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Lingüística

versión On-line ISSN 2079-312X

Lingüística vol.30 no.1 Montevideo mayo 2014

 

Lingüística

Vol. 30-1junio 201461-83

ISSN 1132-0214 impresa

ISSN 2079-312X en línea

 

 

Ser más PRO o menos PRO: variación en la expresión de sujeto pronominal en el castellano limeño

 

TO BE MORE PRO OR LESS PRO: VARIATION IN SUBJECT EXPRESSION IN LIMEñO sPANISH

 

ÁLVARO CERRÓN-PALOMINO LÓPEZ

Arizona State University

acerropa@asu.edu

 

 

Este estudio tiene dos propósitos: por un lado, establecer los factores que determinan la expresión de sujeto pronominal en la variedad castellana de Lima, Perú; por otro, comparar dichos factores con aquellos que condicionan la misma variable en otros dialectos.

A través de un estudio variacionista con el programa estadístico Goldvarb, se determinó que los factores que favorecen la ocurrencia de sujetos pronominales en esta variedad son segunda persona singular, primera persona singular, verbos psicológicos, verba dicendi, cambio referencial y desinencia ambigua de tiempo, modo y aspecto. En general, los resultados son similares a los de los demás dialectos, aunque la jerarquía de los factores involucrados es diferente. Además, se halló que la variedad limeña tiene la menor tasa de sujetos pronominales estudiada, y que, en ese sentido, armoniza con dialectos peninsulares y mexicanos. Se concluye que la variedad limeña es conservadora en cuanto a la expresión de sujeto pronominal.

 

Palabras clave: español, limeño, sujeto, variación, sociolingüística

 

 

This study has two purposes: on the one hand, to determine the factors that constrain subject pronoun expression in the Spanish variety of Lima, Peru; on the other, to compare these factors to the ones favoring the same variable in other dialects.

Through a variationist study employing the statistical program Goldvarb, it was established that the factors favoring the occurrence of subject pronouns in this variety are  second person singular, first person singular, psychological verbs, verba dicendi, switch reference and ambiguous tense-aspect-mood endings. In general, these results are similar to the ones of other dialects, although the hierarchy of the factors is different. It was also found that the Lima variety has the lowest rate of subject pronoun expression of all varieties studied and that, in this respect, it patterns with Peninsular and Mexican dialects. It is concluded that the Lima variety is conservative regarding pronominal subject expression.

Keywords: Spanish, Lima, subject, variation, sociolinguistics

 

 

(Recibido: 31/1/13; Aceptado: 1/7/13)

 

 

1. INTRODUCCIÓN

 

El carácter opcional de la expresión de sujetos gramaticales en castellano lo inscribe en el conjunto de lenguas llamadas pro drop o de sujeto nulo, que no requieren un pronombre de sujeto explícito. Dicha alternancia entre sujetos pronominales y sujetos nulos o tácitos se puede apreciar en (1), donde al sujeto pronominal él lo siguen tres sujetos tácitos.

 

1. Él era hijo de un arquitecto y (Ø) quiso ser arquitecto, (Ø) sabía dibujar, diseñar y hasta (Ø) construyó varias casas. (HCL, 5M, 37)[1]

 

Esta característica morfosintáctica ha sido materia de estudio de diversos investigadores en variedades regionales del castellano tanto peninsular como americano (Silva-Corvalán 1982, 1994; Bentivoglio 1987; Ranson 1991; Cameron 1993; Flores-Ferrán 2004; Otheguy et al. 2007; Travis 2007; Orozco et al. 2008; Torres Cacoulos et al. 2010; Holmquist 2012, entre otros). Los hallazgos más importantes obtenidos en dichos estudios pueden agruparse en dos: aquellos referentes a variedades de contacto o de bilingües y aquellos referentes a variedades de monolingües. En el primer caso, los resultados dividen a los estudios, por un lado, entre los que señalan que la expresión de sujeto en el habla de bilingües anglo-castellanos no se ve afectada significativamente por la obligatoriedad de sujeto del inglés y, por otro, en los que muestran una aparente influencia inglesa en la tasa de sujetos pronominales en el castellano de los bilingües en cuestión. En el caso de los estudios de variedades de monolingües, las investigaciones indican que, por un lado, el castellano americano suele mostrar tasas más altas de sujetos pronominales que el peninsular y, por otro, las variedades caribeñas suelen tener una mayor frecuencia de sujetos pronominales que las variedades continentales.

