1. Introducción
Este estudio trasciende investigaciones recientes que analizan la alternancia variable entre sujetos tácitos y expresos en el español colombiano (Orozco, 2015, 2018a, 2018b; Orozco y Hurtado, 2021; Hurtado y Orozco, 2022; Orozco et al., 2024; entre otros). El estudio de la expresión de sujetos pronominales (ESP), el cual se ha denominado pronombrismo, se originó con la investigación de Barrenechea y Alonso (1973) sobre esta variable lingüística en Buenos Aires, Argentina. Ese estudio seminal abrió camino a muchos otros que han sobrepasado los confines del mundo hispánico. Cinco décadas de pronombrismo han contribuido de manera importante a la sociolingüística, haciendo de la expresión de sujetos pronominales una variable lingüística modelo (Hurtado y Orozco, 2022: 208).
La copiosa literatura pronombrista proporciona una base sólida para analizar la ESP en el español colombiano, cuyo primer estudio fue realizado por Hurtado (2001, 2005a, 2005b) entre colombianos residentes en el condado estadounidense de Miami-Dade, Florida. Estudios posteriores exploran la ESP en la ciudad de Cali (Travis, 2005, 2007; Travis y Torres Cacoullos, 2012) y entre colombianos de la región andina residentes en la ciudad de Nueva York (Otheguy et al., 2007; Otheguy y Zentella, 2012). Además, se ha estudiado la ESP en la ciudad caribeña de Barranquilla (Orozco y Guy, 2008; Orozco, 2015, 2018b; Hurtado y Ortega-Santos, 2019) y de colombianos caribeños residentes en Nueva York (Orozco, 2018a, 2018b). Otros trabajos exploran la ESP en Cartagena, Barranquilla, Valledupar y San Basilio de Palenque (Pérez y Gomes Camacho, 2019; de la Rosa, 2020). Sin embargo, la ESP en el español andino no ha sido ampliamente estudiada a pesar de ser esta la variedad hablada por la gran mayoría de los colombianos. Con este estudio pronombrista del habla caleña intentamos contribuir a llenar ese vacío y a responder algunas preguntas surgidas de las investigaciones de Orozco y Hurtado (2021), Hurtado y Orozco (2022) y Orozco et al. (2024).
Nuestro análisis del condicionamiento externo sondea los efectos de la edad, género y nivel educativo del hablante.
Nuestro análisis del condicionamiento interno explora a fondo los efectos de la persona y número del sujeto. Específicamente analizamos el papel de uno —ilustrado en (1) y (2)— como pronombre personal de sujeto; también exploramos el tiempo, modo y aspecto verbal. Además, analizamos el efecto del verbo empleando un enfoque analítico motivado por hallazgos recientes que revelan tendencias opuestas entre verbos clasificados dentro de una misma categoría léxica (Orozco, 2016, 2018a, 2018b, 2022; Orozco y Hurtado, 2021). Esto lo hacemos con el objetivo de obtener información más detallada sobre cómo el verbo condiciona la ESP y de contribuir a la teoría lingüística aportando resultados empíricos.
1. Uno conoce a todo el vecindario (CALI_H33_35);
2. Uno sale sin saber si va a volver o no (CALI_M21_43)
Nuestros resultados revelan mayormente concordancia con lo encontrado en otras comunidades monolingües latinoamericanas tanto en el condicionamiento social como en el lingüístico. En general, esta investigación contribuye a ampliar nuestro entendimiento de la ESP.
2. Antecedentes
La mayoría de las investigaciones pronombristas han seguido el modelo usado por Barrenechea y Alonso (1973), incluyendo todas las personas gramaticales en el análisis. Otras han analizado solo los pronombres de primera persona gramatical, siguiendo lo hecho por Bentivoglio (1980) y Morales (1980), quienes exploraron la ESP en Caracas, Venezuela y San Juan, Puerto Rico, respectivamente. Ya sea que se analicen todos los pronombres o solo los de primera persona gramatical, los estudios pronombristas han determinado que las tasas pronominales absolutas difieren respecto a la variedad dialectal. Las tasas pronominales más altas se han encontrado en el español caribeño, donde sobrepasan 30% y promedian 38 % (Orozco y Hurtado, 2021: 2). Estas van desde 33% entre cubanos recién llegados a la ciudad de Nueva York (Otheguy y Zentella, 2012) hasta 45 % en San Juan, Puerto Rico (Cameron, 1993). Las tasas pronominales consideradas bajas – inferiores a 30% – son propias de España y las comunidades de habla andinas y continentales latinoamericanas de tierras altas. En España, las tasas pronominales promedian un 22% y fluctúan entre 17.5% en Granada (Manjón-Cabeza et al., 2016) y 29% en Málaga (Ávila y Segura, 2022). Las tasas pronominales en las comunidades de habla andinas y de tierras altas continentales latinoamericanas promedian un 24%, fluctuando entre 16% en Yucatán, México (Michnowicz, 2015) y 28% en Medellín Colombia (Orozco y Hurtado, 2021).
No obstante las conocidas diferencias entre las tasas pronominales de diversas comunidades hispanohablantes, cinco décadas de pronombrismo evidencian considerable uniformidad respecto tanto a los constreñimientos que probabilísticamente condicionan la variable expresión pronominal como a las tendencias registradas por sus correspondientes factores (Carvalho et al., 2015: xiii).
La semejanza notable en el condicionamiento lingüístico apoya la premisa de que la variación lingüística estructurada refleja una parte intrínseca de nuestro conocimiento gramatical, ya que los patrones de competencia lingüística están profundamente enraizados en nuestro uso del lenguaje. La variable ESP se encuentra condicionada principalmente por la persona y el número gramatical del sujeto. Otros de los principales constreñimientos que la condicionan incluyen la perseverancia; la correferencia; el tiempo, modo, y aspecto (TMA) verbal; el tipo de cláusula; la reflexividad verbal; y la categoría semántica o el tipo de verbo. Por lo tanto, los sujetos pronominales expresos ocurren más frecuentemente con sujetos singulares, con tiempos verbales de morfología ambigua como el imperfecto, después de un cambio de referente, inmediatamente después de un sujeto expreso, y en oraciones o cláusulas principales. Sin embargo, los pronombres plurales, los verbos reflexivos y los de actividad externa favorecen los sujetos tácitos.
Hallazgos precedentes indican que en todas las variedades del castellano los pronombres singulares registran las tasas pronominales más altas y el mayor efecto favorable a los sujetos expresos (Orozco y Hurtado, 2021: 3). En efecto, uno es el pronombre que registra las tasas pronominales más altas en los estudios que lo han explorado como un pronombre personal de sujeto independiente, es decir, que lo han separado de los demás pronombres de tercera persona singular (Cameron, 1993; Hurtado, 2005b; Otheguy et al., 2007; Hurtado y Orozco, 2022). Hurtado (2005b) encontró un fuerte efecto de los pronombres con referentes no específicos entre hablantes colombianos residentes en Miami, Florida: los pesos probabilísticos revelan que los usos impersonales de tú, usted y uno (.55, .63, y .85, respectivamente) promueven los sujetos expresos. Asimismo, estudios del uso de uno en Barranquilla (Hurtado y Gutiérrez-Rivas, 2016) y Bogotá (Hurtado, 2015) demuestran que el uso referencial predominante de uno representa eventos y situaciones asociados específicamente con una persona, y uno se emplea eminentemente para referirse a la experiencia del hablante con verbos psicológicos, volitivos, y de estado. Respecto a la clase de verbo, se ha encontrado que los verbos psicológicos o cognoscitivos, tales como creer, saber, y recordar, promueven los sujetos pronominales expresos, mientras que los verbos de movimiento o actividad externa, como ir, salir y trabajar, favorecen los sujetos tácitos (Bentivoglio, 1980, 1987; Enríquez, 1984; Hurtado 2005a; Travis, 2007; Orozco y Guy, 2008; Abreu, 2009; Posio, 2011; entre otros). La ocurrencia de altas tasas pronominales con verbos psicológicos se ha explicado como una marca de la postura del hablante en el enunciado (Travis, 2007: 117).
