I. Introducción: crónica de un encuentro
El Premio Nobel de la Paz Elie Wiesel1, fallecido en 2016,conoció a Monsieur Shoshanien 1945 en la ciudad de Ambois, Francia. Las particularidades de este encuentro, así como las primeras impresiones de Wiesel, fueron recogidas por el periodista franco-judío Salomón Malkaen su libro Monsieur Chouchani. L’énigme d’un maître du XXe siècle (Fig. 1). Según el estudio de Malka, las primeras apreciaciones de Wiesel sobre Shoshanino fueron muy positivas. Una de las primeras impresiones que Wiesel narró en la entrevista fue la de una persona ermitaña, con aspecto de vagabundo. De acuerdo al testimonio del Premio Nobel de la Paz, Shoshani solía presentarse como una persona desaliñada, concierto mal genio, irrespetuosa, que nada se parecía a un profesor, a un genio o a un sabio.
Los rasgos descritos por Wiesel serían luego corroboradas por la mayoría de las personas que conocieron a Shoshani. En ese sentido, la característica que más se destaca entre sus ex alumnos y discípulos, además de su inteligencia sobre humana, es su aspecto de vagabundo, de alguien con pocos hábitos de cuidado personal. En la entrevista brindada a Malka, Elie Wiesel señaló: “Tenía el aspecto de un vagabundo, de alguien indeseable en cualquier parte, sin duda incluso en el cielo. Era la impresión que daba” (Malka, 2007:20).Sin embargo, más allá de los datos anecdóticos sobre su aspecto físico, todos los testimonios concuerdan en señalar la inteligencia poco común que tenía este cabalista y maestro talmúdico. La variada gama de relatos que aparecen citados en la investigación de Malka resaltan la singularidad de este personaje, su inteligencia “sobrenatural”, su memoria fenomenal y su capacidad de abstracción, difícil de encontrar en cualquier otro mortal.
Además de la influencia decisiva que este maestro tuvo en la obra de Elie Wiesel, otro de los intelectuales que fueron impactados por la figura de Shoshani fue el filósofo lituano-judío Emmanuel Lévinas2. Tal fue el grado de impacto y admiración que Lévinas tuvo por Shoshani que describió su primer encuentro como el “gran acontecimiento” de su vida, incluso mayor que el nacimiento de sus hijos. De ahí que en varios de sus textos aparezca citada alguna referencia a este maestro, al que Lévinas consideraba genial y brillante. Para muchos especialistas y estudiosos de la obra de Lévinas, el encuentro con Shoshani significó un cambio radical en su filosofía y, especialmente, en su análisisfilosófico del Talmud. Sobre este aspecto en particular, Wiesel indica lo siguiente:
“Lévinas es una categoría aparte, dado que ninguno de los discípulos de Shoshani logró transformar la obra de Shoshani en filosofía, en sistema filosófico, en sistema de valores o de ideas. Él, sí. Lévinas es el mayor filósofo en el mundo actual, a mi entender, porque Shoshani consiguió darle y Lévinas consiguió recibir” (Ibidem:36).
Inclusive, aunque en ciertas ocasiones Lévinas no realice una referencia explícita sobre Shoshani, éste aparece como un “espectro” que sobrevuela sus textos. En ese sentido, desde el encuentro con Shoshani su pensamiento filosófico ya no fue igual. Él mismo relata haber experimentado una especie de sismo o “terremoto intelectual” producto del encuentro con este maestro enigmático. Acerca del tipo de relación entablada entre ambos, la filósofa y ensayista Suzy Danièle expresó, un poco en broma y un poco en serio, que Shoshani “fue el dibuk3 de Lévinas”.
Entre los recuerdos que subsisten de la relación Shoshani-Lévinas se encuentran aquellos vinculados a la vida cotidiana. En su pasaje por Francia, la viuda de Lévinas ha comentado las largas noches en vigilia que pasó escuchando las clases del maestro. También contó que mientras estaba embarazada de Michäel, su primer hijo, su único deseo era que éste naciese con “algo” de la inteligencia de Shoshani. En Jerusalén, después de la entrevista realizada por Malka para su investigación biográfica, el filósofo y cabalista Pascal Thémanlys citóuna frase de Emmanuel Lévinas: “Se han dicho muchas cosas sobre Shoshani, pero la realidad fue más hermosa que la leyenda”(Ibidem:79). En 2003,el filósofo Shmuel Wygoda publicó un artículo en los Cahiers d’études lévinassiennes4, (Wygoda, 2003)sobre la influencia de Shoshani en la obra de Emmanuel Lévinas. En este estudio, Wygoda analiza una serie deestrategias de interpretación del Talmud y los textos sagrados del judaísmo que revelan la influencia de Shoshanien la filosofía de Lévinas.
