1. Introducción
1.1 Justificación y objetivo
El objetivo principal del artículo es describir un programa de contenidos de formación desarrollado específicamente para la mejora de las competencias digitales básicas de un colectivo de 699 mujeres migrantes de origen extracomunitario, residentes en la región de Murcia, que perciben el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o Renta Básica de Inserción (RBI) en el marco del proyecto denominado «+que Emple-A». Está enfocado a generar posibilidades para la inclusión y el desarrollo personal de las participantes, a partir de la adaptación a sus condiciones de alfabetización y conocimientos previos del Marco Europeo de la Competencia Digital DigComp 2.2 (Vuorikari, Kluzer y Punie, 2022).
Se trata de un proyecto piloto de carácter innovador, destinado a un grupo poblacional especialmente vulnerable, para el desarrollo de itinerarios integrados de inclusión social con la finalidad de contribuir a la promoción de la igualdad y la lucha contra la pobreza y la exclusión. Es un proyecto que basa su intervención en el acompañamiento, la atención psicosocial, la mediación y la formación y está sujeto a una evaluación del impacto de estos itinerarios a través de la metodología de control aleatorio (RCT, por sus siglas en inglés: randomized controlled trial) y de la mejora de la competencia digital alineada con el Marco Europeo de la Competencia Digital para la Ciudadanía DigComp 2.2 (Vuorikari, Kluzer y Punie, 2022).
Las mujeres beneficiarias del IMV tienen dificultades de acceso a la mayoría de los recursos y derechos básicos y no cuentan con herramientas para superar las barreras digitales con las que se encuentran. Según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (2023), estos grupos no tienen o no utilizan correo electrónico, no disponen de medios para conectarse ni tienen redes de apoyo o a quién recurrir para que les expliquen o les guíen, por lo tanto, no tienen conocimiento ni recursos para el ejercicio de la ciudadanía en el contexto digital.
La falta de habilidades digitales básicas representa un gran obstáculo para su participación, no solo en el empleo (están más expuestas al desempleo y a condiciones laborales más precarias), sino en todos los ámbitos de la vida: salud, vivienda, educación y trabajo. Es un factor, por tanto, que incrementa el riesgo de exclusión, como señalan Raya-Díez (2007), Gómez-Hernández, Hernández-Pedreño y Romero-Sánchez (2017) y la Fundación FOESSA (2021):
La brecha digital supone una pérdida de oportunidades en diversos ámbitos como el empleo, la educación, las ayudas de la administración pública o las propias relaciones sociales. Esta situación de desigualdad conlleva la perpetuación y profundización de situaciones de desventaja preexistentes, pero además se ha impuesto como un nuevo factor de exclusión social causando incluso el alejamiento de la posibilidad de una participación plena en la sociedad para las personas y familias que la sufren.
Ante esta realidad, se ha pretendido enfocar el programa de alfabetización a mejorar la competencia digital de las participantes, de modo que fueran capaces de poner en práctica habilidades y herramientas facilitadoras del ejercicio de sus derechos en un plano de igualdad en la sociedad.
1.2. El Proyecto +que Emple-A
El Gobierno de España aprobó en el año 2021 la ley por la que se estableció el IMV, un importante paso en la prevención de la pobreza y la exclusión social que facilita los recursos económicos básicos para cubrir las necesidades esenciales de las personas más vulnerables. El IMV es un derecho subjetivo que forma parte de la acción protectora de la seguridad social española. Pretende garantizar un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad de manera que puedan cubrir sus necesidades básicas y mejorar sus oportunidades de inclusión social y laboral.
No obstante, el IMV debe apoyarse en otro tipo de medidas de acompañamiento para que se convierta en un verdadero instrumento de inclusión social. En este sentido, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Estado Español (concretamente en su 23.er Componente, denominado «Nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo»), está financiando una serie de iniciativas piloto que pretenden detectar medidas de acompañamiento innovadoras y eficaces que puedan acabar siendo transferidas a las políticas estables tras su validación experimental (Gobierno de España, 2020).
