1. Presentación
En el presente artículo se muestra la variabilidad producida en el español de contacto hablado por bilingües de español-mapuzugun de la región de la Araucanía en las siguientes dimensiones: (i) el dominio de la concordancia de género y número del español de contacto; (ii) el dominio aspectual y su expresión a partir de construcciones perifrásticas, específicamente en la forma estar + gerundio; (iii) el dominio de la evidencialidad y (iv) la negación. El objetivo es exponer algunos rasgos de esta variedad y actualizar el marco de discusión en torno al fenómeno. Lo anterior a partir de evidencia estructural y cuantitativa que este equipo ha ido acumulando.
En la sección siguiente, se presentan los trabajos sobre castellano mapuchizado desarrollados en las décadas de 1980 y 1990 en Chile. En la sección 2, se exponen los supuestos teóricos que se asumen para el estudio del contacto lingüístico. En 3, mostramos los principales hallazgos de los estudios actuales de la variedad del castellano en contacto con el mapuzugun1.
Este conjunto de trabajos se ha cobijado en dos proyectos de investigación que han permitido a este equipo profundizar los rasgos de esta variedad de español. Finalmente, en 5, presentamos las principales conclusiones.
2. El castellano mapuchizado
Los primeros trabajos sobre la variedad de contacto castellano-mapuzugun datan de fines del siglo XIX, cuando Rodolfo Lenz planteó en sus Estudios Chilenos (traducidos del alemán al español en 1940) la controvertida idea de que el español chileno es un “español con sonidos araucanos” (Hasler et al., 2020). Luego, durante la década de los 80, Hernández y Ramos (1979, 1983, 1984) presentan las características fonéticas, morfosintácticas y léxicas de una variedad que etiquetan como ‘castellano mapuchizado’. Otros estudios realizados durante esta década y la siguiente son los propuestos por Lagos y Olivera (1988), Contreras y Álvarez-Santullano (1995), Contreras (1998, 1999). Todos ellos coinciden en sus apreciaciones: i) se trata de una variedad de español que recibe influjos de la lengua mapuche, lo que la aleja del estándar, y ii) se trata de estudios que desarrollan sus análisis sobre muestras de habla de bilingües.
Se observan diversas características de la variedad de contacto. Algunos de estos rasgos también se han encontrado en otros estudios del español de América (De Granda, 1996, Elizaincín, 2007, Martínez, 2010, Palacios, 2011, entre otros).
En Olate (2017), se propone abordar los fenómenos a partir de la idea de dominios gramático-funcionales (Givón, 2001). En dicho estudio, se presenta una reorganización de estos rasgos dirigida por categorías lingüístico-cognitivas generales tales como la concordancia, sistema preposicional, sistema verbal, posesión, negación, valencia.
En el cuadro 1, se muestran los dominios propuestos para estudiar la variedad de contacto español-mapuzugun:
En el cuadro presentado se muestra una reorganización de los rasgos morfosintácticos reportados en los estudios de las décadas de 1980 y 1990. La columna de la izquierda contiene los dominios cognitivos-gramaticales y la de la derecha las características o rasgos de los fenómenos reportados. Los cuadros sombreados son dimensiones que no habían sido consideradas en los trabajos tradicionales sobre la variedad. Esta mirada representa una innovación en la forma de ver el fenómeno del contacto lingüístico, pues permite, a partir del concepto de dominios gramático-funcionales, promover la idea de que esta variedad de castellano contiene un inventario de elementos, adscritos a dominios y formas/funciones con diversos grados y niveles de gramaticalización.
En esta perspectiva, el conocimiento tipológico de las lenguas en contacto y las estrategias de los hablantes son importantes. El enfoque nos +acerca a una dimensión de los repertorios lingüístico-comunicativos que utilizan los hablantes en situaciones de contacto (Blommaert y Backus, 2013).
3. Enfoques teóricos para el estudio del contacto
3.1. Teoría de la Copia de Código
Johanson (2002a, 2008) propone la noción de Copia de Código (Code Copying). Código (Code) se utiliza para hacer referencia a lenguas o variedades, asemejándose a la idea de Code Switching y se distingue de esta en la posibilidad de inserción de elementos de un código en otro a través de una estrategia etiquetada como Insertional Code Copying. Esta última gestiona la Inserción de Copias en cláusulas del Código Básico o Receptor. La Copia es un recurso creativo del hablante que evidencia la interacción entre dos sistemas lingüísticos (relacionados o no). Este recurso permite insertar Copias desde un Código Modelo o Fuente (CM) a un Código Básico o Receptor (CB). Las relaciones de equivalencia son establecidas -en función de similitudes conceptuales y estructurales- conscientemente o intuitivamente entre los elementos del Código Modelo o Fuente y los del Código Básico o Receptor. Las cláusulas del Código Básico proporcionan un marco morfosintáctico de marcadores y patrones nativos. Las Copias que se insertan forman parte de este y quedan sujetas a sus procesos internos.