 

Pese a la existencia de estudios de expresión de sujeto en diversas variedades castellanas, no se ha llevado a cabo ninguna investigación sobre este fenómeno en el castellano peruano. En vista de ello, el presente estudio pretende llenar este vacío dialectológico, al analizar los factores que operan en la producción de sujetos pronominales en la variedad hablada en Lima, la capital. Un segundo propósito de este trabajo es establecer el patrón de expresión de pronombres de sujeto en el castellano limeño, i.e. examinar la afinidad o diferencia de su tasa de ocurrencia con las variedades continentales americanas y peninsulares estudiadas, así como con las variedades caribeñas.

 

 

2. METODOLOGÍA Y PARTICIPANTES

 

El presente estudio se inscribe dentro de la tradición variacionista fundada por William Labov (1963). Los datos se extrajeron de 10 entrevistas pertenecientes a los materiales para el estudio del habla culta de Lima (Caravedo 1989). Estas entrevistas se llevaron a cabo de manera individual entre la entrevistadora y cada hablante, y duraron –aproximadamente– una hora, cada una. Todos los entrevistados son hablantes nativos del castellano de Lima, y cuentan con estudios superiores. Los temas tratados en estas sesiones abarcan temas como la niñez, la juventud, la escuela, la universidad, viajes y pasatiempos, entre otros. Los hablantes fueron seleccionados de manera equilibrada por género: 5 hombres y 5 mujeres, con edades que fluctúan entre 25 y 70 años, con una edad promedio de 43.3 años.

 

Es digno de mencionar que esta relativa uniformidad en la educación de los hablantes cuya habla analizamos no impide su comparación con los resultados de investigaciones anteriores, puesto que en ninguna de ellas el grado de educación de sus participantes condicionó de manera significativa el uso de sujetos pronominales. Del mismo modo, el hecho de que no controláramos la variable generacional en este estudio tampoco debe representar un sesgo en favor de una u otra variante. En efecto, en casi la totalidad de estudios, la pertenencia a distintos grupos generacionales no tuvo ninguna incidencia en las variantes analizadas; la única excepción es el artículo de Orozco et al. (2008), en que el grupo etario de los mayores de 50 años favoreció la ocurrencia de sujetos pronominales.

 

Siguiendo la tradición variacionista, los datos, tras su codificación de acuerdo con distintos grupos factoriales, fueron introducidos en el programa estadístico multivariado Goldvarb X. Este programa se usa para determinar la significación estadística de los factores individuales y la fuerza probabilística de los grupos factoriales.

 

 

3. LA VARIABLE ESTUDIADA

 

La variable lingüística investigada en este trabajo se limita a verbos conjugados cuyos sujetos poseen referentes humanos. Las variantes o formas alternantes que componen esta variable son un sujeto pronominal y un sujeto tácito o nulo. Ambas variantes pueden observarse en (2).

 

2. Entonces, la maestra se encontraba sin textos y sin programas. Entonces, (Ø) comenzaba el año escolar sin una preparación previa del curso, ¿ya? Entonces, yo creo que ha habido desorientación en el profesorado, en el mismo ministerio y en el alumnado, por consiguiente. (HCL, 10F, 40)

 

En el ejemplo anterior, el sujeto tácito del verbo comenzaba representa una de la variantes, y el pronombre yo, sujeto del verbo creo, representa la otra variante. De acuerdo con la tradición de los estudios variacionistas mencionados arriba, la variante sobre la cual concentraremos nuestra investigación es la del sujeto pronominal.

 

3.1 Envoltura de la variación: exclusiones

 

En congruencia con las pautas señaladas por los estudios previos, excluimos del análisis todos los casos en que la alternancia entre pronombres de sujeto y sujetos nulos fuera inexistente, con lo cual se circunscribió el estudio a la envoltura de la variación, i.e. los contextos estrictamente variables en que puede realizarse cualquiera de las dos variantes. A continuación, mencionamos los contextos descartados del análisis cuantitativo y las causas de su exclusión.

