Introducción y justificación
Diseñar espacios arquitectónicos implica tener en consideración a los usuarios o habitantes futuros de los mismos. Es habitual leer descripciones detalladas de las estrategias de diseño utilizadas para atender y satisfacer las necesidades de las personas. Sin embargo, existen pocas referencias sobre el proceso de empatía que se ha llevado a cabo; de los métodos, herramientas y procesos que se han utilizado para empatizar con dicho usuario con el objetivo de conocer sus necesidades físicas, emocionales o sociales relacionadas con la futura obra arquitectónica.
Charles Eames compara el papel del diseñador con el de un buen anfitrión que anticipa las necesidades de sus invitados: "independientemente de que se refiera a diseñar una silla, planificar una exposición o recibir visitas para cenar, todo gira en torno a anticipar las necesidades de sus invitados" (Cabrero-Olmos, 2021). El uso de técnicas de empatía como procedimiento consciente está quizá más extendido en el campo del diseño. En arquitectura, este trabajo de conocimiento del usuario se ha venido haciendo de una manera más subconsciente, implícito en una investigación más amplia vinculada a garantizar la funcionalidad del programa, y por lo general, ha quedado oculto por la comunicación de los resultados de la obra arquitectónica.
A pesar de que no se nombra de forma explícita como una fase de "empatía", podemos observar en la historia de la arquitectura más reciente algunos arquitectos que prestaban especial atención al usuario. Richard Neutra (1892-1979), arquitecto austro-americano conocido por introducir el estilo internacional en la escena arquitectónica americana del sur de California, es un buen ejemplo de ello.
El usuario cobra especial relevancia Richard Neutra cuando se trata de configurar espacios y relacionarlos con el entorno. Lo que convertía a Neutra en un arquitecto único no era la búsqueda interminable de la forma, sino la interminable búsqueda de la esencia humana (Lamprecht, 2004). Su trabajo muestra un interés profundo en el cuerpo, sus hábitos y hábitats, buscando transformar la ecología humana (Lavin, 1999). Estaba convencido de que aunque el adelanto tecnológico había alcanzado un grado extraordinario, la tónica que marcaría su época estaría dada por el desarrollo de las ciencias biológicas (Neutra, 1973, p.11), constituyendo este 'nuevo humanismo' el fundamento de la arquitectura1 .
Debido a la atención que el arquitecto demuestra hacia el conocimiento de dicho usuario y la satisfacción de sus necesidades vitales a través del espacio arquitectónico diseñado, su obra resulta de interés para realizar una aproximación desde el punto de vista del usuario y/o cliente2 . Adecuar un objeto al consumidor, significa, en primer lugar, conocer al consumidor (Neutra, 1973, p.20). Es precisamente este pensamiento de Richard Neutra el que da pie al desarrollo de la presente investigación más pormenorizada de mecanismos y técnicas que el arquitecto utiliza para detectar las necesidades del usuario y algunas de las estrategias arquitectónicas que despliega para satisfacerlas a través de sus diseños.
En este sentido, el artículo se estructura en tres partes diferenciadas. En primer lugar, se estudia la atención hacia las dimensiones fisiológica y psicológica de la persona. Se continúa con un análisis de la relación que se establece entre la persona y la naturaleza a través de su arquitectura. Y por último, se presentan ejemplos específicos de técnicas aplicadas por el arquitecto para conocer al usuario, su estructura familiar y sus necesidades.
Atención a las dimensiones fisiológica y psicológica de la persona
Búsqueda del bienestar físico y psicológico del usuario
La motivación que lleva al arquitecto a indagar continuamente sobre la esencia humana era su convencimiento, bien sencillo, de que la buena arquitectura sana, mientras que la mala arquitectura, daña3 . La evolución del individuo se ve influenciada de manera constante por el ambiente cotidiano y los seres humanos que están cerca y presentes durante periodos de tiempo prolongados; es decir, por el hogar y la familia (Neutra, 1972, p.70).