En nuestro caso particular, el interés por esta extraña y enigmática figura se remonta al año 2001, cuando por primera vez escuchamos hablar de este misterioso maestro esotérico. La curiosidad por adentrase en la vida de este personajese despierta ese año en una de las clases de Cábala tomadas con el cabalista judío-uruguayo Ruben Kanalenstein. Es justamente en una de sus clases donde éste mencionó a Shoshani como su principal mentor, y su influencia determinante para su posterior viaje a Israel y su estudio de la Cábala hebrea. A partir de ese momento comenzamos a buscar información, y a profundizar no sólo por la vida que desarrolló en Uruguay sino también por su legado en relación a la hermenéutica de los textos bíblicos y post-bíblicos.
De allí que el interés por su figura como antropólogo5 haya surgido en este marco de enseñanza no formal. Sin embargo, aunque el interés por la figura de Shoshani se inicia en ese período, no es hasta el año 2010 que empezamos a investigar a fondo y bajo un formato académico, la trayectoria de vida de este cabalista y talmudista. En ese sentido, a mediados del año 2013 comenzamos un intercambio vía e-mail con el documentalista franco-israelí Michael Grynszpan. El contacto con Grynszpan surgió debido a su intención de empezar a rodar un documental sobre la vida y el legado de Shoshani, tomando como base el testimonio de personas que lo conocieron y de aquellas que actualmente se encuentran reconstruyendo su perspectiva de análisis. Este intercambio significó para los dos una ampliación de las redes de quienes lo habían conocido tanto en Francia, EEUU, Israel y Uruguay, así como también de aquellos que hoy en día están intentando formalizar su enfoque de los textos bíblicos y talmúdicos.
En consecuencia, el interés por la temática desde el punto de vista antropológico se fue forjando en la última década a medida que fuimos investigando y relevando información al respecto. Este proceso de extrañamiento al mismo tiempo que de familiarización con dicha temática fue conformando la mirada antropológica del fenómeno. Sin embargo, este proceso implicó un grado de complejización mayor de la mirada antropológica en relación a lo planteado por Gilberto Velho6 (Vehlo, 1981). Según Velho, al esquema diseñadopor Roberto Da Matta en su célebre artículo: “O ofício do etnólogo ou como ter ‘anthropological blues’” (1974), se le debe agregar la noción de distancia. De acuerdo con Velho, a la dialéctica de la observación planteada por Da Matta (familiarizarlo exótico y exotizar lo familiar) le falta la inclusión de la categoría de distancia social, para de esta forma poder hacer factible el análisis antropológico en nuestras sociedades contemporáneas.
Por consiguiente, Velho subraya la necesidad de complejizar la dialéctica de la observación antropológica diagramada por Da Matta, al sostener que “o que sempre vemos e encontramos pode ser familiar mas não é necessariamente conhecido e o que não vemos e encontramos pode ser exótico mas, até certo ponto, conhecido” (Velho, 1981:126). Tal ejercicio de descentramiento implica el despliegue de familiaridades y exotismos como fuentes de conocimiento y desconocimiento. En cambio, a la lectura crítica de Da Matta realizada por Velho le falta un componente que es irreductible a dicha complejización. Este constituye el caso en donde debemos retomar la primera premisa de Da Matta (es decir, la de “familiarizarse con lo exótico”), diseñada para el estudio de las sociedades no occidentales.
En esa misma línea, la fórmula antropológica de Da Matta de “familiarizarse con lo exótico” resulta fundamental, pero continúa siendo insuficiente para el abordaje de determinados hechos o fenómenos en las sociedades occidentales contemporáneas. De hecho, en la presente investigación no sólo tuvimos que efectuar un ejercicio de familiarización paulatina con un mundo cercano espacialmente pero disímil culturalmente, sino también a la misma vez que nos “familiarizábamos” con dicho fenómeno ejercitábamos un “extrañamiento” del mismo. Una especie de binomio isomorfo familiarización/extrañamiento a nivel de la experiencia etnográfica, que nos conducía a un ejercicio de entendimiento-descentramiento antropológico. Esta experiencia etnográfica difícil de traducir en palabras y conceptos, se enmarcó dentro de lo que la antropóloga brasileña Cristina Patriota de Moura (Patriota de Moura , 2016) denomina: “antropología intimista7
II. ¿Quién fue Monsieur Shoshani?
¿Quién fue Monsieur Shoshani8? ¿Por qué es considerado uno de los personajes más enigmáticos del siglo XX? ¿Por qué finalizó los últimos años de su vida en Uruguay? ¿Por qué está enterrado en un cementerio de Uruguay? Estas son algunas de las preguntas que deberían dar inicio a este apartado. Sin lugar a dudas, un caso exótico y atípico en la atmósfera cultural, científica y artística del Montevideo de la década de 1960. Si bien la “leyenda Shoshani” recién comienza a tomar notoriedad y una atención especial dentro del público no judío, también dentro de la comunidad judía empieza a despertarse una avidez por adentrarse en los misterios y el legado que dejó (Fig. 2).