 

Las cláusulas relativas de sujeto como la de (3) fueron eliminadas porque la ocurrencia de un sujeto pronominal en un verbo subordinado como vienen es improbable.

 

3. O sea, tenemos niños que (Ø) vienen desde Lima, es lo curioso. (HCL, 10F, 40)

 

Sin embargo, aunque Flores-Ferrán (2004: 56) sostiene que se trata de construcciones agramaticales, y Bayley et al. (1997: 356) señalan que un sujeto tácito es obligatorio en este contexto, cabe mencionar que la ocurrencia de un pronombre de sujeto sí es posible en este caso, aunque se trata de otra variable: un pronombre de retoma (vid. Cerrón-Palomino 2006).

Eliminamos del análisis también todos los casos de haber existencial como el de (4), puesto que son impersonales, y no se construyen con sujeto, sino con objeto directo.

 

4. Hay uno que es profesor de Filosofía. (HCL, 7M, 46)

 

Ya se mencionó arriba que la variable incluye solamente sujetos con referente humano. En consecuencia, descartamos casos como (5), con verbos cuyos sujetos no poseen un referente humano.

 

5. Eso te hace añorarla siempre, aunque no haya sido muy bonita. (HCL, 4F, 60)

 

Un cuarto tipo de estructura que no permite la variación estudiada es el de sujetos de verbos flexionados en tercera persona plural cuyo referente no es específico, como el de regalaban en (6). 

 

6. O sea, "pobrecita, te (Ø) ponen inyecciones", bueno, pues me regalaban algo para conformarme. (HCL, 4F, 60)

 

Como se trata de una estructura en la cual el referente del sujeto no está especificado, no entraña la probabilidad de admitir sujetos pronominales, sino exclusivamente tácitos.

Otro contexto no propicio para la alternancia de las dos variantes de este estudio lo constituyen algunos verbos cuyos sujetos son correferenciales con nombres colectivos con referente humano. Así, por ejemplo, en el caso del sujeto del verbo está en (7), es improbable que aparezca un pronombre como ella, que concordaría gramaticalmente con gente, sujeto del verbo va.

 

7. Gentei que va de ida no las ve y )i está a punto de cometer también las mismas equivocaciones o en otra forma. (HCL, 5M, 37)

 

Un tipo distinto de exclusión corresponde a contextos que requieren, por ser ambiguos, la presencia de un sujeto pronominal.

 

8. Sobre todo para las personas que no han tenido contacto con los niños pequeños, no se imaginan todo lo que ellos pueden hacer. (HCL, 10F, 40)

 

Como se puede apreciar, de no aparecer el pronombre ellos junto al verbo pueden hacer, se generaría una ambigüedad en relación con la identidad del referente de su sujeto: cabría la posibilidad de que se lo interpretara como correferente tanto con las personas cuanto con los niños pequeños.

Además, dejamos de lado elementos verbales ‘congelados’ como las formas de decir en los ejemplos (9) y (10).

 

9. Entonces, se va dando, ¿cómo te digo?, todo en forma globalizada; a la vez aprenden un canto, entonces están siguiendo ritmo, ¿no? el canto, a la casita, ponte y… aprenden una poesía. (HCL, 10F, 40)

 

10. Pero esa no es la realidad, ¿no? y además, digamos, a simple vista, como decimos, se puede ver, ¿no? de que no es así. (HCL, 7M, 46)

 

Resulta difícil imaginar sujetos pronominales en los dos casos anteriores. Más bien, parece que se trata de formas que han perdido su carácter verbal y se han convertido en marcadores de discurso.

 

Por último, siguiendo a Bailey et al. (1997), también excluimos del análisis los casos de sujetos pronominales en posición posverbal, como (11).

 

11. Y fue… una discusión… eso ya en secundaria, una discusión muy grande, que incluso vino la… madre superiora en ese momento y… argumentamos nosotros con una lógica increíble, insostenible hoy en día, supongo yo como profesora, el que se tuviera que anunciar un examen para poder ser aplicado. (HCL, 10F, 40)

 

Esta inversión de sujeto obedece a factores que no son analizados en el análisis de expresión de sujeto pronominal, sino más bien en estudios de orden de palabras oracional 

(Silva-Corvalán 1982, 1994), tales como la novedad de la información introducida, la posición de los adverbios, el número de argumentos y el tópico.