Aunque se haya considerado tradicionalmente que la ESP no se encuentra fuertemente condicionada por factores sociales (Otheguy y Zentella, 2012), en el español colombiano se ha encontrado que el género del hablante y la edad condicionan esta variable lingüística. En Barranquilla y entre colombianos residentes en la ciudad de Nueva York, las mujeres favorecen los sujetos expresos y registran tasas pronominales más altas que los hombres (Orozco, 2018a: 143). Sin embargo, en Medellín mujeres y hombres tienen la misma tasa pronominal (Orozco y Hurtado, 2021). Las tendencias respecto a la edad difieren entre comunidades monolingües y aquellas en contacto con el inglés.
En la ciudad de Nueva York los hablantes jóvenes tienen las tasas pronominales más altas (Orozco, 2018a), lo cual parece ser consecuencia del contacto con el inglés. Por el contrario, en comunidades monolingües incluyendo a Santo Domingo (Alfaraz, 2015), Barranquilla (Orozco, 2018b), Medellín (Orozco y Hurtado, 2021; Hurtado y Orozco, 2022), y Xalapa, México (Orozco, 2016) los jóvenes registran las tasas pronominales más bajas. Esta tendencia por parte de jóvenes hispanohablantes monolingües parece oponerse a la trayectoria evolutiva de la ESP que muestra un aumento diacrónico en las tasas pronominales de las lenguas romances (Orozco, 2015: 32; Guy et al., en prensa). Además, las bajas tasas pronominales de los hablantes jóvenes parecen contradecir lo postulado por la teoría sociolingüística y constituyen tema para investigaciones subsecuentes.
3. Metodología
A continuación, empezamos por describir la comunidad de habla de Cali y los datos analizados. Luego, formulamos las preguntas directrices y las hipótesis que guían la presente investigación. Además, presentamos los constreñimientos (internos y externos) aquí explorados.
3.1. La comunidad de habla y el corpus
Santiago de Cali, fundada en 1536, es la tercera área metropolitana más grande de Colombia con 2.280.433 habitantes; ha sido uno de los principales centros industriales colombianos desde principios del siglo XX. Cali posee una ubicación geolingüística estratégica debido a que en el departamento de Valle del Cauca convergen dos macrodialectos del español colombiano: el andino y el costeño del Pacífico. El español de Cali pertenece a la variedad andina colombiana (Montes Giraldo, 1982; Ruiz Vásquez, 2020).
Esta comunidad de habla se caracteriza, entre otras cosas, por un sistema tripartito de formas de tratamiento de segunda persona singular en el cual predomina el uso de usted, alternado con tú y vos (Grajales y Marmolejo, 2021). El uso extendido del voseo en todos los registros del habla por hablantes de todas las edades y estratos sociales ha sido interpretado como indicativo de una sociedad abierta e igualitaria (Montes Giraldo, 1967: 25). Nuestros datos fueron extraídos del Corpus PRESEEA-Cali recopilado entre 2019 y 2020 (Grajales y Marmolejo, 2021), que a su vez se inscribe en el proyecto Estudio sociolingüístico del español de Cali financiado por la Universidad del Valle. El corpus consta de 72 entrevistas sociolingüísticas de 45 minutos aproximadamente (66,4 horas), muestra considerada proporcional a la cantidad de habitantes de la ciudad (PRESEEA 2003).
Todos los hablantes colaboradores nacieron en Cali o en la región circundante. La selección de los hablantes se hizo por cuotas de afijación uniforme con base en tres variables de preestratificación: género, edad y nivel educativo, como lo muestra el Cuadro 1.
3.2. Delimitación del contexto variable y datos
El entorno variacional aquí empleado se ciñe tanto al Principio de Responsabilidad (Labov 1972) como a los parámetros establecidos por Barrenechea y Alonso (1973) —refinados por Otheguy y Zentella (2012: 48) y el Proyecto PRESEEA (Guerrero y Manjón-Cabeza, 2022)— los cuales se consideran estándar para estudios pronombristas. Además, nuestro entorno variacional se adhiere a lo estipulado por Tagliamonte (2024) para variables lingüísticas de tipo morfosintáctico. Por lo tanto, incluimos solo aquellas cláusulas con sujetos pronominales animados determinables que contienen un verbo conjugado donde es claramente posible la alternancia entre la presencia y la ausencia de un sujeto pronominal. En consecuencia, todas las muestras analizadas constituyen una de dos formas posiblemente interpretables como funcionalmente equivalentes que tienen el mismo significado referencial y constituyen instancias de la misma función discursiva.
Siguiendo parámetros establecidos para la extracción de muestras (Tagliamonte, 2012, 2024) empezamos a sacar muestras visualmente a partir del quinto minuto de cada entrevista hasta completar 90 casos por hablante. Nuestra selección (y exclusión) de muestras sigue los parámetros establecidos tanto por Otheguy y Zentella (2012) como por la Guía PRESEEA de estudio de la expresión del sujeto pronominal (Guerrero y Manjón-Cabeza, 2022). Por lo tanto, se incluyeron en el análisis casos correspondientes a todas las personas gramaticales incluso el pronombre de tercera persona singular uno. También se incluyeron tanto sujetos pronominales preverbales (Yo trato de estar pendiente siempre de las personas) como los postverbales (se adapta uno pues a los trancones). Asimismo, de acuerdo con Otheguy y Zentella (2012) y Guerrero y Manjón-Cabeza (2022), se excluyeron, entre otras, las frases idiomáticas que no presentan variación (tú sabes; yo qué sé), los usos enfáticos (él mismo), los verbos meteorológicos (llover, escampar), los verbos existenciales (haber), y las muletillas. En los casos de uno, se excluyeron las instancias iniciales de este pronombre dentro de una secuencia, las cuales constituyen sujetos expresos categóricos, como se ilustra en (3).
En ese ejemplo, se excluye la primera ocurrencia (sale uno), pero se incluye la segunda (se adapta uno).
3. ya sale uno a cualquier horario sin carreras sin estrés y [se adapta uno pues a los trancones] / mientras se solucionan/ o terminan otras calzadas que están haciendo [CALI_M33_72].
Nuestros datos contienen un total de 6.409 de muestras, con las cuales esta investigación examina la base de datos más extensa que se haya analizado en un estudio pronombrista de una comunidad de habla colombiana.