Entre ellas se encuentra el Proyecto +que Emple-A, promovido por la Fundación Cepaim, con la colaboración de la Universidad de Murcia y la Federación de Municipios de la Región de Murcia y financiado a través del Real Decreto 378/2022 y la Resolución del 21 de septiembre de 2022 de la Secretaría General de Objetivos y Políticas de Inclusión y Previsión Social.
El proyecto propone un proceso de intervención social individualizado que se inicia con un diagnóstico y la elaboración de un itinerario de inclusión personalizado que será seguido durante toda su duración. De manera paralela, el proceso se refuerza con una atención psicosocial a través de sesiones individuales y grupales de «creación de soluciones» y se realiza un acompañamiento desde la mediación intercultural que comprende aspectos lingüísticos, culturales o de convivencia. Por último, se realiza un proceso formativo para la mejora de las competencias y la inclusión digital.
El proceso de formación en competencias digitales, como parte fundamental del programa de empoderamiento de personas en riesgo de exclusión +que Emple-A, y en coherencia con este, ha incorporado una perspectiva integral y crítica, orientada al aumento de oportunidades y a la participación ciudadana a través de medios digitales.
El proyecto se está desarrollando actualmente en 12 municipios de la región de Murcia (Alguazas, Alhama de Murcia, Cieza, Cartagena, Fuente Álamo, Lorca, Los Alcázares, Mazarrón, Murcia, San Pedro del Pinatar, Torre Pacheco y Totana) sobre una muestra total de 699 mujeres migrantes con distintas características sociodemográficas, aunque en su mayoría son procedentes de Marruecos (75 %) y menores de 45 años (80 %). Está coordinado por una entidad especializada en la atención a colectivos de personas en riesgo de exclusión social: la Fundación Cepaim. Se lleva a cabo en diferentes espacios públicos municipales y juveniles, y especialmente en bibliotecas públicas, al ser estas un servicio de referencia de la sociedad que garantiza un acceso universal a todas las personas y tiene un compromiso máximo con el derecho a la información y el desarrollo de capacidades. Es por eso que se propuso la creación de Espacios de Ciudadanía Digital que funcionan en ellas (Gómez-Hernández, 2021).
2. Marco teórico
El presente programa se encuadra en lo que la comunidad profesional considera servicios de alfabetización informacional. La alfabetización informacional es clave para toda formación, etapa educativa y ejercicio profesional y también -cada vez de manera más urgente- para conformar una ciudadanía informada y ética. La alfabetización informacional se extendió internacionalmente en la educación básica sobre todo con el modelo Big Six Skills (Eisenberg y Berkowitz, 1990), que plantea el aprendizaje como resolución de problemas, y en la Educación Superior a través del impulso dado por la Association of College and Research Libraries/American Library Association (1989), que la describió como «competencia para la supervivencia en la era de la información». Años más tarde, también se reivindica la alfabetización informacional como «derecho humano básico en el mundo digital» (Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias, 2005), entre diversas declaraciones sobre su importancia (Unesco, 2020).
En la alfabetización informacional, la clave radica en educar el pensamiento crítico. Actualmente se concibe desde una perspectiva integradora, en relación con la alfabetización digital y la alfabetización mediática. La Unesco (2013, 2021) destaca esto desde hace años, junto a iniciativas recientes como MILA (Media and Information Literacy Alliance, 2023), para hacer avanzar la alfabetización múltiple (teniendo como eje la informacional) de manera integrada y holística en la sociedad digital, y remarca su papel vertebrador para la configuración de una ciudadanía basada en valores de igualdad y democracia. En esta conceptualización nos parece de referencia la actual definición de CILIP (2018):
La alfabetización informacional es la capacidad de pensar de forma crítica y emitir opiniones razonadas sobre cualquier información que encontremos y utilicemos. Nos empodera, como ciudadanos y ciudadanas, para alcanzar y expresar puntos de vista informados y comprometernos plenamente con la sociedad. (…) La alfabetización informacional incluye un conjunto de habilidades y capacidades que todas las personas necesitamos para realizar tareas relacionadas con la información: por ejemplo, cómo descubrirla, acceder a ella, interpretarla, analizarla, gestionarla, crearla, comunicarla, almacenarla y compartirla. (…) La alfabetización informacional se relaciona y se solapa con otras alfabetizaciones, que incluyen específicamente la alfabetización digital (digital literacy), la alfabetización académica (academic literacy) y la alfabetización mediática (media literacy). No es un concepto independiente, y se alía con otras áreas de conocimiento y comprensión.
