Introducción
Desde Schumpeter, que analizaba la motivación económica del emprender, hasta nuestros días, en donde se resalta la importancia de la enseñanza del emprendedurismo, es un desafío para las universidades fomentar entre sus estudiantes la creación de sus propias empresas, buscando así una mayor satisfacción personal como también una disminución del desempleo 1)(3. Centrándose en 800 estudiantes en los Países Bajos, Van Praag encuentra una fuerte asociación entre la situación percibida del emprendedor y la voluntad para convertirse en un emprendedor, que varía entre las diferentes áreas de estudio. En particular muestra que mientras los estudiantes de ciencias económicas y empresariales, áreas de la ciencia, estudios técnicos y humanidades tienen un perfil similar al de un emprendedor, los estudiantes de salud y ciencias sociales conceden valor inferior a dicha condición: “el 26% de los estudiantes de salud pretenden convertirse en emprendedores después de la graduación, incluyendo farmacia, estudios dentales, medicina y rehabilitación” 4. Así, se identificaron diferencias significativas en algunas características emprendedoras de los estudiantes de administración de empresas versus los estudiantes de ciencias de la salud. Se evidenciaron cuatro aspectos dentro de los que los estudiantes de ciencias de la salud presentaron mayor perseverancia y responsabilidad, mientras que los de ciencias de la administración tienen mayor asunción al riesgo y mayor creatividad que los primeros 5. Otro estudio desarrollado en Finlandia concluye que debido a los cambios en la vida laboral, las habilidades emprendedoras son necesarias en el campo de la salud. Por esta razón, los programas de educación en atención de la salud deben prestar más atención al espíritu emprendedor en el plan de estudios. Establece que sólo una minoría de los docentes en el campo de la salud enseña sobre el espíritu emprendedor, a pesar de que muchos profesores cooperan con empresarios y empresas 6).
El espíritu emprendedor ha sido considerado durante mucho tiempo como un factor causal significativo en el crecimiento y desarrollo económico nacional . Mientras que el espíritu emprendedor ha sido estudiado por más de doscientos años, la naturaleza interdisciplinaria del campo ha llevado a una variedad de perspectivas y la necesidad de desarrollar un marco coherente de integración para explicar la diferencia en la actividad empresarial vista en diferentes sociedades. 7. Es más, el espíritu emprendedor puede verse como un proceso que se produce con el tiempo 8. En este sentido, las intenciones de emprender (IE) serían el primer paso en la evolución y en ocasiones de procesos de creación de empresas. Por dicho motivo, la intención de poner en marcha un emprendimiento es un precursor necesario para la ejecución de comportamientos empresariales 9. Según la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB- Theory of Planned Behavior), las personas actúan de acuerdo con sus intenciones y percepciones de control sobre el comportamiento, mientras que las intenciones a su vez son influenciadas por las actitudes hacia el comportamiento subjetivo, influyendo el contexto a través de las normas y percepciones 10. Varios estudios apoyan que la TPB es un buen indicador de las intenciones para emprender 11)(13.
El diseño de la investigación del GUESSS (Siglas en inglés de Encuesta Global del Espíritu Emprendedor de Estudiantes Universitarios), cuyos datos para Uruguay se utilizarán en este estudio, se fundamenta en la TPB, como indica la Figura 1. Su objetivo es analizar el impacto de los factores que influyen en la elección de las actividades empresariales: cómo es el entorno universitario y la educación relacionados con el espíritu empresarial, las motivaciones personales, la situación familiar, etc.
Con respecto al emprendedurismo en salud e intención emprendedora, los servicios de salud se diferencian de otras industrias debido a diferentes factores tales como su estructura organizativa, prestación del servicio y financiación. Los profesionales administrativos y de gestión humana necesitan entender mejor el emprendedurismo o espíritu empresarial en el cuidado de la salud. ¿Por qué algunos profesionales se trasladan más allá de sus tradicionales valores profesionales a empresas con fines de lucro? ¿Qué les impulsa a realizar cambios en esta industria única? 16. Los factores predisponentes son aquellas características que se relacionan con la motivación de un individuo o grupo para actuar. En el contexto del emprendedurismo en salud existen rasgos, tipos y disposiciones características que motivan a un individuo a llevar a cabo el esfuerzo por emprender en el área 16. Las diferencias en los niveles de intención emprendedora entre estudiantes de diferentes áreas de estudio indican que las universidades deberían centrar su educación de emprendedurismo en otras áreas además de hacerlo en empresas, ingeniería o ciencias de la tecnología 4)(8.