3.3. Preguntas directrices e hipótesis
Esta investigación pronombrista del español caleño intenta responder los siguientes interrogantes directrices principales:
(a) ¿Cuáles son las convergencias y divergencias del español caleño con el de otras comunidades de habla en términos de su tasa de sujetos pronominales expresos?
(b) ¿Cómo se compara la influencia de constreñimientos internos —como persona y número gramatical del sujeto; tiempo, modo y aspecto verbal (TMA); y el efecto léxico del verbo— en la expresión pronominal del español de Cali con lo encontrado alrededor del mundo hispánico?
(c) ¿Cómo está condicionada socialmente la expresión de sujetos pronominales en Cali, y cómo se comparan los efectos de su condicionamiento social con aquellos en otras comunidades de habla colombianas y de otros países?
Conjuntamente, sondeamos la siguiente hipótesis principal:
El condicionamiento interno en el español caleño concuerda, en términos generales, con lo imperante a través del mundo hispánico, mientras que el condicionamiento social difiere de lo encontrado en otras comunidades y refleja gradación etaria con los hablantes más jóvenes registrando las tasas pronominales más bajas.
Nuestros interrogantes directrices e hipótesis están guiados por los hallazgos de una multitud de estudios precedentes citados a través de este artículo, algunos de los cuales sugieren la falta de resultados concluyente respecto a los efectos del verbo en la ESP (Posio, 2011; Erker y Guy, 2012; Orozco, 2018a, 2018b, 2022; Orozco y Hurtado, 2021; entre otros). Nuestra expectativa hipotética de encontrar las tasas pronominales más bajas entre los hablantes más jóvenes se basa en lo encontrado en comunidades hispanohablantes monolingües —incluyendo las ciudades colombianas de Barranquilla y Medellín — donde los hablantes de menor edad registran las tasas pronominales más bajas (Alfaraz, 2015; Orozco, 2016, 2018b; Orozco y Hurtado, 2021; Hurtado y Orozco, 2022). Como mencionamos arriba (Sección 2), esta tendencia por parte de jóvenes hispanófonos monolingües —a pesar de existir un aumento diacrónico en las tasas pronominales— parece contravenir lo postulado por la teoría sociolingüística (Chambers, 2009; Tagliamonte, 2012; 2024) ya que los jóvenes son eminentemente los promotores del cambio lingüístico. Más allá de nuestra hipótesis principal, esta investigación sondea hipótesis directamente relacionadas con cada uno los constreñimientos explorados en este estudio, los cuales se presentan a continuación.
3.4. Constreñimientos analizados
Para responder nuestros interrogantes directrices y sondear nuestras hipótesis, exploramos los efectos de seis constreñimientos (tres internos y tres sociales) escogidos con base en un sinnúmero de investigaciones precedentes que han analizado la ESP a través del mundo hispanoparlante (Cameron, 1992, 1993, 1995; Enríquez, 1984; Hurtado, 2001, 2005b; Otheguy et al., 2007; Travis, 2005, 2007; Posio, 2011; Repede 2019; Torres Cacoullos y Travis, 2011, 2018; Otheguy y Zentella, 2012; Travis y Torres Cacoullos, 2012; Lastra y Martín Butragueño, 2015; Orozco, 2015, 2018b, 2022; Hurtado y Orozco, 2022; inter alios). A continuación, enumeramos los seis constreñimientos analizados y sus respectivos factores constituyentes.
3.5. Constreñimientos internos
Los constreñimientos internos explorados en el presente análisis y sus factores constituyentes son los siguientes:
Persona y número gramatical del sujeto: analizamos los siguientes cinco factores: 1ª persona singular, 2ª persona singular, 3ª persona singular, uno, pronombres plurales (compaginados en un factor único). Sondeamos la hipótesis que los pronombres singulares favorecen los sujetos expresos y entre ellos uno tiene el mayor efecto favorable.
Tiempo modo y aspecto verbal (TMA): analizamos cinco factores: presente de indicativo, pretérito de indicativo, imperfecto de indicativo, condicional de indicativo, y otros tiempos (imperativo, tiempos perfectos y futuros). Investigamos la hipótesis de que el imperfecto y el condicional (paradigmas verbales menos distintivos) ejercen el mayor efecto favorable a los sujetos pronominales expresos.
Efecto léxico del verbo explorado mediante infinitivos. Sondeamos la hipótesis que todos los verbos de una misma categoría léxica no registran las mismas tendencias respecto a la expresión de sujetos expresos.
3.6. Constreñimientos externos
El estudio del condicionamiento social se considera parte fundamental de la sociolingüística variacionista. Guiados por investigaciones que reportan el condicionamiento social en la variable ESP (Otheguy y Zentella, 2012; Shin y Otheguy, 2013; Alfaraz, 2015; Lastra y Martín Butragueño, 2015; Prada Pérez, 2015; Orozco y Hurtado, 2021; entre otros), analizamos dos de los predictores (género y edad) considerados como los determinantes fundamentales de las funciones sociales en la variación lingüística (Chambers, 2009; Tagliamonte, 2012, 2024; Silva-Corvalán y Enrique-Arias, 2017; inter alios). Además de explorar el género y la edad del hablante por ser los más frecuentemente reportados como condicionadores de la ESP en comunidades hispanoparlantes monolingües, exploramos el nivel educativo de acuerdo con los postulados de PRESEEA.
Para analizar la edad, de acuerdo con hallazgos previos (Alfaraz, 2015; Lastra y Martín Butragueño, 2015; Manjón-Cabeza et al., 2016; Orozco, 2015, 2016; Shin y Erker, 2015; entre otros) sondeamos la hipótesis de que los hablantes más jóvenes favorecerían los sujetos tácitos. Siguiendo los parámetros de PRESEEA, dividimos los hablantes en tres grupos etarios: a) 20 a 34 años, b) 35 y 54 años, y c) mayores de 54 años. Analizamos los efectos del género del hablante, basados en resultados precedentes de otras comunidades colombianas (Orozco, 2015, 2018a, 2018b; Pérez, 2019; Orozco y Hurtado, 2021) e investigamos la hipótesis de que el género condicionaría la ESP con las mujeres caleñas promoviendo los sujetos pronominales expresos. Finalmente, exploramos el nivel educativo usando las categorías establecidas por el proyecto PRESEEA (bajo, medio, y alto), y sondeamos la hipótesis que los hablantes de nivel educativo bajo favorecerían los sujetos expresos.
3.7. El análisis
Para analizar nuestras 6.409 muestras, empezamos por codificarlas en hojillas de Excel de acuerdo con los seis constreñimientos arriba discutidos. Seguidamente procedimos a hacer una serie de análisis cuantitativos utilizando la aplicación Rbrul (Johnson, 2009) como nuestra herramienta principal. Empezamos la exploración cuantitativa de nuestros datos con un análisis distribucional (Tagliamonte, 2012: 121) y procedimos a ejecutar tabulaciones cruzadas para sondear la presencia de interacciones entre los factores analizados. Luego procedimos a realizar una serie de pruebas de regresión estadística multivariada para sondear las hipótesis correspondientes a cada uno de los constreñimientos analizados, determinar sus efectos condicionantes de la ESP y establecer las tendencias de sus factores correspondientes. Estas pruebas de regresión múltiple incluyen los hablantes y los infinitivos verbales como factores aleatorios.