En su versión completa, esta definición sitúa con acierto la alfabetización informacional en cinco contextos esenciales para la vida de todas las personas: la vida cotidiana, la ciudadanía, la educación, el lugar de trabajo y la salud. Hace hincapié en que la alfabetización informacional que radica en la base del aprendizaje permanente tiene un valor real en cualquier circunstancia, es decir, para todo el mundo y a lo largo de toda la vida. Esta perspectiva confluye con la que plantea el marco DigComp, que pone el foco en la competencia digital y sitúa la dimensión informacional como la primera de las áreas de un marco competencial de carácter integrador para la formación de la ciudadanía.
En el Proyecto +que Emple-A, el punto de partida del programa de contenidos es el concepto de competencia digital entendido como un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten aplicar las tecnologías a las necesidades personales y comunitarias de un modo crítico, reflexivo e intencional. Se trata de una competencia en evolución permanente, que se puede dominar de forma gradual (básica, intermedia, avanzada y altamente especializada) y que debemos aplicar de forma contextualizada. Podemos hablar de una competencia digital en el ámbito profesional en que nos desempeñemos o de una competencia digital docente y científica, dirigida a la enseñanza o la investigación, pero en este caso nos referimos a una competencia digital ciudadana, la que necesitan todas las personas para resolver sus necesidades en la vida diaria y como miembros de una comunidad. En el programa que estamos presentando, el diseño de contenidos se orientó a esta última dimensión de la competencia digital para su aplicación en las distintas facetas de la vida personal y comunitaria, y aspirando al grado B1 de dominio, que es el primero en el que se puede usar con autonomía según el Marco DigComp 2.2, en el que nos basamos.
El Marco DigComp es una iniciativa desarrollada por la Comisión Europea que aborda la creciente necesidad de competencias digitales en la sociedad, introducida en 2013 (Ferrari, Punie y Brečko, 2013) como parte del proyecto eSkills for Jobs (Habilidades Digitales para el Empleo), tras haber incluido estas capacidades entre las ocho competencias básicas de la ciudadanía europea (Consejo de la Unión Europea, 2006). En el ámbito educativo europeo -y en concreto en España, donde se desarrolla el proyecto que nos ocupa-, el DigComp es el marco de referencia más empleado en las programaciones para el aprendizaje de esta competencia en el sistema educativo formal. Proporciona un modelo transferible, adaptable y escalable desde una perspectiva holística en torno a los conocimientos, habilidades y actitudes que precisa la competencia digital.
El DigComp establece cinco dimensiones básicas (información, comunicación, creación de contenidos, seguridad y solución de problemas), que integran un total de 21 subcompetencias para una competencia digital integral:
3. Metodología
3.1 Adaptación del Programa e-Ciudadanía del Proyecto e-IRIS
Para el desarrollo del programa +que Emple-A, se ha tomado como referencia la estructura de contenidos propuesta en el marco de la iniciativa e-IRIS y la metodología de Espacios de Ciudadanía Digital. La iniciativa, promovida por un grupo de entidades entre las que se encuentran la Universidad de Murcia, la Fundación Cepaim, la Federación Española de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía, Documentación y Museística y la Federación Española de Municipios y Provincias, visualiza la red española de bibliotecas públicas como un medio para la construcción ciudadana en la que un elemento fundamental es la capacitación digital y las formaciones denominadas «e-Ciudadanía» (Gómez-Hernández y Vera-Baceta, 2021; Vera-Baceta y Gómez-Hernández, 2021). Estas formaciones se combinan con otro tipo de actuaciones (e-Incluye: servicios de orientación individual y atención a personas en riesgo de exclusión social y digital para responder a sus necesidades específicas; e-Conecta: espacios de encuentro para fomentar la inclusión y cohesión social mediante foros de debate, charlas, talleres de lectura, cuentacuentos, teatro, exposiciones o concursos que permitan la interacción de distintos grupos sociales, y e-Innova: espacios de creación artística e innovación social y cultural), cuya estructura se recoge en la tabla siguiente.
