1. Presentación
El inventario fonológico de consonantes de la lengua wichí/weenhayek1 (mataguaya) presenta una interesante complejidad, entre otros aspectos, por tener tres series de consonantes obstruyentes y sonorantes: plena, eyectiva/glotalizada y aspirada, que, además, varían geográficamente. La cadena dialectal de la lengua se expande de norte a sudeste. El extremo norte de dicha cadena presenta rasgos fonológicos más cercanos al grupo mataguayo, mientras que el extremo sudeste, presenta mayor innovación en el sistema: el grado más alto de desarrollo de las tres series de consonantes con valor contrastivo. Este trabajo analiza la variación fonémica de las series consonánticas eyectiva/glotalizada y aspirada según las fuentes secundarias de los últimos treinta años y los datos de primera mano registrados en la última década. A partir de la distribución geográfica de las series se proponen seis isoglosas que, a su vez, ofrecen indicios acerca del desarrollo de los subsistemas.
La lengua wichí/weenhayek pertenece a la familia mataguaya junto con el chorote, el nivaĉle y el maká. Es hablada por aproximadamente 40.000 personas en tres provincias argentinas (Chaco, Formosa y Salta) y en el Departamento de Tarija, Estado Plurinacional de Bolivia. La variación geolectal de la lengua fue identificada desde al menos mediados del siglo XIX, pero al día de hoy no se conoce de manera acabada. Desde hace algunos años, he iniciado el estudio de la variación geográfica y diacrónica. Los resultados revelan que un conjunto de rasgos fonológicos y morfosintácticos permite identificar dos complejos dialectales con mayor tiempo de divergencia: el pilcomayeño (Pyo) y el bermejeño (Bjo) -según la organización histórica en relación a los ríos Pilcomayo y Bermejo- (cf. Nercesian 2013, 2019a, 2019b, 2020, 2021).
Esta división coincide a su vez con la que miembros del pueblo wichí reconocen y con relaciones de parentesco y vínculos sociales entre antiguas bandas2. Ciertamente, estos dos grupos no son homogéneos; al interior de ellos se observa una subdivisión en cada uno en, al menos, dos: arribeños (arr) y abajeños (ab).
La distribución y delineación de isoglosas a partir de otro parámetro fonológico, como las series de consonantes de fonación no modal, arroja nuevos elementos a la organización de los grupos dialectales antes mencionados, y permite, más adelante, superponer las isoglosas de distintos rasgos fonológicos y morfológicos a fin de esbozar la forma de la cadena dialectal. Las fuentes que se consultaron para realizar este estudio registran datos de distintas zonas y grupos geolectales:
Avram (2008) [AV]: Misión La Paz, pcia. Salta, Argentina
Claesson (1994) [CL]: comunidades de la margen derecha del río Pilcomayo, en Departamento de Tarija, Bolivia
Fernández Garay y Spinelli (2009) [FG&S]: Lapacho Mocho (Tartagal), Misión Santa María, Santa Victoria Este, Las Vertientes, Paraje La Paz (Coronel Juan Solá), pcia. Salta, Argentina
Gerzenstein (1991/1992, 2003) [GE]: Colonia Muñiz (Las Lomitas), pcia. Formosa, Argentina
Nercesian (2014) [NE]: Bo. Obrero y Bo. Viejo (Ing. Juárez), Bo. La Unión, Cacique Yemu, Wichi Lawet y Matadero (Laguna Yema), Tich’a (Pozo del Mortero), Tres Pozos (J.G.Bazán), La Pantalla, Lote 27 y Colonia Muñiz (Las Lomitas), Lakawichi (Pozo del Tigre), pcia. Formosa; y Sauzalito, Nueva Pompeya, Pozo del Sapo, pcia. Chaco, Argentina
Terraza (2009a, 2009b) [TE]: Bo. La Misión (Rivadavia), pcia. Salta, Argentina
Tovar (1958, 1981) [TO]: Embarcación, San Andrés/Misión La Paz, migrante de Embarcación en Tartagal, pcia. Salta, Argentina
Viñas Urquiza (1970, 1974) [VU]: Misión Chaqueña, Tartagal, pcia. Salta, Argentina
2. La serie de consonantes plena: puntos de articulación
Una las variaciones que presenta el wichí tiene que ver con los puntos de articulación de las consonantes, como se observa en el Cuadro 1.
Labial | (dento)alveolar | palatal | velar | posvelar/uvular | glotal | ref | Grupo geolectal |
---|---|---|---|---|---|---|---|
p, m | t, ts, s, l, n | j | [k], kw, kj, x, xw, w | q | ʔ, h | CL | Pyo.arr |
p, m | t, ts, s, l, n | j | k, kw, kj, [x], w | [q], [qw] | ʔ, h, hw | AV | Pyo.arr |
p, m | t, ts, s, l, n | č, j | k, kw, xw, w | q | ʔ, h | FG&S | Pyo.arr y Bjo.arr |
p, fw, m | t, ts, s, l, n | č, j, ñ | w | q, qw, X, Xw | ʔ, [h] | TO | Pyo.arr y Bjo.arr |
p, [fw], m | t, ts, s, l, n | č, j | k, kw, [x], w | ʔ, h, hw | VU | Bjo.arr | |
p, m | t, ts, s, l, n | j | [k], kw, kj, x, xw, w | q | h | TE | Bjo.arr |
p, fw, m | t, ts, s, l, n | č, j, | [k], kw, [x], w | q, X | ʔ, h | NE | Bjo.ab |
p, fw, m | t, ts, s, l, n | č, j, | k, kw, [x] w | [q], [X] | ʔ, h | GE | Bjo.Ab |
La zona dorsal (palatal, velar, uvular) es, como puede observarse, la menos estable en el sistema de la lengua; presenta una variación considerablemente mayor a la de la labial y la glotal. Mientras que la zona alveolar es la más estable de todas. No obstante, independientemente de esta variación, la lengua presenta series de fonación no modal que se corresponden a los puntos de articulación plena en cada zona geográfica con mayor o menor exactitud. Este trabajo se focaliza en las series eyectiva/glotalizada y aspirada correspondiente a las consonantes plenas registradas para cada zona y grupo geolectal.
3. Variación en las series eyectiva y glotalizada
La serie de consonantes obstruyentes eyectivas tuvo un desarrollo similar en las distintas zonas geográficas. Todas las variedades presentan esta serie con valor fonémico y, en prácticamente todos los casos, en todos los puntos de articulación de la serie obstruyente plena, como se ve en el Cuadro 2. De hecho, la serie de oclusivas sordas eyectivas fue reconstruida para el proto-mataguayo, como se discutirá en la sección 5.