 

3.2 Grupos factoriales considerados y predicciones

 

En este estudio, se analizaron seis grupos factoriales: cinco de ellos son internos o lingüísticos, y uno de ellos es externo o social. A continuación, explicamos cada factor y las predicciones que proponemos para cada uno de ellos.

 

3.2.1 Persona gramatical y número

 

En general, la clasificación por persona y número fue la misma que la de estudios anteriores, con muy contadas excepciones. Originalmente, usted fue codificado por separado, pero su escasa tasa de ocurrencia motivó que lo combináramos con en una macro-categoría de segunda persona singular (cfr. Orozco et al. 2008: 76). Por otra parte, ustedes tuvo también una escasa ocurrencia, además de que su tasa ya fuera reducida debido a su presencia en estructuras posverbales. Por ello, basándonos en un criterio más referencial que gramatical, decidimos excluir las pocas instancias de sujetos (pronominales o tácitos) plurales de segunda persona, en lugar de incluirlos en la categoría de tercera persona plural. Las personas y números analizados en este trabajo se presentan en la Tabla 1.    

 

 

En los estudios anteriores, la persona/número con mayor incidencia en la ocurrencia de sujetos pronominales han sido la primera singular (Bayley et al. 1997; Orozco et al. 2008) o la segunda persona singular (Cameron 1993; Holmquist 2012).

 

En vista de los resultados obtenidos en los anteriores estudios, hipotetizamos que los factores dentro de este grupo factorial que más contribuirán a la expresión del sujeto pronominal serán la primera persona singular y la segunda persona singular, sin ninguna predicción específica en cuanto a cuál mostrará mayor índice de probabilidad.

 

3.2.2 Tipo de verbo

 

En la codificación de la clasificación léxico-semántica del verbo, seguimos la propuesta de Travis (2007: 117), presentada en la Tabla 2.

 

 

En los estudios en que se usaron categorizaciones similares o equivalentes, la clase verbal más influyente en la producción de pronombres de sujeto fue la de verbos psicológicos, (Travis 2007, Torres Cacoulos et al. 2010) seguida en algunos casos por verbos copulativos y verba dicendi.

 

Nuestra hipótesis es que el factor que tendrá el mayor poder predictivo en esta clasificación verbal será el de los verbos psicológicos. Es posible, también, que los verbos copulativos y verba dicendi favorezcan la producción de sujetos pronominales.

 

3.2.3 Conexión referencial

 

Para este estudio, hemos dividido la conexión referencial en dos tipos: cambio de la referencia en relación con el sujeto del verbo anterior, como en (12) o mantenimiento de esa referencia, como en (13).          

 

12. Por eso, mi padrei estaba tan contento con mi hermano Alfonsoj, que (Ø) j estudiaba justamente Arquitectura; éli se veía realizado en ese hijo… (HCL, 5M, 37)                                                     

 

13. Yoi, cuando egresé del colegio, )i entré a estudiar medicina a San Marcos. (HCL, 7M, 46)

 

En (12), vemos que el referente del sujeto del verbo estudiaba es diferente del referente del sujeto de veía. En todos los estudios que han considerado la conexión referencial como grupo factorial, dicho cambio de referencia ha favorecido el uso de pronombres de sujeto. En contraste, el mantenimiento del referente de un sujeto, como es el caso del verbo entré en relación con el verbo egresé en (13), promueve el uso de sujetos tácitos.

 

En vista de ello, nuestra predicción es que cuando haya cambio de referente habrá una mayor probabilidad de ocurrencia de sujetos pronominales.

 

3.2.4 Tiempo, aspecto y modo verbal (TAM)

 

Siguiendo a Travis (2007) y a Torres Cacoulos et al. (2010), optamos por una división binaria entre desinencias de TAM ambiguas (condicional, imperfecto, pluscuamperfecto y subjuntivo) y desinencias no ambiguas (futuro, presente de indicativo, pretérito perfecto y pretérito indefinido). El razonamiento que subyace a esta división consiste en que por motivos de aclaración o desambiguación, los hablantes se inclinarían a usar más pronombres de sujeto con verbos de TAM ambiguo, y menos pronombres con verbos de TAM no ambiguo. En (14) y (15), respectivamente, ofrecemos ejemplos de TAM ambiguo (imperfecto) con un pronombre de sujeto, y TAMs no ambiguos con sujetos tácitos.

