Introducción

La pandemia causada por el SARS-CoV-2 impactó en la forma en la cual se desarrollaban todas las actividades de nuestras vidas, y el sistema educativo fue uno de los aspectos más afectados. El informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (^{UNESCO, 2020}) advierte que la pandemia ha causado el trastorno más grave registrado en los sistemas educativos en toda la historia, y que la educación superior sería el sector que podría experimentar los mayores índices de abandono escolar, así como una reducción de matrículas del orden del 3,5 %, lo que significa una pérdida global de 7,9 millones de estudiantes. Para paliar esta crisis, recomienda formular planes integrales para la reapertura de los centros escolares, proteger la financiación de la educación y colaborar para atenuar las repercusiones negativas, incrementar la resiliencia de los sistemas educativos con miras al desarrollo justo y sostenible, replantear la educación y dinamizar el cambio positivo en materia de enseñanza y aprendizaje (UNESCO, 2020).

La Universidad de la República (Udelar) alberga a 135.757 estudiantes activos que se distribuyen entre 28 establecimientos universitarios en todo el país, lo que comprende facultades, escuelas, institutos, centros universitarios regionales y el hospital universitario (^{Dirección General de Planeamiento (DGPlan), Udelar, 2019}). El contexto de numerosidad de la Udelar, así como su peso significativo en la generación de conocimiento la convierten en un actor clave frente a la emergencia sanitaria causada por COVID-19.

Luego del primer comunicado emitido por el rector el 12 de marzo, ante la confirmación de los primeros casos de COVID-19 en nuestro país (13/3/20) se suspenden las actividades académicas. El 31 de marzo, el Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar resuelve suspender las actividades presenciales hasta que las condiciones sanitarias permitan su implementación en condiciones de seguridad, establece que la enseñanza se organice sostenida en plataformas digitales durante el resto del primer semestre de 2020 y garantiza la adecuación de las evaluaciones y el acceso a los medios apropiados para asegurar que todos los estudiantes se encuentren en condiciones de cursar en las modalidades establecidas (^{Rectorado, Udelar, 2020}). La Udelar se abocó al diseño e implementación de dispositivos de enseñanza remota que permitieran sostener la educación superior en el marco de un plan de contingencia del Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje (^{ProEVA, Udelar, 2020b}) a fin de minimizar las repercusiones académicas. En este se manifiesta que “las autoridades deben velar por la puesta en práctica de medidas que favorezcan que los estudiantes sigan aprendiendo a pesar de la clausura temporal de las instituciones educativas, generando actividades que minimicen el sentido de aislamiento o inactividad”, y se agrega que “se debe tomar en cuenta la heterogénea realidad de docentes y estudiantes en cuanto a su experiencia con modelos de enseñanza con tecnologías digitales” (^{ProEVA, Udelar, 2020a}). Asimismo, se sugiere que de ser necesario se busque asesoramiento en las estructuras conformadas por las unidades de apoyo a la enseñanza (UAE), articuladores de ProEVA y equipos docentes con experiencia en diseño y enseñanza con tecnologías digitales.

Rápidamente los distintos servicios universitarios se adhirieron a las disposiciones generadas en el nivel central y reafirmaron su compromiso con el mantenimiento de las tres funciones universitarias: enseñanza, investigación y extensión, aportando conocimientos y voluntades desde las especificidades de sus disciplinas.

Respuesta de Facultad de Psicología a los desafíos de enseñanza virtual en contexto de pandemia

A partir de las disposiciones del rector, el domingo 15 de marzo la Facultad de Psicología (FP) publica un comunicado en el que insta a estudiantes y docentes a no concurrir en forma presencial a la institución y crea un comité de emergencia integrado por Decanato, los tres órdenes (estudiantes, docentes y egresado) y funcionarios que demostró rápida respuesta y sesionó por primera vez el 16 de marzo (^{FP, Udelar, 2020}).

Por su parte, en lo que refiere al mantenimiento de la enseñanza y a las recomendaciones vertidas por el ProEVA, el mismo 16 de marzo se mantuvo una reunión entre Decanato, Dirección de Licenciatura y el Programa de Renovación de la Enseñanza (ProREn) en la que se acordaron los primeros pasos para dar continuidad a la tarea de enseñanza. El 30 de marzo se dio comienzo a las actividades en línea, centralizadas en el espacio de cada unidad curricular obligatoria (UCO) en EVA.