Variedad y zona geográfica | bilabial | alveolar | palatal | velar | posvelar/uvular | Ref |
---|---|---|---|---|---|---|
Pyo. arr. [Villamontes, Tarija] | pʔ | tʔ, tsʔ | kʔ, kyʔ | qʔ | CL | |
Pyo. arr. [Misión La Paz, Salta] | /p'/ | /t'/, /ts'/ | /k'/, /ky'/ | [q']:/k'/ | AV | |
Pyo. arr., Bjo. arr. [Misión La Paz, Tartagal y Embarcación, Salta] | /p'/ | /t'/ | /q'/ | TO | ||
Bjo. arr. [Misión Chaqueña, Salta] | /p'/ | /t'/, /ts'/ | /č'/ | /k'/ | VU | |
Bjo. arr.styled-content [Rivadavia Banda Sur, Salta] | /p'/ | /t'/ | TE | |||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Norte, Salta] | /ʔp/ | /ʔt/ | /ʔč/ | /ʔk/ | /ʔq/ | FG&S |
Bjo. ab. [Las Lomitas, Formosa] | /p'/ | /t'/, /ts'/ | /č'/ | /k'/ | [q']:/k'/ | GE |
Bjo. ab. [Sauzalito, Chaco; desde Pozo del Tigre a Ingeniero Juárez, Formosa] | /p'/ | /t'/, /ts'/ | /č'/ | [k']:/q'/ [kw'] |
/q'/ | NE |
A partir de los datos recogidos en la zona de Tartagal, Embarcación y Misión La Paz (provincia de Salta, Argentina), Tovar (1958) incluyó en el inventario fonológico una serie eyectiva sin punto bilabial: t’ q’ t’y ts’ č’, mientras que en Tovar (1981) el autor incorporó la bilabial pero redujo la serie a tres segmentos: p’ t’ q’. Según los datos recogidos en comunidades de Rivadavia Banda Sur (Salta, Argentina), Terraza (2009a y 2009b) incluyó sólo dos puntos de articulación en la serie glotalizada: p’ y t’, los cuales, según la autora, parecen ser implosivas.
En la zona de Rivadavia Banda Norte, Fernández Garay y Spinelli (2009), también analizan a las consonantes glotalizadas como implosivas (con baja frecuencia de aparición en su corpus), y observan una frecuente fluctuación con la correspondiente plena (p ~ ˀp: opahtit ~ o ˀpahtit ‘yo aprieto’, t ~ ˀt: oputi ~ opu ˀti ‘yo resbalo’, č ~ ˀč: čutan ~ ˀčutan ‘espina’, k ~ ˀk: wakal ~ wa ˀkal ‘cosecha’, q ~ ˀq: qataq ~ ˀqataq ‘mosca’; Fernández Garay y Spinelli 2009: 163). Esta fluctuación podría deberse a la tendencia a reemplazar las formas marcadas por las no marcadas, y a la influencia del español (op.cit.: 164).
Por otro lado, según los datos recogidos en comunidades del Departamento de Tarija (Estado Plurinacional de Bolivia), Claesson (1994) interpreta a la serie entera de “eyectivas” como “grupos consonánticos” que ocurren en límites morfológicos.
This way of analyzing the modified consonants involves obvious advantages for the description and writing of the language. The number of phonological units is drastically reduced, and the phonological representation will maximally correspond to the morphological structure. The clusters reflect a strong language-specific tendency of the glottal sounds to cling to other consonants, and there are practically no other consonant combinations in Noctenes.” (Claesson 1994: 36).
En definitiva, no queda del todo claro si este modo de presentar el inventario está dado a los fines de lograr una descripción más simple del sistema o si se emplearon criterios fonéticos, puesto que, además, el autor usa alternativamente los términos cluster ‘grupo consonántico’ y complex sounds ‘sonidos complejos’. Por otro lado, afirma que estos sonidos complejos se reducen cuando ocurren en posición de coda, y que [h] y [ʔ] se pierden (op. cit.: 37), pero al mismo tiempo documenta el sonido glotal en posición de coda. Esto demostraría que se trata de segmentos, más que de grupos consonánticos, y es consistente con la restricción fonotáctica registrada en el resto de las variedades wichí/weenhayek y de las lenguas de la familia mataguaya: las eyectivas no ocurren en coda silábica.
La situación con respecto a las sonorantes glotalizadas es diferente; véase Cuadro 3. Las diferencias son fundamentalmente de inventario fonémico: presencia o ausencia de sonorantes glotalizadas.
Variedad y zona geográfica | nasal bilabial |
nasal alveolar |
nasal palatal |
lateral alveolar |
aprox palatal |
aprox velar |
ref |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Pyo. arr. [Villamontes, Tarija] | ʔm, mʔ | ʔn, nʔ | ʔl, lʔ | ʔy, yʔ | ʔw, wʔ | CL | |
Pyo. arr. [Misión La Paz, Salta] | Secuencia ʔ+sonorante en los ejemplos | AV | |||||
Pyo. arr., Bjo. arr. [Misión La Paz, Tartagal y Embarcación, Salta] | TO | ||||||
Bjo. arr. [Misión Chaqueña, Salta] | [n'] | Secuencias ʔl, ʔn, ʔj, ʔw, mʔ, nʔ (p.29) | VU | ||||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Sur, Salta] | No se consigna ʔ, ni glotalizadas | TE | |||||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Norte, Salta] | Se consigna ʔ, pero no secuencias con sonorantes | FG&S | |||||
Bjo. ab. [Las Lomitas, Formosa] | Un ejemplo de secuencia ʔ+l | GE | |||||
Bjo. ab. [Sauzalito, Chaco; desde Pozo del Tigre a Ingeniero Juárez, Formosa] | /'m/ | /'n/ | /'l/ | /'j/ | /'w/ | NE |
Únicamente en las comunidades de la zona baja del río Bermejo en Formosa y Chaco, Argentina, se registra una serie de sonorantes glotalizadas. No obstante, los pares contrastivos plena/glotalizada registrados son cuasi mínimos, como se muestra en (1). Esto podría ser un indicio de un estado tardío de desarrollo de la serie.
1. a. [maq] ‘cosa’ / [’ma] ‘mancha’
b. [nom̥i] ‘no viene’ / [’nom̥i] ‘se desprendió’
c. [čalaχ] ‘es negro’ / [ča’la] ‘lagartija’
d. [n̩jojen] ‘le doy de beber’ / [n̩’jojen] ‘lloro por algo’
e. [lawuje] ‘vos hacés algo’ / [la’wujis] ‘tu sangre’ (Nercesian 2014: 48)
En la zona de Misión Chaqueña (Salta), Viñas Urquiza (1974) registró la nasal alveolar glotalizada [n’] como alófono de /n/, en (2), y además, las secuencias ʔl, ʔn, ʔj, ʔw, mʔ, nʔ (op. cit.: 29), en (3).