No se trata de una réplica exacta del modelo, sus diferencias pueden originarse en la aplicabilidad contextual, la frecuencia, la sustancia o los contenidos semánticos del Código Receptor. En el proceso de Copia ocurre la adecuación del CB a través de diversos tipos de diferencias dados entre los sistemas, lo que se conoce como Adaptación. También se da el cambio del CB en algunos o varios de sus niveles, conocido como Modificación (Johanson, 2008, Olate, 2017, Olate et al., 2019, Olate y Pineda, 2021, Hasler et al., 2021).
La relación entre CB y CM puede tomar dos direcciones: la Absorción o la Mantención. En la primera, el hablante transmite Copias desde una L2 que funciona como Modelo o Fuente (español) a una L1 como Código Receptor o Básico (mapuzugun). En la Mantención, el proceso es en el sentido inverso, es decir, el hablante transmite desde una L1 Modelo o Fuente (mapuzugun) a una L2 Receptor o Básico (castellano).
Existen dos tipos de Copias: por un lado, las Copias Globales que transfieren la totalidad de una unidad (forma, función, significación y frecuencia) del Modelo o Fuente y, por otro lado, las Copias Selectivas que toman una propiedad individual de elementos del Modelo copiados en el Código Básico o Receptor. Las propiedades individuales pueden ser materiales, semánticas, combinatorias o de frecuencia, lo que se traduce en diversas formas de Copias Selectivas: Copias de Material, Copias Semánticas, Copias Combinatorias y Copias de Frecuencia (Johanson, 2002a, 2008, Olate, 2017).
Las acciones de copia pueden ser fenómenos momentáneos producidos por los hablantes y la conciencia de esta dependerá del tipo, así la Copia de una función gramatical o de un patrón puede implicar comportamientos más automatizados que para Copias de unidades de contenidos. Otro aspecto relevante es el proceso de convencionalización de las Copias, el cual tiene efectos en el comportamiento lingüístico de las comunidades de habla. La trayectoria de una Copia se inicia como un acto momentáneo y se puede proyectar hacia la convencionalización.
En esta última etapa, el grado de conocimiento del Código Modelo por los hablantes ya no es relevante, las diferencias generadas en la variedad se establecen como un nuevo conjunto de normas que perfectamente pueden reemplazar a los equivalentes del Código Básico o Receptor, generándose así el cambio lingüístico y la creación de un nuevo sistema (Johanson, 2002a, 2008, Olate, 2017). Si el proceso culmina con el cambio, las Copias fueron exitosas; sin embargo, estas pueden tener una difusión restringida.
3.2. Dominios funcionales y codificación
Diferentes marcos de naturaleza descriptivo-funcionalistas exponen la manera en que los subsistemas gramaticales de las lenguas se operacionalizan en las estructuras. Las lenguas tienen la capacidad de codificar un mismo dominio funcional utilizando elementos estructurales distintos (Givón 2001, 2005, Payne, 1997, 2006). El proceso reviste una correlación intensa entre forma y función y sus resultados son diversos, lo que genera la variación interlingüística. Dicha variación puede ser analizada a partir de la densidad estructural en la codificación de un dominio o a través de la descripción de la organización funcional compleja del dominio (Givón, 2001).
Considerar la diversidad estructural de las lenguas en contacto y sus estrategias de estructuración en una función o dominio es relevante, pues pueden establecerse fenómenos de sobrecodificación o subcodificación de dominios. Así, por ejemplo, en dominios como la aspectualidad, la evidencialidad o el tiempo, los sistemas en contacto pueden o no disponer de elementos de naturaleza morfológica o sintáctica para codificar una función. Esta diferencia estructural en la codificación de dominios cognitivo-gramaticales puede tener efectos en el resultado de las formas-funciones que movilizan los hablantes bilingües.
Pueden darse varias situaciones en esta dinámica. En primer lugar, el contenido conceptual de los elementos que codifican una función puede ser coincidente, pero su forma no. La evidencialidad, por ejemplo, puede ser morfológica en una lengua y sintáctica en otra; en estos casos, la función es la misma, por lo que el hablante bilingüe puede copiar un contenido funcional de su Código Modelo o Fuente y operacionalizarlo en una forma del Código Básico o Receptor.