El ProREn asume las responsabilidades asignadas anteriormente a la Unidad de Apoyo a la Enseñanza (UAE). La implementación de la Ordenanza de grado establece las UAE como estructuras académicas de integración multidisciplinaria que respaldan desde el punto de vista pedagógico los procesos de enseñanza y de aprendizaje y tienen entre sus principales cometidos el apoyo pedagógico a docentes y a estudiantes, la orientación a los estudiantes, el asesoramiento curricular y la promoción del desarrollo de la investigación educativa.

En consonancia, el ProREn se propone el objetivo de articular los diferentes programas y comisiones asesoras vinculados a la enseñanza en la FP, a fin de generar un espacio de diálogo para profundizar en lo referente a la política de enseñanza en las áreas de planificación educativa, de apoyo pedagógico-didáctico y de orientación al estudiante en su actividad curricular. En el contexto de emergencia sanitaria, el ProREn desarrolló diferentes líneas de trabajo con el objetivo de organizar los cursos del semestre impar con el fin de brindar apoyo a los docentes para el acompañamiento en la implementación de la enseñanza en la virtualidad. En primera instancia se creó el curso Espacio de Intercambio y Colaboración Docente, en EVA, con materiales y orientaciones en cuanto a formación a distancia, inclusión educativa y los recursos brindados por la plataforma, que permitió el intercambio docente. Paralelamente se conformó un grupo de trabajo con representación docente, de Decanato, de Dirección de Licenciatura y del ProREn para la migración y sostenimiento de los cursos y el posterior abordaje de las evaluaciones en la virtualidad. Se trabajaron temáticas referidas a la ética, al plano institucional y a los procedimientos, y se presentaron los recursos disponibles a los equipos docentes, tanto en el diseño, en la generación de la herramienta de evaluación como en la coordinación del calendario de evaluaciones parciales virtuales. El calendario necesitó ser cuidadosamente planificado, no solo para evitar la recarga de evaluaciones a los estudiantes, sino también para el cuidado de la plataforma y el soporte que puede brindar. Este grupo trabajó mediante encuentros virtuales semanales desde el 23 de abril, primero con los docentes del semestre impar y luego también con los del semestre par, y en coordinación con la Unidad de Informática (UI).

El 1.° de junio de 2020 el Consejo aprueba el protocolo para las evaluaciones a distancia creado por ProREn y la UI con el propósito de optimizar los recursos, así como el uso y cuidado del EVA para las evaluaciones en línea, teniendo en cuenta que la FP cuenta con más de 13.000 usuarios activos en la plataforma, lo que supuso un gran desafío. Por ello, al igual que en las evaluaciones presenciales, se solicitó abogar por el orden, la calma y la colaboración para que estas se desarrollaran del mejor modo posible. El 27 de julio se publica el protocolo para exámenes no presenciales del período julio-agosto.

La FP como comunidad educativa pudo sobrellevar las adversidades y lograr, en poco tiempo, una respuesta real para mantener los cursos del semestre impar. Una vez finalizado el primer semestre, resulta fundamental conocer cómo se ha vivenciado el proceso y qué valoración de la experiencia hacen docentes y estudiantes. Por eso nos planteamos el objetivo de conocer la percepción y valoración de docentes y estudiantes de la experiencia de los procesos de enseñanza y aprendizaje virtual en contexto de pandemia en el semestre impar de 2020.

Metodología

Análisis

Se realizó un análisis descriptivo con las principales características para estudiantes y docentes, para lo cual se seleccionaron aquellas dimensiones de los relevamientos que dan cuenta de cómo se vivió la experiencia de los procesos de enseñanza y de aprendizaje virtual en contexto de pandemia.