 

14. En Chile, por trabajo, ya yo tenía un trabajo. (HCL, 5M, 37)       

 

15. Lo (Ø) recuerdo como un lugar sumamente pintoresco, pero (Ø) estuve en él… aproximadamente cinco horas. (HCL, 4F, 26) 

 

Basándonos en los resultados obtenidos por Travis (2007) y Torres Cacoulos et al. (2010), pronosticamos que las desinencias ambiguas serán un contexto propicio para la presencia de sujetos pronominales, mientras las no ambiguas serán un contexto desfavorable para ellos.

 

3.2.5 Tipo de cláusula

 

En este caso, el grupo factorial propuesto tiene carácter exploratorio: no ha sido utilizado de manera idéntica en ningún estudio previo. En Orozco et al. (2008), pese a que se trata de una clasificación más detallada que divide a las cláusulas en condicionales, relativas, principales, subordinadas y coordinadas, los resultados sugieren que las cláusulas cuyos verbos presentan algún tipo de elemento subordinante son las que más contribuyen a la presencia de sujetos pronominales.

 

Sin aventurarnos a esbozar una predicción para este grupo factorial, creemos plausible la incidencia favorable de verbos subordinados en la producción de pronombres de sujeto.

 

3.2.6 Sexo de los participantes

 

La única variable externa o social analizada en este estudio es la del sexo de los hablantes entrevistados. En Bayley et al. (1997), las mujeres favorecen significativamente la presencia de sujetos pronominales expresos, y en Holmquist (2012), aunque no de manera estadísticamente significativa, las mujeres muestran una tasa pronominal mayor que la de los hombres. En Bentivoglio (1987), en cambio, son los hombres los que contribuyen de manera manifiesta a la ocurrencia de pronombres de sujeto.

 

En vista de la heterogeneidad de los resultados de los estudios anteriores, consideramos este grupo factorial de manera exploratoria, es decir, sin predicción alguna.

 

 

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

La Tabla 3 nos muestra la distribución de los sujetos pronominales y nulos en nuestros datos. Como se puede ver, solamente un 16.8% de todos los casos analizados presenta un pronombre de sujeto. Esta variante es, claramente, la menos frecuente en la variedad limeña, en contraste con la variante de sujeto tácito, que representa el 83.2% de los casos analizados.

 

 

 

 


 

Por otra parte, en la Tabla 4, se pueden apreciar los resultados del análisis probabilístico multivariado de los factores que promueven la variante de sujeto pronominal. Los grupos factoriales se encuentran ordenados de más a menos en cuanto a su rango o fuerza predictiva, y dentro de cada grupo, podemos distinguir qué factores favorecen la ocurrencia de la variante en cuestión (un peso probabilístico de .05 o más) y cuáles desfavorecen dicha variante (menos de .05).

 

[2]

 

Dentro del grupo factorial con mayor poder predictivo, se puede observar que la segunda persona singular es el factor que más favorece la ocurrencia de la variante analizada, seguida por la primera persona singular. La tercera persona singular y la primera persona plural no son contextos propicios para los sujetos pronominales, y la tercera persona plural representa el factor más desfavorable para la ocurrencia de un pronombre de sujeto. Estos resultados están en perfecta concordancia con las predicciones hechas en la sección 3.2.1.

 

El segundo grupo con mayor poder predictivo es el que corresponde a la clase de verbo. Los verbos psicológicos son los que más incidencia tienen en la variante descrita, seguidos por los verba dicendi, en correspondencia con la hipótesis adelantada en 3.2.1. De manera inesperada, la clase de verbos codificada como ‘otro’ fue el tercer factor más favorable, mientras los verbos copulativos desfavorecen la ocurrencia de pronombres de sujeto, del mismo modo que los de movimiento. Es importante observar, no obstante, que la categoría ‘otro’ no favorece de manera contundente la expresión pronominal de sujeto: su peso de .50 es apenas mayor que el .48 de los copulativos, que no constituyen un contexto propicio para la variante en cuestión. Volveremos sobre este resultado líneas abajo.