En las secciones subsiguientes, presentamos la distribución de sujetos pronominales tácitos y expresos, discutimos los predictores que condicionan la expresión pronominal, obtenemos conclusiones y formulamos sus implicaciones correspondientes.
4. Distribución de sujetos tácitos y expresos
La distribución de sujetos pronominales tácitos y expresos (Cuadro 2) indica una tasa pronominal para Cali de 28,6%, la cual es característica del español andino.
Variante | N | % |
---|---|---|
Sujetos expresos (nosotros cantamos) | 1.082 | (28.6 %) |
Sujetos tácitos (cantamos) | 4,577 | (71.4 %) |
Total | 6,409 | (100 %) |
Esta tasa pronominal supera levemente el 28% encontrado en Medellín, Colombia (Orozco y Hurtado, 2021) y constituye la tasa pronominal más alta encontrada en una comunidad de habla continental latinoamericana de tierras altas, donde las tasas pronominales promedian 24% (Orozco y Guy, 2008; Otheguy y Zentella, 2012; Lastra y Martín Butragueño, 2015; Michnowicz, 2015; Hurtado y Orozco, 2022). Además, la tasa pronominal caleña es significativamente más baja (X2 = 33.6; p <.001) que el 34% de Barranquilla (Orozco, 2015), proporcionando soporte cuantitativo a las clasificaciones dialectales del español colombiano (Montes Giraldo, 1982; Ruiz Vásquez, 2020). La tasa pronominal relativamente alta de Cali puede ser consecuencia de su ubicación geográfica, en un departamento con una región costera. Es decir, el habla caleña está en estrecho contacto con las variedades del español litoral. Como puede apreciarse en el Cuadro 3, las tasas pronominales más altas encontradas en el español corresponden a hablantes de variedades costeras, las cuales sobrepasan 30%. Al mismo tiempo, la tasa pronominal caleña aparece como una de las más altas.
Comunidad | Tasa pronominal |
---|---|
Puerto Rico (Cameron, 1992) | 44.7% |
Colombianos caribeños en Nueva York (Orozco, 2018a) | 43.3% |
Santo Domingo, República Dominicana (Alfaraz, 2015) | 42.3% |
Barranquilla, Colombia (Orozco, 2018) | 34.3% |
Nueva York, EEUU (Otheguy y Zentella, 2012) | 34.0% |
Cali, Colombia (este trabajo) | 28.6% |
Medellín, Colombia (Orozco y Hurtado, 2021) | 28.0% |
Rivera, Uruguay (Carvalho y Bessett, 2015) | 25.0% |
Sevilla, España (Repede, 2019) | 24.0% |
Valencia, España (Roselló, 2021) | 21.8% |
Ciudad de México (Lastra y Martín Butragueño, 2015) | 21.8% |
Buenos Aires (Barrenechea y Alonso, 1973) | 21.0% |
Granada, España (Manjón-Cabeza et al., 2017) | 20.5% |
Lima, Perú (Cerrón-Palomino, 2014) | 16.8% |
Yucatan, México (Michnowicz, 2015) | 16.0% |
Los resultados de una serie de cómputos multivariados incluyendo todos los constreñimientos analizados generaron un modelo complejo con tres predictores sociales y dos lingüísticos que alcanzan significancia estadística. La similitud entre el condicionamiento registrado por la expresión pronominal en Cali y el resto del mundo corrobora que la gramática subyacente de la expresión pronominal en todas las variedades del castellano sigue siendo esencialmente la misma a pesar de existir tasas pronominales diferentes a nivel superficial (Travis, 2007; Torres Cacoullos y Travis, 2011; Michnowicz, 2015; Manjón-Cabeza et al., 2016; Repede 2019; Ávila y Segura, 2022).
5. Condicionamiento interno
Los efectos condicionantes internos de la ESP en Cali son observables en dos constreñimientos. El primero (persona y número gramatical del sujeto) se relaciona con el sujeto; el segundo tiempo, modo y aspecto verbal o TMA, se relaciona con el verbo. El efecto léxico del verbo, el tercer constreñimiento interno —dada su naturaleza, con 602 factores constituidos por infinitivos verbales— se analizó como un predictor al azar. A continuación, presentamos los resultados correspondientes al condicionamiento interno. Primero nos ocupamos de la persona y el número gramatical del sujeto después del TMA y, por último, del efecto léxico del verbo.
5.1. Persona y número gramatical del sujeto
Nuestros hallazgos, presentados en el Cuadro 4, muestran que —cuando incluimos a uno dentro de la categoría de tercera persona singular— Cali se adhiere a la tendencia general de la persona y el número gramatical en todas las variedades de español. En términos generales, los pronombres singulares favorecen los sujetos expresos y los pronombres plurales los desfavorecen (Ávila y Segura, 2022: 74; Flores-Ferrán, 2002, 2004, 2007; Otheguy et al., 2007; Abreu, 2009; de Prada Pérez, 2009; Posio, 2011; Carvalho y Child, 2011; Manjón-Cabeza et al., 2016: 204; Erker y Guy, 2012; Otheguy y Zentella, 2012; Repede, 2019; entre otros).
Factor | Prob. | Log odds | % expresos | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
3rd singular (él, ella, uno) | .67 | 0.70 | 50.3% | 312/620 | 9.8% | |
2nd singular (tú, usted, vos) | .66 | 0.69 | 46.9% | 149/318 | 5.0% | |
1st singular (yo) | .52 | 0.06 | 33.2% | 1145/3451 | 54.6% | |
Plural (nosotros, ustedes, ellas, ellos) | .19 | -1.46 | 10.2% | 196/1930 | 30.6% | |
Rango = 48 | valor p = <.001 |
Bajo esta configuración analítica, la tercera persona singular favorece fuertemente los sujetos expresos con un peso probabilístico de .67 (log odds 0.70) y una tasa pronominal de 50.3%. Además, la segunda persona singular también favorece los sujetos expresos.
Por su parte, la primera persona singular —a pesar de aportar la mayoría de los datos— tiene un efecto neutro con un peso probabilístico de .52 y una tasa pronominal de 33.2%. En contraste, la tendencia registrada por los pronombres plurales indica un fuerte efecto favorable a los sujetos tácitos con un peso probabilístico de .19 (log odds -1.46) y una tasa pronominal de 10.2%, a pesar de los sujetos plurales constituir casi la tercera parte de los datos.
Esta configuración analítica concurre con lo practicado ampliamente por pronombristas (Claes 2011; Lastra y Martín Butragueño, 2015; Michnowicz 2015; Orozco, 2018a, 2018b; Orozco y Hurtado, 2021; entre otros), al incluir el pronombre uno dentro de la tercera persona singular. Sin embargo, el efecto neutro de la primera persona singular difiere de lo encontrado en otras comunidades de habla incluyendo Barranquilla (Orozco, 2018b), Ciudad de México (Lastra y Martín Butragueño, 2015) y San Juan, Puerto Rico (Claes 2011), donde la primera persona singular impulsa fuertemente el uso de sujetos expresos. Al mismo tiempo, el fuerte efecto favorable de la tercera persona singular concurre con lo encontrado en Medellín (Orozco y Hurtado, 2021). Por lo tanto, siguiendo la pauta analítica de Hurtado y Orozco (2022), realizamos un análisis subsecuente separando a uno de la tercera persona singular y analizándolo como factor independiente. Los resultados correspondientes a esta configuración analítica presentados en el Cuadro 5 revelan que uno es el pronombre que más fuertemente favorece los sujetos expresos.