Dimensiones

Se utilizan para el análisis descriptivo las siguientes secciones comunes de los cuestionarios: “Características de la muestra”, que permite detectar posibles sesgos en los perfiles; “Equipamiento y condiciones de trabajo/estudio”, para ahondar en las circunstancias a que asistimos en virtud de la situación de emergencia sanitaria y que el pasaje a la virtualidad implica para mantener las tareas de enseñanza y de aprendizaje, la conjunción del espacio personal y el laboral o de estudio en lo que refiere a tareas y cuidados; “Valoración sobre el curso”, aspectos centrales de todos los cursos como la participación, el relacionamiento, el trabajo en equipo, la bibliografía, las evaluaciones, entre otros; “Vivencia personal de la experiencia de enseñanza” para docentes y “Vivencia personal de la experiencia de aprendizaje en contexto de pandemia” para estudiantes, en las cuales se aborda la dimensión personal y subjetiva de la vivencia como única y distinta y atendiendo al factor emocional, y “Valoración general”, que considera aspectos estructurales que conforman esta experiencia de enseñanza y de aprendizaje en la virtualidad.

Resultados

Los resultados se presentan para docentes y estudiantes de forma separada. Se busca comprender sus particularidades en el tránsito de la experiencia de enseñanza o de aprendizaje en el nuevo contexto.

Tabla 1: Docentes

( Características de la muestra

El formulario fue respondido por 42 mujeres y 13 hombres. El 67,3 % del total son docentes de UCO, el 20,0 % de Práctica, 9,0 % de Optativa y 3,6 % de Proyecto. Con relación a los institutos a los que pertenecen, del Instituto de Psicología Social 30,9 %, de Fundamentos y Métodos en Psicología, y Psicología, Educación y Desarrollo Humano 18,2 %, de Psicología Clínica y Psicología de la Salud 16,4 %. El nivel de respuesta fue de 29,4 % de los docentes del semestre impar.²

En cuanto a grado docente, tal como ocurre en su composición general, existe una clara predominancia de grados 2 (47,3 %); los grados contiguos (1 y 3) representan el 18,2 % cada uno (tabla 1).

Características sociodemográficas y laborales de los docentes.

Nota: N = 55.

( Equipamiento y condiciones de trabajo

Todos los docentes realizaron las tareas desde su hogar, lo que pone en relevancia la importancia de tener buen equipamiento y buenas condiciones. El 92,7 % tienen una computadora de uso personal y exclusivo. Respecto a la cantidad de personas que viven en el hogar, un 20,0 % viven solos/as, el 34,5 % viven con una persona, el 29,0 % viven con dos personas. El 56,4 % respondieron tener personas a cargo y de ellos un 30,9 % consideran que el trabajo en este contexto implicó desatención de los cuidados de esa/s persona/s (figura 1).

Se observa también que la valoración de los recursos de trabajo disponibles en términos generales es positiva (agrupando las categorías Buena y Muy buena), la computadora alcanza niveles del 78,2 % de los docentes, la conectividad a internet y el espacio de trabajo el 72,7 % y los recursos materiales tienen una valoración regular, dado que solo el 31,0 % de los docentes opinan que es Buena o Muy buena.

Nota: N = 55.

Figura 1:  Valoración del equipamiento y las condiciones de trabajo por los docentes. 

( Valoración sobre el curso

En atención a la experiencia o trayectoria docente en el mismo curso, se los consultó sobre la valoración de aspectos que hacen a los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Para ello se consignaron las categorías comunicación, relacionamiento, bibliografía sugerida, exposiciones orales, presentaciones y trabajo en equipo. Se observa que esta última categoría es la que acumula el porcentaje más elevado dentro de la valoración Mejoró (40,0 %) y que la comunicación con los estudiantes es la única categoría a la que la mayoría de los docentes le asignan la valoración Empeoró (41,8 %). En los demás aspectos la mayor parte de los docentes consideran que la virtualidad no tuvo ningún efecto (tabla 2).

Efectos de la virtualidad en aspectos que hacen al proceso de enseñanza-aprendizaje según docentes.

Nota: N = 55.

( Vivencia personal de la experiencia de enseñanza en contexto de pandemia

Con relación a la valoración subjetiva, se les solicitó que escogieran las palabras que caracterizaran mejor su experiencia. Las palabras elegidas se plasman en el diagrama de la figura 2 (el tamaño guarda relación con la proporción de respuestas).