Tal interés se ve plasmado en el proyecto documental que viene llevando a cabo el documentalista israelí Michael Grynszpan desde mediados de 20139. En dicho documental, Grynszpan pretende reunir todos los testimonios posibles de personas que tuvieron clases con Shoshani en varios países del mundo, así como entrevistar a especialistas que se encuentran reconstruyendo parte de su metodología de interpretación y su perspectiva de análisis10. El documental Mister Chouchani: A Genius - a Tramp - a Legend (www.chouchani.com) recién será proyectado a fines de 2018.
Ahora bien, ¿qué llevó a Monsieur Shoshani a instalarse en Montevideo después de haber transitado varias ciudades de Europa, el norte de África, EEUU e Israel?
Si bien no se sabe con certeza por qué Shoshani vino a radicarse los últimos años de su vida en Uruguay, se manejan varias hipótesis. Éstas últimas se encuentran descritas en el libro Monsieur Chouchani. L’énigme d’un maître du XXe siècle (1994), del periodista franco-judío Salomón Malka11. En este libro, Malka realiza una investigación exhaustiva de la vida de Shoshania través de testimonios muy variados: exalumnos, rabinos, universitarios, docentes, peluqueros, responsables de instituciones judías, etc. Sobre la elección de Uruguay como país de destino, el autor señala que Shoshani solía contestar: “Me instalé aquí porque en un país pequeño no hay grandes problemas” (Ibidem:117).Unas páginas más adelante, aparece otra frase con una explicación similar: “Un cubo de basura dónde a nadie se le ocurriría arrojar una bomba atómica” (Ibidem:122).
Asimismo, tampoco existe unanimidad acerca del país en donde nació. Algunosseñalan que nació en Lituania, pero otros hablan que lo hizo en Polonia, Marruecos o Israel. Las referencias familiares también son escasas. Varios de los entrevistados por Malka afirmaron que tuvo una infancia difícil y una severa educación religiosa. Ni siquiera hay seguridad acerca de su verdadero nombre, lo cual hasta hoy en día continúa siendo un enigma, a pesar de los intentos de construcción de genealogías familiares. “Mordequeo Bensussan”es el que figuraba en sus documentos de identidad, pero hay quienes dicen que era falso y que en realidad tenía otro nombre. Por ejemplo, Elie Wiesel siempre sostuvo que el verdadero nombre de Shoshani era Mordechai Rosenbaum, mientras que Shalom Rosemberg afirma que su nombre real fue Hillel Perlman.
Un artículo reciente de la periodista israelí Yael Levine (2015) devela que el verdadero nombre de Shoshani fue Hillel Perlman. A través de un estudio histórico-genealógico basado en la investigación de diversos documentos,Levine concluye que Shoshani era originario de Brest-Litovsk (actualmente Brest), y que su verdadero nombre era Hillel Perlman (Levine, 2015).Sin embargo, aún hoy existe incertidumbre con respecto a su verdadero nombre. Tal es así que en el registro de defunción todavía figura con el nombre de “Mordequeo Bensussan Ohnona” (Fig. 3).

Fig. 3: Registro de defunción de Monsieur Shoshani en el Cementerio Israelita de La Paz, departamento de Canelones, Uruguay. Obsérvese el nombre (en subrayado azul) con el que figura en el acta de registros
Este hermetismo en todo lo que concierne a su biografía fue construido por el propio
Shoshani, una especie de actor teatral que mantenía en secreto su vida privada y que jugaba con este misterio. De hecho, las anécdotas acerca de la vida de Shoshani son increíbles. Se cuenta que en su infancia fue un niño prodigio en el estudio del Talmud; leía el libro desde los tres años y conocía todos los comentarios a los cinco. Se dice que su padre hizo dinero llevándolo a realizar malabarismos con los versículos a las sinagogas y también que, siendo adulto, era posible colocar una aguja sobre cualquier texto del Talmud y proporcionarle las primeras palabras para que pudiera recitar de memoria lo que venía a continuación (Moraes, 2016:88).Se dice que cuando vivió en EEUU se dedicaba a dictar clases “a profesores universitarios en sus respectivas especialidades”, es decir, “enseñaba filosofía a los filósofos, matemática a los matemáticos y física a los físicos” (Malka, 2007:24).
En ese sentido, Shoshani fue un brillante matemático. Cuenta Elie Wiesel que una vez en Francia fue detenido por la Gestapo junto con un grupo de judíos. Él no teníapapeles, pero hablaba alemán; entonces el oficial le preguntó a qué se dedicaba y él respondió: “Soy profesor de matemáticas”. Entonces el oficial le dijo que en la vida civil él también era profesor de matemáticas. A lo que Shoshani replicó: “Escuche, señor oficial, tengo una propuesta que hacerle: en vez de ser examinado por usted, seré yo quien lo examine; este es el trato: le planteo un problema; si usted logra resolverlo, me mata; en caso contrario, permite que me vaya, pero no solo ¡sino con los judíos que están conmigo!”. El oficial de la Gestapo aceptó el desafío. Shoshani le propuso un problema que el oficial no pudo resolver y así fue como él y los judíos presentes se salvaron de ser asesinados (Moraes, 2016:88). Se dice que aprendió francés encerrándose durante quince días en un cuarto de hotel en París con un diccionario Larousse y que también sabía hebreo, idish, alemán, inglés, español, árabe, latín y griego.