Factor | Prob. | Log odds | % expresos | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
Uno | .87 | 1.93 | 81.7% | 206/252 | 4.0% | |
2nd singular (tú, usted, vos) | .61 | 0.45 | 46.9% | 149/318 | 5.0% | |
1st singular (yo) | .45 | -0.19 | 33.2% | 1145/3451 | 54.6% | |
3rd singular (él, ella, uno) | .38 | -0.47 | 28.8% | 106/368 | 5.8% | |
Plural (nosotros, ustedes, ellas, ellos) | .15 | -1.71 | 10.2% | 1734/1930 | 30.6% | |
Rango = 72 | valor p = <.001 |
El análisis de uno como factor independiente revela una característica idiosincrática del habla de Cali, la cual comparte con Medellín, al ser uno el pronombre que promueve más fuertemente los sujetos pronominales expresos con un peso estadístico de .87 y una tasa pronominal de 81.7% (log odds 1.93). Este fuerte efecto favorable a los sujetos expresos de uno concuerda con lo encontrado por otras investigaciones pronombristas colombianas de Medellín (Hurtado y Orozco, 2022), Barranquilla (Hurtado y Ortega-Santos, 2019: 51), y la costa atlántica (Pérez, 2022). Ejemplos (4) y (5) ilustran la fuerte tendencia favorable a los sujetos tácitos de los pronombres plurales. El ejemplo (6) ilustra la fuerte tendencia favorable de uno a los sujetos expresos.
4. y ø deberíamos ser como más solidarios con las demás personas [CALI_H11_01]
5. entonces ø no van a tener cómo ingresar a una universidad costosa y todas esas cosas [CALI_H21_08]
6. ya uno ya es muy conocido de los mismos vecinos y del sector [CALI_H31_12]
Además, para facilitar la comparabilidad de nuestros resultados con aquellos trabajos que no incluyen el pronombre uno, se hizo un análisis donde se le excluye. Estos resultados (presentados en el Cuadro 6) revelan que, ante la ausencia de uno, los pronombres de segunda persona singular favorecen más fuertemente los sujetos expresos con un peso estadístico de .71 (valor log odds 0.92). El pronombre de primera persona singular (yo) también favorece los sujetos expresos, mientras que la tercera persona singular registra un efecto neutro con un peso probabilístico de .50 (log odds 0.01).
Factor | Prob. | Log odds | % expresos | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
2nd singular (tú, usted, vos) | .71 | 0.92 | 46.9 % | 149/318 | 5.2% | |
1st singular (yo) | .58 | 0.30 | 33.2 % | 1145/3451 | 56.9% | |
3rd singular (él, ella) | .50 | 0.01 | 28.8 % | 262/368 | 6.1% | |
Plural (nosotros, ustedes, ellas, ellos) | .23 | -1.23 | 10.2 % | 1134/1930 | 31.8% | |
Rango = 48 | valor p = <.001 |
Igual que con las dos configuraciones analíticas anteriores, los pronombres plurales favorecen los sujetos tácitos con un peso probabilístico de .23 (log odds -1.23) y una tasa pronominal de 10.2%. El ejemplo (7) ilustra tanto el efecto favorable de la segunda persona a los sujetos expresos como la presencia del voseo en el habla caleña. El ejemplo (8) ilustra el efecto favorable a los sujetos expresos del pronombre yo. Finalmente, el ejemplo (9) ilustra el efecto neutro de la tercera persona singular.
7. También porque vos no estás seguro [CALI_H11_04]
8. Yo siempre he estudiado como retirado a mi casa [CALI_M12_50]
9. Él es muy tierno/ ø es muy atento con nosotros [CALI_M21_44]
En general, los resultados revelan que la persona y número del sujeto surge como el constreñimiento que más fuertemente condiciona la expresión pronominal bajo cada una de las tres diferentes configuraciones analíticas usadas para explorarlo (uno junto con los otros pronombres de tercera persona; uno como factor independiente; uno excluido del análisis).
5.2. Tiempo, modo y aspecto verbal
Las tendencias correspondientes al tiempo, modo y aspecto verbal, presentadas en el Cuadro 7 muestran que los tiempos condicional e imperfecto de indicativo favorecen los sujetos pronominales expresos con pesos probabilísticos de .58 y .55, respectivamente (log odds 0.31 y 0.19). El presente de indicativo registra con un valor probabilístico neutro de .50. Por otro lado, tanto el pretérito (peso probabilístico .43; log odds -0.28) como todos los demás tiempos, actuando como un factor único, favorecen los sujetos tácitos con un peso probabilístico de .45 (log odds -0.22).
Factor | Prob. | Log odds | % expreso | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
Condicional de indicativo | .58 | 0.31 | 35.9 % | 56/156 | 2.6% | |
Imperfecto de indicativo | .55 | 0.19 | 32.7 % | 213/652 | 10.7% | |
Presente de indicativo | .50 | -0.02 | 29.2% | 1191/4074 | 66.6% | |
Otros tiempos | .45 | -0.22 | 24.9 % | 180/722 | 11.8% | |
Pretérito de indicativo | .43 | -0.28 | 24.8 % | 127/512 | 8.4% | |
Rango = 15 | Valor p = <.001 |
Los siguientes ejemplos extraídos del corpus contribuyen a explicar los resultados correspondientes al tiempo, modo y aspecto verbal. Los ejemplos (10) y (11) ilustran, respectivamente, el efecto favorable del condicional y el imperfecto de indicativo a los sujetos expresos.
En (12) se ilustra el efecto neutro del presente de indicativo, el cual frecuentemente hace parte de secuencias conversacionales con un sujeto expreso (yo casi no salgo) que sirve de referente a varios sujetos tácitos tanto precedentes como subsecuentes.
Finalmente, (13) ejemplifica el efecto favorable a los sujetos tácitos de los tiempos perfectos, los cuales analizamos como parte de la categoría denominada "otros tiempos".
10. .. entonces pues si fuera mía, yo la remodelaría [CALI_M23_68]
11. entonces yo tenía como unos trece años [CALI_H12_14]
12. .. ø no salgo / yo casi no salgo de mi casa / ø mantengo aquí metida / del trabajo a la casa / [CALI_M11_37]
13. el hijo mío es un buen muchacho gracias a Dios/ ø ha sido buen muchacho// se integra él con sus amigos //y ø ha salido buen muchacho ø no he tenido problemas con él [CALI_H33_34]
En términos generales, estas tendencias coinciden con aquellas de las variedades colombianas de Medellín (Hurtado y Orozco, 2022), Barranquilla y la colonia colombiana en Nueva York (Orozco, 2018b: 109), donde el imperfecto favorece los sujetos expresos y las demás formas verbales promueven los sujetos tácitos. Estos resultados también concuerdan con lo encontrado más allá de Colombia (Enríquez, 1984; Bentivoglio, 1987; Travis, 2007; Carvalho y Bessett, 2015; Lastra y Martín Butragueño, 2015; entre otros).