En relación a la educación en emprendedurismo, una premisa importante subyacente a estos programas de emprendimiento es que "los empresarios pueden hacerse": que es posible aprender a ser emprendedor a través de diferentes políticas y programas educativos específicos. De esta manera se espera que los estudiantes adquieran autoestima y motivación, se vuelvan proactivos, creativos y aprendan a trabajar en equipo 17)(19. El ambiente de la universidad, la educación emprendedora, los cursos, los talleres de sensibilización, conforman el entorno del alumnado, pudiendo a través de ello influir en la intención emprendedora de los estudiantes y su posible accionar como emprendedores nacientes y generadores de nuevos empleos 20)(24.
En cuanto a las diferencias de género en la intención empresarial, se muestra que las mujeres son menos propensas a informar la intensidad de su intención y que tienen una menor propensión al riesgo 25. En Uruguay el estudio del GEM (Global Entrepreneurship Monitor) en el informe del IEEM (2016) menciona “en el caso de las mujeres, el miedo al fracaso partió de niveles bastante más elevados (43,94 % en el año 2006), comenzó a caer en forma pronunciada en el año 2011 y desde el año 2013 ha estado subiendo. En síntesis, el miedo al fracaso tiende a presentar niveles similares entre hombres y mujeres, pero en el caso de estas últimas presenta variaciones importantes a lo largo del tiempo. En los últimos años el miedo al fracaso entre las mujeres ha estado creciendo, superando al nivel de los hombres” 26.
En base a lo anterior resulta interesante fijarse los siguientes objetivos para la investigación. El objetivo general es analizar las intenciones de emprender de los estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica del Uruguay. Como objetivo específico se establece comparar los niveles de intención emprendedora de los estudiantes de Ciencias de la Salud con el resto de los estudiantes de la Universidad Católica del Uruguay. Partimos de la hipótesis que el nivel de intención de emprender de estudiantes de Ciencias de la Salud es bajo respecto al resto de los estudiantes de la UCU, así como también que el entorno de la universidad influye positivamente en la intención emprendedora de los estudiantes.
Metodología
Se desarrolló un estudio cuantitativo exploratorio y descriptivo a través de un cuestionario autoadministrado, alojado en la Web del GUESSS. Cada facultad participante envió un correo electrónico a sus estudiantes conteniendo la URL con la invitación a participar de la investigación. En Uruguay, los datos fueron recabados entre los meses de abril y julio del 2016 .
La muestra constó de 1.088 respuestas de estudiantes de la Universidad Católica del Uruguay, conformada por varias facultades: Facultad de Ciencias Humanas, Facultad de Ingeniería, Facultad de Derecho, Facultad de Ciencias Empresariales y Facultad de Psicología. En el área de la salud participaron la Facultad de Enfermería y Tecnologías de la Salud y la Facultad de Odontología 27.
Las respuestas fueron clasificadas en dos grupos en función de las áreas de estudio. En Medicina y Ciencias de la Salud (rotulada en adelante MCS) se obtuvieron 89 respuestas en el área (8,2% del total), mientras que el resto de las áreas (rotuladas en adelante UCU) se obtuvieron 999 respuestas (91,8% del total). En “todo UCU” se considerarán ambos grupos.
Para el procesamiento de los datos, se utilizó el paquete SPSS V.23 y se utilizaron comparación de medias independientes y pruebas de Chi-cuadrado de independencia con intervalo de confianza de un 95%, así como un análisis uni y bivariado con presentación de resultados similares al Reporte GUESSS Global 28.
Resultados
La información demográfica de sexo, edad y niveles de estudios muestran que la proporción de mujeres en MCS (88,8%) es muy superior al promedio UCU (56,5%), dándose la situación inversa en hombres: MCS (11,2%) frente a UCU (44,4%).