 

Dentro del tercer grupo factorial estadísticamente significativo, nuestras  predicciones se ven confirmadas por los resultados: el cambio de referente del sujeto de un verbo a otro incide positivamente en la producción de sujetos pronominales, mientras el mantenimiento del referente lo hace de manera negativa.

 

El último grupo que ejerce influencia en la variante analizada es el relacionado con la ambigüedad de la desinencia de tiempo, aspecto y modo verbal. En conformidad con nuestra hipótesis, las terminaciones TAM ambiguas promueven el uso de sujetos pronominales, en tanto que las no ambiguas lo limitan.

 

Los pesos probabilísticos señalados en corchetes corresponden a los grupos factoriales carentes de significación estadística en el análisis realizado y, por consiguiente, rechazados por el programa Goldvarb: jerarquía de la cláusula y sexo de los participantes. Dichos grupos factoriales no ejercen, pues, ninguna influencia en la producción de sujetos pronominales en la variedad castellana limeña.

 

Volvamos ahora al grupo factorial ‘clase de verbo’. Ya mencionamos arriba lo inesperado del hecho de que los verbos codificados bajo la categoría ‘otro’ favorecieran la ocurrencia de pronombres de sujeto. Para entender mejor el porqué de este resultado, presentamos los verbos con mayor tasa de incidencia de sujeto pronominal en la Tabla 5.

 

 

Tal como se puede observar, tener (16.9%) y hacer (6.8%) son los verbos que, dentro de la categoría ‘otro’, favorecen más la ocurrencia de sujetos pronominales. Juntos, representan el 23.7% de todos los verbos de la mencionada clase, es decir, casi la cuarta parte de la misma. Estos verbos, de uso muy frecuente en el habla cotidiana, han sufrido erosión semántica, es decir, tienen un significado demasiado amplio, como puede observarse en (16)-(20).

 

16. Sí, pero menos que la sierra o que el sur, porque creo que la forma de vida es más similar a la que nosotros tenemos en la capital, ¿no? No es tan distinta. Entonces no me agradó tanto como el sur o el centro. (HCL, 4F, 26)

 

17. Sí se hizo un homenaje a la cultura, pues en el vecindario era el representante del vecindario el que estaba con los vecinos. Nosotros tuvimos actuaciones culturales que no se hacían antes, quizás porque los medios de comunicación social iban avanzando. (HCL, 12M, 59)

 

18. Mi… padre tenía… es ex-alumno de ese colegio y tenía amigos, y él quería que nosotros tuviéramos su educación, creo. (HCL, 1M, 29)

 

19. Había que levantar la mano para… pedir la palabra y hablar, y entonces cualquier cosa que yo estaba haciendo, ju… (Ø) era bastante juguetona reconozco, y [sic] inmediatamente bajaban los puntos en conducta. (HCL, 8F, 39)

 

20. Después, yo hice mucha vida parroquial. O sea, ya con la Acción Católica de aquella época, ¿no?, conservo amistad por lo menos con un sesenta por ciento, cincuenta por ciento, ¿no? (HCL, 7M, 46)

 

En efecto, los ejemplos nos permiten apreciar la extensión del significado de estos dos verbos. Así, tener posee equivalentes semánticos a experimentar  en (16), a organizar en (17), y a acceder en (18). De la misma manera, hacer refiere a una acción en (19), mientras en (20) refiere a un modo de vida. Aunque por el momento no podemos ofrecer una explicación convincente para esta correlación entre palabra-baúl y sujeto pronominal, es posible que este vaciado léxico que han sufrido estos verbos pueda ser compensado, de alguna manera, con la presencia de sujetos pronominales. En todo caso, lo que sí parece claro es que, en la variedad limeña, estos verbos vaciados de contenido semántico constituyen una clase de verbos diferente de las demás.