En segundo lugar, una lengua puede tener un dominio funcional que implique abundantes formas para una parte de esa función, lo que permite distinguir matices semánticos en el uso (por ejemplo, formas de tiempo pasado, futuro), y otra con un dominio similar, pero que requiere de la interacción con morfemas aspectuales, lo que produce distintos significados temporo-aspectuales. El sistema temporal del español, por ejemplo, presenta abundantes formas simples y compuestas, lo que da como resultado una sobrecodificación del sistema; por otro lado, el tiempo en mapuzugun requiere de la presencia de morfemas aspectuales para anclar los sentidos temporales (Soto y Hasler, 2015). En estos casos, dada la abundancia de formas temporales del español y la interacción temporo-aspectual del mapuzugun, el hablante optará por expresar a través de una forma del Código Receptor o Básico una diversidad de sentidos que en el Código Modelo o Fuente presentan diversas combinaciones de morfemas aspectuales y temporales.
En tercer lugar, puede darse la sobrecodificación de un dominio en una lengua y la subcodificación del mismo en otra. Por ejemplo, el sistema de concordancia del español es sobrecodificado en la frase nominal y a nivel clausal frente a la subcodificación en mapuzugun que se restringe a la concordancia entre sujeto y verbo y no la presenta a nivel de frase nominal.
Los dominios funcionales y las estructuras de codificación son relevantes para comprender los procesos de Copia que se activan y sus resultados, puesto que permiten entender la organización de los dominios y su codificación en las lenguas. Pero además es útil para entender la distancia tipológica entre los códigos, ya que, una función puede ser la misma en las lenguas en contacto (cercanía funcional), pero la manera a través de la que se canaliza es distinta (distancia estructural). El hablante buscará los recursos para expresar esa función a través de formas disponibles en el Código Básico o Receptor.
3.3. Distancia tipológica en situaciones de contacto
Esta noción hace referencia a la interacción lingüístico-tipológica dada en situaciones de contacto. El componente tipológico es considerado uno de los aspectos relevantes que influencia el cambio lingüístico. Thomason (2001, 2013) señala que la distancia tipológica sirve para concebir las diferencias estructurales de los sistemas lingüísticos que interactúan. El concepto ayuda a predecir las diferencias y/o similitudes en dominios y estructuras que hay entre las lenguas en contacto. La organización de los dominios y su codificación son nociones de gran utilidad para establecer las diferencias o distancias que exhiben las lenguas en contacto y los potenciales productos o innovaciones que pueden emerger.
En la situación de contacto español/mapuzugun, se observan estos elementos en la producción del español hablado por bilingües. Entendemos que la lengua indígena opera como el sustrato y los agentes del cambio son los hablantes, quienes copian contenidos gramático-conceptuales desde su Código Modelo o Fuente al Código Básico o Receptor adquirido.
En la próxima sección presentaremos algunas investigaciones de los últimos años donde se aplican las nociones teóricas previamente reseñadas.
4. Algunos hallazgos relevantes
En esta sección mostraremos los principales hallazgos reportados en los estudios de esta variedad en estos últimos años. Antes bien, dado el énfasis en torno a los dominios gramático-conceptuales, su codificación y la distancia tipológica, presentaremos una breve caracterización tipológica del mapuzugun.
La lengua mapuche o mapuzugun tiene actualmente alrededor de 250.000 hablantes en la zona centro-sur de Chile y Argentina (Eberhard et al., 2020).
Su tipología morfológica puede clasificarse como sintética-polisintética. La morfología nominal es relativamente simple, con escasa flexión y con afijación derivacional; sin embargo, presenta un uso amplio de patrones de composición.
Su morfología verbal es compleja: la afijación léxica es relativamente limitada, pero hay numerosas posiciones morfemáticas en la plantilla morfológica (según Smeets, 2008, más de treinta), la incorporación nominal continúa siendo bastante productiva y es común el uso de bases verbales que constan de varias raíces (Zúñiga, 2017, Olate et al., 2020). Se observa un predominio de la sufijación y “aglutinación” (es decir, de tendencia tipológica fusionante, puesto que la mayor parte de los morfemas muestran exponencia simple y se combinan de modo concatenativo para formar palabras). Su sintaxis evidencia cláusulas nominales y verbales. Las últimas distinguen dos tipos de cláusulas transitivas (directas e inversas; Haude y Zúñiga, 2016, Olate et al., 2018, Olate et al., 2020). Los patrones de orden de constituyentes parecen haber sido predominantemente del tipo VSO en el pasado; posiblemente bajo la influencia del intenso contacto con el español del Cono Sur, estos patrones han variado al tipo SVO en la actualidad (Zúñiga, 2006b).