3.2. Principios del diseño metodológico de las unidades de formación
a) Adaptación al nivel de conocimientos previos de las participantes, tanto en lo relativo a la competencia digital como a su nivel de alfabetización básica en español. Para ello, un equipo especializado en diseño de materiales de aprendizaje ha adaptado audiovisual y gráficamente los contenidos para la mejora de su usabilidad y comprensión.
b) Vinculación con las necesidades reales de la vida cotidiana de las participantes, asumiendo una perspectiva holística y crítica de la alfabetización informacional que conecta la formación con las necesidades personales, la innovación y la participación ciudadana.
c) Un enfoque de aprendizaje activo significativo, contextualizado y cooperativo, que promueve comunidades de práctica, grupos de trabajo o redes informales con los que afrontar problemas prácticos de forma colaborativa y creativa para una adquisición de competencias dinámica, activa, reflexiva, crítica, corresponsable y compartida.
4. Resultados
El programa diseñado, a partir de la selección de los contenidos considerados más necesarios para el empoderamiento personal y social de las mujeres participantes, incluye diferentes actividades relacionadas con el uso y aprovechamiento de la información, estructurados en estos cuatro ámbitos:
• Uso de la información en el contexto y herramientas digitales básicas.
• Uso de recursos digitales para colectivos en exclusión social.
• Uso de recursos digitales en contextos de la vida: internet y desarrollo personal.
• Desarrollo y ejercicio de la ciudadanía en el contexto digital.
Se abordan aspectos que van desde la lucha contra la brecha digital, el acceso y manejo de los dispositivos electrónicos hasta cuestiones más vinculadas a la participación plena como ciudadanas en el territorio del que forman parte. De manera específica, el primer bloque, «Uso de la información en el contexto digital. Herramientas digitales básicas», es una formación para conocer el valor de estar informadas y hacer un uso responsable, crítico y seguro de la información en un mundo cada vez más digital. El segundo bloque, «Uso de recursos digitales para colectivos en exclusión social. Herramientas útiles para tu vida en España» se centra en contextos como la salud, la familia, los servicios sociales, el trabajo o la vivienda. El tercer bloque, «Uso de recursos digitales en contextos de la vida: internet y desarrollo personal», forma en diferentes herramientas tecnológicas para, por ejemplo, aprender a crear un currículum, desarrollar formación online para seguir aprendiendo, usar la banca móvil o profundizar en aspectos relacionados con la desconexión digital. Para concluir, el último bloque, «Desarrollo y ejercicio ciudadano en el contexto digital. Aplicaciones para simplificar tu día a día», tratará contenidos y actividades relacionadas con el manejo y gestión de documentos digitales, las redes sociales o cuestiones de economía colaborativa y participación ciudadana. La siguiente tabla muestra los contenidos finales impartidos:
Bloque 1. Uso de la información en el contexto digital. Herramientas digitales básicas |
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Unidad 1. Informarse en internet La información en internet ¿Por qué la información es importante? Buscadores de información Medios de comunicación TV, radio y prensa en papel Digitales (en internet) Cuidado con la desinformación Ponemos en práctica |