Empero, una diferencia destacable entre esta investigación y las anteriores es que hemos explorado el efecto del condicional de indicativo como un factor independiente y no como parte de la categoría "otros tiempos." Más aun, el condicional registra el mayor efecto favorable a los sujetos expresos, lo cual amerita su análisis como factor independiente en investigaciones futuras. Aparentemente, la baja transitividad adjudicada al imperfecto (Muñiz Cachón, 1998; Hurtado y Ortega-Santos, 2019) parece extenderse al condicional.
5.3. Efecto léxico del verbo
Exploramos el efecto léxico del verbo poniendo a prueba el efecto del infinitivo guiados por los hallazgos de Orozco (2016, 2018a, 2018b, 2022) y Orozco y Hurtado (2021) quienes descubren efectos diferentes —incluso oposiciones— entre verbos clasificados dentro de una misma categoría léxica o semántica. Los resultados presentados en el Cuadro 8 muestran los verbos de más frecuente ocurrencia —aquellos que constituyen al menos 0.6% de los datos— entre los 602 diferentes verbos encontrados en el corpus. Los verbos en el Cuadro 8 se dividen en tres segmentos.
Verbo | Peso | Tasa | N | % datos |
---|---|---|---|---|
Creer | .777 | 54.1% | 172/318 | 5.0% |
Vivir | .743 | 49.4% | 129/261 | 4.1% |
Decir | .692 | 42.7% | 125/293 | 4.6% |
Pensar | .676 | 43.2% | 38/88 | 1.4% |
Trabajar | .658 | 44.7% | 17/38 | 0.6% |
Ver | .645 | 37.7% | 81/215 | 3.4% |
Pasar | .609 | 38.2% | 13/34 | 0.5% |
Venir | .609 | 37.5% | 15/40 | 0.6% |
Ser | .607 | 33.5% | 124/370 | 5.8% |
Salir | .570 | 30.7% | 31/101 | 1.6% |
Sentir | .548 | 29.0% | 18/62 | 1.0% |
Ir | .544 | 26.6% | 72/271 | 4.2% |
Querer | .542 | 28.4% | 19/67 | 1.0% |
Llegar | .523 | 26.3% | 20/76 | 1.2% |
Llevar | .499 | 24.1% | 19/79 | 1.2% |
Estar | .481 | 23.3% | 89/382 | 6.0% |
Saber | .477 | 22.3% | 56/251 | 3.9% |
Tener | .473 | 22.1% | 130/588 | 9.2% |
Poder | .471 | 21.9% | 34/155 | 2.4% |
Dar | .465 | 20.5% | 9/44 | 0.7% |
Conocer | .423 | 17.8% | 19/107 | 1.7% |
Hacer | .403 | 16.8% | 32/190 | 3.0% |
Hablar | .390 | 12.5% | 5/40 | 0.6% |
Poner | .363 | 8.8% | 3/34 | 0.5% |
Jugar | .357 | 11.6% | 8/69 | 1.1% |
El segmento superior incluye los verbos que favorecen los sujetos expresos; el segmento medio los verbos con efecto neutro; y el segmento inferior los verbos que promueven los sujetos tácitos. Igual que en las comunidades colombianas de Barranquilla, Medellín y Nueva York y en Xalapa, México (Orozco, 2022), tener es el verbo de mayor ocurrencia en contextos pronominales y creer fuertemente favorece los sujetos expresos.
Sin embargo, los efectos de los demás verbos no concuerdan salvo algunas excepciones.
Los resultados de un análisis más detallado —presentados en el Cuadro 9— revelan tendencias opuestas entre verbos agrupados en una misma categoría léxica o semántica. Por ejemplo, mientras que creer ejerce el mayor efecto favorable a los sujetos expresos, conocer —otro verbo cognitivo o de actividad mental— tiene una fuerte tendencia opuesta.
Verbo | Peso | Tasa | N | X2 | P | Categoría léxica |
---|---|---|---|---|---|---|
Creer | .777 | 54.1% | 172/318 | 41.3 | <.001 | Cognitivos Actividad mental |
Conocer | .423 | 17.8% | 19/107 | |||
Trabajar | .658 | 44.7% | 17/38 | 13.2 | <.001 | Actividad externa |
Jugar | .357 | 11.6% | 8/69 | |||
Ser | .607 | 33.5% | 124/370 | 9.2 | .002 | Copulativos |
Estar | .481 | 23.3% | 89/382 | |||
Decir | .692 | 42.7% | 125/293 | 12.2 | <.001 | Enunciativos Actividad externa |
Hablar | .390 | 12.5% | 5/40 | |||
Vivir | .743 | 49.4% | 129/261 | 60.3 | <.001 | Otros verbos de estado |
Tener | .473 | 22.1% | 130/588 |
6. Condicionamiento externo
El condicionamiento externo o social —presentado a continuación— revela los efectos de género del hablante y la edad, los cuales concuerdan con lo encontrado en Xalapa, México (Orozco, 2016) y las comunidades colombianas de Barranquilla y Nueva York (Orozco, 2018b). Además, este análisis incluye los efectos del nivel educativo.
6.1. Efectos del género del hablante
Los resultados correspondientes al género en Cali (Cuadro 10) revelan que las mujeres favorecen los sujetos expresos mientras que los hombres promueven los sujetos tácitos. La significancia estadística del género en el español caleño difiere de hallazgos en Caracas (Bentivoglio, 1980, 1987), Ciudad de México (Lastra y Martín Butragueño, 2015), Granada, España (Manjón-Cabeza et al., 2016), la región fronteriza uruguayo-brasilera (Carvalho y Bessett, 2015), y Medellín, Colombia, entre otras comunidades de habla, donde mujeres y hombres observan conductas sociolingüísticas similares respecto a la ESP. A la vez, estos resultados concuerdan con lo que ocurre en otras comunidades de habla colombianas (Orozco, 2015, 2018a, 2018b; Pérez, 2019, 2022), españolas (Ávila y Segura, 2022; Repede, 2019), y de otras partes del mundo hispánico (Carvalho y Child, 2011; Otheguy y Zentella, 2012; Shin y Otheguy, 2013; Alfaraz, 2015; Orozco, 2016, 2018b; Guy et al., en prensa; entre otros), donde el género del hablante sí condiciona la expresión pronominal y las mujeres impulsan los sujetos expresos.