En cambio, respecto a la edad, en el rango de hasta 24 años el promedio de MCS es inferior al de UCU pero en los rangos de 25 a 30 y de 31 en adelante es superior al de UCU. Hay diferencias significativas entre los dos grupos, tanto en términos de género (sig.<0.01) y en términos de edades (sig.<0.05) siendo el promedio de edad mayor en los alumnos de MCS. La mayoría de las respuestas recabadas corresponden al nivel de estudiante de grado, tanto para MCS como la UCU.
Si bien se realiza la comparativa de los dos grupos en términos de áreas de estudio, vale aclarar que también hay otras variables que inciden en las respuestas de intención de carrera e intención emprendedora como son la edad y el género.
Los estudiantes fueron consultados acerca de su intención de elección de carrera, una vez que se graduaran y cinco años después de recibirse. Como se expresa en el cuadro 1, en ambos casos se observa una disminución importante en la intención de trabajar en una empresa cinco años después de terminar los estudios, si bien es llamativo que en el caso de MCS los estudiantes presenten interés en trabajar en una ONG. Seguir en la academia tiene un incremento sustancial. En el caso de fundar su propia empresa cinco años después de recibirse incrementa en ambos casos, pero es superior para UCU (59.5%) que para MCS (46.6%). Si bien hay asociación entre las variables, área de estudio e intención de carrera, no se constatan diferencias significativas en las muestras.
En cuanto a la intención emprendedora, los valores para fundador como opción (Tabla 1) siempre son ligeramente superiores en el género masculino (aún más en el caso de MCS); pero donde se aprecian las mayores diferencias es cuando se introduce el factor de sucesión en la empresa familiar.
Si se analiza el Cuadro 2, la intención emprendedora (multi-items) según Liñan & Chen presenta valores netos similares para MCS y UCU en cuanto a si tiene una actitud positiva o una fuerte intención para convertirse en emprendedor; pero en saldos netos se destaca MCS 29.
Analizando los saldos netos de los promedios totales por afirmación realizado como la suma de los acuerdo menos los en desacuerdo (oscila entre -100% y +100%), se observa el mayor peso en los estudiantes de UCU en el acuerdo de su intención emprendedora para llevar adelante su emprendimiento.
A pesar de lo que muestra el cuadro se puede decir que no hay una asociación estadística entre dichas afirmaciones y el área de estudio. Se observan algunos casos puntuales de asociación con la variable género y edad. En conclusión, no incide tanto las variables de las carreras que está estudiando sino otras, como género y edad. Esto no implica que la intención de carrera no se vea afectada por el ambiente universitario y la facilidad de emprender, sino que no están directamente asociadas. Modelos estructurales más avanzados podrían demostrar cuál es la articulación de estas variables para la promoción de la intención emprendedora.
Para identificar emprendedores nacientes y activos, a los alumnos se les hacían dos preguntas para determinar más específicamente su intención de carrera:
-¿Estás actualmente iniciando tu propio negocio/convertirte en autoempleado?
-¿Estás actualmente operando/gestionando tu propio negocio o ya estás autoempleado?
La primer pregunta demostró asociación estadística con el área de estudio (sig. 0.029); sin embargo la segunda pregunta no (sig. 0.220). Esto es un indicio de la importancia de explorar otras variables dado que edad y género están asociados con ambas. Respecto a la intención de iniciar su propio negocio se evidencia una diferencia significativa entre ambos grupos (sig. 0.029), donde los alumnos UCU tienen una mayor propensión a iniciar su propio negocio que los MCS (24% vs. 13%). En base a estas dos respuestas se configuraron tres categorías. Las categorías que se mencionan son las del Reporte Internacional del GUESSS y se mantienen para este trabajo.
En el Tabla 3, al comparar los emprendedores nacientes y activos por género se observa que en emprendedores nacientes los hombres de UCU (22,3%) tienen mayor intención que los hombres de MCS (10,0%). En cambio, para los hombres emprendedores activos son mayores los de MCS (20,0%) frente a los de UCU (12,6%). Para las mujeres los valores presentan poca diferencia y emprenden menos que los hombres. Las diferencias se confirman estadísticamente, observándose una asociación menor a 0,05 para la variable edad y menor a 0, 01 en la variable género.