Desde una perspectiva arquitectónica, esto significa que todas aquellas decisiones tomadas durante el proyecto, y llevadas a cabo en la obra final, tienen influencia en el bienestar del usuario. Independientemente de que se cobre conciencia de ello o que el asunto pase inadvertido, respondemos a nivel biológico a cada una de las experiencias espacio-temporales que vivimos. "Nuestro espacio es siempre la interacción de nuestra dote orgánica y de las sugestivas circunstancias que nos rodean" (Neutra, 1972, p.229).
Se puede decir, entonces, que la experiencia diaria del ser humano puede calibrarse por su relación con el entorno, y aquí juega un papel fundamental la tarea del arquitecto en cualquier marco4 .
Tener en cuenta las necesidades ambientales y fisiológicas de la persona es de vital importancia para la tarea que se desarrolla. En uno de sus escritos, el arquitecto expresa que "en la sala de un tribunal, la justicia está condicionada por los cambios de calidad del aire, por el soporífero ácido butínico y por los olores corporales"5 . Sin embargo, Neutra va más allá de las necesidades puramente fisiológicas del usuario, tratando de unificarlas con el bienestar psicológico.
El científico en Neutra calculaba las necesidades de aire en un cuarto de baño, pero al artista le sacaba de sus casillas que objetos 'modestos', como un portapapel de lavabo cromado, el interruptor de la luz o el portacepillos no estuvieran diseñados con sentido estético, siguiendo las teorías de la Gestalt, y dejaran de ejercer un efecto positivo sobre el ojo y el cerebro y, por consiguiente, sobre el bienestar del observador (Lamprecht, 2004, p.7-8).
El arquitecto defiende que no hay una división entre lo 'utilitario' y lo 'estético', que esta dualidad no existe en la naturaleza exterior, compuesta de elementos integrados en su totalidad.
Biorrealismo. Sustrato corporal de la vida mental
Esta unión entre lo fisiológico y lo psicológico caracteriza su modo de afrontar la arquitectura y la vida en general. Define su filosofía como 'biorrealismo' y pensaba que la arquitectura debe dirigirse por el modo en que los seres humanos se comportan y evolucionan.
Se ve influenciado por la lectura de los escritos de Wilhelm Wundt6 durante su etapa de estudiante, y en concreto, por el libro Principios de psicología fisiológica (1874), cuyas investigaciones sentaron las bases para la medición de la sensación física. El título del capítulo de introducción de dicho libro, "sustrato corporal de la vida mental", parece definir la visión del arquitecto de una nueva arquitectura en sintonía con las necesidades biológicas (lo que podría considerarse como búsqueda de un nuevo tipo de vida).
Desde su concepto de biorrealismo, Neutra concibe el buen diseño como una medicina para el bienestar físico. Incluso llega a plantearse la utilidad de la arquitectura como medio para erradicar condiciones que conducían a la miseria y al hambre, como menciona en el proyecto de los Centros Sociales en Puerto Rico (1944-45).
Defiende una arquitectura que sane al individuo, y precisamente una de sus primeras obras y de las más conocidas, la casa Lovell (1927-29), ha sido bautizada habitualmente como 'la casa de la salud'.
Philip Lovell propagaba sus teorías sobre la salud y la higiene por medios naturales. A grandes rasgos, su teoría consistía en que se aseguraba mejor el bienestar físico y la felicidad de las personas a través de un buen alojamiento que mediante el uso de medicamentos y drogas.
Arquitecto y cliente compartían el mismo punto de vista, por lo que "el cliente ideal había encontrado su arquitecto ideal". (Sack, 1994, p.14).
Gestalt
La aplicación de los principios de la teoría de percepción de la Gestalt, conocidos desde su estancia en la Bauhaus, le permitieron atender a la dimensión más psicológica de la persona a través de las decisiones de diseño. La búsqueda de la belleza, un sentido de equilibrio y la creación de un efecto positivo en el ojo y en el cerebro son constantes en sus obras arquitectónicas.
Neutra siempre se preocupó por lograr una unidad entre la casa, sus muebles y sus habitantes, sin establecer diferencias entre las viviendas de bajo coste y las residencias de lujo7 .
