlacionarse con el carácter de absolutas de las periféricas, que necesariamente están exigiendo un complementante que, en ausencia de la inversión típica de estas construcciones, haga evidente su valor oracional. En el caso de las internas, su mayor integración oracional haría posible que, en posición remática reforzada por la pauta entonacional, sea posible la omisión de la preposición inicial.
3. La cuestión semántica
Junto con los aspectos sintácticos, en los trabajos anteriores ya habíamos advertido otras peculiaridades en el ámbito semántico-discursivo, de las cuales destacamos las siguientes:
a) La mayor parte de las veces se reconoce en estas construcciones una relación de tipo meronímico (Fernández Ramírez 1987), por lo que el determinante sistemáticamente adopta interpretación posesiva –respectivamente su tanque (1), su ñata (2), etcétera–.
b) Del ya mencionado valor de simultaneidad temporal respecto de la principal que manifiestan estas construcciones, deriva un sentido estativo, que confiere a estos predicados valor episódico: el auto tenía el tanque vacío, la ñata estaba contra el vidrio, etcétera, lo que contribuye a la interpretación descriptiva de toda la construcción. Se trata de descripciones focalizadoras de alguna particularidad del sujeto señalada en el predicado.
c) En el nivel discursivo, el valor descriptivo hace a estas construcciones aptas como procedimiento de condensación de la información acerca de algún referente. En el caso de las que cumplen funciones internas al SV, normalmente aluden a referentes presentes en el texto (24), mientras que las periféricas, justamente por su función marginal, resultan particularmente adecuadas para introducir nuevos referentes discursivos (25).
24. Otro alumno, de cara huesuda y con el pelo al rape, los vigilaba […] (David Viñas, Un dios cotidiano).
25. Con Federer como finalista, el tenista argentino David Nabaldián enfrenta al norteamericano Blake.
4. De la interpretación literal a los valores metafóricos
Un aspecto hasta ahora no analizado de estas construcciones es que es posible reconocer en ellas una gradación desde las que admiten interpretación literal (26), pasando por las que junto con la posibilidad literal, aceptan un sentido figurado (27) y las que se interpretan fundamentalmente en sentido metafórico, a punto de que si no es así, resulta necesario aclararlo (28); hasta, finalmente, las que solo tienen valor metafórico (29).
26. Iban con la cabeza gacha como si se avergonzaran... (David Viñas, Un dios cotidiano).
27. Me recibió con los brazos abiertos.
a. Tenía los brazos abiertos para darme la bienvenida.
b. Me recibió afectuosamente.
28. a. Lo sorprendieron con las manos en la masa (es decir, ‘in fraganti’).
b. La encontré, literalmente, con las manos en la masa: preparando bizcochitos para el mate.
29. Con el corazón en la boca, escuchó que golpeaban a la puerta.
Según vemos, entonces, este subgrupo de construcciones de con + cláusula absoluta, por lo general presenta distintos grados de lexicalización y lectura adjetiva:
30. con la boca abierta = ‘sorprendido/a’.
31. con las manos atadas = ‘impedido/a’.
32. con la soga al cuello = ‘apremiado/a’.
33. con un nudo en la garganta = ‘apenado/a, sin poder hablar’.
4.1. El proceso de lexicalización
Para indagar en la particular naturaleza semántica de estas estructuras recurrimos a la comparación con un caso muy conocido de gramaticalización en la lengua: los adverbios terminados en -mente. Estos adverbios provienen de construcciones latinas formadas por un sustantivo más un adjetivo en caso ablativo: bona mente (= con buena mente) > buenamente.
Pero ¿qué transformaciones son las que se han producido en el proceso descripto? Básicamente se reconocen dos:
- el cambio morfológico, que transforma el sintagma bona mente en un compuesto morfológico: bonamente;
- el cambio categorial, que convierte el compuesto derivado del sintagma nominal bona mente en un adverbio.
Ahora bien, ¿cuáles son las similitudes que se pueden encontrar entre el proceso sufrido por los adverbios y la lexicalización de las construcciones que estamos estudiando? Aunque en nuestro caso se trata de sintagmas conformados por una preposición (el complementante con) más un término (la cláusula absoluta), también son estructuras cuyos valores se encuentran cercanos a los adverbiales: con alegría = alegremente, con las manos en la masa = in fraganti.