Nota: Las palabras del diagrama corresponden a los siguientes porcentajes: desafío (49,1 %), flexibilidad (34,5 %), incertidumbre (27,3 %), innovación (29,1 %), estrés (25,5 %), motivación (10,9 %), agobio (10,9 %), interesante (7,3 %), interpelación (5,5 %), soledad (0,0 %), enriquecimiento (14,5 %), renovación (10,9 %), democratización (9,1 %), ansiedad (1,8 %), rigidez (0,0 %).

Figura 2:  Palabras que mejor caracterizaron la experiencia de enseñanza en contexto de pandemia.  

En este sentido, también se indagaron los principales desafíos u obstáculos encontrados en el desarrollo de la enseñanza en la virtualidad. Se observa en la figura 3 que en mayor o menor medida todas las dimensiones tienen un peso significativo para los docentes, pero se destaca la sobrecarga de trabajo (70,9 %).

Nota: N = 55.

Figura 3:  Principales desafíos u obstáculos para el desarrollo de la enseñanza en la virtualidad. 

( Valoración general

En este apartado se les consignó que evaluaran de forma general cada categoría. Como se observa en la tabla 3, el ítem mejor evaluado por los docentes es curso virtual, que el 70,9 % considera que fue Adecuado o Muy adecuado, en segundo lugar destaca acompañamiento y apoyo recibido (63,6 %), que se agrupa en Adecuado y Muy adecuado. También consideran que su preparación para afrontar las clases en línea fue Adecuada o Muy adecuada (60,0 %), ningún docente entiende que es Muy inadecuada y solo un 5,5 % la valora como Inadecuada. En líneas generales, todos los ítems fueron evaluados de forma positiva, pero vale mencionar además que el ítem condiciones de trabajo agrupa niveles de respuestas negativas (Inadecuadas y Muy inadecuadas) en el entorno del 25,5 %.

Valoración general.

Nota: N = 55.

Tabla 4: Estudiantes

( Características de la muestra

El perfil de la muestra de estudiantes está compuesto principalmente por el género femenino (82,3 %) y por una media de edad de 30 años.³ Un 49,6 % de los estudiantes están cursando ciclo inicial, un 35,5 % se encuentran cursando formación integral y un 14,9 %, graduación. En cuanto al lugar de nacimiento, el 57,7 % provienen de Montevideo, un 38,5 % del interior del país y un 3,8 % del exterior.⁴ Tras el pasaje a la virtualidad, un 16 % cambiaron su lugar de residencia.

Para entender cómo transitaron la experiencia, es importante saber qué otras tareas tienen. Para ello se indagó qué porcentaje de estudiantes tienen personas dependientes a cargo (27,7 % declararon que sí) y cómo es su situación laboral: 50,8 % trabajan (34,8 % a jornada completa y 16,0 % parcial), 21,1 % son inactivos (ni trabajan ni buscan), 17,9 % están desempleados, 5,3 % están en seguro de desempleo y 4,9 % son pasivos. (tabla 4).

Características sociodemográficas de los estudiantes.

Nota: N = 693.

( Equipamiento y condiciones de estudio

El 95,4 % de los estudiantes declaran haber realizado los cursos desde su casa, 3,0 % desde la casa de un familiar y un 0,6 % desde un hogar estudiantil.⁵

Se observa en la figura 4 que los estudiantes asignan una valoración positiva (Muy buena, Buena) a los diferentes aspectos consultados por considerarlos importantes para el desarrollo de sus estudios: la computadora (75,9 %), el espacio de trabajo (69,4 %), la conectividad a internet (75,4 %) y los recursos materiales (61,6 %). En particular, al ser consultados sobre si tenían una computadora de uso exclusivo personal que utilizaban para estudiar, el 81,5 % de los estudiantes declararon que sí.(figura 4).

Nota: N = 693.

Figura 4:  Valoración del equipamiento y las condiciones de estudio por los estudiantes. 

( Valoración sobre el curso

En cuanto a los aspectos relativos a los procesos de aprendizaje realizados en la virtualidad, en líneas generales los estudiantes los consideran Adecuados. Se destacan los niveles Muy adecuado y Adecuado en las categorías bibliografía del curso (77,9 %), presentaciones (69,9 %), relacionamiento con los otros estudiantes (55,7 %) y comunicación con los docentes (50,3 %). Trabajo en equipo es la categoría que reporta mayor proporción dentro de las valoraciones negativas (Inadecuado, Muy inadecuado) (22,2 %).(tabla 5)

Valoración sobre el curso.