La relación con la naturaleza
La naturaleza somos nosotros mismos
La naturaleza tiene especial relevancia y presencia en la obra del arquitecto, que viene derivada de su firme creencia de que la naturaleza somos nosotros mismos.
El universo del que formamos parte es un continuo dinámico. Se extiende desde los sistemas galácticos más distantes hasta nuestra atmósfera, nuestra biosfera y nuestro manto terrestre, penetrando cada vez más profundamente en la red de acontecimientos moleculares y subatómicos que configuran toda la materia, el movimiento y nuestra mente. Nuestra piel es una membrana, no una barricada... Los límites más remotos del cosmos no se encuentran 'ahí fuera, en algún lugar', sino que están causalmente entrelazados con los pliegues más cercanos y profundos de nuestro paisaje interior8 .
En sus escritos, muestra la intención de realizar estudios sobre el modo en que la naturaleza exterior se relaciona con la naturaleza íntima del hombre; estudios de lo que él denomina psicotopos o puntos de satisfacción anímica de los seres humanos reconocidos y gratificados, no durante un momento, sino durante toda la vida de su grupo (Neutra, 1972, p.266). Tomar en serio al individuo aporta una visión perdurable de la arquitectura, más allá de las modas pasajeras.
En consecuencia, en la arquitectura de Richard Neutra se puede hablar de una continuidad entre el ser humano y la naturaleza del entorno. Una acción proyectual derivada de esta ausencia de división entre mundo exterior e interior que busca constantemente la interrelación entre naturaleza como medio y naturaleza propia de los seres humanos.
Continuidad entre interior y exterior
Muchos son los ejemplos que permiten ver las estrategias que utiliza el arquitecto para fundir el interior y el exterior en sus obras de arquitectura, hasta el punto de estar "sentado en un salón de Neutra y tener la sensación de encontrarse fuera de la casa"9 .
La terraza separada del espacio interior mediante un tabique corredero de vidrio es un recurso habitual. Se da continuidad a los acabados de techo y suelo, y dicha terraza solía disponer de calefacción en el suelo para dotar de más ambigüedad a los límites entre espacio interior y exterior. En sus primeras obras emplea ventanas altas con alféizares bajos, aunque progresivamente realiza una transición hacia los muros de vidrio de suelo a techo.
En las viviendas genera unos espacios intermedios o corners que transmiten una sensación de expansión del ser interior (figura 1). A nivel perceptual, alargan los espacios a través de vistas diagonales y permitir un alcance más amplio para la visión periférica. En palabras de Sylvia Lavin, es "el rasgo más célebre de la arquitectura de Neutra, donde se acumulan inestabilidades e incertidumbres y donde se proyectan los deseos, tanto psíquicos como orgánicos" (Lavin, 1999, p.22).
Esta idea de continuidad estaba presente en todos sus edificios, no solo en las viviendas. Así, en el diseño de colegios, se puede ver cómo fundía el espacio de aprendizaje incorporando al aula convencional los beneficios del espacio natural exterior (figura 2).
Examinar los solares
Elegir el lugar para la vivienda así como la disposición y orientación de ésta en la parcela es una cuestión clave para el arquitecto. "Los seres humanos no habitan un espacio desprovisto de orientación, tal y como lo conciben abstractamente el agrimensor o el geómetra. Por el contrario, la orientación, una dirección dada, es cosa innata en todos" (Neutra, 1972, p.231). En este sentido, examinar los posibles solares para sus clientes y ayudarles a elegir qué parcela escoger para construir su futura vivienda es una de las primeras acciones llevadas a cabo por el arquitecto. Hay varias referencias que dan muestra de ello.
Cuando proyectó la casa para Alan y Janet Glen en Stamford (1960), pautó con los clientes una visita a los solares seleccionados un día de luna llena. Quería visitar el terreno en unas condiciones que permitieran decidir la mejor ubicación de la vivienda, considerando la experiencia tanto diurna como nocturna. Además, pasó con ellos dos semanas completas, lo que le permitió conocer de primera mano su forma de vida, sus intereses y necesidades.