Si bien Shoshani nunca publicó nada, tuvo una influencia decisiva en filósofos, escritores y científicos de la talla de Emmanuel Lévinas, Elie Wiesel, Shalom Rosenberg12, Pascal Thémanlys13 , Albert Einstein14 y Jacques Goldberg15, entre otros.
Lévinas, quién siempre admitió que el encuentro con Shoshanifue el “gran acontecimiento” de su vida, escribía con cierta melancolía en su “Introducción” aCuatro lecturas talmúdicas:
“Un maestro prestigioso, Monsieur Chouchani, de cuyo deceso en América del Sur nos enteramos durante la impresión misma de la presente recopilación, nos enseñó en qué puede consistir el verdadero método. Para nosotros, hizo imposible para siempre el acceso dogmático, puramente fideísta o incluso teológico al Talmud”(Lévinas en Malka, 2007:79).
El 26 de enero de 196816 Shoshani falleció en la ciudad de Durazno, durante un seminario sobre la Biblia y el Talmud destinado a docentes judíos de América del Sur. Está enterrado en el cementerio judío de la localidad de La Paz, departamento de Canelones, y en su lápida está escrito en hebreo: “El rabino y sabio Shoshani, que su recuerdo sea bendito, su nacimiento y su vida están envueltos en el enigma. Fallecido el Santo Shabat, el 26 de Tevet de 5526”. La piedra de la lápida, así como las inscripciones que figuran en ella, fueron encargadas especialmente por Elie Wiesel, que si bien no concurrió al entierro, envió el dinero para el pago del granito y el grabado de las inscripciones.
III. Microhistoria de un cabalista
“Reunir más y más testimonios…”, escribía Elie Wiesel con respecto a Shoshani, lo que implicó que el periodista Salomón Malka emprendiese el camino de la reconstrucción biográfica de este maestro enigmático con aspecto de vagabundo. Tal como señala Malka en una parte del libro en relación a lo referido por Wiesel: “… me di cuenta de que ese hombre se escurría a medida que uno se acercaba a él” (Ibidem:9).
Esta biografía desafiante se desprende de la lectura del libro de Salomón Malka: Monsieur Chouchani. L’énigme d’un maître du XX e siècle (1994). Si bien esta investigación es la única -hasta el momento- que se focaliza en la biografía de Shoshani,muchos de los testimonios que aparecen en el libro divergen entre sí. Pese al notable trabajo realizado por Malka al entrevistar a exalumnos, rabinos, universitarios, discípulos, peluqueros, responsables de instituciones judías, etc., el libro finaliza con más dudas que certezas. Como indica el autor en las últimas páginas del libro, cuando más creía aproximarse a una idea de este personaje enigmático, éste se desvanecía. El aura de misterio que Shoshani mantuvo durante toda su vida no fue solo un “mito”.
En tal sentido, la biografía en la cual se embarcó Malka en su investigación estuvo cargada de misterio y hermetismo hasta el último día de la vida de Shoshani. Incluso, aún hoy su muerte continúa siendo un enigma. Algunos de los relatos relevados por Malka concuerdan en señalar que Shoshani sabía con antelación la fecha de su muerte, ocurrida, según se señaló, durante un seminario desarrolladoen la ciudad de Durazno y destinado a docentes judíos de América del Sur. Según los diversos testimonios que aparecen en el libro, esa noche Shoshani se despidió de sus discípulos y les dijo que sería la última clase que dictaría en su vida. Los dos testimonios que aparecen en el estudio de Malka coinciden al señalar que las últimas palabras pronunciadas por
Shoshani antes de su muerte fueron: “Rofé! Rofé!”, que significa médico en hebreo. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio judío de la localidad de La Paz, departamento de Canelones(Fig. 4).
El enfoque microhistórico resulta imprescindible para comprender ciertos aspectos de la biografía de este enigmático maestro. Si bien está comprobado que Shoshani vivió en diferentes países del mundo, la mayor parte de su vida la desarrolló en Europa y Uruguay. De ahí que la investigación de Salomón Malka se haya focalizado fundamentalmente en el transcurso de la vida de Shoshani durante su estadía en Francia y Uruguay. Para dicha investigación, el autor se nutrió de una serie de técnicas de investigación, como la entrevista en profundidad y el análisis de datos secundarios.