Nota: N = 693.

( Vivencia personal de la experiencia de aprendizaje en contexto de pandemia

En consonancia con los docentes, los estudiantes debieron elegir las palabras que caracterizan mejor su experiencia. Las palabras elegidas se plasman en el diagrama de la figura 5.

Nota: Las palabras del diagrama corresponden a los siguientes porcentajes: desafío (48,5 %), incertidumbre (46,9 %), estrés (32,9 %), flexibilidad (29,9 %), ansiedad (28,0 %), innovación (17,6 %), agobio (17,0 %), motivación (13,4 %), soledad (11,4 %), enriquecimiento, (11,3 %), interesante (12,0 %), renovación (9,8 %), democratización (4,9 %), rigidez (3,8 %), interpelación (2,2 %).

Figura 5:  Palabras que mejor caracterizaron la experiencia de enseñanza en contexto de pandemia.  

Con relación a los principales desafíos u obstáculos a sortear por los estudiantes para el desarrollo del aprendizaje en la virtualidad, el mayor desafío mayor fue la incertidumbre (70,4 %), seguido por la modalidad de las evaluaciones (42,3 %). La dificultad de acceso a equipamiento fue poco reportada por los estudiantes, en concordancia con lo mencionado en con respecto a equipamiento. (figura 6).

Nota: N = 693.

Figura 6:  Principales desafíos u obstáculos a sortear para el desarrollo del aprendizaje en la virtualidad. 

( Valoración general

Finalmente se solicitaba que realizaran una valoración general de diferentes aspectos de la experiencia de aprendizaje en virtualidad en el contexto actual de pandemia. La mayoría de los estudiantes tienen una valoración positiva⁶ (Muy adecuada, Adecuada); se destaca la categoría acceso a los materiales de estudio, con una valoración de 87,6 %. En cuanto a participación, si bien la mayoría de los estudiantes (52,6 %) tienen una valoración positiva, es sensiblemente menor que en el resto de las categorías.

Con respecto a las evaluaciones, el 58,4 %, las consideran entre Muy adecuadas y Adecuadas, pero es el aspecto más rechazado, ya que un 15,2 % las consideró entre Inadecuadas y Muy inadecuadas (tabla 6).

Valoración general de los estudiantes.

Nota: N = 693.

Discusión y conclusiones

A partir de la declaración de emergencia sanitaria, la educación superior debió reorganizarse rápidamente, migrando los procesos de enseñanza y de aprendizaje a la virtualidad. Aunque esta es cada vez más utilizada, aún existen elementos que impiden que funcione exitosamente en todos los contextos. Entre las principales dificultades, se distinguen la accesibilidad y la cultura de uso (^{Arteaga, Enríquez y Chuquimia, 2015}). Si bien la pandemia derribó forzosamente los muros culturales, hay que tener presente que la virtualidad como nuevo paradigma puede implicar una nueva forma de exclusión, la cual hay que problematizar.

Los resultados arrojan una valoración positiva respecto al proceso de aprendizaje virtual en contexto de pandemia de estudiantes que accedieron a los cursos mediante la plataforma EVA. En tanto los docentes que los dictaron valoran en términos generales entre positiva y regular la experiencia del proceso de enseñanza. Esto en parte se explica porque el nuevo escenario encuentra a Uruguay primero en América Latina en el índice de calidad de vida digital (^{Surfshark, 2020}). De hecho, esta valoración es concordante en toda la ^Udelar, dado que entre los principales resultados de la Encuesta a estudiantes de la Udelar para la evaluación de la propuesta educativa en la modalidad virtual del primer semestre 2020 está el que señala que el 84,5 % de los estudiantes indicaron haber realizado cursos en la modalidad virtual y que casi el 92 % lograron finalizar alguno de estos cursos en la nueva modalidad (^{Udelar, 2020b}).