4.1. Concordancia
Distintos estudios de la variedad de español hablado por mapuches han relevado el rasgo de la discordancia de género y de número en la variedad (Hernández y Ramos, 1978, 1979, 1983, 1984, Lagos y Olivera, 1988, Contreras y Álvarez-Santullano, 1995, Contreras, 1998). Fundamentan sus intuiciones atribuyendo una posible influencia sustratística de parte del mapuzugun sobre el español, pero también señalan posibles casos de inseguridad de parte de los hablantes. En dos estudios recientemente realizados se analizan estos fenómenos nuevamente. En ambos se trabaja con un corpus extraído de 30 entrevistas a hablantes bilingües mapuzugun-español2 de tres territorios de la región de La Araucanía, Chile: Maquehue, Tranantue y Pedregoso (Lonquimay). En estas zonas, en general, existe una alta densidad de población mapuche rural.
Las entrevistas fueron transcritas, de cada una de ellas se extrajeron 100 oraciones, configurando un corpus de 2983 sentencias para el estudio sobre la discordancia de género y 3021 para la de número. Este criterio de selección se basó en la idea de obtener una muestra aleatoria representativa de los tres territorios que permitiera observar la frecuencia de aparición de los fenómenos.
4.1.1. Género
El análisis de la discordancia de género buscó distinguir dos dimensiones vinculadas o niveles: (1) nivel del sintagma nominal (SN) y (2) nivel de cláusula (CL).
En ambos se observó la concordancia de género, contabilizándose los casos de discordancia y de concordancia. En el cuadro 2, se propone la siguiente categorización para el rastreo de los casos:
A partir de esta taxonomía, los casos de discordancia pueden ser: discordancia en la frase nominal con función de sujeto (SN1) o en la frase nominal con función de objeto (SN2). En cualquiera de estas dos magnitudes puede ocurrir discordancia entre el núcleo y sus modificadores. En el plano de la CL se establece la diferencia en: correferencia pronominal, cláusulas atributivas (el perro fue mañosa) y subordinación adjetiva (la niña que es chascón cruzó la calle). Finalmente, 10 implica un reajuste en la asignación de género del núcleo que proyecta la concordancia a todo el sintagma (‘el ovejo lanudo’). Con esta categorización se buscaron todos los casos de discordancia en el corpus (Olate y Pineda, 2021).
Antes bien, al aplicar los principios de codificación de dominios gramaticales, distancia tipológica y Copia se observa que el español presenta la sobrecodificación del género a través de la hiper-concordancia formal entre determinante, núcleo y modificador adjetivo al nivel de la frase nominal y entre sujeto y atributo en la cláusula copulativa. El mapuzugun, por su parte, no presenta concordancia por género, pues este es un rasgo nocional en el idioma (Catrileo, 2010). Con estos elementos, la expresión del género nocional en mapuzugun se observa a continuación (1) (Salas, 2006: 96):
El mapuzugun no sobrecodifica el dominio del género, lo que no causa efectos de concordancia en su estructura. Ante la ausencia de concordancia gramatical en la lengua, se produce variación en la asignación de concordancia en la variedad de español de los bilingües (Olate y Pineda, 2021).
Al aplicar las nociones teóricas previas, se observa que los hablantes neutralizan el género gramatical por influencia del género nocional del mapuzugun. Esto genera una dinámica de alternancias en la variedad de español que producen.
Se estaría frente a la codificación de un dominio en el español (Código Receptor o Básico) desde un dominio que no impone condiciones gramaticales en la Lengua Fuente (Código Modelo), produciendo alternancias tendientes a la neutralización del género en el Código Básico o Receptor. Sería una Copia de Contenido que es ejecutada por los usuarios bilingües.
Los resultados de Olate y Pineda (2021) indican que, en la muestra de 2983 oraciones, los casos de discordancia aparecen en 188 ocasiones lo que representa el 6,3% del total del corpus. Los fenómenos más recurrentes son: discordancia entre determinante y núcleo en SN1 con 62 apariciones en los 188 casos (33%), la discordancia entre pronombre y referente alcanza 74 registros (39,4%), la discordancia en cláusulas atributivas presentó 32 registros, lo que equivale a un (17%) y la relación entre núcleo y adjetivo con 13 apariciones (6,9%). Estos dos últimos se agrupan bajo un mismo ámbito, el de la relación entre sustantivo y adjetivo. En general, el sustrato mapuche tiende a neutralizar la propiedad de hiper-concordancia de género del español en las relaciones entre determinante y núcleo nominal, entre referente y pronombre átono, entre núcleo y modificador adjetivo; sin embargo, esta tendencia a la discordancia no presenta una alta frecuencia en el corpus.
Un fenómeno distinto se da en los casos de discordancia entre referente y pronombre átono, posiblemente este fenómeno refleja aspectos vinculados con operaciones de cambio de valencia cuya influencia podemos encontrarla en la lengua mapuche.