2. /n/ → [nn], [n’]
a. /k’ä'ni/ ~ /k’än'ni/ ~ /k’ä'n’i/ ‘aquí’
b. /'čenah/ ~ /'čennah/ ~ /'čen’ah/ ‘cerro’
c. /'hino/ ~ /'hinno/ ~ /'hin’o/ ‘hombre’ (Viñas Urquiza 1974: 38)
3. /haʔla/ ~ /hala/ ‘árbol’ (Viñas Urquiza 1974: 37)
La ocurrencia de la alveolar con un estatus alofónico, aparentemente, más claro que el resto de las sonorantes, es interesante porque en mis registros, que provienen de la zona del Bermejo abajeño, es notoria la mayor frecuencia de la nasal alveolar glotalizada que de la bilabial. De hecho, pares mínimos plenos se encontraron en el contraste /n/-/’n/. Además, la nasal glotalizada es, actualmente, el prefijo de primera persona sujeto en esta variedad3.
En cuanto al resto de las fuentes, Gerzenstein (1991/1992, 2003) -en el centro de Formosa-, Avram (2008) -en el noreste de Salta-, Terraza (2009a y 2009b) -en el sudeste de Salta, banda sur del río Bermejo- y Fernández Garay y Spinelli (2009) -en el sudeste de Salta, banda norte- no incluyen sonorantes glotalizadas en los inventarios fonológicos, ni secuencias glotal+sonorante. En el caso de Terraza (2009a y 2009b), no se registra tampoco la glotal oclusiva como fonema.
En la zona centro de la provincia de Formosa, Gerzenstein (1991/1992) registró únicamente la secuencia ʔl, como en (4).
4. saʔlis ‘luciérnaga’ (Gerzenstein 1991/1992: 70)
En la zona del chaco boliviano, Claesson (1994) registró los grupos o sonidos complejos ʔm, mʔ, ʔn, nʔ, ʔl, lʔ, ʔy, yʔ, ʔw, wʔ en inicio e interior de palabra, y las incluye como sonorantes “modificadas” por la glotal, (5).
5. a. ʔlaataj 'caballo'
b. ʔiyeeʔlah 'tapir'
c. ʔnààyij 'camino'
d. wooʔnah '(tipo de) abeja' (Claesson 1994: 30)
Los segmentos que Tovar (1981: 170-171) representa con el glotal oclusivo, como en atsiʔna ‘mujer’, son descriptos como “nasales sordas”. En efecto, los mismos son registrados por otros autores como nasales sordas, como en Terraza (2009a: 41) [atsin̥a] ‘mujer’. Volveremos sobre esto en la sección siguiente.
En suma, en una zona se registra la secuencia ʔCsonorante, en otra, un alófono glotalizado de la nasal plena, y en otra, una serie completa de sonorantes preglotalizadas con valor fonémico pero con presencia de pares cuasi mínimos, es decir, sin un valor contrastivo del todo claro. Como se verá en la sección 5, la serie glotalizada no fue reconstruida para la proto-mataguayo, de modo que sería esta una innovación del wichí/weenhayek, y en particular, del grupo bermejeño abajeño. La fuente para el desarrollo de segmentos glotalizados puede ser la fusión morfológica, como explica Matisoff (2003) para las lenguas tibeto-birmanas. El autor (op.cit.: 37) muestra que en Nusu [Bijiang], la fuente más común de las nasales preglotalizadas y las aspiradas son proto-nasales precedidas por los prefijos *ʔ- o *s-. Asimismo, en Anong las nasales silábicas generalmente se realizan preglotalizadas. Algo similar habría ocurrido en este grupo dialectal wichí. En algunos casos, los prefijos de clase verbal intransitiva t(V)- y transitiva ji- se fusionaron con la raíz iniciada en ʔV4, tras la elisión de la vocal silábica, como se muestra en (6) y (7). Esto habría dado lugar al desarrollo de una eyectiva y una aproximante palatal preglotalizada (quizá tras metátesis) en posición de ataque silábico5.
6. [’n̩.t’ek] < *[’n̩.tʔek] < *[’no.ta.ʔek] ‘yo como’ (Nercesian 2014: 240)
7. [’n̩.’jaχ] < *[’n̩.jʔaχ] < *[’no.ji.ʔaχ] ‘yo le pego’ (Nercesian 2014: 241)
La reducción silábica es un proceso activo en este grupo que ocurre en la flexión de algunos verbos y sustantivos (de manera obligatoria), como en (8), y de manera alternante, en general, en el habla rápida, (9).
8. a. CV.CVC+CV.CV CVC.CV.CV
[jɪ.'set]+[-hi.la] → [jɪs.ˌthi.'la] ‘Lo va a cortar.’
b. CV.CVC+VC CVC.CVC
[hu.'san]+[-is] → [hus.'nis] ‘hachas’
9. a. [la-]+[’wu] → [la.’wu] ~ [l̩.’wu] ‘su cuello’
b. [la-]+[pa.č’u] → [la.pa.č’u] ~ [l̩.pa.č’u] ‘su pie’
Procesos de acortamiento de este tipo, y aquellos como el del prefijo pronominal de primera persona n’-, pudieron haber sido fuente del desarrollo de esta serie.
4. Variación en la serie aspirada
El sistema de aspiradas difiere fundamentalmente en su distribución fonológica. Como se observa en el Cuadro 4, únicamente en el grupo bermejeño abajeño la serie de consonantes obstruyentes aspiradas tiene valor contrastivo. En cambio, es contundente la presencia de esta serie como alófonos de las consonantes plenas.
Variedad y zona geográfica | bilabial | alveolar | palatal | velar | posvelar /uvular |
Ref |
---|---|---|---|---|---|---|
Pyo. arr. [Villamontes, Tarija] | ph | th, tsh | kh, kyh | qh | CL | |
Pyo. arr. [Misión La Paz, Salta] | [ph]:/p/ | [th]:/t/ | [kh]:/k/ | AV | ||
Pyo. arr., Bjo. arr. [Misión La Paz, Tartagal y Embarcación, Salta] | [ph]:/p/ | [th]:/t/ | [qh]:/q/ | TO | ||
Bjo. arr. [Misión Chaqueña, Salta] | [ph]:/p/ | [th]:/t/ [tsh]:/ts/ |
VU | |||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Sur, Salta] | [ph]:/p/ | [th]:/t/ | [qh]:/q/ | TE | ||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Norte, Salta] | [ph]:/p/ | [th]:/t/ | [kh]:/k/ | [qh]:/q/ | FG&S | |
Bjo. ab. [Las Lomitas, Formosa] | tsh | GE | ||||
Bjo. ab. [Sauzalito, Chaco; desde Pozo del Tigre a Ingeniero Juárez, Formosa] | /ph/ | /th/, /tsh/ | [čh]:/č/ | [kh]:/qh/ | /qh/ | NE |
Respecto a los contextos de aparición de los alófonos aspirados, Viñas Urquiza (1974: 23) y Tovar (1981: 169) concuerdan en que esos ocurren en el habla lenta o enfática. En Avram (2008: 41), no se indica el condicionamiento de la distribución de los alófonos, pero en el ejemplo que se ofrece (cf. (10)) aparece en posición final de palabra.