En el caso de la vivienda para Grace Miller en Palm Springs (1937), la historia de la familia narra que Neutra llegó en un automóvil enganchado a un remolque en el que transportaba una mesa giratoria de dibujo y un toldo. Mientras dibujaba sentado a la sombra, el dispositivo de giro le permitió estudiar los ángulos del sol y del viento (Lamprecht, 2004, p.43).
Conocimiento del usuario y de la estructura familiar
Empatía y relación de confianza
Richard Neutra defendía la necesidad de construir una relación de confianza con el cliente, similar, siguiendo la metáfora que él empleaba, a la que un médico construye con sus pacientes. Si no hay empatía10 , el arquitecto a lo sumo podrá ofrecer a sus clientes una obra que habrá nacido muerta, por mucho que la haya elaborado con lógica y cuidado, y aunque su construcción se ajuste a principios consecuentes. Así, escribía:
Ninguna obra de éxito puede nacer sin un factor humano, sin esa chispa humana incalculablemente valiosa que se produce cuando el cliente aprende a sentirse entusiasmado y participa activamente en el proceso. (Neutra, 1973, p.9).
Giedion añade que ese excelente contacto entre arquitecto y cliente resulta aún más notable por el hecho de que Neutra no sucumbe ante las soluciones sugeridas por la economía o por instintos equivocados (Boesiger (ed.), 1950).
Su apasionado y directo compromiso con sus clientes, y todavía más con los ocupantes de sus casas, le condujo a menudo a desistir de sus proyectos alemanes (Sack, 1994, p.21).
Observación e intuición
Neutra pone de relevancia dos métodos de investigación: el más racional, analítico y metódico, frente al emocional e intuitivo. Para poner en valor este segundo método, se vale de una experiencia médica vivida con su hermano enfermo, en la que el diagnóstico no vino de un análisis científico de laboratorio sino de la observación e intuición del médico experimentado. Sin descartar la necesidad de una investigación metódica y detallada en el proceso de proyecto (que le parece imperativa) defiende también que "un clínico dotado de intuición es a menudo la persona más adecuada para orientar y ofrecer líneas de experimentación al investigador" (Neutra, 1972, p.63).
La observación es uno de los métodos de empatía que permite captar información sobre los comportamientos y necesidades de los usuarios. Así, en referencia al proyecto de la casa Lovell, se lee:
Antes de empezar el proyecto, Neutra se había dedicado a observar a la pareja y a sus tres hijos durante largo tiempo; estudió sus hábitos de comer, beber y dormir, observó sus momentos de ocio, escuchó sus ideas e ilusiones, buscó conexiones fuera de la familia, amigos, diversiones; para el proyecto de la cocina, interrogó a la familia y al cocinero (Sack, 1994, p.14).
Entrevista
El arquitecto reconoce que las particularidades de sus clientes siempre fueron para él una fuente de inspiración y menciona el contacto activo con ellos como su principal fuente de conocimiento.
Durante las entrevistas y conversaciones con los usuarios, hay que estar preparado para comprender y aliviar tensiones y fricciones interminables (habituales entre los miembros de la unidad familiar), procurando no irritarse con los clientes. Señala que la expresión puramente verbal no siempre es el mejor modo de comunicación, apuntando la necesidad de atender a la comunicación no verbal11 .
Defiende el uso de un lenguaje sencillo en la comunicación con los usuarios. "La gente siempre tiene derecho a que se le hable en un lenguaje que entiende" (Neutra, 1972, p.90) por lo que observa la capacidad del cliente para interpretar planos y asimilar ideas, adaptando su registro en el curso de la conversación.
Cuestionario de cliente
Como complemento a estas observaciones directas y entrevistas verbales con los usuarios, en el estudio de Neutra hacían uso de un 'cuestionario de cliente' preparado para conocer al usuario en profundidad y detectar cuestiones clave para el proyecto. Se realizaban preguntas detalladas sobre sus deseos, sus formas de vida y sus antecedentes. Se pedía a los usuarios que entregasen respuestas por separado en la medida de lo posible y que las acompañaran de imágenes informales de ellos mismos o de mobiliario que esperaban usar (figura 3) (Lamprecht, 2019, p.42).