Factor | Prob. | Log odds | % expresos | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
Cali | ||||||
Mujeres | .53 | 0.11 | 31.0 % | 979/3.157 | 49.3 % | |
Hombres | .47 | -0.11 | 26.2 % | 853/3.252 | 50.7 % | |
Rango | 6 | p=<.001 | ||||
Barranquilla | ||||||
Mujeres | .53 | 0.10 | 37.1 % | 552/1.496 | 49.6 % | |
Hombres | .47 | -0.10 | 31.4 % | 475/1.513 | 50.4 % | |
Rango | 6 | p=.007 |
Además de refrendar que el género condiciona diferentemente la ESP en distintas comunidades de habla, nuestros hallazgos, validan nuestra hipótesis que las mujeres favorecerían los sujetos expresos y los hombres los tácitos en Cali. El efecto del género en Cali contribuye a incrementar nuestro entendimiento de la conducta sociolingüística de los colombianos. La existencia de investigaciones previas que han analizado el género del hablante en otras comunidades de habla colombianas nos permite profundizar y efectuar un análisis sin precedentes al poder comparar nuestros hallazgos con los de otras comunidades previamente estudiadas. Se ha encontrado que, igual a lo que sucede en otras comunidades de habla colombianas, incluyendo la región caribe (Orozco, 2015, 2018b; Pérez, 2019, 2022) y en el enclave colombiano en la ciudad de Nueva York (Orozco, 2018a), en Cali, las mujeres favorecen los sujetos expresos. Al comparar los efectos del género en Cali con hallazgos de Barranquilla (Orozco, 2018b), donde se ha empleado el mismo procedimiento analítico usado aquí, hallamos similitudes interesantes. Además, hemos encontrado diferencias estadísticamente significativas a) entre las mujeres de Medellín y las caleñas (X2 = 23.2; p <.001), y b) entre los hombres de Medellín y los caleños (X2 = 4.1; p .02). Comparando los efectos del género en la ESP en el español colombiano, podemos demostrar cuantitativamente una diferencia antes desconocida entre hablantes de dos comunidades de habla andina. Entre otras cosas, los hallazgos de nuestra comparación entre los efectos del género en Cali, Medellín y Barranquilla generan interrogantes que ameritan investigaciones subsecuentes.
6.2. Efectos de la edad del hablante
Los resultados correspondientes a la edad del hablante aparecen en el Cuadro 11. Nuestro análisis usa los grupos etarios estipulados por el proyecto PRESEEA, dividiendo los hablantes en tres grupos etarios: (a) 20 a 34 años, (b) 35 a 54, (c) mayores de 54 años.
Grupo etario | Prob. | Log odds | % expresos | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
Mayores de 54 | .55 | 0.21 | 31.8% | 683/2.149 | 33.5 % | |
35 a 54 años | .52 | 0.09 | 31.0% | 643/2.077 | 32.4 % | |
20 a 34 años | .43 | -0.30 | 23.2% | 506/2.183 | 34.1% | |
Rango = 12 | valor p = <.001 |
Los resultados (Cuadro 11) descubren, como ocurre en Medellín (Hurtado y Orozco, 2022: 217) una tendencia a que las tasas pronominales aumenten proporcionalmente a la edad.
Los caleños más jóvenes —20 a 34 años— registran las tasas pronominales más bajas (23.2%); es decir, desfavorecen los sujetos expresos con un peso probabilístico de .43 (log odds -0.30). Los hablantes de mediana edad en nuestro corpus (de 35 a 54 años) registran una tasa pronominal (31%) significativamente más alta que la de los jóvenes y tienen un efecto neutro sobre la expresión de sujetos expresos con un peso probabilístico de .52 (log odds 0.09). Finalmente, nuestros hablantes de mayor edad (los mayores de 54 años) registran la tasa pronominal más alta (31.8%) entre nuestros tres grupos etarios y favorecen los sujetos pronominales expresos con un peso probabilístico de .55 (log odds 0.21).
Nuestros resultados proporcionan evidencia cuantitativa que sustenta nuestra hipótesis de que los hablantes más jóvenes favorecerían los sujetos tácitos mientras que sus mayores promueven los sujetos pronominales expresos. Más aun, nuestros hallazgos concurren con lo encontrado en otras comunidades de habla, incluyendo Ciudad de México (Lastra y Martín Butragueño, 2015); Oaxaca, México (Shin y Erker, 2015); Barranquilla, Colombia (Orozco y Guy, 2008; Orozco, 2015); Medellín (Orozco y Hurtado, 2021), y España (Manjón-Cabeza et al., 2016; de Prada Pérez, 2015); entre otros.
6.3. Efectos del nivel educativo
Los resultados del nivel educativo (presentados en el Cuadro 12) muestran a los caleños con bajo nivel de educación favoreciendo levemente a los sujetos expresos con un peso probabilístico de .53 (log odds 0.13) y una tasa pronominal de 31.7%. Tanto los hablantes de nivel educativo alto (.49) como los de nivel educativo medio (.48) registran tendencias neutras respecto a la expresión pronominal.
Nivel educativo | Prob. | Log odds | % expresos | N | % datos | |
---|---|---|---|---|---|---|
Bajo | .53 | 0.13 | 31.7% | 740/2.337 | 34.6 % | |
Alto | .49 | -0.05 | 27.9% | 599/2.148 | 33.5 % | |
Medio | .48 | -0.08 | 25.6% | 493/1.924 | 31.2 % | |
Rango = 5 | valor p = .007 |
Estas tendencias sugieren que los caleños reducen su uso de sujetos expresos como resultado de la escolaridad. En términos generales, debido a su baja significancia estadística, estos resultados sugieren que el nivel educativo no condiciona fuertemente la expresión de sujetos pronominales en Cali.
7. Discusión
Con el propósito de ir más allá de investigaciones recientes que analizan la expresión de sujetos pronominales, incluso nuestra investigación preliminar (Orozco et al., 2024), hemos abordado tres interrogantes directrices y una hipótesis principal. La respuesta al primer interrogante directriz (¿Cuáles son las convergencias y divergencias del español caleño con el de otras comunidades de habla en términos de su tasa de sujetos pronominales expresos?) descubre que la tasa pronominal registrada en Cali (28.6 %) constituye la más alta encontrada en una comunidad continental andina latinoamericana. Además de concurrir con las clasificaciones dialectales que sitúan la variedad caleña dentro de la región dialectal andina (Montes Giraldo, 1982), esta tasa pronominal refleja la cercanía de Cali al litoral pacífico y la afluencia de hablantes de esa región costera que se ha estado produciendo en años recientes. Esto es similar a lo reportado por Orozco y Hurtado (2021: 22) para Medellín con respecto a la costa atlántica. Al encajar dentro de las variedades del español andino, la tasa pronominal caleña difiere tanto de las encontradas en las comunidades de habla del caribe como de las tasas pronominales encontradas en las comunidades donde el español se encuentra en contacto con el inglés.
La respuesta a nuestro segundo interrogante directriz (¿Cómo se compara la influencia de constreñimientos internos —como persona y número gramatical del sujeto; tiempo, modo y aspecto verbal (TMA); y el efecto léxico del verbo— en la expresión pronominal del español de Cali con lo encontrado alrededor del mundo hispánico?) revela un condicionamiento interno que concurre con lo encontrado alrededor del mundo, como lo constata la voluminosa literatura pronombrista (Carvalho et al., 2015; Guy et al., en prensa).
La ESP está condicionada significativamente por la persona y el número gramatical del sujeto (el predictor más fuerte) y el TMA. En consecuencia, el condicionamiento interno suministra evidencia empírica adicional de una gramática subyacente común para todas las variedades del castellano no obstante la existencia de diferencias significativas en las tasas pronominales, tal como han indicado Carvalho et al. (2015), Torres Cacoullos y Travis (2019), y Travis (2005, 2007), entre otros. Los efectos de persona y número gramatical descubren que los sujetos pronominales expresos son favorecidos fuertemente por el pronombre uno. Esta tendencia es idéntica a la encontrada en Medellín y entre colombianos residentes en Miami (Hurtado, 2001, 2005b). Nuestro hallazgo de uno como el pronombre con mayor efecto favorable a los sujetos expresos invita a que reconsideremos la configuración analítica de persona y número gramatical. Entre otras cosas, la interpretación referencial predominante en el uso de uno en Cali parece ser su conexión con el hablante.