En el Tabla 4 se analizan los estudiantes que están en proceso de creación de un negocio (emprendedores nacientes) y los que tienen su propio negocio (emprendedores activos). Para emprendedores nacientes se observa tanto para MCS y UCU un leve incremento en la edad para las dos primeras franjas etarias. En el caso de estudiantes mayores de 31 años en MCS se anula totalmente, y en los estudiantes de UCU desciende un 1%. Para emprendedores activos la gran diferencia para MCS (3,7%) y UCU (17,5%) se da en la franja etaria de 25 a 30
En relación al ambiente de la Universidad, los resultados son similares en promedio, pero analizando los saldos netos UCU es muy superior a MCS, siendo la inspiración para desarrollar ideas de negocios por parte del entorno 34,8% (UCU) versus 19,3% (MSC), el clima favorable para convertirse en emprendedor 46,7% (UCU) versus 20,7% (MTS) y la motivación para involucrarse en actividades emprendedoras 47,9% (UCU) versus 26,7% (MSC).
Respecto a los saldos netos de los promedios totales (Tabla 5), se puede ver claramente que los estudiantes de UCU consideran que los cursos y servicios que recibieron en la universidad realmente aumentaron su motivación para emprender, así como sus habilidades para llevar adelante su negocio, más que los estudiantes de MCS. (Diferencias de medias significativas). Sólo se constata asociación del área de estudio con la afirmación 2 (sig. 0.039). En términos de ambiente de la Universidad resulta interesante observar que la variable género no demuestra asociación estadística con la percepción y valoración del entorno; en cambio la edad sí; es una variable asociada a las tres afirmaciones con significancia menor a 0,01.
El tipo de capacitaciones sobre emprendimiento que recibieron durante su pasaje por la universidad se muestra en la Gráfica 1. En UCU el 20,7% ha participado de al menos un curso optativo de emprendimiento frente a 11,2% en MCS. En cambio asistieron a un curso obligatorio 40,5% a nivel UCU, frente a 5,6% en MCS.
Sólo dos afirmaciones mostraron asociación estadística con el área de estudio. “…aumentaron mi entendimiento de las acciones que una persona tiene que llevar a cabo para iniciar un negocio” (sig. 0.025) y “…aumentaron mi habilidad para desarrollar redes.” (sig. 0.0002). Además se constatan diferencias significativas de medias en la primer frase. El promedio es 4.6 para UCU frente a 4,3 para MCS y en la segunda es 4.4 para UCU frente a 4,0 para MCS . Los estudiantes sienten que en UCU se pueden desarrollar redes y en MCS se sienten más solos, aislados.
Se constata asociación estadística en cuatro de las cinco afirmaciones que se presentan en el cuadro anterior con las áreas de estudio. “No he asistido a un curso sobre emprendimiento hasta ahora”, “He asistido al menos a un curso de emprendedurismo como parte obligatoria de mis estudios”, y “He escogido esta universidad principalmente por su alta reputación en emprendedurismo”, son tres frases que tienen una significancia estadística menor a 0.01 con el área de estudio. “He asistido al menos a un curso optativo de emprendedurismo” mostró una asociación estadística menor a 0.05, y “Estoy estudiando un programa específico en emprendedurismo” no mostró una asociación estadística con el área de estudio.
Discusión
A pesar de que la diferencia en la intención emprendedora a favor de estudiantes UCU respecto a MSC no es significativa, en el estudio presentado por Van Praag se evidencia comparativamente la misma relación entre las áreas de estudio. Se especifica que el 26% de los estudiantes de salud presentan intenciones de emprender, mientras que en la presente investigación constituyen un 46% (MSC).
Los valores obtenidos en intenciones de conformarse como fundador fueron ligeramente superiores en el género masculino (aún más en el caso de MCS), lo cual es constatado en diversos estudios que demuestran las diferencias de género en la intención empresarial, siendo las mujeres menos propensas a informar la intensidad de su intención, así como una menor propensión al riesgo 25) (30) (15. El estudio del GEM Global Entrepreneurship Monitor en el informe del IEEM Uruguay (2016) menciona “en el caso de las mujeres que el miedo al fracaso partió de niveles bastante más elevados (43,94 % en el año 2006).