En el plano metodológico, Malka aplicó el enfoque microhistórico debido a la naturaleza de la investigación. Al emprender la tarea de efectuar el recorrido biográfico de un sujeto, la microhistoria constituye el método de análisis más adecuado para este tipode investigación. De ahí que Carlo Ginzburg (uno de los precursores de esta corriente teórico-metodológica) haya subrayado que uno de los principales objetivos de la microhistoria como método historiográfico consiste en: “an exaltation of minor historiography against the historiography that concentrates on the great and the powerful” (Ginzburg, 1993:16).Esta mirada microhistórica en relación a la trayectoria biográfica de determinados sujetosya había sido aplicada por Michel Foucault (Foucault, 1979) unos años antes en su estudio sobre la vida de los “hombres infames”17.
En esta investigación Foucault describe una serie de casos individuales que se volvieron famosos debido a determinados acontecimientos que sucedieron durante sus vidas. El principal aporte de Foucault en dicho estudio a la teoría historiográfica consistió enel rescate de lo minoritario y lo subalterno18. La vida de aquellos hombres que fueron sentenciados y condenados por las causas más terribles vuelve a la luz a través de un análisis a escala micro, que prioriza la historia del caso singular basándose en la documentación de la época. A diferencia de Malka, Foucault sólo obtuvo la información de documentos, archivos de época, sentencias judiciales y fichas técnicas.
No obstante, tanto Malka en su estudio sobre la biografía de Shoshani como Foucault ensu investigación sobre los “hombres infames” aplicaron la reducción de escala, la prioridad de los casos singulares y la atención al relato. Sobre la escala micro y la incorporación del análisis de datos secundarios a la investigación histórica, Giovanni Levi explicó lo siguiente:
“Microhistory as a practice is essentially based on the reduction of the scale of observation, on a microscopic analysis and an intensive study of the documentary material. … For microhistory the reduction of scale is an analytical procedure, which may be applied anywhere independently of the dimensions of the object analysed”(Levi, 1992:95).
En contraposición con las investigaciones llevadas a cabo por Foucault, la investigación microhistórica desarrollada por Malka contó no sólo con el acceso a ciertos documentos de la época (fotos, manuscritos, archivos, partida de defunción, etc.), sino también con el testimonio de muchas personas que conocieron a Shoshani. Esto fue fundamental para la tarea de reconstrucción del período de su vida en Europa y Uruguay. Sin embargo, y más allá de reconocer el formidable trabajo realizado por Malka, su investigación biográfica (o anti-biográfica) no trasciende la figura de Shoshanien sí. Esto implica la ausencia de un nexo entre el personaje histórico y la historia del pensamiento y la filosofía judía en el siglo XX. En otras palabras, la investigación efectuada por Malka no explica cómo una microhistoria puede devenir en una conexión con la macrohistoria. Este pasaje de lo microhistórico a lo macrohistórico resulta fundamental para entender la “real” dimensión de la figura de Shoshani y su influencia a escala mundial en el pensamiento y la cultura judía.
Uno de los antropólogos que ha señalado esta conexión entre lo microhistórico y lo macrohistórico ha sido Marshall Sahlins (Sahlins, 2005). En un artículo por demás interesante19, Sahlins analiza tres casos en diferentes períodos históricos con el objetivo de disolver los dualismos establecidos por la antropología clásica entre acontecimiento y estructura y acción intencional y orden cultural. Para graficar en el plano empírico estas falsas dicotomías, uno de los análisis se centra en el famoso caso del niño cubano Elián González20. Tomando como caso de estudio este acontecimiento histórico-político acaecido entre los años 1999 y 2000, Sahlins demuestra que bajo determinados contextos socioculturales existe un continuum entre la microhistoria y la macrohistoria (o gran historia) y viceversa. En el caso del niño cubano que naufragó en las costas de EEUU en el año 1999, su microhistoria devino una macrohistoria: resurgió el conflicto entre el capitalismo liberal y el comunismo.
IV. Traspasando continentes: de Europa a América Latina
Si bien Shoshani pasó casi toda su vida viajando de un país a otro e instalándose en algunas ciudades de forma temporal, la mayor parte de su existencia la desarrolló en algunos países de Europa y, finalmente, en Uruguay. En virtud de ello, el estudio llevado a cabo por Malka tiene la virtud de recoger las historias y anécdotas sobre Shoshani tanto en su pasaje por Europa como en su estadía final en Uruguay. Este artículo se basó en dicha investigación, incorporando, además, otros documentos y testimonios de su estadía en Uruguay. Por ello se optóen el plano metodológico por un análisis microhistórico. Esto se debió al tipo de información, datos y fuentes históricas con las que contamos para realizar este trabajo.