Además, el efecto léxico del verbo proporciona evidencia irrefutable de la necesidad de dejar atrás las clasificaciones verbales al analizar el efecto del verbo en la ESP. Nuestra investigación descubre tendencias opuestas entre verbos que tradicionalmente se clasificaron en las mismas categorías de acuerdo con las clasificaciones verbales "tipo de verbo" (Bentivoglio, 1980), "contenido léxico verbal" (Enríquez, 1984), y otras surgidas posteriormente. Consecuentemente, nuestro análisis del efecto léxico concurre con los hallazgos de Orozco (2022) al constatar que agrupaciones léxicas fundamentadas en criterios sintácticos o semánticos no conforman clases funcionales naturales para el análisis de la ESP. Por consiguiente, nuestros resultados comprueban la existencia de limitaciones en la aplicabilidad de categorías léxicas verbales al pronombrismo.
La respuesta a nuestro tercer interrogante directriz (¿Cómo está condicionada socialmente la expresión de sujetos pronominales en Cali, y cómo se comparan los efectos de su condicionamiento social con aquellos en otras comunidades de habla colombianas y de otros países?) revela un fuerte efecto condicionante de la edad del hablante, así como efectos significativos del género y, en menor escala, del nivel educativo. Las tendencias correspondientes a la edad reflejan que los caleños más jóvenes en nuestro estudio (menores de 34 años) desfavorecen los sujetos tácitos con una tasa pronominal de 23% (peso probabilístico .43). Igual que en Medellín (Hurtado y Orozco, 2022: 217) y como mostramos en el Cuadro 11, se aprecia un aumento progresivo de las tasas pronominales, el cual es proporcional a la edad. Los hablantes de mayor edad (mayores de 55 años) promueven los sujetos expresos registrando la tasa pronominal (32%) más alta entre nuestros tres grupos etarios. Nuestros hallazgos concurren con lo encontrado por Shin (2015: 11) y Shin y Erker (2015: 177), quienes descubrieron un aumento progresivo en las tasas pronominales de niños y adolescentes a medida que estos adquieren los patrones de uso pronominal característicos de los adultos.
Más aun, nuestros resultados concuerdan con hallazgos en Barranquilla, Colombia (Orozco, 2018b), Ciudad de México (Lastra y Martín Butragueño, 2015), Medellín, Colombia (Orozco y Hurtado, 2021), Santo Domingo (Alfaraz, 2015), y Xalapa, México, entre otras comunidades de habla hispánicas.
El aumento progresivo de las tasas pronominales proporcional a la edad nos muestra la asociación de un rasgo de un fenómeno lingüístico con una edad específica, lo cual de acuerdo con D’Arcy (2013: 488) y Cheshire (2006: 1553), sería indicativo de una instancia de gradación etaria. Aunque no podamos determinar con certeza si estamos en presencia de un caso de gradación etaria al no existir un consenso acerca de lo que esta constituye (Wagner, 2012: 379), esperamos que investigaciones futuras contribuyan a identificar el fenómeno en cuestión.
El efecto favorable de los hablantes más jóvenes hacia los sujetos tácitos constituye un hecho cuya explicación presenta un reto a la teoría sociolingüística. Este efecto parecería tener implicaciones cognoscitivas y de adquisición de la lengua materna, debido a la aparente existencia de un cambio en marcha en las lenguas romances hacia tasas pronominales más altas (Erker y Guy, 2012; Otheguy y Zentella, 2012; Orozco, 2015: 32; Guy et al., en prensa). Nuestros hallazgos, incluso el hecho curioso de que este cambio en marcha no estaría siendo impulsado por los caleños más jóvenes — contrariamente a los postulados de la teoría sociolingüística — se explican por el hecho de que, en las comunidades hispanohablantes monolingües, las tasas pronominales aumentan progresivamente a medida que aumenta la edad (Shin, 2015; Shin y Erker, 2015; Orozco, 2016; entre otros). Consecuentemente, en lugar de hacerlo durante su niñez o adolescencia, los hispanoparlantes monolingües nativos parecen cimentar después de la edad de 20 años los patrones de expresión de sujetos pronominales expresos propios de los hablantes adultos.
Los efectos del nivel educativo muestran a los hablantes de nivel bajo favoreciendo a los sujetos expresos mientras que los de niveles medio y alto exhiben tendencias neutrales. Estos resultados parecen sugerir que el proceso de escolaridad tiende a reducir la frecuencia de uso de los sujetos expresos. Respecto al género, las mujeres caleñas favorecen los sujetos expresos y los hombres los tácitos. La diferencia encontrada (p=<.001) confirma al género como uno de los predictores sociales que significativamente condicionan la ESP.
El condicionamiento significativo del género sobre la expresión pronominal en Cali es congruente con lo que ocurre en un considerable número de comunidades, donde las mujeres favorecen los sujetos expresos. Estas comunidades de habla incluyen Barranquilla, Colombia (Orozco, 2018b); Santo Domingo, República Dominicana (Alfaraz, 2015); Ciudad de Nueva York (Otheguy y Zentella, 2012; Shin y Otheguy, 2013; Orozco, 2018a, 2018b); y varias localidades en España (Ávila y Segura, 2022; Repede, 2019; de Prada Pérez, 2015). Al mismo tiempo, el género del hablante condiciona otras variables lingüísticas como la expresión de futuridad y el posesivo en otras comunidades colombianas (Freeman, 2019; Orozco, 2018b).
Consecuentemente, nuestros resultados contribuyen a suministrar creciente evidencia de instabilidad existente en los efectos del género del hablante respecto a diferentes comunidades de habla y variables lingüísticas.
8. Conclusión
Esta investigación contribuye a aumentar nuestro conocimiento de la ESP en Colombia.
El condicionamiento interno en Cali se ajusta en gran parte a lo encontrado tanto alrededor del mundo hispánico como en otras lenguas (Guy et al., en prensa). Esto suministra evidencia creciente de la estabilidad tanto de la gramática española en las zonas estudiadas hasta ahora como del condicionamiento interno general en la ESP y también de cómo la expresión pronominal incorpora ciertos rasgos tipológicos universales. Es decir, nuestros hallazgos sugieren la existencia de un nivel de universalidad respecto a la ESP. Los resultados correspondientes al condicionamiento social revelan los efectos de algo similar a la gradación etaria. Encontramos que las tasas pronominales aumentan proporcionalmente con la edad, lo cual constituye una tendencia adquisitiva atestiguada en español (Shin y Erker, 2015).
Esta tendencia adquisitiva también parece ocurrir en otras lenguas con baja o mediana presencia de sujetos pronominales expresos (Guy et al., en prensa). Finalmente, los hallazgos correspondientes al género del hablante muestran diferencias entre las conductas sociolingüísticas de mujeres y hombres caleños que pueden marcar divisiones dentro de la zona macrodialectal andina colombiana y parecen contribuir a la apertura de senderos investigativos.