En ocasiones, las preguntas podían ser tan detalladas como en el caso de la Sra. Miller. Saber su número de jerséis o de sombreros, entre otros, permitieron diseñar los elementos arquitectónicos y de mobiliario que respondían directamente a las necesidades de la usuaria (figura 4).
Este cuestionario constaba de dos columnas, una titulada 'necesidades del cliente' y otra 'solución arquitectónica', en la que se anotaba si dicha respuesta debía plasmarse en la planta, la sección o el alzado. En la figura 5 se ve un extracto del memorándum de siete páginas realizado por la familia Brown para responder a dicho cuestionario. Los apartados clave desarrollados en el escrito son: clima, vida diaria, profesión y localización de la parcela. (Figura 5)
Construcción de perfiles de usuario
Estas entrevistas, observaciones y cuestionarios derivan en la construcción de perfiles de usuario para sus viviendas. La primera constancia del empleo de esta técnica de empatía por el arquitecto se encuentra en sus propuestas para el programa Case Study Houses (CSH), donde menciona que la CSH nº13 está diseñada para el Sr. y Sra. Alpha, mientras que la CSH nº6 se diseña para el Sr. y Sra. Omega (figura 6).
Es curioso que en el marco de este mismo programa de viviendas promovido por la revista Arts & Architecture surja otro caso claro de creación de perfiles de usuario. Charles y Ray Eames utilizan una representación gráfica de las siluetas de los futuros habitantes de las Case Study Houses nº8 (ellos mismos) y nº9 (John Entenza) rodeadas por un conjunto de artefactos para definir sus respectivos estilos de vida. (Fernández-Villalobos, 2019).
Denominación de espacios a través de su función.
A la hora de definir el programa de las viviendas, el arquitecto evitaba los nombres convencionales como 'cocina' o 'salón', buscando denominar a los espacios por las funciones que albergaban. Este cambio en el lenguaje, eligiendo un verbo de acción, es aparentemente sencillo, y sin embargo, abre un mundo de posibilidades e invita a pensar características del espacio desde una perspectiva más amplia. Se evocan las necesidades del usuario para llevar a cabo esas acciones, evitando traer la primera imagen asociada a las habitaciones que conocemos.
La casa Miller (1937) es buen ejemplo para ilustrar este punto, ya que trataba las funciones de la misma manera que las transiciones espaciales12 . "Nuestras habitaciones no se llaman salón, comedor, dormitorio,... Las habitaciones son porciones del gran espacio en que vivimos y son pragmáticamente elásticas" (Lamprecht, 2004, p.43).
El espacio viene derivado de las necesidades directas de su usuaria, Grace Lewis Miller, que se dedicaba a enseñar el sistema Mensendieck, un sistema de ejercicios funcionales con movimientos lentos realizados frente un espejo. En cierto sentido, este espacio flexible evoca la arquitectura tradicional japonesa, sobre la que el arquitecto escribe que "era un misterio cómo las casas se fundían con sus jardines, unos jardines tan espontáneamente libres de las cadenas impuestas por la geometría seca"13 (Lamprecht, 2004, p.9). Una frase que bien podría referirse a su propia arquitectura, compartiendo características básicas como: carecer de centro o eje definido, relacionar espacios en un continuum interior-exterior y permitir que las habitaciones que pueden tener un uso transferible que varía a lo largo del día o en el transcurso del año (figuras 7y8).
La dimensión social de los espacios
Aunque en la arquitectura de Neutra se detecte como constante la utilización de las plantas en forma de cruz, como por ejemplo en las casas Kaufmann y Tremaine, la configuración de los espacios sociales es muy diferente entre ellas. Esto lleva a pensar en estructuras familiares diferentes y en ese conocimiento profundo del usuario que determina el curso posterior del proyecto.
La estructura en cuatro patios hace alusión a la dimensión social que toman los espacios. Cada uno de los patios tiene un cometido o uso principal y va asociado directamente con los espacios interiores con los que se relaciona. Tomamos el ejemplo de la CSH nº6 para ilustrar este aspecto (figura 9), y vemos en la planta la referencia cuatro patios: Patio de entrada (C1), patio social (C2), patio deportivo o de ocio (C3) y patio práctico o de servicio (C4).