10. po:ph ‘pájaro’ (Avram 2008: 42)
De manera similar, Fernández Garay y Spinelli (2009), afirman que [ph] ocurre “en ciertos momentos” en posición intervocálica, (11), y en posición final de palabra, (12); y [th], [kh] y [qh] ocurren, a veces, en posición final de palabra, (13), (14) y (15).
11. [ophon'ti] ‘cárcel’
12. [ɬiph] ‘borde’
13. [coh̃'nath] ‘cuchillo’ (Fernández Garay y Spinelli 2009: 151)
14. [čo'kokh] ‘mariposa’
15. [opaqh] ‘cobarde’ (Fernández Garay y Spinelli 2009: 152)
El análisis de Terraza (2009a) difiere de los anteriores. Por un lado, la autora discute el análisis de Viñas Urquiza (1974) y de Tovar (1981) con el argumento de que si fuera como interpretan los autores, las consonantes plenas sólo ocurrirían en el habla rápida, fenómeno que no ha sido registrado (op.cit: 29). Asimismo, objeta el análisis de las aspiradas como grupos consonánticos propuesto por Cleasson (1994) con argumentos con los que acuerdo plenamente para el bermejeño. Terraza (2009a: 28) sostiene que, en muchos casos, como el de (16), se produce una fusión en el límite morfológico que da como resultado una consonante aspirada que queda en posición de ataque silábico.
16. y-iset ‘cortar’ + hit’e ‘NEG’ → yi.s[e]t.hi.t’e → yis.th i.t’e (CVC.CV.CV)(Terraza 2009a: 28)
Si [th] fuera una secuencia [th], como sostiene Claesson (1994) la síncopa no podría producirse porque, en lugar de una estructura como la de (16), daría como resultado una de dos sílabas CVCC.CV, no aceptada en la fonotaxis de la lengua (cf. Terraza 2009a: 28). Además, la autora encuentra que las consonantes aspiradas no ocurren únicamente en posición final de palabra (cf. Avram 2008 y Fernandez Garay y Spinelli 2009), ni únicamente en límites morfológicos (cf. Claesson 1994), sino que también se encuentran en interior de palabra y de morfemas; cf. (17)-(20).
17. [n’nepho] ‘yo me levanto’
18. [tol’kyepho] ‘caer’ (Terraza 2009a: 28)
19. [a’thana] ‘ahora’
20. [tha’tey] ‘enviar’ (Terraza 2009a: 29)
Para Terraza (2009a), la alternancia plena/aspirada depende de una variación etaria, hasta donde pudo observar en la comparación de cuatro hablantes de diferentes edades. Según la autora, “los más jóvenes no pronuncian la aspiración en el interior de los morfemas. En los casos en que la aspiración es el resultado de la unión de dos morfemas, su pronunciación varía de un hablante a otro”. (op.cit: 29). Y concluye que
el hecho de que la pronunciación cambie de un hablante al otro es probablemente un indicio de que se trata de una zona inestable del sistema fonológico de la lengua. [...] Es a causa de la variación que puede existir entre los hablantes y a partir de unos pocos ejemplos que contienen aspiradas en el interior de un solo morfema, que pensamos que se trata de realizaciones inestables que habrían sido quizás más frecuentes en el pasado pero que tienden a desaparecer. (Terraza 2009a: 29-ss).
Nos interesa esta observación de Terraza (2009a) para un grupo del bermejeño arribeño, porque en otra zona de habla wichí/weenhayek en la que el grado de vitalidad es muy alto como la del Bermejo abajeño, la serie completa fue registrada con valor fonémico, y ambos son subgrupos del complejo bermejeño. Esto significaría que la serie de fonemas obstruyentes aspiradas habría sido desarrollada por los bermejeños pero no por los pilcomayeños (siguiendo la última revisión de Viegas Barros (2013) que no incluye la serie aspirada en el proto-mataguayo). En Nercesian (2014), se presentan pares (cuasi) mínimos como los de (21-24). El contraste de la obstruyente aspirada se da, mayormente, entre esta con la eyectiva, mientras que entre la plena y la aspirada los pares son, mayormente, cuasi mínimos.
21 a. [p]/[p’] [n̩ paqex] ‘pinto con algo’ / [n̩ p’aqex] ‘me junto con alguien’
b. [p]/[p’]/[ph] [tapiɬ] ‘vuelve’ / [ʔisaphi] ‘tamizar’ [lap’i] ‘comadreja’ / [laphi] ‘yica, bolso’
22 a. [t]/[t’] [tajpho] ‘sentate’ / [t’ajpho] ‘sube’
b. [t]/[t’]/[th] [tefw] ‘come algo’ / [t’ek] ‘come’ / [thex] ‘choca con algo’ [ʔataq] ‘mosca’ / [ʔatha] ‘es difícil’
23 a. [ts]/[ts’] [ʔatsin̥ a] ‘mujer’ / [ʔats’ijex] ‘INTERR.CAUSAL’
b. [ts]/[ts’]/[tsh] [tsoχtoχ] ‘ratón’ / [tsʰohtoj] ‘animales’ [ʔoletsaχ] ‘chaguar’ / [ɬetsha] ‘adolescente’ [tatsefwelex] ‘lo abraza’ / [tats’efwihu] ‘está torcido’ / [tatshepiche] ‘está derecho, recto’
24 a. [q]/[q’] [laqas] ‘tábano’ / [laq’as] ‘brote’
b. [q]/[q’]/[qh] [taqolo] ‘pierna’ / [taqhosi] ‘tose’ [ʔaqu] ‘tu madre’ / [taqhus] ‘gatea’ (Nercesian 2014: 48)
En cuanto a la distribución de la serie aspirada, al igual que sucede con la eyectiva, estos fonemas ocurren en posición de ataque silábico en interior e inicio de palabra, pero no en posición de coda. La africada palatal sorda aspirada es un alófono de la correspondiente plena, y poco frecuente -fue registrada en sólo dos palabras, (25e) y (26e)-, pero es muy frecuente como resultado de fusión morfológica.