Unidad 2. Identificarse en internet La identificación digital ¿Para qué sirve la identificación digital? Tipos de identificación digital Certificado digital Sistema Cl@ve Ponemos en práctica |
Unidad 3. Escribir adecuadamente en el contexto digital Antes de escribir ¿En qué canal escribes? Cómo crear una cuenta de correo ¿A quién escribes? Ponemos en práctica |
Unidad 4. Desenvolvernos de forma segura en el contexto digital ¿Qué es la ciberseguridad? Consejos de ciberseguridad Las estafas en internet Protégete de los hackers Atenta a tu teléfono móvil Ponemos en práctica |
Bloque 2. Herramientas digitales útiles para colectivos en riesgo de exclusión |
Unidad 5. Vivienda Buscar una casa ¿Qué te piden para alquilar una casa? ¿Qué derechos tienes? Empadronarte donde vives Algunas ayudas Ponemos en práctica |
Unidad 6. Salud La salud en internet El sistema de salud español La tarjeta sanitaria El sistema de salud de Murcia Ponemos en práctica |
Unidad 7. Servicios sociales y seguridad ciudadana Conoce la protección social en España La puerta de entrada. Servicios sociales Instituto Murciano de Acción Social Ayudas estatales Ayudas para la infancia y adolescencia Ayudas para la mujer Entidades sociales Consulados Seguridad ciudadana Ponemos en práctica |
Unidad 8. Familia Teléfonos móviles y niños y niñas Aplicaciones de control parental Hablar con el colegio Ponemos en práctica |
Unidad 9. Trabajo El mundo del trabajo en España ¿Qué hacer si no tienes trabajo? El paro Ponemos en práctica |
Bloque 3: Uso de recursos digitales en contextos de la vida: internet y desarrollo personal |
Unidad 10. Hacer un currículum Cómo hacer un buen currículum Herramientas para hacer tu currículum Plantillas para hacer un buen currículum Adapta tu CV al empleo que pides Ponemos en práctica |
Unidad 11. Formación en internet Formarse para mejorar tus oportunidades Formación en internet Ponemos en práctica |
Unidad 12. Banca móvil Conoce la banca móvil ¿Para qué uso la banca móvil? Abrir una cuenta en el banco Pagar con Bizum App para hacer la declaración de la renta Ponemos en práctica |
Unidad 13. Desconexión digital ¿Qué es la desconexión digital? ¿Cómo usas la tecnología? Consejos para un consumo digital saludable Ponemos en práctica |
Bloque 4: Desarrollo y ejercicio ciudadano en el contexto digital |
Unidad 14. Trabajamos con documentos digitales Google Drive y la nube Escanea documentos con tu móvil Edita documentos PDF Ponemos en práctica |
Unidad 15. Redes sociales El mundo de las redes sociales Cuidado con tus publicaciones Tu privacidad en las redes sociales Ponemos en práctica |
Unidad 16. Economía colaborativa ¿Qué es la economía colaborativa? La segunda mano Plataformas de economía colaborativa Apps de consumo responsable Ponemos en práctica |
Unidad 17. Participación ciudadana y transparencia Asociaciones públicas Tipos de asociaciones Presupuestos participativos Las oficinas de participación ciudadana de los ayuntamientos Portales de transparencia Ponemos en práctica |
Como puede observarse en la presentación comparativa (tabla 3), la adaptación de contenidos ha mantenido una alta correspondencia con la planeada en e-IRIS y la referencia al enfoque DigComp, pero orientándose de una forma más directa a las destrezas instrumentales identificadas como más básicas para las destinatarias.