No obstante, si bien existen puntos de contacto, la diferencia estriba en que las construcciones que estamos analizando habitualmente se utilizan para describir estados de ánimo o situaciones, por lo general, desfavorables o problemáticas y se interpretan con valor adjetivo:
34. Le fue mal en el exterior y tuvo que volverse con el rabo entre las piernas > ‘con/lleno de vergüenza’ > ‘avergonzado’.
35. Con la espada en la cabeza no puede tomarse ninguna buena decisión > ‘bajo amenaza / sin libertad’ > ‘amenazado’.
Asimismo, si bien no en todos, en algunos casos, el proceso de lexicalización de estas construcciones absolutas también puede manifestarse plenamente: así hemos registrado que, de modo semejante a lo sucedido con los adverbios terminados en -mente, para algunas de estas construcciones existe un adjetivo compuesto que representa ese proceso en su grado máximo:
36. Quedó con la boca abierta (= boquiabierto).
37. Está con las manos atadas (= maniatado).
4.2 Aspectos semánticos de la interpretación
En las construcciones del subgrupo lexicalizado, además de la relación meronímica ya mencionada, encontramos otras cuestiones que colaboran en la determinación de la interpretación habitual:
- uno de sus constituyentes hace referencia a alguna parte del cuerpo: por lo general es el sujeto (la boca (30), las manos (31), el rabo (34)), aunque también la referencia corporal puede aparecer en el predicado (el cuello (32), la garganta (33), las piernas (34));
- el predicado adopta valores modales (abierta (30), atadas (31)) o bien locativo-orientacionales (al cuello (32), en la garganta (33), entre las piernas (34)).
Aquí nuevamente, para acercarnos a la interpretación del proceso, recurrimos a la comparación con el proceso de formación de los adverbios en -mente. En el origen, el elemento nominal del compuesto, el sustantivo mente, remite a una característica inherente al ser humano, correspondiente a la segunda acepción del DRAE (2001: 1.489): “designio, pensamiento, propósito, voluntad”, que pasa a describir una situación o estado: ‘con mente buena / alegre / triste’, etcétera. En el caso de las construcciones que nos ocupan, también el punto de partida es la relación meronímica en que la parte referida al cuerpo instala la descripción en la esfera del individuo: con un nudo en su garganta, con su rabo entre sus piernas. Incluso puede tratarse de un elemento no corporal, pero vinculable con la esfera personal, como por ejemplo en “morir con las botas puestas” (= ‘en o según su propia ley’) o en el dicho campero: “volver con el caballo cansado” (= ‘arrepentido, derrotado’). En cualquiera de estas dos expresiones podríamos intercalar el adjetivo propio (morir con las propias botas puestas; volver con el propio caballo cansado). Además, en esta última expresión se advierte que caballo constituye una metonimia del poseído por el poseedor, en la cual interpretamos que el caballo no es otra cosa que “el propio cuerpo” del individuo que vuelve cansado, es decir ‘derrotado’ y, en consecuencia, ‘arrepentido’.
En ambos procesos mencionados, los adverbios en -mente y las construcciones de con + cláusula absoluta con interpretación metafórica se advierte el mismo patrón de lexicalización. En el caso de los adverbios en -mente, se pasa de una expresión analítica que señala la disposición con que el individuo encara algo –bona mente– a una formulación sintética que presenta un grado de abstracción mucho mayor, puesto que manifiesta ‘la manera en que algo se realiza’: buenamente, alegremente > de manera buena, alegre, etcétera. En cuanto a las construcciones metafóricas, también se advierte el paso de lo concreto, cercano y próximo al ámbito personal, como las partes del cuerpo o las posesiones caracterizadoras del individuo –botas, caballo– hacia nociones más abstractas, relacionadas con características anímicas: con la boca abierta > ‘sorprendido’; con el rabo entre las piernas > ‘asustado, avergonzado’; o bien con la descripción de situaciones: con el agua al cuello > ‘en problemas, complicado’, con las manos en la masa > ‘in fraganti’, etcétera.