4.1.2. Número
En Olate et al. (2019) se estableció un procedimiento similar al que se ocupó en el tratamiento del género. El análisis consideró dos dimensiones vinculadas con el número gramatical del español: (1) el nivel de la frase nominal y (2) el de la cláusula. En ambos se revisó la concordancia de número. A nivel clausal el énfasis estuvo en la concordancia de tercera persona. La cuantificación de los casos asumió un principio estricto basado en el esquema de Copia que provee la lengua mapuche (Código Fuente) al español (Código Receptor).
A partir de los principios propuestos, puede notarse que en español se da la sobrecodificación del número por la hiper-concordancia formal en el nivel de la cláusula y de la frase nominal. La lengua mapuche también presenta concordancia a nivel oracional; sin embargo, esta es opcional para el paradigma de tercera persona, a nivel nominal se da el predominio del número nocional.
Así, en el nivel oracional, la concordancia de tercera persona en sus formas singular, dual y plural en mapuzugun es opcional y puede verse influida por el tipo de sustantivo que funciona como núcleo (2) (Olate et al., 2019: 219):
En el contexto de la frase nominal, el número es codificado en el SN por medio de un morfema plural pu seguido del sustantivo núcleo de la estructura. Esta partícula pluralizadora aparece en combinación con sustantivos animados (3):
En este contexto general, los hablantes de mapuzugun insertarán Copias Selectivas en el español (CB) desde el dominio del número de su lengua materna (CM). En este trabajo, se observaron las tendencias y patrones de uso de estos dos fenómenos de discordancia de número.
Las tendencias que se encontraron muestran que del total del corpus compuesto por 3021 oraciones, los casos de discordancia de número alcanzan 558 (18,4%) casos divididos en 226 registros de discordancia a nivel oracional equivalentes al 7,4% y 332 a nivel de la frase nominal (11%).
La discordancia de número presenta mayor incidencia que la discordancia de género. Ambos patrones existen en esta variedad; sin embargo, la frecuencia de estos fenómenos no es predominante. Los mecanismos de Copia de Código pueden tener una alta probabilidad de producirse entre los hablantes; sin embargo, un aspecto crítico en esta revisión tiene que ver con la hipótesis del debilitamiento de /s/ final en esta variedad del español.
En un análisis más focalizado, se observa la presencia de rasgos atribuibles a la forma-función del mapuzugun, sería una Copia Selectiva de tipo semántico. En los casos de discordancia a nivel de la frase nominal el pluralizador pu imprime su sentido solo a uno de los determinantes y no sobre el núcleo del SN. El resultado de esta Copia obtiene formas en que el núcleo es singular y el determinante plural como se aprecia en (4) (Olate et al., 2019: 225) y (5):
En relación con la discordancia de tercera persona, se observan casos de alternancia en la variedad de contacto, puesto que se registran tanto formas con sujeto singular y verbo plural como sujeto plural y verbo singular. Se reporta la existencia de un esquema específico que resulta muy productivo en la variedad. Se trata de los casos en que el sustantivo es colectivo como se aprecia en (6) (Olate et al., 2019: 225) y (2):
Esta última tendencia, no obstante, puede verse influida por la concordancia ad sensum, fenómeno también presente en el español estándar. Una posible interpretación se vincula con la idea de jerarquía referencial de persona y la codificación contextual (Zúñiga, 2006a) en el sentido de que la tercera persona en el mapuzugun es de naturaleza contextual, cuestión que haría que el fenómeno sea más próximo a marcos discursivos que propiamente morfosintácticos.
De los dos esquemas en cuestión, la discordancia a nivel del SN presenta un patrón de Copia más claro que el del fenómeno a nivel oracional.
En cuanto a la distancia tipológica y los mecanismos de sobrecodificación, diremos que dado que la estructura de la FN del castellano estándar se rige por la hiperconcordancia tanto en género como número y la FN del mapuzugun no se organiza de acuerdo con este principio, el resultado de esta interacción tipológica muestra el predominio de la lengua materna de los hablantes (el mapuzugun) y su codificación del número y género en la frase nominal.
4.2. Estar + gerundio, usos e interpretaciones
En Maldonado et al. (en evaluación) se aborda la expresión de los valores aspectuales de la variedad de español producido por bilingües mapuzugun-español.