Bloque | Formación +que Emple-A | Formaciones e-IRIS |
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Bloque 1: Uso de la información en el contexto digital: herramientas digitales básicas | ||
Unidad 1: Informarse en internet | ||
e-Informa e-Tica | ||
Unidad 2: Identificarse en internet | ||
e-TIC | ||
Unidad 3: Cómo escribir en un entorno digital | ||
e-TIC e-Conectadas | ||
Unidad 4: Ciberseguridad | ||
e-Segura | ||
Bloque 2: Uso de recursos digitales para colectivos en exclusión social: herramientas útiles para tu vida en España | ||
Unidad 5: Vivienda | ||
e-Vivienda | ||
Unidad 6: Salud | ||
e-Salud | ||
Unidad 7: Servicios sociales y seguridad ciudadana | ||
e-Recursos | ||
Unidad 8: Familia | ||
e-Familia | ||
Unidad 9: Trabajo | ||
e-Empleo | ||
Bloque 3: Uso de recursos digitales en contextos de la vida: internet y desarrollo personal | ||
Unidad 10: Hacer un currículum | ||
e-Empleo | ||
Unidad 11: Formación online | ||
e-Aprendizaje | ||
Unidad 12: Banca móvil | ||
e-Economía | ||
Unidad 13: Desconexión digital | ||
e-Desconecta | ||
Bloque 4: Desarrollo y ejercicio ciudadano en el contexto digital: aplicaciones para simplificar tu día a día | ||
Unidad 14: Trabaja con documentos digitales | ||
e-Organiza | ||
Unidad 15: Redes sociales | ||
e-TIC | ||
Unidad 16: Economía colaborativa | ||
e-Economía e-Sostenible | ||
Unidad 17: Participación ciudadana | ||
e-Construye e-Iguales e-Transparencia |
El desarrollo de la enseñanza se apoya en unas microunidades de aprendizaje (vídeos, presentaciones o infografías) con un diseño sencillo, visual y básico, con diferentes grados de comprensión adaptados al nivel de las mujeres participantes. Junto a estos contenidos están previstos unos espacios de encuentro en los que se va a trabajar -tanto de forma presencial como en línea- sobre la participación ciudadana, los estereotipos, la construcción alternativa a discursos o mensajes de odio y el conocimiento de la historia local y la memoria histórica, a través de diversas fuentes, como archivos y bibliotecas digitales.
Para la impartición del programa se ha seleccionado a un grupo de educadores y educadoras, que han realizado una inmersión en los contenidos del programa y han recibido una formación específica para su enseñanza-aprendizaje. Tras ello han comenzado la aplicación con el grupo de mujeres destinatarias, apoyándose en una plataforma tecnológica en la que se gestionan los contenidos y actuaciones de aprendizaje. Allí se realizan los diagnósticos iniciales y finales de las personas participantes, así como el seguimiento de los resultados en las diferentes líneas de actuación, de modo que se puedan validar y justificar los recursos económicos aportados al proyecto por las entidades financiadoras. Esta plataforma, que centraliza los contenidos educativos, servirá también como espacio de trabajo para las personas mediadoras en el proceso de alfabetización, y podrá ser un portal de conocimientos abiertos sobre los contenidos del programa (Guerrero-Romera et al., 2021).
Las actividades formativas se inician con vídeos explicativos, a los que siguen una serie de breves contenidos conceptuales sobre la competencia a desarrollar y unos ejercicios prácticos, apoyados en unas pautas que plantean los pasos de las tareas. Para acabar, cada unidad incorpora un cuestionario tipo test que se debe responder a través de la plataforma de aprendizaje. Las siguientes imágenes muestran algunas vistas de la formación en la plataforma.
En cuanto a los resultados, aunque aún no están disponibles por tratarse de una investigación en curso, se prevé obtenerlos a partir de una evaluación basada en un cuestionario pretest y otro postest, además de una valoración cualitativa mediante el análisis de la experiencia de quienes han enseñado el programa y las mujeres participantes, sin duda las protagonistas de este proyecto.
Por ahora, se pueden realizar algunas valoraciones iniciales a partir de testimonios informales de las destinatarias y sus formadores y formadoras, que muestran resultados muy positivos: una alta motivación e implicación de las destinatarias, no se ha dado ninguna baja del programa, se han considerado adecuados los contenidos -si bien en algún caso se han valorado como algo extensos- y se han puesto de relieve las dificultades para la comprensión de su terminología (a causa del nivel de estudios o de conocimiento del español de las participantes). Por estas razones, también se hace evidente la necesidad de incluir más claves visuales que apoyen la comprensión y de utilizar un mayor número de vídeos interactivos, así como revisar la dificultad de algunas de las prácticas o tareas planteadas, reforzando cuando sea necesaria la orientación para mejorar el uso de los dispositivos electrónicos.