Ambos procesos se ajustan a lo planteado por Lakoff (1987: 281) respecto de la capacidad de abstracción, uno de cuyos aspectos esenciales consistiría en “la habilidad de proyectar metafóricamete a partir de estructuras en el dominio físico hacia estructuras en dominios abstractos” (nuestra traducción). Por otra parte, tal posibilidad de extrapolación no parece deberse a que la física sea un tipo de experiencia más básica, sino más bien a la manera misma en que opera nuestra mente, ya que, según plantean Lakoff et al. (1986: 99), “conceptualizamos característicamente lo que no es físico en términos de lo físico –es decir, conceptualizamos lo menos claramente delineado en términos de lo más claramente delineado–”.
5. Conclusiones
Aun cuando el proceso de lexicalización no derive en la formación de nuevas palabras, muchas de las estructuras presentadas en este trabajo constituyen construcciones con una semántica no composicional[6]. Se apela, en este sentido, a imágenes y figuras convencionalizadas dentro de una comunidad hablante, lo que señala una concepción del mundo. En este sentido, se trata de verdaderas piezas léxicas aun cuando puedan analizarse en términos de estructura sintáctica y no como formaciones morfológicas.
Por otro lado, se observa que el análisis composicional de las construcciones estudiadas hace referencia a objetos del mundo físico, y muy frecuentemente a los propios de la esfera personal, a partir de los cuales opera la metaforización convencional que da valor significativo a la construcción. Los significados más abstractos así derivados, habitualmente referidos a la descripción de situaciones o individuos, se encuentran anclados en una experiencia cognitiva elemental: la percepción del entorno físico inmediato y la del propio cuerpo.
Referencias bibliográficas
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Demonte, Violeta y Olga Fernández Soriano. 2005. Features in comp and syntactic variation: the case of ‘(de)queísmo’ in Spanish, Lingua, 115.8: 1.063-1.082
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Giammatteo, Mabel, Hilda Albano y
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Hernanz, María Llüisa. 1999. El infinitivo, en I. Bosque y V. Demonte (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, tomo 2, Madrid, Espasa: 2.197-2.356.
Hernanz Carbó, María Llüisa y Avel·lina Suñer Gratacós. 1999. La predicación: La predicación no copulativa; Las construcciones absolutas”, en I. Bosque y V. Demonte (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, tomo 2, Madrid, Espasa: 2.525-2.560.
Kovacci, Ofelia. 1990. El comentario gramatical I,
Lakoff, George. 1987. Woman, fire and dangerous things,
Lakoff, George y Mark Johnson. 1986. Metáforas de la vida cotidiana, Madrid, Cátedra.
Rafel, Joan. 2000. From complementizer to preposition: Evidence from Romance, Probus, 12.1: 67-91.
Real Academia Española. 2001. Diccionario de la lengua española, 22ª ed., Madrid, Espasa-Calpe.
[1] Una primera versión de este trabajo fue leída como comunicación en el XI Congreso de
[2] Kovacci (1990: 58) define a las exocéntricas como “construcciones de dos constituyentes interdependientes (cada uno presupone al otro). Por consiguiente, no tienen núcleo que pueda comportarse como la construcción”. Dentro de estas construcciones, Kovacci distingue tres tipos de construcciones exocéntricas: las de subordinante-término (como la que aquí nos ocupa), las sujeto y predicado, y las paralelas (por ejemplo: ¿a mí con amenazas?, siempre adelante).
[3] “[…] introducidas por nexos (sin, por, para, tras, de, antes de, después de, etc.) que, al margen de su etiquetación tradicional como preposiciones (o locuciones prepositivas), poseen en dichas construcciones un estatuto como elementos subordinantes que en general no diverge del que les corresponde cuando preceden a oraciones con verbo flexionado” (Hernanz 1999: 2.211).
[4] De reflejaría “el juicio del hablante sobre la baja fiabilidad de la oración incrustada” (Demonte et al. 2005: 1.072).
[5] Esta relación se puede explicitar mediante la paráfrasis con el gerundio de tener, que aceptan todas estas construcciones, por ejemplo: Salió teniendo los cabellos mojados.
[6] En términos de Corpas Pastor (1996), el significado de los refranes, dichos y, en general, remite a prototipos culturales, al pensamiento simbólico y a la analogía.