La base desde la que se parte en este estudio es el análisis de las tendencias de uso de las perífrasis estar + gerundio en esta variedad de contacto a través de la comparación de su frecuencia de aparición con variedades de español hablado por monolingües urbanos y rurales. En total, se realizaron 50 entrevistas a tres grupos de hablantes: un grupo de 30 hablantes bilingües mapuzugun-español, otro grupo de 10 monolingües de español de procedencia rural y otro de 10 de procedencia urbana. El corpus total con el que se trabajó fue de 291.204 palabras, de las cuales 165.651 son léxicas y 125.553 funcionales. De esta cantidad se extrajo el número total de perífrasis verbales (3166) de las cuales 850 resultaron ser de estar + gerundio.
Uno de los supuestos de este trabajo tiene que ver con que los valores aspectuales de esta perífrasis reciben interpretaciones que no se reportan prototípicamente en el español de monolingües. Estas lecturas corresponderían a Copias Selectivas de tipo semántico de operadores del sistema aspectual del mapuzugun, cuya manifestación se evidencia en los usos.
La expresión de las categorías de aspecto se realiza mediante diversas estrategias. En nuestro caso, el español utiliza estrategias sintéticas y analíticas mientras que en el mapuzugun prevalecen las sintéticas a través de la incorporación de morfemas a la raíz verbal y la gramaticalización de algunos verbos, en determinadas posiciones, de series verbales (Zúñiga, 2006a). En el idioma, el dominio aspectual es dinámico, razón por la que se plantea que es sensible a la interacción entre el aspecto gramatical y el léxico.
Esta última característica permite que un mismo operador aspectual adquiera diversos significados según el verbo con el que se combine. La lengua presenta un amplio inventario de morfemas aspectuales útiles, por un lado, para establecer la distancia tipológica y la codificación del dominio entre los códigos en contacto y, por otro, para proyectar posibles usos influenciados por el dominio aspectual del sustrato mapuche.
En términos cuantitativos, prevalece el uso de esta perífrasis en el grupo bilingüe en contraste con los grupos monolingües de español rural y urbano. En total, los grupos bilingües presentaron 605 perífrasis de estar + gerundio (71,1%) frente a 245 (28,8%) de ambos grupos monolingües. En una dimensión cualitativa, la perífrasis adquiere valores aspectuales diversos que la distinguen del español de los monolingües. Hay, por lo tanto, una extensión de los valores semántico-aspectuales que se deben a una Copia de tipo selectiva. Los hablantes transfieren contenido semántico de un operador aspectual del mapuzugun al castellano.
Estar + gerundio en el castellano de contacto parece operar como recurso que permite expresar significados aspectuales codificados en mapuzugun. Así, por ejemplo, se reporta un uso de la perífrasis con valor ingresivo (7) (Maldonado et al. en evaluación: 15):
Se observa que en 7a y 7b el adverbio aspectual ‘ya’ indica el ingreso a una determinada acción, enfatizando una fase inicial de los estados de cosas designados en ambas cláusulas.
En la construcción 7a en mapuzugun se observa la interacción del morfema progresivo -(kü)le interactuando con epea que marca la ingresividad, la cual se refuerza con wüya elemento con valor adverbial.
En 7b, observamos petu que toma valor progresivo y, nuevamente, wüya que tiene una lectura ingresiva. Observamos en este caso que los operadores aspectuales de las construcciones del mapuzugun se proyectan sobre la perífrasis y los adverbios en el castellano de contacto.
Otro valor que se presenta en este estudio es el de resultativo (8) (Maldonado et al. en evaluación: 16):
Se observa que la perífrasis presenta combinaciones con verbos no durativos, más específicamente verbos de logro, que, claramente entregan la lectura de resultativo: ‘sanar’, ‘llegar’ y ‘nacer’. Notamos que las formas en mapuzugun expresan este valor por medio del verbo, pero en la construcción también se ve expresado el valor progresivo.
Un valor que destaca por su singularidad es el de antiperfecto (Soto y Hasler, 2015) que se expresa a través del morfema -fu interpretado con un sentido de impedimento y refiere a un evento que no se ha realizado de forma satisfactoria porque no se cumplieron las consecuencias esperadas o porque algo obstaculizó su realización. En la variedad de español hablada por bilingües la perífrasis en cuestión también se presenta con estos usos (9):
En general, se observa que, en esta variedad de español, la estructura estar + gerundio es una estructura flexible que puede conducir Copias del contenido semántico aspectual de operadores del mapuzugun, lo que genera una diversificación de los valores aspectuales en la variedad. En este español, la construcción admite valores ingresivos y resultativos en función del foco en el inicio de una acción o al final del estado de cosas, atendiendo a una interpretación de aspecto fasal. Estos valores aspectuales no prototípicos no se registran en las muestras de español de monolingües.