 

En síntesis, los resultados obtenidos en este análisis son similares a los obtenidos en los estudios realizados para otras variedades castellanas, con la salvedad que el tipo de oración. En la Tabla 6 (adaptada de Orozco et al. 2008: 73), podemos apreciar la comparación de los grupos factoriales comunes en las diferentes regiones estudiadas y su orden, de acuerdo con el poder probabilístico de cada grupo en su respectivo análisis.

 






 

Como se puede apreciar, en todos los estudios, el grupo factorial con mayor poder predictivo es el de persona y número. Sin embargo, la relativa uniformidad de las zonas continentales y caribeñas (Otheguy et al. 2007: 281) contrasta con la jerarquía de factores para Barranquilla (Orozco et al. 2008) y para Lima: en las primeras, la conexión referencial es un predictor muy fuerte de la expresión pronominal de sujeto, mientras en las últimas, está relegada a un sétimo y a un tercer lugar, respectivamente.

 

Otro contraste digno de señalar es que la desinencia TAM es el grupo probabilísticamente más débil en los datos de Lima, en comparación con las otras tres regiones. Por último, la diferencia más saltante entre variedad limeña y las demás en que, en la primera, el tipo de oración no juega ningún papel en la alternancia de pronombres de sujeto y sujetos tácitos.

 

Habiendo sido ya establecida la comparación de la distribución factorial por variedades regionales, volvamos al segundo propósito del presente estudio, es decir, la comparación dialectal de la frecuencia de usos de los pronombres de sujeto. La Tabla 7 exhibe las tasas pronominales obtenidas de los diversos estudios mencionados anteriormente.

 

Tabla 7. Tasa de sujetos pronominales en relación con el país de origen

[3] [4]

 

Lo que resulta evidente, prima facie, es que la variedad limeña tiene la menor tasa de sujetos pronominales. Por un lado, el castellano limeño se sitúa en el extremo opuesto de las variedades caribeñas y, por otro, se ubica inmediatamente debajo de las variedades peninsulares y la variedad de mexicanos recién llegados a Nueva York.

¿Cómo se explica este comportamiento semejante de los sujetos pronominales en estas tres diferentes variedades lingüísticas? La respuesta, posiblemente, esté relacionada con la hipótesis sugerida por Cameron (1993) y aceptada por Holmquist (2012), según la cual la menor tasa de expresión de sujetos pronominales evidencia el carácter más conservador de la variedad regional que la posee.

En efecto, Cameron (1993: 319-321) sugiere que la mayor frecuencia de sujetos pronominales que caracteriza a las variedades caribeñas (en concreto, la de San Juan, Puerto Rico) supone un estado más avanzado de cambio en relación con la variedad hablada en Madrid. Esta etapa más avanzada podría deberse, señala Cameron, a un posible cambio en el orden de la posición de sujeto en dicha variedad, ejemplo del cual sería la falta de inversión de sujeto en construcciones interrogativas, como en los ejemplos (21) – (22)[5].

 

21. ¿Qué piensas?

 

22. No sabía cuándo Rosa iría.

 

Aunque el mencionado autor no explica por qué la variedad de San Juan sufriría este cambio con mucha mayor velocidad que la variedad madrileña, es posible suponer que la primera, desde su establecimiento en la isla, no ha experimentado la represión normativista que sí ha sufrido la segunda, sobre todo, a partir de la creación de la Real Academia de la Lengua Española en 1713. No resulta improbable, pues, suponer que la presión normativista ejercida en las zonas castellanas centrales y nor-centrales haya detenido o retrasado este supuesto cambio.

 

Holmquist, por su parte (2012: 217-218), recoge esta propuesta para explicar la menor tasa de sujetos pronominales en Castañer (tierras altas de Puerto Rico) en comparación con San Juan. Su explicación es que los colonos de origen castellano, originalmente asentados en las costas de la isla, fueron desplazados hacia las tierras altas por nuevas migraciones de españoles sureños y canarios que llegaron debido al crecimiento de las haciendas azucareras. En su tránsito, llevaron su variedad castellana al interior, mientras las costas experimentaron las innovaciones traídas por sureños y canarios.