(25) Ataque silábico en inicio de palabra
a. /photaχ/ ‘estrella fugaz’
b. /thalokw/ ‘está viejo, crecido’
c. /qhostaχ/ ‘pato’
d. /tshowet/ ‘animal’
e. /čhilixtaχ/ ‘sonajero’ ‘golpeteo’ (Nercesian 2014: 49-ss)
(26) Ataque silábico en interior de palabra
a. /nepho/ ‘se levanta’
b. /č’ithan/ ‘espina’
c. /taqhaχaj/ ‘es fuerte’
d. /tanatshan/ ‘estornudo’
e. /točhajaχ/ ‘está adorando a un dios’ (Nercesian 2014: 49-ss)
En el caso de la bilabial aspirada, fue interesante observar que su ocurrencia en inicio de palabra es mucho menos frecuente que en interior, así como también, que la africada palatal sorda aspirada no tenga estatus fonémico. Estos aspectos, sumado al hecho de no encontrar pares mínimos plenos que contrasten con la plena, hacen pensar que, como sostiene Terraza (2009a), este subsistema es algo inestable.
Una situación similar se observa en la serie de las consonantes sonorantes aspiradas (Cuadro 5), pero que presenta todavía mayores vacíos en los susbsistemas que las obstruyentes aspiradas.
Variedad y zona geográfica | nasal bilabial |
nasal alveolar |
nasal palatal |
lateral alveolar |
aprox palatal |
aprox velar |
ref | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Pyo. arr. [Villamontes, Tarija] | mh | nh | lh | yh | wh | CL | ||||
Pyo. arr. [Misión La Paz, Salta] | [m̥]:/m/ | [n̥]:/n/ | [n̥ʲ]:/n/ | /l̥/ | AV | |||||
Pyo. arr., Bjo. arr. [Misión La Paz, Tartagal y Embarcación, Salta] | /'m/ | /'n/ | /'ñ/ | /l̥/ | TO6 | |||||
Bjo. arr. [Misión Chaqueña, Salta] | Secuencias hn, hl, hj, mh, nh, jh en posición intervocálica, y hn en inicio de palabra (p.29) | VU | ||||||||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Sur, Salta] | [m̥]:/m/ | [n̥]:/n/ | /ɬ/ | [j̥͂]:/j/ | [w̥͂]:/w/ | TE | ||||
Bjo. arr. [Rivadavia Banda Norte, Salta] | [m̥]:/m/ | [n̥]:/n/ | /ɬ/ | FG&S | ||||||
Bjo. ab. [Las Lomitas, Formosa] | hn | /xl/ | hj͂ | GE | ||||||
Bjo. ab. [Sauzalito, Chaco; desde Pozo del Tigre a Ingeniero Juárez, Formosa] | [m̥]:/m/ | /n̥/ | /ɬ/ | /j̥/ | /w̥/ | NE |
Por un lado, Viñas Urquiza (1974: 31), Claesson (1994: 36) y Gerzenstein (1991/1992) consideran que las nasales sordas son grupos consonánticos. Para Claesson, como se dijo, también son sonidos complejos. En cuanto a Tovar (1981), el autor representa con un signo de glotalización lo que en otras fuentes se registra como nasal aspirada, p.ej. ‘mujer’ tsinʔna (Tovar 1981: 171) y [atsin̥a] (Terraza 2009a: 41); ‘sacar’ ilaʔni (Tovar 1981: 171) y ilanhi (Nercesian 2014: 213). Según el autor,
La condición fonológica de las nasales sordas es difícil y se podría pensar en un origen secundario. Por eso las escribimos precedidas del signo de oclusión glotal. En todo caso, la oposición de nasal sorda/sonora es muy clara en casos como nam, no/naʔm, venir; wen, ver/weʔn, tener (cf. acaso 2.2.2. a). En muchos casos es claro que las nasales sordas resultan de la absorción de una aspirada: así, 1, 31, qamjaʔñen, bravas, con el plural en hen; fwen ho, enseñar, es pronunciado a veces fweʔno. En otros casos no se ve bien la causa: por ejemplo taiʔñi taʔñi, monte, parece una relación con tai, como hemos indicado (1.3.1). Es posible que la pérdida de una s implosiva dé lugar al ensordecimiento de la nasal siguiente si merece crédito una grafía como cisna, mujer (Remedi, 1896, 353), por (a)tsinʔna.
Las nasales sordas se pronuncian normales en diferente posición: ilaʔni, sacar/ilanche, quitarse la ropa. (Tovar 1981: 170-171).
Las nasales sordas en Tovar (1981), entonces, forman parte del inventario fonológico, no así las nasales glotalizadas.
Por otro lado, Terraza (2009a) analiza a las nasales sordas como segmentos que ocurren en límites morfológicos como resultado de una fusión entre /n/ en posición final y /h/ en posición inicial del morfema añadido (Terraza 2009a: 38), como se ilustra en (27), y en interior de morfema, como en (28). Este último caso, explica la autora, es mucho menos frecuente que la nasal sorda como resultado de fusión (Terraza 2009a: 41).
27 a. n-wen + hit’e → [nwen̥it’e] ‘yo no tengo/no veo’
b. nom + hen → [nom̥en] ‘ellos vienen’
c. n-p’u + ’am + hu → [np’uam̥u] ‘yo cocino algo para vos' (Terraza 2009a: 39)
28 a. [atsin̥a] ‘mujer’
b. [kyan̥u] ‘quirquincho’
c. [qan̥e ] ‘cerebro’
d. [hun̥at] ‘tierra’ (Terraza 2009a: 41)
El número reducido de ejemplos que contienen estas consonantes sordas y el hecho de que no tengan valor distintivo nos impide clasificarlas como fonemas. Estaríamos más bien inclinados a creer que constituyen, al igual que las oclusivas aspiradas, residuos de una oposición fonológica que ya no existe. (Terraza 2009a: 41).
De igual modo, Fernández Garay y Spinelli (2009) analizan las consonantes sordas como unidades segmentales, pero, a diferencia de Terraza (2009a y 2009b), las consideran alófonos de las plenas que ocurren en contacto con una consonante sorda, p.ej. [ʔočũm̥ɬi] ‘trabajar’, [oyẽn̥ɬi] ‘yo hago’ (op.cit.: 150-151).
La serie aspirada de las sonorantes también es incompleta en el grupo bermejo abajeño. En Nercesian (2014), la nasal bilabial aspirada se registró en un solo ejemplo del corpus, [’nom̥i] ‘se desprende’, pero con frecuencia como resultado de una fusión morfológica, p.ej. [nom] ‘viene’ + [hen] ‘PL’ = [nom̥en] ‘ellos vienen’ (Nercesian 2014: 52). Por tal motivo se la consideró como alófono de /m/. En el caso de la nasal alveolar y las aproximantes palatal y velar, en cambio, ocurren como resultado de una fusión y en interior de morfema. Asimismo, al igual que en los pares cuasi mínimos de las obstruyentes aspiradas, se encuentran con mayor facilidad pares mínimos que contrastan la sonorante plena y la glotalizada, pero en el contraste de la plena y la aspirada, se encuentran pares cuasi mínimos, como se ilustra en (29)-(31).