Los aspectos anecdóticos sobre la vida de Shoshani en Europa y Uruguay son innumerables. En cada ciudad por la que Shoshani transitó dejó una “huella” entre quienes lo conocieron, así como también entre aquellos que no habiéndolo conocido escucharon hablar de él. Su estadía en Francia se producirá luego de finalizada la Primera Guerra Mundial. Si bien Shoshani residió varios años en París, su arribo al país se produjo a través de la ciudad de Estrasburgo. Allí pasó un tiempo buscando un lugar donde alojarse y la documentación que lo habilitara a residir en forma legal. Durante su estadía en Estrasburgo se dedicóa impartir cursos de Talmud21 y Cábala en la comunidad polaca Adass Israel y a vincularse con diferentes instituciones judías. En este período conocerá al Dr. Jacques Nerson y a Erwin Schnurmann, figuras claves para el acercamiento de Shoshani a Emmanuel Lévinas y su posterior viaje a Uruguay.
En Francia, por ejemplo, Shoshani desarrolló una intensa actividad académica. Aún hoy muchos recuerdan sus seminarios como invitado en la École Normale Israélite Orientale de París (ENIO). Sin embargo, nunca formó parte de ninguna universidad o instituto de investigación. Este aspecto constituye uno de los rasgos más interesantes de la figura de Shoshani como personaje histórico. Aunque tuvo una influencia decisiva en escritores y filósofos de la talla de Emmanuel Lévinas y Elie Wiesel, nunca integró formalmente una institución educativa. A propósito de ello, Shalom Rosenbergseñaló: “Es una tragedia que el establishment no lo haya tomado en consideración, ni lo haya entendido. Ninguna universidad lo reclamó” (Malka, 2007:88).
Luego de transitar por diferentes países del mundo, este misterioso maestro se instaló en el Río de la Plata. Se dice que Shoshani llegó a Montevideo en un barco a comienzos de la década de1950, luego de una fugaz estadía en Israel, invitado por un antiguo discípulo que había estudiado con él en Francia. Sin embargo, nunca quedó claro por qué arribó a la capital uruguaya. Quizás por miedo a la amenaza comunista en la Gue rra Fría, el espejismo de la “Suiza de América”o la necesidad de viajar y conocer otros lugares. Con respecto a la elección de Uruguay como país de destino, Shoshani solía contestar: “Me instale aquí porque en un país pequeño no hay grandes problemas” (Malka, 2007:117).Su último domicilio conocido fue un apartamento de la calle Maldonado N° 1093, ubicado en el Centro de Montevideo (Fig. 5).
En Montevideo vivió de forma muy austera y se dice que a veces dormía en las escaleras opórticos de las casas (Moraes, 2016:91). Dictódiversos cursos en el Instituto Yavne, así como seminarios en el movimiento religioso Mizrahi, cuya sede estaba en la esquina de las calles Andes y Canelones. También se dedicaba a impartir clases de Cábala y Talmud en casas de particulares. Aún hoy se escuchan comentarios acerca de las clases magistrales brindadas por Shoshani en los ámbitos relacionados a la colectividad judía de Montevideo.
En Montevideo se movía casi siempre en medios sefaradíes, visitaba las sinagogas y era habitué de la comunidad “Los Temerosos de Dios”. Quienes lo conocieron afirman que no le gustaba mucho la ciudad. Generalmente, se vinculaba con personajes pintorescos de la bohemia montevideana, borrachos, tahúres y vagabun dos. Así fue hasta el momento de su muerte, ocurrida en enero de 1968 en la ciudad de Durazno.
En ese momento Shoshani partici paba en un seminario sobre Biblia y Talmud destinado a docentes judíos de América del Sur. En dicho seminario estaban presentes jóvenes de Argenti na, Brasil y Uruguay.
Finalizado el curso, los seminaristas salieron a cenar y un grupo de discípulos se reunió al aire libre con Shoshani, quien recostado contra el tronco de un árbol comenzó a dictar una disertación sobre un tema talmúdico. Cuenta la leyenda que en un momento Shoshani les manifestó a los presentes que esta sería la última lección que dictaría, anticipando en cierto modo su muerte22. De pronto le sobrevino un ataque cardíaco, y falleció enfrente a sus estudiantes. Las últimas palabras que pronunció antes de morir fueron: “Rofé! Rofé!”, que significa médico en hebreo. Para muchos de los presentes tuvo lo que se considera en la tradición talmúdica una mitath neshiká o “muerte dulce”: el ángel llega, abraza al fallecido como a un amigo y se lo lleva, ahorrándole todo sufrimiento y cualquier tipo de agonía.
V. Turismo espiritual: “peregrinajes nostálgicos” a la tumba de Monsieur Shoshani
Debido a la relevancia de la figura de Shoshani a escala mundial, tanto en el mundo del judaísmo ortodoxo como no ortodoxo, a partir de la década de 1970 comenzaron a realizarse peregrinajes a su tumba. Los peregrinos que visitan su tumba están conformados por exalumnos, rabinos, universitarios, practicantes de Kabbalah23 , (Scholem, 1969:1) (Guigou, 2014) periodistas, escritores, investigadores y personas que se han interesado en su enigmática vida. Si bien la mayoría de los visitantes son de origen judío, estos peregrinajes no se enmarcan dentro de una “mitzvah de la nostalgia”24. Sin embargo, el tipo de peregrinaje que se realiza a la tumba de Shoshani se enmarca dentro de los peregrinajes rememorativos inaugurado por muchos judíos desde mediados del siglo XIX25.