5. Reflexiones finales
La Declaración Europea 2023/C 23/01 del 23 de enero de 2023 sobre los Derechos y Principios Digitales para la Década Digital sitúa a las personas y sus derechos en el centro de la transformación digital y se enfoca en la mejora de su vida diaria y en la construcción de una sociedad más inclusiva y saludable, en la que el uso intensivo de la tecnología se vuelva también extensivo a todas las personas. Nuestro programa de formación en competencias digitales trata, en esa línea, de facilitar herramientas y de poner al servicio de las personas los recursos públicos para el ejercicio de la ciudadanía y la mejora del bienestar y la calidad de vida. Y hacerlo, en especial, teniendo en mente a quienes se hallan en situación de vulnerabilidad y exclusión digital, para aportarles una base formativa que pueda contribuir a mejorar sus vidas.
Consideramos que este puede ser un proyecto singular en España y en Europa para la validación de modelos metodológicos de inclusión complementarios a la percepción del IMV, que en este caso pone el foco en mujeres migrantes en situación de desigualdad, y en la que se produce una interseccionalidad por su doble condición de mujeres y de migrantes.
Es un proyecto que teje alianzas de personas, espacios y recursos, basado en el concepto de trabajo en red, liderazgos compartidos y voluntades variadas (políticas, institucionales, universitarias y sociales), para recuperar a las mujeres en exclusión y acompañarlas en su proceso de inclusión y participación ciudadana. Se trata de una forma de innovación social a través de la gestión de la solidaridad y la inclusión, en la que se propone el territorio como espacio para la intervención y una educación digital para afrontar una triple brecha: la social, la digital y la de género. Estas brechas se trabajan desde seis elementos clave:
1. Generar una experiencia de aprendizaje digital, transformadora e inclusiva dirigida a mujeres vulnerables.
2. Implementar una formación innovadora, práctica, personal y personalizada, adaptada a las necesidades de las mujeres y a sus ámbitos y contextos de vida.
3. Apoyar la formación con el acompañamiento de mediadores y mediadoras para su desarrollo mediante una formación mixta virtual y síncrona, con apoyo individualizado y seguimiento.
4. Desarrollar la formación en un ecosistema de aprendizaje y evaluación de los itinerarios que permita alcanzar resultados y evidencias derivadas del seguimiento.
5. Contar con la participación y la colaboración e implicación de diferentes agentes y sectores y de trabajo en red (comunidad, universidades, equipos docentes e investigadores, entidades sociales, ayuntamientos, bibliotecas, servicios municipales).
6. Complementar la intervención con diferentes actuaciones: atención y apoyo psicosocial, acompañamiento desde la mediación intercultural o la participación comunitaria en el territorio.
El análisis de la experiencia de los diferentes agentes que han participado en su desarrollo y las evaluaciones posteriores a su implementación podrán aportar elementos de reflexión y herramientas metodológicas para la intervención y el desarrollo de iniciativas de formación digital vinculadas a itinerarios de inclusión social que contribuyan no solo a un mayor acceso e interacción con el mundo digital, sino también a un aumento de la implicación y participación ciudadana.
Consideramos clave que el dominio de las competencias digitales se visualice en las políticas gubernamentales como un aspecto fundamental para cualquier persona. Disponer de habilidades que permitan manejarnos en un entorno digital cambiante e hiperconectado es un factor determinante para la inclusión social y la participación ciudadana con carácter general, pero es especialmente sensible para determinados grupos vulnerables que pueden quedar excluidos por no prever mecanismos adecuados para que la tecnología llegue sin generar una doble brecha: la digital y la social.