29 a. [n]/[’n] [nom̥i] ‘no viene’ / [’nom̥i] ‘se desprendió’; [note] ‘conejo’ / [’notaχ] ‘rana’
b. [n]/[’n]/[n̥] [hunaχ] ‘tarde’ / [hu’nal] ‘descampado’ / [hun̥at] ‘tierra’; [lanek] ‘cuchara’ / [lan̥es] ‘su nariz’
30 a. [j]/[’j] [’n̩jojen] ‘le doy de beber’ / [’n̩’jojen] ‘lloro por algo’
b. [j]/[’j]/[𝖩̊] [nijokw] ‘soga’ / [ʔi𝖩̊ot] ‘barro’; [ʔijas] ‘rocío’ / [ʔi𝖩̊oχ] ‘otros’
31 a. [w]/[’w] [wet] ‘y’ / [la’wet] ‘su casa’; [lawuje] ‘vos hacés algo’ / [la’wujis] ‘tu sangre’
b. [w]/[’w]/[w̥] [lawu] ‘arco iris’ / [la’wu] ‘su cuello’ / [law̥u] ‘su espalda’; [nawup] ‘primavera’ / [law̥u] ‘su espalda’; [nawa𝖩̊i] ‘hervor’ / [taẘajej] ‘se casa’
En cuanto a la distribución de las sonorantes sordas, estas ocurren en posición de ataque silábico, de igual modo que las obstruyentes aspiradas, y las eyectivas y glotalizadas. Pueden aparecer en posición de inicio de palabra, como en (32), y de interior de palabra, (33).
32 Ataque de sílaba en inicio de palabra
a. /n̊ataχ/ ‘tusca’,
33 Ataque de sílaba en interior de palabra
a. /lan̊es/ ‘nariz’, /ʔon̊olo/ ‘vizcacha’
b. /ɬa𝖩̊i/ ‘nuestro idioma’, /fwi𝖩̊uɬ/ ‘brazas’
c. /ʔiẘoje/ ‘está al lado de algo/alguien’, /laẘoj/ ‘tiempo, época’
Se observa, entonces, una situación poco clara respecto del valor contrastivo de las series aspiradas en la lengua en general, lo que la diferencia de la serie eyectiva.
En cuanto a la lateral, se observa un consenso generalizado respecto de su carácter fricativo, fonémico. En definitiva, forma parte del subsistema de las laterales. Por tal motivo, no la consideraremos en la serie de las sonorantes ensordecidas.
6. Discusión
Las series plena y eyectiva, y la lateral fricativa sorda con estatus fonémico son rasgos comunes a todas las variedades, con excepción del análisis de Cleasson que considera el grupo consonántico para todos los casos.
Mayor variación se observa, en cambio, en la serie de sonorantes glotalizadas, y en menor medida en la de aspiradas.
Pueden establecerse, entonces, seis valores: 1 Grupos consonánticos ʔCobstruyente, , ʔCsonorante, hCobstruyente y hCsonorante; 2 Serie fonémica eyectiva, y serie alofónica de aspiradas (sordas y sonoras); 3 Serie fonémica eyectiva, y serie alofónica sonorante glotalizada (sólo nasal alveolar) y obstruyente aspirada; 4 Serie fonémica eyectiva y sonorante aspirada, y serie alofónica de obstruyentes aspiradas; 5 Serie fonémica eyectiva, sonorante glotalizada, obstruyente aspirada y sonorante aspirada; y 6 Serie fonémica eyectiva, y grupo consonántico hCobstruyente y hCsonorante. La distribución fonológica y la presencia/ausencia de segmentos en las series son las principales diferencias, que asumimos como rasgos de variación geográfica.
La Figura (2) representa las isoglosas propuestas a partir de la distribución de los valores 1-6.
Fuentes: iso#1_Claesson (1994); iso#2_ Avram (2008), Terraza (2009a), Fernandez Garay y Spinelli (2009); iso#3_Viñas Urquiza (1974); iso#4_Tovar (1981); iso#5_Nercesian (2014); iso#6_Gerzenstein (1991/1992)
La serie de sonorantes glotalizadas tiene valor fonémico únicamente en la iso#5, valor alofónico en la iso#3, como grupo consonántico en la iso#1, y ausente en la iso#2 e iso#4. En cuanto a la configuración de la serie, la iso#5 presenta glotalización en todos los puntos de las nasales plenas (bilabial y alveolar), en la lateral y en las aproximantes palatal y velar. En la iso#3, la serie alofónica de sonorantes glotalizadas tiene un único segmento, el nasal alveolar. Finalmente, el grupo consonántico glotalizado de la iso#1 se registra en todos los puntos de articulación de la serie plena: ʔm, mʔ, ʔn, nʔ, ʔl, lʔ, ʔy, yʔ, ʔw, wʔ.
La serie de obstruyentes aspiradas se encuentra en todas las isoglosas, excepto en la #1 y la #6, en cuyos casos han sido consideradas como grupos consonánticos.
Y de todas las que presentan la serie aspirada, sólo en la iso#5, tiene estatus fonológico, en todos los puntos de articulación, excepto el palatal, y con pares cuasi mínimos. En la iso#2, excepto uno de los análisis que registró sólo un alófono bilabial, y ausencia en los otros puntos correspondientes a las plenas, el resto de los análisis de la misma zona registraron las variantes alofónicas aspiradas en todos los puntos de articulación de las plenas. En la iso#3, se registra la variante aspirada en todos los puntos excepto el velar. Se observa, entonces, una tendencia a la presencia de la obstruyente aspirada (como fonema o como alófono) en los puntos bilabial, alveolar, palatal y velar/uvular.
Una situación similar se encuentra en la serie sonorante aspirada. Las zonas que presentan una serie fonémica o alofónica (#2, #4 y #5) tienen en común los puntos articulatorios bilabial y alveolar de las nasales. Pero sólo el grupo de Rivadavia (bjo.arr) en la iso#2 y en la iso#5 (bjo.ab), se registran, además, los glides palatal y velar. En Embarcación, se registra la nasal palatal aspirada, que corresponde al glide palatal de la iso#5. En la iso#1, que se consideran grupos consonánticos, también se encuentran las nasales bilabial y alveolar, y los glides platal y velar. La iso#3, se caracteriza por la ausencia de la serie sonorante aspirada (nasales y aproximantes).
En la reconstrucción del proto-mataguayo, Najlis (1984) sugiere la existencia de tres series (plena, eyectiva y aspirada) para las oclusivas sordas y dos series (plena y aspirada) para las nasales y continuas, (34).
34 Proto-mataguayo según Najlis (1984) | |||||
p | t | ts | č | k | q |
p' | t' | ts' | č' | k‟ | |
ph | th | tsh | 10,72 | ||
w | l | s | j | 13,20 | |
hw | hl | sh | 8,34 | ||
m | n | 9,81 | |||
hm | hn | 19,76 |
Para Najlis (1984: 29), /hn/ se simplificó como /x/ y /h/, esta última, manteniendo la nasalización. Además, la secuencia /n-hn/ habría dado lugar a /hn/ en ciertas variedades del wichí. En el caso /hm/, aparentemente, habría de permanecer sin cambios en interior de palabra.