Este tipo de viajes, ya tradicionales dentro del judaísmo, ha sido denominadopor los investigadores Mara Cohen y Dimitri Ioannides como “peregrinajes nostálgicos”.Una de las principales características de esta forma de peregrinación consiste en la necesidad de visitar un lugar que tiene cierta “resonancia emotiva” (Le Breton, 1998:93) para los turistas/visitantes de la colectividad judía. La visita a un sitio determinado tiene el objetivo de rememorar en los visitantes una sensación de “nostalgia”, debido a que conecta la historia de esa persona o grupo con el pasado. Según Cohen y Ioannides26, los “peregrinajes nostálgicos” pueden ser tanto religiosos como seculares.Ambos autores definen la noción de “peregrinaje nostálgico” de la siguiente manera:
“Nostalgic pilgrimages then, are about visiting one’s ancestral homeland but also can be much more, such as going to places holding special significance for Jews in general (e.g. the home of a famous Jew, a historical synagogue, or a Holocaust site). “… This reflects part of what religious, but also secular, Jews do on a nostalgic pilgrimage: they visit synagogues, school sites, cemeteries, and mass-grave locations” (Cohen & Ioannides, 2006:162).
Un ejemplo de este tipo de peregrinaje lo encontramos en el libro Walter Benjamin’s Grave (Taussig, 2006), del antropólogo Michael Taussig. En este trabajo, Taussig describe la experiencia antropológica de su viaje a la tumba del filósofo judío-alemán Walter Benjamin en Port Bou, España. Si bien al principio este se niega a reconocer la visita a la tumba como una forma de peregrinaje27, a medida que avanza el relato termina asumiendo su condición de peregrino. De hecho, Taussig señala en una parte del libro que el motivo de su visita no es de carácter religioso sino rememorativo28. La experiencia del viaje rememorativo-emotivo llevada a cabo por Taussig a la tumba de un filósofo judío constituye un claro ejemplo de un “peregrinaje nostálgico”29.
En tal sentido, desde hace cuarenta años las visitas a la tumba de Shoshani vienen in crescendo, especialmente en el aniversario de su fecha de defunción. Actualmente, casi todas las semanas su tumba recibe visitas de personas provenientes de todas partes del mundo. Su tumba se ha transformado en objeto de culto. En las entrevistas que realizamos a los funcionarios de las tareas de mantenimiento en el cementerio israelita de La Paz, estos nos manifestaron que todas las semanas concurren personas en pequeños grupos a visitar la tumba de Shoshani. En menor medida concurren visitantes en forma individual (Fig. 6).
En las entrevistas, los funcionarios también afirmaron que la mayoría de los visitantes no provienen de países de la región, sino de Europa, Israel y EEUU. Asimismo, y en esto reside lo más interesante, los funcionarios relataron que muchos de los turistas/visitantes les han comentado que sólo realizaron el viaje a Uruguay para visitar el lugar en donde descansa Shoshani31, (Gallardo, 2017). Durante las visitas los turistas/visitantes frecuentemente se sacan fotos al lado de la tumba, profieren cánticos religiosos, filman el recorrido desde la entrada del cementerio hasta la tumba, despliegan libros sobre la lápida y colocan piedras en la parte superior de la misma. También en algunos casos se toman de las manos, y se quedan unos minutos en silencio contemplando la tumba.
La práctica de colocar piedras encima de las tumbas en los cementerios judíos data de una tradición milenaria. Colocar una piedra en la tumba de un ser querido simboliza el testimonio duradero de la visita de familiares, allegados, amigos, etc., pues no se deterioran, ni son fácilmente movibles del lugar. Con ella los lazos de unión afectiva entre las personas sobrevivientes y el fallecido se afianzan y, a su vez, sirven para consolidar el vínculo de forma eterna. Es así que para recoger las piedras uno debe agacharse al suelo, generalmente en las inmediaciones de la tumba. Según el Talmud, este acercamiento a la tierra significa el acercamiento a nuestra “última morada”, ayudando a que la persona que visita el lugar pueda percibir que su propia vida es limitada32. Resulta evidente que el tipo de peregrinaje que se efectúa a la tumba de Shoshani tiene el factor nostálgico y rememorativo como principal motivación.