 

¿En qué medida se relaciona esta explicación con la baja tasa de pronombres en las hablas de los mexicanos en Nueva York[6] y de los limeños? Como bien es sabido, los virreinatos de México (Nueva España) y Perú fueron los más importantes para la Corona durante el periodo colonial en América Hispana. Por ello, España mantuvo con los mencionados virreinatos una estrecha y continua relación, con un flujo constante de nuevas olas migratorias hacia dichos territorios (Lipski 1996: 294,336), lo cual explica, entre otros procesos, la supresión del voseo en dichos territorios en contraste con el resto de Hispanoamérica. Es probable, entonces, que este constantemente renovado flujo de colonos en México y Perú llevara las novedades prescriptivas lingüísticas peninsulares a los virreinatos en cuestión, con el consiguiente freno del supuesto cambio en curso y el mantenimiento de una tasa baja de sujetos pronominales.

 

Más aún, esta hipótesis se ve reforzada por características fonéticas como el mantenimiento de la s al final de palabra. A este respecto, Caravedo (1990: 44) caracteriza a la variedad limeña como conservadora en cuanto a la s final de sílaba, en contraste con las variedades caribeñas, que la aspiran y eliden con gran frecuencia.

 

No obstante, como lo señala el propio Cameron (1993), todavía resta por comprobar si existe un cambio en curso en el orden de palabras que esté provocando el aumento de la tasa de sujetos pronominales en la variedad de San Juan. Un estudio de tiempo aparente podría confirmar o descartar dicha explicación y dar más luces sobre estas tendencias dialectales de expresión de sujeto diametralmente opuestas.

 

 

5. CONCLUSIONES

 

Este estudio ha mostrado que la variedad castellana limeña exhibe la tasa más baja de sujetos pronominales de todas las investigaciones conocidas. Pese a que los grupos factoriales estadísticamente significativos para el castellano de Lima coinciden, por la mayor parte, con aquellos de las otras variedades estudiadas, la jerarquía de factores de la variedad limeña no es la misma que la de dichas variedades.

 

Los factores que favorecen significativamente la ocurrencia de pronombres de sujeto en la variedad limeña son, en orden de mayor a menor probabilidad, los siguientes: segunda persona singular, primera persona singular, verbos psicológicos, verba dicendi, cambio referencial y TAM ambiguo. El tipo de cláusula y el sexo del hablante no ejercen ninguna influencia en la producción de la variante en cuestión.

 

Haciendo eco de la propuesta de Cameron (1993), recogida por Holmquist (2012) para la expresión de sujeto pronominal, y la de Caravedo (1990) para la variación de la s al final de sílaba, es posible sugerir que el castellano de Lima es, en algunos aspectos, más  conservador que el de la mayoría de países hispanoamericanos. En ese sentido, su comportamiento en cuanto a ciertas variables fonéticas y morfosintácticas se asemeja al de España (Madrid) y México. Una posible explicación para esta semejanza puede ser la estrecha relación que España mantenía con sus dos más importantes colonias en América, México y Perú, hecho que supuso una constante importación de las tendencias normativas del castellano peninsular a dichos territorios.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

Bayley, Robert y Lucinda Pease-Alvarez. 1997. Null pronoun variation in Mexican-descent children’s narrative discourse, Language Variation and Change, 9, 3: 349-371.

 

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[1] Podemos explicar el sistema de codificación de hablantes con este ejemplo. HCL indica el corpus analizado, es decir, el Habla Culta de Lima; 5M señala el número asignado al participante y su sexo, en este caso, masculino; 37 es la edad del hablante en el momento de la entrevista.

[2] Hemos tomado estas traducciones de corrected mean, log likelihood y significance de Moreno (1998: 317-318).

[5] Tomados de Cameron (1993: 320).

[6] Aunque la tasa pronominal de los mexicanos de Los Ángeles (Silva-Corvalán 2001) fue 35%, es importante destacar que estos llevaban al menos diez años viviendo en dicha ciudad, en tanto que los mexicanos del estudio de Otheguy et al. (2007) habían apenas llegado a Nueva York. Es posible suponer una nivelación dialectal en la población de Los Ángeles que haya causado dicho aumento en su frecuencia de uso de sujetos pronominales. En el estudio de Otheguy et al. (2007: 787) sí se aprecia un incremento de uso pronominal en los hablantes bilingües de inglés español a diferencia de los inmigrantes recientes.

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