Resulta reseñable que al ser el usuario considerado parte fundamental del proceso de proyecto, tanto los dibujos de las ideas como las imágenes de los espacios arquitectónicos se muestran siempre con el usuario en acción y llenos de vida (figura 10).
Conclusión
El trabajo desarrollado por Richard Neutra viene a confirmar su postulado de que "el hábitat humano en el sentido más profundo es mucho más que un mero refugio. Es el cumplimiento de la búsqueda -en el espacio- de la felicidad y el equilibrio emocional" (Lavin, 1999).
Es posible que el biorrealismo se quede muchas veces a nivel de sensaciones más que de hecho realmente probado. El psicólogo ambiental James Wise señala además que algunas de sus creencias se encuentran desactualizadas según los avances más recientes, pero destaca que Neutra "estaba conceptualmente 40 años adelantado a su tiempo" (Lamprecht, 2019, p.42). A pesar de que estas teorías que combinan psicología y filosofía, biología y ecología no estaban científicamente demostradas, se ven apoyadas en su amplia experiencia práctica y producción arquitectónica, así como en la inquebrantable fe del arquitecto de "estar haciendo las cosas bien" (Sack, 1994, p.19).
Resulta interesante reseñar algunos de los mensajes que Neutra recibe de sus clientes y usuarios a modo de feedback. Muestran aspectos relevantes del uso y disfrute de los espacios14 y refuerzan esa sensación de 'hacer las cosas bien'. Veamos, a continuación, tres ejemplos:
Charles y Ray Eames viven durante siete años en los apartamentos de Strathmore Drive en Los Ángeles diseñados por Neutra, donde comienzan su carrera profesional. En una carta enviada al arquitecto ponen de relevancia la riqueza que el espacio añade a sus vidas, pudiendo desarrollar su entorno de manera más expansiva, sintiendo que viven dentro de su propio jardín, manteniendo total privacidad.
Melba Beard, a propósito de la casa Beard (1934-35), expresa: "Lamento que en nuestros últimos años no dispongamos de un lugar como nuestra casa de Altadena; proporcionaba una libertad de espíritu, una proximidad a la naturaleza, una vida reposada... tal y como Neutra deseaba".
Y el Dr. Bailey afirma señalando los árboles situados más allá de las paredes de vidrio: "Lo que me gusta de esta casa es que no hay casa", en referencia a la Case Study House nº20 donde habitaba (figura 11).
En conclusión, estos mensajes de feedback y los ejemplos estudiados a lo largo de la investigación confirman el éxito de la arquitectura de Richard Neutra como espacio que confiere bienestar físico y emocional a sus habitantes. Sus principios humanistas y la búsqueda de la esencia humana a través de la práctica del biorrealismo, le llevan a situar al usuario en un punto central de su práctica arquitectónica.
Se demuestra que es un arquitecto con una fuerte orientación hacia las personas, que buscaba la expansión de su ser interior mediante la conexión del espacio construido con la naturaleza. Consideraba fundamental la interacción directa con sus clientes para aportar valor a los espacios que van a ser habitados, observando hábitos y modos de comportamiento que se verían reflejados en sus diseños.
Se trata de un arquitecto adelantado a su tiempo, que aplicaba de forma intuitiva métodos y procesos que facilitan y refuerzan ese vínculo empático entre arquitecto y usuario en el proyecto arquitectónico. Una serie de enfoques que, aunque no estaban desarrollados de forma explícita, tienen un largo recorrido posterior y sientan las bases de técnicas que hoy se manejan de forma natural dentro del pensamiento de diseño.
Disponer de medios y técnicas para conocer al usuario durante el proceso de proyecto es imprescindible para generar espacios arquitectónicos adecuados, tanto en su dimensión funcional como en la psicológica y emocional. A través de todos los sentidos nos penetran íntimamente impactos vitales que nos agitan e inquietan, por lo que, en palabras del propio Neutra, "el arquitecto del mañana realmente puede llegar a ser un benefactor de la humanidad, en medio del glorioso progreso de nuestra época". (Neutra, 1973, p.24).