VI. Conclusión: cómo un caso, una microhistoria deviene parte de la macrohistoria
El objetivode este artículo consistió en analizar a través de un enfoque microhistóricoy antropológico un fenómeno “turístico-espiritual”que viene in crescendo desde la década de 1970. Este fenómeno consiste enlos “peregrinajes nostálgicos” a la tumba de Shoshani. En ese sentido, este trabajo aplicó un análisis microhistórico al sistematizar una serie de investigaciones y datos a escala micro sobre la vida de Shoshani. El análisis se nutrió de diversas fuentes históricas, como un libro biográfico, artículos de prensa, investigaciones académicas, genealogías familiares, entre otros.
Si bien toda la información se analizó desde una perspectiva microhistórica y antropológica, nuestra tarea consistió en sistematizar y procesar los datos relevados. Por ello, el análisis llevado a cabo a partir de las fuentes consultadasse focalizó en mostrarlos diversos factores históricos que explican los “peregrinajes nostálgicos”a la tumba de Shoshani. Esto se debe a que la transformación de la tumba de Shoshani en un objeto de culto sólo se puede explicara través y por un análisis microhistórico, que exhiba las redes y vínculos sociales que este construyó durante su trayectoria de vida33. De ahí que esta investigación se haya basado a nivel metodológico en los tres principios más importantes de la microhistoria como métodode análisis historiográfico: la reducción de escala, la prioridad por los casos singulares y la atención al relato.
En esa misma línea, el análisis desplegado explica el surgimiento y el desarrollo de un tipo de peregrinaje vinculado a la trayectoria biográfica de un sujeto en particular. Las redes que Shoshani construyó durante su vida trascendieron su propia existencia yremiten a las principales figuras del pensamiento judío del siglo XX. Algunas de esas eminentes personalidades fueron Elie Wiesel, Emmanuel Lévinas y Albert Einstein. De allíque el periodista Salomón Malka le haya puesto de subtítulo a su libro: “El enigma de un maestro del siglo XX”. La singular figura de este maestro anónimo con aspecto de vagabundo conducea las máximas figuras de la intelectualidad y el pensamiento judío del siglo XX.
Este devenirde lo microhistórico a lo macrohistórico en relación a una historia individualha sido analizadopor el antropólogo Marshall Sahlins (Sahlins , 2005). Según Sahlins, en determinadas circunstancias históricas una microhistoria puede devenir una macrohistoria y viceversa. En el caso de Shoshani, es evidente que su figura trasciende lo anecdótico y lo personal para insertarse en la más rica historia de la filosofía y el pensamiento judío del siglo XX. Aquel extraño personaje mencionado por Emmanuel Lévinas en algunos de sus textos y por Elie Wiesel en ciertos pasajes de su obra viene cobrando una dimensión cada vez más grande año tras año. La microhistoria de Shoshani remite a la macrohistoria del pensamiento judío del siglo XX.
Debido a esto, actualmente se está elaborando un documental sobre la vida de este maestro enigmático que tuvo una influencia decisiva en los principales referentes del pensamiento y la cultura judía del siglo XX. El documental Mister Chouchani: A Genius - a Tramp - a Legend, viene siendo rodado desde el año 2013 por el documentalista israelí Michael Grynszpan. En este documental,Grynszpan pretende reunir la mayor cantidad de testimonios posibles sobre las personas que conocieron o tuvieron clases con Shoshani. La última etapa del documental se filmó en Uruguay y su propósito consistió, entre otros objetivos, en mostrar cómo su tumba se transformó en un objeto de culto y adoración.
Más alláque la tarea de la reconstrucción biográfica de un sujetoconstituya una “ilusión”para algunos autores (Bourdieu, 1997), la trayectoria de vidaresulta fundamental para comprender cómo la tumba de una persona se transforma en un objeto de culto y rememoración. De ahí que resulte imposible explicar el fenómeno de las visitas a la tumba de Shoshani sin realizar un análisis histórico de su trayectoria de vida. En virtud de ello,el análisis microhistórico resulta clave para entender los principales sucesos acaecidos en la vida de un individuo. Esta concepción del enfoque histórico se opone a la gran historiografía clásica, que busca establecer comparaciones análogas. En contraposición, la microhistoria se basa en el estudio de lo no-análogo, es decir, de los fenómenos “anómalos”34.
Finalmente, el único vestigio “material” que queda de Shoshani en la actualidad es su tumba. Por ello, casi todas las semanas concurren visitantes de diferentes regiones del mundo a visitarla, transformándose en un “atractivo turístico” y en un objeto de adoración. Esto es posible contrastarlo empíricamente a través de los “peregrinajes nostálgicos” que se realizan en forma periódica a su tumba por parte de exalumnos, rabinos, universitarios, practicantes de Kabbalah,35 periodistas, escritores e investigadores. Éstos, en su mayoría, concurren en pequeños grupos y pertenecen a alguna rama de la colectividad judía. Sin embargo, dentro de los visitantes hay quienes concurren con un fin rememorativo religioso, mientras que otros lo hacen por motivos espirituales, seculares o académicos