En resumen, un análisis que considere el aspecto gramatical es útil para evidenciar la forma en que operadores aspectuales del idioma mapuche conservan sus valores originales cuando son copiados a una estructura del español que soporta estos sentidos y logra expresarlos. El repertorio del Código Básico que dispone el hablante le permite el uso de una construcción que resulte operativa para la expresión de dichos operadores, como puede observarse en la figura 1:
Se observa que la perífrasis se constituye en una construcción exponencial, ya que condensa una diversidad de valores aspectuales en su forma. La consideración del aspecto fasal en el análisis permite dar cuenta de la flexibilidad de estar + gerundio para admitir estos valores derivados del dominio gramático-aspectual del mapuzugun. (Maldonado et al., en evaluación).
4.3. Evidencialidad
En Hasler et al. (2021), se presenta un estudio que da cuenta de la influencia del sistema evidencial del mapuzugun en la variedad de español de contacto producido por bilingües. Se sostiene que en la variedad de contacto se presenta un cambio a partir de la copia del discurso reportado de la lengua indoamericana. Este aspecto se evidencia en el aumento de la frecuencia del discurso indirecto con valor evidencial y por la gramaticalización del verbo ‘decir’, el cual se fija en la tercera persona y deja de expresar el predicado principal de la cláusula completiva para funcionar como operador evidencial.
En la dimensión tipológica, el mapuzugun presenta un sistema evidencial de carácter mixto, compuesto por dos elementos: el sufijo -rke y la partícula piam. El primer elemento presenta tres sentidos actualmente: evidencial inferencial, evidencial reportativo y admirativo (Soto y Hasler, 2015).
El segundo se especializa en el sentido reportativo. El español no cuenta con un sistema gramaticalizado que dé cuenta de esta información, por lo que su movilización implica recursos asociados a estrategias de discurso referido. Se observa una distancia tipológica entre los códigos, cuestión que los hablantes bilingües resuelven a partir del uso de un patrón que les permita movilizar esta función semántico-pragmática, codificada gramaticalmente en mapuzugun, en el español de contacto. Así, en el cuadro 3, se presenta la distancia funcional entre las lenguas en contacto y su proyección hacia la variedad de español:
Este estudio se realizó a partir de la aplicación de 30 entrevistas sobre 10 hablantes bilingües, 10 hablantes monolingües de español rural y 10 monolingües de español urbano. La muestra en total se constituyó de 244 contextos de discurso indirecto, los cuales se subcategorizaron como se muestra en el cuadro 4:
En un análisis comparativo, se observó que la muestra de español de los bilingües presentó un predominio de uso de estrategias de discurso indirecto, un 48% frente a un 25% de la muestra monolingües urbana y un 27% de la rural. En el estudio, se reporta una correlación entre el uso de las estrategias de discurso indirecto y el factor lengua, es decir, el sistema evidencial de la lengua mapuche influye sobre el español de contacto.
La construcción característica que evidencia esta tendencia presenta los siguientes rasgos: el verbo ‘decir’ se fija en la tercera persona del singular/plural, se explicita al hablante como receptor de la comunicación y en el plano temporo-aspectual hay una preeminencia del presente.
En 10 y 11 (Hasler et al., 2021: 205) se aprecia esta construcción que muestra la Copia:
Se observa la realización de una Copia más vinculada con el Código Modelo (mapuzugun). El verbo deja de expresar el predicado principal, ocupando la función de operador reportativo dentro de la cláusula. Este caso se trataría de una Copia Selectiva de tipo semántica que fija en una forma del español un uso innovador, en nuestro caso: ‘dice(n) que’, que tendría la función de operador evidencial, lo que se ve reforzado por la fijación del elemento en términos combinatorios y sus características gramaticales.
4.4. Negación
Finalmente, en Pineda et al. (en evaluación) se presenta el fenómeno de la negación en el español hablado por bilingües. El trabajo se desarrolla a partir de un corpus de cláusulas negativas tomadas de 20 entrevistas a hablantes bilingües de dos comunidades rurales de la Región de la Araucanía, Chile. Asumiendo una perspectiva tipológica de la negación, se establecen las características de este dominio en ambas lenguas para luego establecer sus paralelismos y diferencias.
Una primera diferencia entre ambos sistemas es la expresión sintáctica de la negación estándar del español frente a la morfológica del mapuzugun (Olate et al., 2020). Otra diferencia se establece en la ubicación que presenta la negación clausal en ambos idiomas, pues en español tiene una posición pre-verbal mientras que en mapuzugun el sufijo negativo -la aparece después del lexema verbal. En cuanto a la naturaleza estándar/no estándar de la negación, el español tiene una partícula negativa como elemento que expresa extensivamente la negación estándar.