En relación al ambiente de la Universidad, analizando los saldos netos, UCU es muy superior a MCS en apoyar y motivar a emprender, quizás influenciado por tener cursos específicos y mayor difusión de los talleres brindados. La literatura establece que "los empresarios pueden hacerse", que es posible aprender a ser emprendedor a través de diferentes políticas y programas educativos específicos, buscando el desarrollo de la motivación, proactividad, creatividad y trabajo en equipo 3) (8) (17) (19. Resulta interesante observar que la variable género no demuestra asociación estadística con la percepción y valoración del entorno de la universidad, mientras la edad sí es una variable asociada. En cuanto a las capacitaciones recibidas sobre emprendimiento en la Universidad, en UCU el 20,7% ha participado de al menos un curso optativo de emprendimiento frente al 11,2% en MCS, mientras que asistieron a cursos obligatorios 40,5% a nivel UCU frente a 5,6% en MCS.
El estudio desarrollado en Finlandia denota la presencia de una minoría de docentes en el campo de la salud como educadores acerca del espíritu emprendedor 6)(1. Una posible causa puede ser la ausencia de formación docente y desarrollo de programas académicos en el área. Gran número de estudios han indicado que la educación en emprendedurismo eleva la percepción positiva del espíritu emprendedor, así como también las actitudes y las intenciones, aunque parece haber menos evidencia que sugiera que la educación emprendedora afecta los comportamientos reales relacionados con el espíritu empresarial 31).
Conclusiones
Respecto al objetivo específico del estudio, se concluye que los alumnos UCU presentan un mayor nivel de intención de emprender frente a alumnos MCS, no siendo únicamente el área de estudio la variable asociada a la intención de carrera, sino también el género y edad de los estudiantes, las cuales se propone continuar analizando es futuros estudios.
Sobre las hipótesis planteadas, no se corrobora estadísticamente “H1: el nivel de intención de emprender de estudiantes de Ciencias de la Salud es bajo respecto al resto de los estudiantes de la UCU” dado que si bien hay diferencias porcentuales por área de estudio, mostrando UCU mayor intención emprendedora que MCS, sólo algunas de las afirmaciones mostraron diferencias significativas por área de estudio. No todas las afirmaciones propuestas por el marco conceptual para la medición de intención emprendedora se confirman en esta muestra estudiada.
Por otra parte se confirma “H2: El entorno de la universidad influye positivamente en la intención emprendedora de los estudiantes de la MCS y UCU”, quedando en evidencia que el entorno y clima de la universidad inciden favorablemente en la intención de emprender, presentando las condiciones para formar y animar las intenciones empresariales a través de la educación emprendedora, cursos y talleres de sensibilización.
En suma, respecto al objetivo general del estudio, se considera haber comenzado a explorar y describir las intenciones de emprender de los estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica del Uruguay, emergiendo indicios de la necesidad de integrar y reforzar la enseñanza del emprendedurismo en todas las facultades.
Para finalizar, considerando limitaciones, soluciones y futuros lineamientos, partiendo de la teoría del Comportamiento Planificado (TBP) que indica que la intención es considerada como el mejor predictor de comportamiento, la dimensión temporal del presente estudio no permite corroborar a mediano y largo plazo la evolución de los alumnos, sus intenciones y emprendimientos. Debería utilizarse la predicción del TBP enfocado en otras condiciones, como por ejemplo, sociales, culturales e históricas amplios que puedan estar influyendo en la formación y por ende en las intenciones emprendedoras, y no solamente en situaciones individuales.
El desarrollo de cursos de emprendedurismo de forma interdisciplinaria y transversal en la Universidad, así como también la promoción de metodologías, eventos y workshops, se plantean como posibles soluciones a la problemática identificada.
En estudios posteriores debería desarrollarse una investigación de carácter longitudinal y explicativa, de manera de establecer relaciones entre variables causa - efecto a lo largo del tiempo.