En las revisiones a la reconstrucción de Najlis (1984), Viegas Barros (2013) postula la eliminación de las series aspiradas, entre otras reformulaciones:
36 Inventario fonémico de consonantes, iso#5 (Nercesian 2014) | ||||||
p | t | ts | č | kw | q | ʔ |
p' | t' | ts' | č' | [kw'] | q' | q' |
ph | th | tsh | [čh] | qh | qh | |
l | j | w | ||||
'l | 'j | 'w | ||||
fw | ɬ | s | [ʃ ]j̥ | [xw],w̥ | x | h |
m | n | ; | ||||
'm | 'n | |||||
[m̥] | n̥ |
Viegas Barros (2002: 139) sostiene:
“tanto en Maká como en Nivaklé las secuencias de oclusiva + fricativa dorsal en posición intervocálica son siempre heterosilábicas, es decir, claramente son grupos de dos fonemas. Y con respecto a las “continuas” y nasales no había mayor razón para la reconstrucción de aspiradas -salvo la simetría del sistema propuesto por Najlis-. La postulación para el Proto-Mataguayo de oclusivas y africadas aspiradas no parecía tener, por lo tanto, justificación en las lenguas Mataguayas históricamente documentadas. Todo esto me llevó (Viegas Barros 1993) a incluir un fonema fricativo dorsal no labializado *h en el sistema fonológico que entonces postulé para el Proto-Mataguayo, consecuentemente con la eliminación de las consonantes aspiradas (también aquí cambio algunas de las letras utilizadas originalmente)”.
En efecto, las descripciones más recientes del resto de las lenguas mataguayas presentan una serie de consonantes oclusivas eyectivas pero no incluyen series aspiradas en los inventarios fonológicos. Para el maká, Gerzenstein (1994: 43) sostiene que las oclusivas aspiradas son en verdad grupos consonánticos y no incluye consonantes sonorantes glotalizadas. Para el nivacĉle, Stell (1987) y Fabre (2014) tampoco incluyen series de sonorantes glotalizadas, ni de aspiradas en el inventario consonántico. Respecto a este último caso, Fabre sostiene:
Basándose en comparaciones de datos actuales de las lenguas de la familia mataguayo, Najlis (1984) reconstruye fonemas oclusivos (post)aspirados en la protolengua. De ser correcta esta afirmación, el nivacle habría perdido estos fonemas, en algunos casos, mediante fenómenos como metátesis. (Fabre 2014: 28).
Para el chorote, Gerzenstein (1978) y Carol (2014) no incluyen una serie de oclusivas aspiradas. Gerzenstein (1978: 43) registra secuencias oclusiva+h como grupos consonánticos. Asimismo, y a diferencia de esta, Carol (2014: 27) postula la existencia de una “triple oposición en las nasales y laterales plenas, glotalizadas y aspiradas”. Aspecto que acerca al chorote a la situación de algunas variedades del wichí/weenhayek.
Teniendo en cuenta este contexto, postulamos como hipótesis que las series aspiradas (obstruyentes oclusivas y sonorantes) y glotalizadas (sonorantes) provienen de la fusión y fonologización de las secuencias y grupos consonánticos Ch/Cʔ o hC/ʔC, en distintos grados según las zonas y variedades del wichí/weenhayek y, quizá, difundiéndose al resto de las lenguas de la familia, como sucede en chorote (en Tartagal, donde Carol (2014) recogió sus datos, esta lengua se encuentra en contacto con el wichí/weenhayek). El Cuadro 6 sintetiza la comparación de las series con fonación no modal por isoglosa.
Isoglosa - valor | eyectiva | son glot | obs asp | son asp |
---|---|---|---|---|
#1 | x (gc) | x (gc) | x (gc) | x (gc) |
#2 | x | x [alf] | x [alf] | |
#3 | x | x [alf] | x [alf] | |
#4 | x | x [alf] | x | |
#5 | x | x | x | x |
#6 | x | x (gc) | x (gc) |
Puede observarse que, de todas las series, la menos desarrollada y difundida es la de sonorantes glotalizadas, encontrando una gradación que va del grupo consonántico en la iso#1, a un estadio alofónico en la iso#3, al más desarrollado (aunque con ausencia de pares contrastivos claros) en la iso#5. Algo similar ocurre en la serie de sonorantes aspiradas: se observa una cadena desde el grupo consonántico en la iso#1, a un estadio de alofonía en la iso#2, y un estadio fonologizado en la iso#4 e iso#5 (con pares contrastivos cuasi mínimos).
Si se observa la distribución de los valores según la configuración de los sistemas fonológicos en la Figura 1, la isoglosa 5 -la única que presenta las tres series contrastivas- es el extremo sudeste de la cadena dialectal wichí/weenhayek, que configura el grupo denominado “del bermejo abajeño”, y el que he identificado como grupo innovador del cambio según los avances del estudio hasta el momento. Uno de los patrones propuestos desde la lingüística del espacio es que si de dos formas una es usada en un área más amplia que la otra, entonces esa es más antigua, como sucede con la pérdida de la /j/ en Inglaterra, que es una innovación geográficamente periférica (cf. Chambers y Trudgill 1998: 231).
Precisamente, la simetría fonológica en el contraste plena, aspirada y glotalizada y de los puntos de articulación en cada serie, se encuentra en un área más reducida, únicamente en la iso#5, y más alejada de las mataguayas. Compárense (36)-(39).
37 Inventario fonémico de consonantes, iso#2 (Terraza 2009a) | |||||||
p | t | ts | ky | kw | q | ||
p | t | ||||||
[ph] | [th] | [tsh] | [qh] | ||||
l | j̥ | w | |||||
ɬ | [j̥] | x, | xw | h | |||
s | [w̥] | ||||||
m | n | ||||||
[m̥] | [n̥] |
38 Inventario fonémico de consonantes, iso#4 (Tovar 1981), 'm y 'n representan nasales sordas | ||||||
p | t | ts | č | q | ʔ | |
p | t | q' | ||||
[ph] | [th] | [qh] | ||||
l | j | w | ||||
fw | ɬ | s | x, | x,xw | [h] | |
m | n | |||||
[m̥] | 'n |
39 Inventario fonémico de consonantes, iso#3 (Viñas Urquiza 1974) | ||||||
p | t | ts | č | k,kw | ʔ | |
p | t | č' | k' | |||
[ph] | [th] | |||||
l | j | w | ||||
fw | ɬ | s | x, | h,hkw | ||
m | n | |||||
[m̥] | 'n |
Ahora bien, el desarrollo de las series aspirada y sonorante glotalizada debió haber ocurrido en momentos distintos. Si en la zona del Bermejo arribeño, en Rivadavia, la tendencia es a la neutralización de las aspiradas, como indica Terraza (2009a), y en la zona del Bermejo abajeño la serie forma parte del inventario fonológico, quiere decir que esa serie existía en todo el grupo bermejeño. En el grupo pilcomayeño, en cambio, no parece haber indicios de que la serie aspirada hubiera tenido valor fonémico (se documentaron grupos consonánticos o alófonos en posición final de palabra o por contacto con una consonante sorda). Difundida la serie en todo el bermejeño, en el grupo arribeño, el desarrollo de la serie tomó una dirección opuesta a la del abajeño. El primero parece tender a la neutralización y el segundo a la simetría. En cuanto a la serie de sonorantes glotalizadas, como se dijo, pudo haber sido una innovación tardía en el bermejeño abajeño, tendiendo a una simetría con la serie de eyectivas y aspiradas en el sistema.