Ahora bien, los aspectos vinculares de esta experiencia no son tan bien valorados, los estudiantes manifiestan una valoración en términos generales regular del trabajo en equipo entre estudiantes y del relacionamiento con los docentes. Este último punto también es señalado por los docentes, un 41,8 % manifiestan que la comunicación con los estudiantes empeoró. ^{Moreira-Segura y Delgadillo-Espinoza (2015}) entienden que en los procesos virtuales debe prevalecer la comunicación fluida y efectiva, en una atmósfera cálida y con un acompañamiento constante de las actividades que realizan los participantes. Este aspecto se identificó como débil durante el primer semestre y por ello se trabajó en un espacio cogobernado para el diseño de un manual de buenas prácticas que, entre otras cosas, ofreciera un marco de referencia común sobre lo esperado en las comunicaciones virtuales (e-mails, foros, etc.).

Uno de los aspectos más valorados por los estudiantes es el acceso a los materiales que están disponibles en la plataforma. Esto facilita el acceso y la consulta frecuente. Por su parte, entre los docentes una de las fortalezas que se destacan es el trabajo en equipo, que potencia la tarea docente. Dicho trabajo en equipo se vio mediado por tecnologías dado el confinamiento y probablemente sirvió de sostén a los procesos de enseñanza brindando espacios de encuentro sincrónico y trabajo asincrónico con una misma finalidad. Sin embargo, los docentes manifiestan entre las dificultades percibidas la sobrecarga de trabajo y consideran que la participación de los estudiantes fue regular.

La falta de tiempo de transición es un aspecto relevante para destacar cómo algunas ventajas que presenta la virtualidad no lograron optimizarse debido al simultáneo contexto de pandemia e incertidumbre. ^{Moore y Kearsley (2011}) señalan como aspectos positivos el hecho de que no se requieran grandes inversiones en infraestructura, gastos de traslado y alimentación o mobiliario de la estructura en los contextos de enseñanza virtual, y la optimización del tiempo docente que, si bien implica mayor trabajo, permite ahorrar tiempo en función de concentrarse en un único medio. Sin embargo, en los resultados obtenidos se observa que un 49,1 % de los docentes asignan una valoración de Mala o Muy mala a los recursos materiales para afrontar los cursos virtuales y que un 70,9 % consideran que el principal obstáculo de la virtualidad se asocia a la sobrecarga de trabajo de los equipos docentes. La inmediatez con que tuvieron que desplegarse las distintas estrategias con los recursos disponibles, atravesadas por las situaciones personales que impactaron a docentes y estudiantes en los demás aspectos de sus vidas personales, refleja esta detracción de las virtudes de la enseñanza virtual.

La virtualidad fue vivenciada, tanto por docentes como por estudiantes, como un desafío que flexibiliza los procesos de enseñanza y aprendizaje pero con inseguridad y estrés. Esto está vinculado, para los docentes, con un desconocimiento de estrategias didácticas adecuadas y para los estudiantes con la incertidumbre por no conocer el encuadre de la experiencia.

Aunque nadie sabía hasta cuándo tendría un funcionamiento excepcional, los docentes, al manejar más información con relación a la gestión de la enseñanza, manifestaron niveles de incertidumbre en menor proporción que los estudiantes.

Asociado a la incertidumbre que generó el nuevo contexto en los estudiantes, es interesante destacar también cómo el estrés, la ansiedad y el agobio se presentaron de manera más significativa en los estudiantes que en los docentes. Esto se suma a que los impactos generados por la pandemia trascienden lo sanitario, dado que hay “106.786 personas adicionales por debajo de la línea de pobreza” (^{Brum y De Rosa, 2020}). Como se mencionó, un 5,9 % de los estudiantes se encontraban en seguro de desempleo y un 17,9 % en situación de desempleo.

Si bien queda mucho por hacer para lograr una democratización en el acceso a una internet de calidad, esta experiencia revela la necesidad de poner en valor el EVA para los cursos y en un futuro incorporar en mayor medida las metodologías de enseñanza en cursos mixtos (virtual-presencial). Vale aclarar que muchos de los cursos antes de la pandemia utilizaban el EVA, pero la profundidad de su uso era heterogénea y dependía del docente. Se hace evidente también la necesidad de capacitación de los docentes para el abordaje de la enseñanza virtual. También, que se requiere de una nueva cultura institucional que dé posibilidad y habilite modalidades vinculares pertinentes para este nuevo escenario de enseñanza.