El mapuzugun tiene un inventario de diversos marcadores de negación para formas no estándar, por ejemplo, cláusulas prohibitivas, subjuntivas y no finitas ocupan formas distintas a la estándar. En cuanto a las palabras negativas, el mapuzugun presenta dos elementos que no tienen un sentido negativo intrínseco, pero que adquieren un sentido negativo cuando son acompañados por el sufijo de negación estándar -la. Todo lo anterior, se presenta en el cuadro 5, donde se muestra la codificación del dominio de la negación en ambas lenguas.
El fenómeno que se presenta en el castellano de bilingües es una negación no prototípica bajo las formas de tampoco no vino, nunca no vino. Esta manera de expresión de la negación en la variedad de español de contacto se interpreta a partir del sistema de negación del mapuzugun que se observa en el énfasis del sentido negativo en expresiones como (12) y (13):
La tendencia presentada en el español de contacto sugiere una Copia Selectiva de patrones de distribución y combinatorios de parte del hablante bilingüe, quien intenta replicar el patrón organizativo del modelo.
Se analizó un corpus de 1351 cláusulas negativas de español de contacto, solo se consideraron en modo indicativo. Se excluyeron las imperativas, subjuntivas, construcciones negativas nominales y adverbiales. En el corpus se presentaron las siguientes construcciones negativas (Cuadro 6):
A partir de esta taxonomía de construcciones negativas, se contabilizaron los casos con el propósito de calcular los porcentajes de aparición. Entre los procedimientos, se excluyó el tipo 1 y se analizó la muestra compuesta por los tipos 2 a 8 para comparar la frecuencia de aparición. Al excluir del analisisla negación estándar del español, se obtuvo una muestra total de con 358 casos con los cuales se trabajó.
El patrón de negación tipo 4 de esta variedad es atribuible al contacto y aparece con 44 casos en el corpus, lo que equivale a un 3,3% del total de la muestra, incluido el tipo 1. En el marco de la cuantificación de las 358 cláusulas negativas de los tipos 2 al 8, el tipo 4 tiene una aparición de alrededor de un 12,3% en la muestra. En 14 a-d (Pineda et al. en evaluación) se presentan algunos ejemplos de estas construcciones negativas reportadas:
En el estudio se señala que este patrón de negación existe, aunque con una frecuencia de aparición menor al contrastar con el total de construcciones negativas registradas del tipo 1, 2 y 3. Sin embargo, el tipo 4 es más frecuente que los otros tipos 5-8, por lo que no debe obviarse una aparición ciertamente sistemática. En este trabajo se documenta la existencia de un tipo particular de construcción negativa que no se encuentra en el castellano estándar de Chile.
5. Conclusiones
Entre las principales conclusiones o reflexiones teóricas se destacan las siguientes:
Se parte de la base de que para establecer paralelos entre las lenguas se requiere un conocimiento tipológico de los dominios gramaticales de ambas, pero, especialmente de la lengua de sustrato. Ello posibilita la interpretación de patrones y formas que se ajustan a los contenidos gramático-conceptuales de la lengua fuente o modelo, lo que permite la generación de un amplio espectro de opciones de expresión que emergen a causa del uso en el repertorio de los hablantes.
Destacamos la importancia del estudio empírico para abordar el fenómeno y, además, la consideración de la frecuencia de uso de las construcciones al evaluar el efecto del contacto. En este sentido, se observa que en los estudios tradicionales de contacto se privilegia la aplicación de un paradigma estructuralista al análisis del fenómeno, evaluándolo a partir de descripciones de presencia/ausencia de las construcciones. En este sentido, el principal aporte de las investigaciones acá sintetizadas tiene que ver con ir más allá de esta dicotomía, incorporando el estudio del uso concreto de la variedad y, más específicamente, considerando la frecuencia de uso de las construcciones lo que da como resultado la posibilidad de afinar más los efectos del contacto en el español. Si bien este estudio avanza en esa dirección, somos conscientes de las limitaciones.
No basta con constatar la presencia de las construcciones, si se quiere atribuir realmente un fenómeno al contacto lingüístico tendría que evidenciarse cierta regularidad en su aparición. Esta debiera, además, emerger independientemente de factores socioculturales (género, edad y escolaridad).
Se intenta describir el sistema como un todo orientado por categorías conceptuales que se canalizan gramaticalmente (concordancia, aspecto, negación, entre otros), que producen variación en el castellano y que son útiles para caracterizar de forma preliminar los elementos de los repertorios lingüísticos y comunicativos que movilizan los hablantes de la variedad.
Estos códigos y las variedades que se producen y circulan, no se debe olvidar, son sistemas situados en contextos geosocioculturales específicos y los hablantes bilingües los incorporan en sus prácticas, generando un amplio inventario de formas de expresión que responden a la situación de contacto sociolingüístico histórico entre el mapuzugun y el español.