El grupo bermejeño abajeño es innovador en otros rasgos de la lengua. Uno de ellos es el adelantamiento del punto de articulación de /xw/ a /fw/, haciendo predominar el rasgo labial por sobre el velar. Otro, es el adelantamiento de la velar palatalizada /kj/, que se encuentra en el resto de las variedades, hacia una palatal plena /č/. La palatalización es, además, un proceso fonológico que se da en límites morfológicos en este grupo. En contextos en los que la oclusiva y fricativa velar se encuentra precedida por una vocal anterior, se adelanta al punto velar, pero además, si esta está seguida por otra vocal (o hV), la velar se palataliza: k → č, x → ʃ. En el resto de las variedades, este tipo de palatización no se registra: en un contexto fónico como el siguiente: [j ɪk]+[hen] ‘ir’+’PL’, los bermejeños abajeños producen [j ɪčhen], mientras que el resto [j ɪkhen]7.
En cuanto a la gramática, en el grupo bermejeño abajeño y arribeño, la marcación de objeto pronominal se regularizó como sufijo en todos los casos. En las variedades pilcomayeñas, a excepción de la primera persona singular objeto que es siempre un sufijo, la marcación del paradigma pronominal objeto es prefijante, cuando los verbos son no derivados o derivados mediante causativos, y sufijante, cuando los verbos son derivados mediante aplicativos o locativos/direccionales. Este patrón acerca al grupo pilcomayeño al tronco mataguayo.
Desde el punto de vista etnohistórico, Sušnik (1972: 24) sostiene que los grupos mataguayos debieron haber ingresado al Gran Chaco de norte a sudeste, posiblemente presionados por el grupo amazónico arawak. Esta hipótesis es también defendida por Vidal y Braunstein (2020), quienes afirman que, de ser cierto, esto debió ocurrir muy lentamente. Entonces, si la dirección del desplazamiento del grupo mataguayo fue de norte a sudeste, geográficamente, el grupo wichí bermejeño abajeño (iso#5) es el más alejado del núcleo mataguayo. Esto se correlaciona con el hecho de ser también el grupo innovador. Además, basados en la similitud del decorado en la cerámica de los mataguayos y los arawacos, Vidal y Braunstein (2020) afirman que, antes de entrar en el área chaqueña, los mataguayos debieron haber tenido algún tipo de intercambio con los arawacos agricultores locales al pie de la montaña. Cabe mencionar que algunas lenguas arawak del norte presentan la serie de oclusivas aspiradas: ph, th, kh (cf. Aikhenvald 1999: 76), como el wichí/weenhayek. Quiere decir que, en algún momento, al menos algunas variedades del wichí/weenhayek estuvieron en contacto con lenguas que también tenían series aspiradas. Por otro lado, las series eyectiva y aspirada también se encuentran en las lenguas aymara y quechua (habladas por grupos andinos cuya expansión se vio limitada por los chaqueños). Según Cerrón Palomino (2003: 183), el quechua cuzqueño posee una serie eyectiva por sustrato; la zona hoy ocupada por la variedad cuzqueña fue en un tiempo territorio de habla aru, cuyo sistema fonológico contenía eyectivas. En cuanto a la serie de oclusivas aspiradas, esta pudo haber emergido por un cambio interno articulatorio de [h] protética: uxu (Ayacucho) ~ huq’u (Cuzco). En suma, se encuentra en la zona la presencia de sistemas con contraste plena/aspirada/glotalizada sordas que pudieron haber influenciado el desarrollo en el wichí/weenhayek (y posiblemente también en el proto-mataguayo), de distinta forma en cada zona y período temporal. Hasta aquí las explicaciones históricas no son más que hipótesis, el análisis diacrónico del desarrollo de las series en la lengua se encuentra en curso.
8. Conclusiones
El valor fonológico y alofónico de las series consonánticas eyectiva/glotalizada y aspirada es un rasgo de variación en la lengua wichí/weenhayek. Se establecieron seis valores que conforman una isoglosa cada uno: 1. Grupo consonántico ʔCobstruyente, , ʔCsonorante, hCobstruyente y hCsonorante; 2 Serie fonémica eyectiva, y serie alofónica de aspiradas (sordas y sonoras); 3 Serie fonémica eyectiva, y serie alofónica sonorante glotalizada (sólo nasal alveolar) y obstruyente aspirada; 4 Serie fonémica eyectiva y sonorante aspirada, y serie alofónica de obstruyentes aspiradas; 5 Serie fonémica eyectiva, sonorante glotalizada, obstruyente aspirada y sonorante aspirada; y 6 Serie fonémica eyectiva, y grupo consonántico hCobstruyente y hCsonorante.
Se observó que el grado de fonologización es un aspecto de variación en la serie de aspiradas.
El grupo bermejeño abajeño (iso#5), el más alejado del “centro mataguayo”, es el grupo con mayor grado de fonologización de esta serie. Asimismo, el desarrollo de la serie de sonorantes glotalizadas está menos difundido en la lengua. Presenta valor fonémico en la iso#5, alofónico de la plena (sólo en la nasal alveolar) en la iso#3 y grupo consonántico ʔCsonorante en la iso#1. Esta última isoglosa es la que se encuentra más cerca del centro mataguayo, la serie glotalizada no ha sido reconstruida para la familia hasta el momento. Esta variación tiende a la simetría del sistema en el extremo más sudeste de la cadena.
Se propuso, como hipótesis, que la serie fonémica aspirada se debió haber desarrollado en todo el grupo bermejeño (a diferencia del pilcomayeño) en un período anterior al desarrollo de la serie fonémica de sonorantes glotalizadas, la cual se encuentra únicamente en el bermejeño abajeño, y, presumiblemente, más tardíamente como una innovación de este grupo. La confirmación de esta hipótesis, sumaría un rasgo más que prueba la existencia de los dos complejos dialectales pilcomayeño y bermejeño con mayor tiempo de divergencia.